Usos y desusos de la inteligencia artificial en revistas científicas
Continuacion del trabajo
1. 3. Actores implicados e intereses confrontados<br />- Los palestinos se encuentran desde 1948 dispersos entre varios países; sólo la mitad de ellos permanece en territorio israelí y palestino. Más de la mitad de los palestinos son refugiados. La mayor parte de ellos se ven representados en la OLP, organización considerada por la comunidad internacional como el único y legítimo representante de los palestinos. La OLP reclama el derecho a la autodeterminación de la población palestina, la creación de un Estado en Cisjordania y Gaza, con capital en Jerusalén Este, y el retorno de los refugiados tal como rezan las resoluciones de NNUU. Sin embargo la OLP dispone de escasos recursos para su acción política; durante mucho tiempo ha dependido de la ayuda de los Estados árabes; y a falta de esta, su último recurso ha sido el levantamiento de la población.<br />- Israel es un Estado de reciente creación, cristalización de un proyecto nacional muy particular. Si bien en 50 años no ha logrado la reunificación de todos los judíos (sólo una tercera parte vive en Israel), sí constituye una realidad política reconocida internacionalmente. Su interés estratégico es la sobrevivencia como Estado (asegurando a toda costa su seguridad) y el mantenimiento de su carácter judío, tanto en lo nacional como en lo demográfico, comprometiendo para ello incluso el carácter democrático de su sistema político con prácticas discriminatorias y racistas.<br />Aunque Israel se ha consolidado bajo el acoso de sus vecinos, ha aprovechado muy bien el consentimiento internacional a sus políticas de hechos consumados. El tiempo transcurrido le ha beneficiado; hoy más de la mitad de los judíos israelíes han nacido ya en Israel.<br />En el conflicto también intervinieron actores externos. La dimensión internacional del conflicto ha sido siempre de relieve. <br />- Las NNUU han emitido numerosas resoluciones sobre la cuestión palestina pero, presa de los intereses de las potencias, ha sido incapaz de imponer su aplicación.<br />- Durante la Guerra Fría Oriente Medio fue escenario del enfrentamiento entre la URSS (aliada a regímenes árabes socialistas) y los EE.UU. (aliado estratégico de Israel desde los 70'). Sin embargo con la desaparición de la URSS y tras la Guerra del Golfo, el trastrocamiento de las alianzas en la región y la perdida de importancia estratégica de Israel llevó a que los Estados Unidos forzaran un proceso de negociaciones entre Israel y sus vecinos árabes.<br />- El contencioso palestino también ha sido instrumentalizado por los regímenes árabes autoproclamados defensores de la cuestión palestina. Palestina ha sido la excusa para afirmar su arabidad o islamidad, para legitimarse o para justificar su autoritarismo. En muchos casos no han dudado en apoyar a algunas facciones en las disputas internas del movimiento nacional palestino.<br />- La Unión Europea es un elemento clave en el área por su cercanía geográfica, su peso económico y sus intereses en la estabilización de la región. Desde 1980 se ha posicionado a favor de los derechos de los palestinos lo que ha dificultado sus relaciones con Israel. Desde 1993 intenta acrecentar su papel en las negociaciones y dispone de un mediador especial desde 1997, el diplomático español Miguel Angel Moratinos.<br />- Hay otros actores no estatales que ejercen diferentes presiones y apoyan a los actores locales. Destaca la activa e influyente comunidad judía organizada en países occidentales (lobbies políticos y económicos), que tradicionalmente ha sido un apoyo a Israel. Del lado palestino también existe una diáspora, sin embargo desorganizada, aunque más importancia tiene la solidaridad musulmana internacional.<br />4. El proceso de paz.<br />Tras la Guerra del Golfo que supuso el debilitamiento de Irak como potencia regional, que trastocó las alianzas en Oriente Medio y debilitó a la OLP, los Estados Unidos decidieron diseñar un nuevo orden regional que asegurase la estabilidad necesaria para sus intereses económicos (abastecimiento de hidrocarburos, mercados, etc). Para ello se hacía imprescindible resolver el conflicto árabe-israelí. Es así que, suplantando a las Naciones Unidas, forzaron a las partes, árabes e israelíes, a entablar negociaciones directas.