Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
LECTIO DIVINA –DOMINGO 24º en powerpoint :D
1. Mateo 18,15-20 Setenta veces siete Domingo XXIV Tiempo Ordinario “A” 11 Setiembre 2011
2. Ambientación: En una mesa colocar dos montones de monedas, uno más grande que el otro, que simboliza la deuda que tenemos con Dios y la que los hermanos tienen con nosotros. Cantos sugeridos: Un mandamiento nuevo. Siempre es nuevo el amor
3. AMBIENTACIÓN: Las lecturas de este domingo contienen una importante enseñanza sobre el perdón como vínculo que nos une a Dios y al prójimo. El perdón que se da al hermano es condición del perdón que se recibe de Dios, quien es el maestro del perdón perfecto.
4. Oración inicial Señor Jesús, Pedro te hace una pregunta que todavía hoy seguimos haciéndonos: ¿cuántas veces debo perdonar a mi hermano? Una cuestión fundamental para ver nuestra actitud con aquellos que tenemos junto a nosotros.
5. Te pedimos tu gracia para mirarte a ti y aprender de ti, la actitud que debemos tener con los demás, por eso te pedimos que nos ayudes a entender tu palabra y ver como Tú actuaste, para aplicarla a nuestra vida y tener tus mismos sentimientos.
6. Ayúdanos Señor a expresar el amor que Tú tienes con nosotros y así manifestarlo con los que nos rodean perdonando como Tú nos perdonas. Que así sea.
7. ¿Qué dice el texto? Mateo 18, 21-35 I. LECTIO Motivación: El perdón es la expresión básica del amor, es la expresión en un hecho concreto, de ahí que sea esencial en nuestra fe cristiana. El Señor nos invita a todos a amar de manera incondicional, perdonando siempre como nuestro Dios nos perdona. Escuchemos:
8. Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 18,15-20 21 Entonces se acercó Pedro y preguntó a Jesús: Señor, ¿cuántas veces he de perdonar a mi hermano cuando me ofenda? ¿Siete veces?
9. 22 Jesús le respondió: No te digo siete veces, sino setenta veces siete.
10. 23 Porque con el Reino de los Cielos sucede lo que con aquel rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. . 24 Al comenzar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
11. 25 Como no podía pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer y a sus hijos, y todo cuanto tenía, para pagar la deuda.
12. 26El siervo se echó a sus pies suplicando: “¡Ten paciencia conmigo, que te lo pagaré todo!”. 27El señor tuvo compasión de aquel siervo, lo dejó libre y le perdonó la deuda.
13. 28 Nada más salir, aquel siervo encontró a un compañero suyo que le debía cien denarios; lo agarró y le apretaba el cuello diciendo: ¡”Paga lo que debes!”
14. 29El compañero se echó a sus pies, suplicándole: “¡Ten paciencia conmigo y te pagaré!” 30Pero él no accedió, sino que fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara la deuda.
15. 31Al verlo, sus compañeros se disgustaron mucho y fueron a contar a su señor todo lo ocurrido.
16. 32Entonces el señor lo llamó y le dijo: “Siervo malvado; yo te perdoné aquella deuda entera, porque me lo suplicaste. 33 ¿No debías haber tenido compasión de tu compañero, como yo la tuve de ti?”.
17. 34 Entonces su señor, muy enfadado, lo entregó para que lo castigaran hasta que pagase toda la deuda.
18. 35Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial si no os perdonáis de corazón unos a otros. Palabra de Dios
19. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención ( Del santo evangelio según san Mateo ) Mt 18: 21-35 Pedro se acercó entonces y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?» Dícele Jesús: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.» «Por eso el Reino de los Cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: `Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré. ' Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó ir y le perdonó la deuda. Al salir de allí aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; le agarró y, ahogándole, le decía: `Paga lo que debes. 'Su compañero, cayendo a sus pies, le suplicaba: `Ten paciencia conmigo, que ya te pagaré. ' Pero él no quiso, sino que fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: `Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?' Y encolerizado su señor, le entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que le debía. Esto mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonáis de corazón cada uno a vuestro hermano.» Magdala. Cerca de Cafarnaúm
23. ¿Cuál es la enseñanza que Jesús quiere transmitir mediante esa parábola?
