Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
violencia de la mujer
1. La violencia contra la mujer es un término aglutinante de todos los tipos de violencia ejercida
contra este grupo de personas, siendo a menudo «consecuencia de la discriminación que sufre
tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razones de
género»,1 aunque no toda la violencia contra la mujer puede identificarse solamente por su
condición de mujer, por lo que es habitual que exista cierta confusión al respecto.2 3 4
Esta violencia presenta numerosas facetas que van desde la discriminación y el menosprecio
hasta la agresión física, sexual opsicológica y el asesinato, manifestándose en diversos ámbitos
de la vida social y política, entre los que se encuentran la propia familia, la escuela, la Iglesia,
el Estado, entre otras.5
En 1994, en asamblea general, las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la eliminación
de la violencia contra la mujer, y en 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo
de 60 países más, declarar el 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer.
Violencia contra la mujer
2. «Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia de
género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la
mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad,
tanto si se producen en la vida pública como en la privada"»,8reconociéndolo como una
pandemia que afecta al 50% de la población mundial, habiendo sido hasta un 70% de las
mujeres víctimas de esa violencia en algún momento de su vida.9
A 2014, según los datos disponibles por la ONU:
Un 38% de los asesinatos de mujeres cometidos en el mundo son cometidos por su pareja,
siendo el ámbito familiar y de pareja donde se produce el mayor número de casos de violencia
contra la mujer, ya sea esta física, sexual o psicológica: el 50% de los asesinatos de mujeres en
el mundo son cometidos por un familiar o compañero sentimental y el 35% de las mujeres
habrían sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja.
Unos 120 millones de niñas de todo el mundo, más de una de cada 10, han sufrido en algún
momento coito forzado u otro tipo de relaciones sexuales forzadas.
La trata de personas se convierte en una trampa para mujeres y niñas que son en un 98% el
objeto de la explotación sexual (4,5 millones de personas en el mundo).
Más de 133 millones de niñas y mujeres han sufrido algún tipo de mutilación genital.
Ser niña sería uno de los factores de riesgo, junto con pertenecer a una clase desfavorecida o a
una minoría. 250 millones de niñas en el mundo son casadas con menos de 15 años, siendo
estas más vulnerables a la violencia ejercida por el esposo.
Introducción7
3. La violencia contra la mujer tratada en los organismos oficiales
Desde 1975 se celebra la Conferencia Mundial sobre la Mujer como una forma de incorporar el
tema a la política pública, y en 1993 las Naciones Unidas ratifican la Declaración sobre la
eliminación de la violencia contra la mujer11 en la que se afirma que esta violencia es un grave
atentado contra los derechos humanos de la mujer y de la niña, reconociendo «la urgente
necesidad de una aplicación universal a la mujer de los derechos y principios relativos a la
igualdad, seguridad, libertad, integridad y dignidad de todos los seres humanos»; también
reconociendo el papel desempeñado por las organizaciones en pro de los derechos de la mujer,
organizaciones que facilitaron dar visibilidad al problema.
Siendo la violencia contra la mujer un problema que afecta a los derechos humanos, que
«constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el
hombre y la mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su
contra por parte del hombre e impedido el adelanto pleno de la mujer, y que la violencia contra
la mujer es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a
una situación de subordinación respecto del hombre», ve la necesidad de definirla con claridad
como primer paso para que, principalmente los Estados, asuman sus responsabilidades y exista
«un compromiso de la comunidad internacional para eliminar la violencia contra la mujer».
La declaración incluye seis artículos en los que se define la violencia contra la mujer y las formas
y ámbitos de esta violencia, al tiempo que enumera los derechos de las mujeres para alcanzar la
igualdad y su pleno desarrollo e insta a los Estados y organizaciones internacionales a
desarrollar estrategias y poner los medios para erradicarla.
En el mismo sentido, el 5 de marzo de 1995, se adoptó la «Convención Interamericana para
4. Actualmente la familia patriarcal puede aparecer borrada; en sus orígenes, convirtió a la mujer
en objeto propiedad del hombre, el patriarca. Al patriarca pertenecían los bienes materiales de
la familia y sus miembros.Así, la mujer pasaba de las manos del padre a las manos del esposo,
teniendo ambos plena autoridad sobre ella, pudiendo decidir, incluso, sobre su vida. La mujer
estaba excluida de la sociedad, formaba parte del patrimonio de la familia, relegada a la
función reproductora y a las labores domésticas.
En la Roma clásica, en sus primeros tiempos, es manifiesta la dependencia de la mujer,
debiendo obediencia y sumisión al padre y al marido.
El paterfamilias tenía sobre sus hijos en derecho a vida y muerte; podía venderlos como
esclavos en territorio extranjero, abandonarlos al nacer o entregarlos a manos de los familiares
de sus víctimas si habían cometido algún delito; desposarlos y pactar o disolver sus
matrimonios. Pero así como los varones pasaban a ser paterfamilias cuando moría el padre, y
adquirían todas sus atribuciones jurídicas dentro de su familia, las mujeres, por el contrario,
iban a permanecer de por vida subordinadas al poder masculino, basculando entre el padre, el
suegro y el esposo.
Antonio Gil Ambrona.28
Este modelo de familia patriarcal ancestral sufrió durante la República y el Imperio numerosas
modificaciones. El derecho sobre la vida de la mujer fue abolido. A ésta se le seguía reservando
la pena de muerte en determinados supuestos, pero ya no era el marido el que decidía sobre
ello, siendo la comunidad la encargada de juzgarla. En determinados momentos la mujer llegó
a conseguir una cierta emancipación: podía divorciarse en igualdad de condiciones con el
hombre, dejó de mostrarse como la mujer abnegada, sacrificada y sumisa y en la relación entre