<br />A finales de octubre de 1991 se celebró en Madrid la Conferencia Internacional de Paz para Oriente Medio, en la que participaron Israel y sus vecinos árabes. Los palestinos estuvieron representados por dirigentes de los territorios ocupados, en el seno de la delegación jordana. En la Conferencia se establecieron dos canales de negociaciones: encuentros bilaterales entre Israel y vecinos árabes para tratar sus contenciosos específicos; y encuentros multilaterales para los asuntos que afectan a todos: agua, refugiados, cooperación económica, seguridad …<br />En junio de 1992 los laboristas israelíes, más partidarios de un compromiso con los palestinos, volvieron al gobierno y retomaron las negociaciones. De inmediato constataron las dificultades para avanzar en las negociaciones bilaterales con los palestinos y la ineludibilidad de negociar directamente con la OLP. Ante los posibles costes internos de tal iniciativa se estableció un canal secreto de negociaciones entre laboristas y OLP, que daría resultados a mediados de 1993.<br />En septiembre de 1993 la OLP y el gobierno de Israel firmaron el Acuerdo de Oslo: las dos partes se reconocían mutuamente y suscribían una Declaración de principios para el autogobierno de los palestinos (DOP). En ella se establecía un período transitorio de 5 años, a lo largo del cual se fomentaría la confianza mutua, se establecería una primera área autónoma y se irían abordando gradualmente los diferentes aspectos de la disputa. El acuerdo fue bien acogido por la mayoría de la población palestina de los territorios ocupados y por la población israelí, aunque también hubo oposición de ciertos grupos de ambas partes. El acuerdo recibió el espaldarazo casi unánime de la comunidad internacional.<br />A raíz del Acuerdo en los siguientes meses se estableció una administración autónoma palestina, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) con competencias limitadas y limitada a Gaza y Jericó, se creó una policía palestina, se liberaron a algunos presos palestinos, se autorizó el retorno de algunos dirigentes de la OLP… En la DOP, los temas más delicados (refugiados, colonos, Jerusalén, estatuto definitivo de la entidad palestina) se pospusieron para una segunda fase.<br />Sin embargo la prosecución, por parte de Israel, de las actividades de colonización, de la confiscación de tierras y de la judaización de Jerusalén Este, así como los retrasos israelíes en la implementación de los acuerdos y la continuación de facto de la ocupación israelí agudizaron las críticas internas. Ante las protestas palestinas Israel hizo uso de sus instrumentos de coerción: cierres de los territorios, represión, retención de los presos palestinos, etc. En el campo palestino, la oposición al proceso fue liderada por los grupos islamistas, algunos de cuyos grupos recurriría a los atentados indiscriminados contra objetivos israelíes.<br />En septiembre de 1995 se firmaron los Acuerdos de Taba (Oslo II) que ampliaron las áreas autónomas a las principales ciudades de Cisjordania y las competencias de la ANP. Sin embargo Israel siguió controlando militarmente la mayor parte (el 96%) de los territorios palestinos. En enero de 1996 tuvieron lugar las elecciones palestinas; Arafat fue legitimado como presidente de la ANP y fue elegido un Consejo Legislativo (parlamento).<br />Del lado israelí también creció la oposición israelí al proceso; los ultranacionalistas clamaron traición y el grueso de la población sintió inseguridad ante la violencia palestina en Israel. En noviembre de 1995 fue asesinado el primer ministro israelí Isaac Rabin a manos de un extremista judío. Los laboristas, defensores del proceso de paz pero que aparecían como incapaces de dar seguridad a su población, perdieron las elecciones de mayo de 1996. <br />El nuevo gobierno conservador dirigido por Benjamin Netanyahu pretende conciliar prosecución de colonización, etc con la continuación del proceso de paz; responsabiliza a la ANP de la seguridad de Israel. Como resultado de ello crece la desconfianza, se congelan las negociaciones y se recrudece la violencia. Cada vez son más frecuentes los estallidos populares palestinos que la propia policía palestina no puede controlar. El proceso de paz está en peligro.