3. Fuente del caso
• Corporación Sisma Mujer
• www.sismamujer.org - Bogotá, D.C.
Colombia
4. País en donde se desarrolla
el caso
• Colombia
Escenario físico en donde se
desarrolla el caso
• Un centro comercial de la ciudad
de Bogotá, Colombia
5. Descripción del caso
• El 31 de marzo de 2012 fue asesinada
Vivian Paola Urrego Pulido, una
mujer de 32 años, por su ex
compañero Javier Giovanni Ceballos
Murcia en un centro comercial de la
ciudad de Bogotá, Colombia.
6. Descripción del caso
• Este feminicidio fue la última agresión
que sufrió la mujer, luego de una larga
historia de violencias en su contra por
parte del agresor.
• Una historia, que de ser atendida de
forma previa y oportuna por los estados,
podría cambiar en relación con este tipo
de desenlaces y con ello, preservar el
derecho de las mujeres a una vida libre de
violencias
7. Persona que provoca el
acoso
• Javier Giovanni Ceballos Murcia
(ex pareja de Vivian Urrego)
Persona que recibe el acoso
• Vivian Paola Urrego Pulido, una
mujer de 32 años
9. Forma de actuar del
acosador
• El 18 de diciembre de 2012, por el
Juzgado 34 Penal del Circuito con
unciones de Conocimiento, en el
expediente quedó claramente
acreditado que durante toda la
relación de pareja, -que se dio fuera
del país -Vivian “fue agredida cruel y
despiadadamente, esto es verbal,
física y psicológicamente por parte de
su compañero sentimental Ceballos
Murcia
10. Forma de actuar del
acosador
• Por lo anterior, “a finales del mes de
febrero de 2012 Vivian Paola junto con
su hija escapó de su agresor y viajó a
Colombia y se refugió en la casa de sus
padres. Sin embargo, aquel vía
Internet continuó amenazándola de
muerte y a principios del mes de marzo
del año en curso apareció rondando el
inmueble donde se encontraba
escondida su víctima”
11. Forma de actuar de la
acosada
• Baja autoestima
• Problemas de egocentrismo y
relaciones sociales
• Suele minimizar lo acontecido, apelar
al mecanismo de negación por la
angustia que le despierta, pero
también puede desarrollar síntomas de
stress severísimos, depresiones,
rencores infinitos.
• Conductas adictivas
12. Qué dice la Biblia con
respecto al acoso
• La Biblia condena el abuso conyugal al demandar
una vida de amor y compasión, lo cual descarta
la violencia en el hogar.
• Sea que se trate del aspecto mental, físico o
verbal, el abuso no calza en el estilo de vida
cristiano. Ningún miembro de la familia tiene
derecho a herir a otros miembros de la familia.
13. Qué dice la Biblia con
respecto al acoso
• Pablo escribió a los esposos:
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así
como Cristo amó a la iglesia, y se entregó
a sí mismo por ella… Así también los
maridos deben amar a sus mujeres como
a sus mismos cuerpos. El que ama a su
mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie
aborreció jamás a su propia carne, sino
que la sustenta y la cuida, como también
Cristo a la iglesia” (Efesios 5:25,28-29).
14. Qué dice la Biblia con
respecto al acoso
• Si el esposo ama a su esposa como
Cristo ama a la iglesia, no abusará de
su esposa. Cristo Se dio a Sí mismo por
la iglesia, y la ama y cuida. Si los
esposos siguen Su ejemplo, amarán y
cuidarán de sus esposas.
15. Recomendaciones para el
acosador
• “Y vosotros, maridos, igualmente,
convivid de manera comprensiva con
vuestras mujeres, como con un vaso
más frágil, puesto que es mujer,
dándole honor como a coheredera de
la gracia de la vida, para que vuestras
oraciones no sean estorbadas”, 1
Pedro 3:7 La función masculina es la de
proteger y no la de golpear, si se hace
esa acción negativa es rechazado por
Dios.
16. Mi opinión
• Como Iglesia, estamos llamados a combatir el
pecado en sus diversas manifestaciones. La
violencia en el hogar es un pecado más, entre los
muchos que debemos combatir. Si callamos ante
este mal, estaríamos convirtiéndonos en
cómplices de los agresores que aterrorizan a sus
familias. Por lo tanto, estaríamos cooperando con
el pecado y negando el Evangelio de Jesucristo.
17. Mi conclusión
• La Iglesia debe educar a la sociedad: El gobierno
tiene diversas oficinas que prestan ayuda a las
personas afectadas por la violencia doméstica y
que tratan de educar la sociedad. Sin embargo,
esto no es suficiente. Es necesario que la Iglesia
desarrolle programas educativos para combatir
este mal; programas que ministren a las
necesidades físicas, morales y espirituales tanto de
las víctimas como de los agresores. La Iglesia está
llamada a enseñar a nuestro pueblo los valores
bíblicos que necesita aprender para alcanzar
salvación y vivir en comunión con el Señor.