Eco era una ninfa de los bosques que le gustaba hablar mucho y entretener a Hera, la esposa de Zeus. Como castigo por ayudar a las infidelidades de Zeus, Hera condenó a Eco a solo poder repetir las últimas palabras que escuchara. Eco se enamoró de Narciso pero él la rechazó, lo que la llevó a consumirse de tristeza hasta desaparecer, dejando solo su voz repitiendo las palabras de los demás. Narciso también se enamoró de su propia imagen reflejada en un estanque y se