El documento discute cómo la destrucción de la naturaleza a través de la extinción de animales y plantas representa un mal moral que no conduce a la felicidad. Se argumenta que los humanos causan daño a la naturaleza al destruirla a pesar de depender de ella para sobrevivir, y que si continuamos destruyéndola, pronto nos lamentaremos de las consecuencias de nuestros actos contra la madre Naturaleza. Se insta al lector a reflexionar detenidamente antes de tomar decisiones.