La romanización fue el proceso por el cual las provincias conquistadas por Roma adoptaron la lengua, las leyes, las costumbres y la cultura romanas. Los romanos difundieron el latín, regularon aspectos de la vida social, y construyeron obras arquitectónicas impresionantes como anfiteatros, termas y circos para entretenimiento público, usando materiales como piedra, ladrillo y hormigón.