24. II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto? Motivación: En nuestra relación con Dios siempre están presentes nuestros hermanos. Él toma la iniciativa en el amor y la compasión, y nos enseña a progresar en la senda del perdón. Desde el nuevo orden de la misericordia en el que Dios nos coloca podemos ver un horizonte de esperanza en medio del odio y la venganza que aparecen sembrados en nuestra historia cotidiana.
26. El Señor tuvo compasión de aquel siervo… ¿Qué me parece más sorprendente de este Dios del que me habla el evangelio?
27. El perdón que recibimos del Señor es completo, perfecto. ¿Es así mi perdón a los que me rodean? ¿Qué dificultades encuentro para perdonar de este modo?
28. ¿De qué manera transmito el perdón que recibo de Dios a quien tiene una deuda conmigo?
30. Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.
31. III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra? El perdón no es sólo una actitud cristiana, sino el mejor contexto para comprender nuestras relaciones con Dios y con el prójimo. Expresemos a Dios nuestra acción de gracias por su misericordia y le pedimos que nos ayude a crecer en el perdón.
32. Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada. Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (salmo 102).
33. Salmo102 Bendice, alma mía, a Yahvé, el fondo de mi ser, a su santo nombre. Bendice, alma mía, a Yahvé, nunca olvides sus beneficios. Yahvé es clemente y compasivo, lento a la cólera y lleno de amor.
34. Él, que tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias, rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y ternura, Yahvé es clemente y compasivo, lento a la cólera y lleno de amor.
35. No se querella eternamente, ni para siempre guarda rencor; no nos trata según nuestros yerros, ni nos paga según nuestras culpas. Yahvé es clemente y compasivo, lento a la cólera y lleno de amor.
36. Como se alzan sobre la tierra los cielos, igual de grande es su amor con sus adeptos; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros crímenes. Yahvé es clemente y compasivo, lento a la cólera y lleno de amor.
37. ¿Qué me lleva a hacer el texto? IV. CONTEMPLATIO Motivación: San Vicente exhorta a las Hijas de la Caridad a vivir en caridad mutua, sintiendo como una gran exigencia el perdón y la reconciliación entre ellas: Más todavía, hijas mías; no sé si una hermana obrará bien al ir a confesarse sin haber pedido perdón a la hermana que contristó.
38. No soy de la opinión de ciertos doctores que dicen que no hay que oír la santa misa cuando se está en pecado mortal; pero sí que creo que hemos de temer que todo lo que hacemos no es del agrado de Dios si no llevamos ese ropaje de la caridad.
39. Pues bien, lo que les recomiendo es que, puesto que tienen esta santa costumbre de pedirse perdón, no falten nunca a ella, cuando hayan dado a otra motivos para molestarse, que se pongan inmediatamente de rodillas, o al menos antes de acostarse, para pedirle perdón por la mortificación que le hayáis causado. Esto es conforme con la palabra de Dios, que dice: "¡Qué el sol no se ponga sobre vuestra ira!" (5). (IX, 1023)
40. Compromiso: Poner en práctica el camino del perdón con alguna persona concreta de mi entorno.
41. Oración final Señor Jesús Tú que quieres que perdonemos como Tú, que amemos demostrando perdón, te pedimos que nos ayudes a liberarnos de todo aquello que nos ata al pasado, de todo lo que vamos cargando en el corazón, de todo aquello que nos lastima, de todo lo que no conseguimos olvidar,
42. de todo lo que nos hace sangrar el corazón, ayúdanos a que dando el perdón que Tú nos das, perdonemos siempre, perdonemos totalmente, perdonemos y olvidemos encontrando en ti la paz y la libertad,
43. la alegría y la vida nueva, que Tú das a los que se dejan guiar y conducir por ti. Ayúdanos Señor a ser libres de todo lo que nos impide imitarte y ser como Tú, por eso danos la gracia de perdonar incondicionalmente como Tú lo haces con nosotros. Que así sea.
44. Texto de Lectio Divina: Padre César Chávez Alva (Chuno) C.ongregación de la Misión. Power Point : Sor Pilar Caycho Vela - Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl www.hijasdelacaridadperu.org