<br />5. La paz justa pendiente.<br />No es fácil hacer un balance de un proceso tan singular que tenía por objeto pacificar la zona e iniciar la resolución negociada de este viejo contencioso. Es obvio que la estrategia puesta en marcha con el acuerdo de Oslo conllevaba altos riesgos derivados de sus propias características:<br />- era un acuerdo parcial, que sólo afectaba a los palestinos de Cisjordania y Gaza y no abordaba aspectos tan fundamentales de la cuestión palestina como el tema de los refugiados.<br />- era un acuerdo desigual, tanto en contenidos (la OLP reconocía a Israel pero ésta no reconocía explícitamente el derecho a la autodeterminación palestina) como en cuanto a actores (Israel conserva su posición de fuerza, continuaba ocupando militarmente el territorio)<br />- en fin, era un acuerdo poco preciso: establecía un calendario de pasos a dar pero no definía claramente los objetivos a alcanzar.<br />Durante estos últimos tres años la población palestina ha visto como el calendario del proceso de paz se ha atrasado y las medidas previstas no se han cumplido, mientras que sus condiciones de vida se deterioran día a día. El proceso de paz no responde claramente a sus legítimos derechos y no resuelve integralmente la cuestión palestina. <br />La comunidad internacional ha repetido en numerosas ocasiones la necesidad de alcanzar un acuerdo negociado (ni violento, ni unilateral), justo (que no legitime la violencia pasada y que recoja los justos derechos de las partes) y duradero. Sin embargo el inicio de las conversaciones para resolver la cuestión palestina y pacificar la región no ha sido el resultado de la presión de esa comunidad internacional, ni se ha basado en las numerosas resoluciones de NNUU, sino se ha debido al interés norteamericano de estabilizar la región. Esta postergación de encontrar una solución justa ha marcado y dificultado todo el proceso.<br />Sólo habrá paz en Israel y en los Territorios Palestinos cuando se de respuesta al fondo de la cuestión palestina. Una paz justa sólo es posible abordando las raíces del conflicto, atendiendo a los legítimos derechos de las partes y creando condiciones para la plena realización de los proyectos colectivos de las dos poblaciones.<br />Pretender una pacificación funcional sin resolver las causas, sólo pospone un nuevo brote del conflicto. Abordar las causas y la globalidad del conflicto requerirá sin duda la más amplia presión internacional, y mediar para generar confianza, consolidar un marco para el diálogo, identificar medidas concretas y llevar a cabo actividades cooperativas.<br />Dada la desigualdad de las partes, la creación de condiciones para una paz duradera ha de traducirse ante todo en un firme apoyo internacional a la parte palestina para que logre una mayor autonomía económica y se consolide institucionalmente, en suma ayudar a la viabilidad del Estado palestino. Para ello se hace imprescindible superar el tutelaje norteamericano al proceso de paz, y ampliar y diversificar el involucramiento internacional. <br />Décadas de conflicto han generado un sustrato de desconfianza mutua y demonización del otro que dificultan el diálogo y la cooperación. Su superación no es tarea de unos pocos años. Sólo un apoyo internacional amplio permitirá abordar una tarea que habrá de prolongarse en el tiempo.<br /> MONOTEÍSMO.<br />Se trata de la creencia en la unidad de la divinidad, o en un solo dios. Es un firme principio del judaísmo, el cristianismo y el islam. Debido a que creen que la doctrina cristiana de la Trinidad es incompatible con el monoteísmo, algunos grupos rechazan el trinitarismo a favor el unitarismo.<br />SE TRATA DE RELIGIONES MUNDIALES. <br />Son religiones porque el judaísmo, el cristianismo y el islam implican una fe en un credo, obediencia a un código moral establecido en las Escrituras sagradas y participación en un culto. Son mundiales porque tienen como ideal la totalidad de la especie humana. Las tres religiones enseñan lo mismo, que Dios es sobre todo amor y misericordia, y que su objetivo final es la redención de toda la humanidad.<br />LA IDEA DE DIOS EN LAS TRES RELIGIONES.<br />En el judaísmo, el cristianismo y el Islam, Dios es concebido ante todo en términos de trascendencia, personalidad y unidad.<br />La idea judía de Dios. La idea de trascendencia se introduce en los versos iniciales de las escrituras hebreas, en las que Dios es presentado como creador. Decir que el mundo es creado significa que no es independiente de Dios, pero sí es externo a Él, un producto de su voluntad, por eso Él es Señor de toda la tierra. Aunque los judíos tienen prohibido hacer ninguna imagen material del Creador, sin embargo, es parte de la doctrina de la creación que el ser humano fue hecho a imagen de Dios; por ello, la comprensión hebrea de Dios fue antropomórfica. Él prometía, amenazaba, se enfadaba, hacía pactos con su gente; pero sus atributos principales eran virtud, justicia, compasión, verdad y lealtad. El Dios hebreo (Yahvé) era único y su mandato fue “No tendréis otros dioses delante de mí”.<br />La concepción cristiana de Dios. El cristianismo emprendió su andadura como una secta judía y así asumió al Dios de los hebreos, y las Escrituras judías se convirtieron con el tiempo en el Antiguo Testamento de los cristianos. Durante su magisterio, Jesús fue entendido como un hombre santo de Dios, pero a finales del siglo I los cristianos le habían ensalzado como pastor divino, y esto creó la tensión con la tradición monoteísta del judaísmo. La solución del problema fue el desarrollo de la doctrina de Dios trino o Trinidad, formulada en el siglo IV. El Dios del Antiguo Testamento se convirtió, para los cristianos, en el Padre. Jesús fue entendido como el Hijo encarnado, la manifestación concreta de Dios en el orden finito; es distinto del Padre pero “de la misma sustancia” que Él. El Espíritu Santo (en Occidente se dice que procede del Padre y del Hijo, en Oriente que procede sólo del Padre), es la presencia inmanente y la actividad de Dios en la creación, por la que lucha para conducirla a la perfección. Aunque la teología cristiana habla de las tres “personas” de la Trinidad, no hay tales personas en el sentido moderno, sino tres modos de ser del mismo y único Dios.<br />La idea de Dios en el Islam. De las tres religiones de raíz bíblica, el Islam es la que profesa su monoteísmo con mayor rigidez. El nombre de Alá significa simplemente “El Dios”. Es personal, trascendente y único, y a los musulmanes se les prohibe representarlo con cualquier forma viviente. El credo principal se resume en la proclamación “No hay dios más que Alá y Mahoma es su profeta”. Alá tiene siete atributos básicos: vida, conocimiento, poder, voluntad, oído, vista y habla. Las tres últimas no se entienden en un sentido antropomórfico. Su voluntad es absoluta, y todo lo que ocurre depende de ella, incluso hasta el punto de que creyentes y no creyentes están predestinados a la fe o a la falta de fe.<br />PERSONAJES SAGRADOS. <br />Las tres religiones cuentan con personajes excepcionales, que son receptores de una revelación divina especial (Moisés y Mahoma) o son venerados como personificación de la divinidad (Jesús). <br />Moisés es el principal profeta hebreo, y también el islam (que le llama Musa) le venera. Además es una figura bien conocida en el cristianismo y se le menciona con frecuencia en el Nuevo Testamento. Recibió de Yahvé dos tablas de piedra donde estaban escritos los Diez Mandamientos, que a partir de entonces constituyeron las leyes fundamentales de los hebreos.<br />Mahoma es el profeta de Alá. Tuvo una visión del arcángel Gabriel que le ordenó predicar.<br />Jesús, para los cristianos, fue el Hijo de Dios encarnado y concebido por María. Insistió en el amor infinito de Dios por los más débiles y desvalidos, y prometió el perdón y la vida eterna en el cielo a los pecadores siempre que su arrepentimiento fuera sincero.<br />TEXTOS SAGRADOS.<br />En el caso del judaísmo, el cristianismo y el islamismo, el grueso de la literatura sacra está concluso: tanto las Biblias judía y cristiana como el Corán fueron compuestos en un estadio relativamente primitivo de la historia de sus respectivas religiones. Sin embargo, estas tres religiones monoteístas también reconocen otros textos, por tener un significado religioso especial, aunque no sean de origen divino.<br />Los libros sagrados de las tres religiones incorporan normas de culto ritual público y privado, incluyen reglamentaciones y mandamientos que valen como leyes para la comunidad de creyentes y además están escritos en un estilo poético o contienen pasajes poéticos o poemas.<br />La Torá (en hebreo “ley”) es la piedra fundamental de la religión y de la ley judías. De acuerdo con la tradición oral o Mishná, Dios hizo entrega de la Torá a Moisés en el monte Sinaí. Parte fundamental del culto en la sinagoga lo constituye la lectura de la Torá. Consta de los cinco libros de Moisés (Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio).<br />La Biblia, también llamada Santa Biblia, es el libro sagrado o Escrituras de judíos y cristianos. Sin embargo, las Biblias del judaísmo y del cristianismo difieren en varios aspectos importantes.<br />La Biblia judía son las escrituras hebreas, 39 libros escritos en su versión original en hebreo, a excepción de unas pocas partes que fueron redactadas en arameo.<br />La Biblia cristiana consta de dos partes: el Antiguo Testamento (que incluye el Pentateuco, que se corresponde con la Torá, además de los libros históricos, poéticos y proféticos) y los 27 libros del Nuevo Testamento (que incluye los cuatro Evangelios, los Hechos de los Apóstoles, las Epístolas y el Apocalipsis).<br />El Corán, es el texto sagrado del Islam. Se trata del libro que contiene lo que para los musulmanes fueron una serie de revelaciones de Alá a Mahoma. El mensaje, en esencia, es que hay un solo Dios, creador de todas las cosas, que es el único al que hay que servir practicando un culto y observando una conducta correcta. Los temas del Corán y muchas de las historias ilustrativas comparten las escrituras cristianas y judías aunque a menudo se desarrollan de forma diferente.<br />JERUSALEN. CIUDAD SANTA PARA LAS TRES RELIGIONES.<br />Jerusalén es una ciudad santa para las tres religiones principales del mundo: judaísmo, cristianismo e islam.<br />La ciudad antigua es un lugar sagrado para los cristianos, ya que consideran que es donde Jesucristo pasó sus últimos días. También es sagrada para los judíos, símbolo de su tierra natal y capital del primer reino judío, y para los musulmanes, que consideran que fue el lugar en el que el profeta Mahoma ascendió al cielo.<br />Entre los monumentos más notables de la ciudad, se encuentran:<br />la iglesia cristiana del Santo Sepulcro, que se construyó sobre una basílica del siglo IV, la cual, a su vez, se erigió sobre lo que tradicionalmente se considera la tumba de Cristo,<br />el Muro Occidental Judío, también llamado el Muro de las Lamentaciones, que es un resto del gran templo construido por Herodes el Grande, rey de Judea,<br />la cúpula o mezquita de la Roca (también conocida como la mezquita de Omar, su constructor) levantada en el lugar en donde se cree que Mahoma ascendió al cielo, que constituye uno de los santuarios más sagrados del islam.<br />LUGARES DE CELEBRACIÓN DEL CULTO RELIGIOSO.<br />Las tres religiones disponen de lugares destinados a la oración y a la celebración de ciertos ritos.<br />La Sinagoga, en el judaísmo, es la casa o asamblea para la oración, el estudio y el encuentro. En ella se encuentra el arca que acoge los rollos de escritura de la Torá.<br />La Iglesia, en el cristianismo, es el lugar de reunión, oración y celebración de ritos. La iglesia católica es la de mayor importancia e implantación en el mundo.<br />La Mezquita es el edificio destinado a la oración de los musulmanes.<br />Destaca la mezquita de los viernes, una especie de catedral donde se reúne la comunidad de fieles para realizar la oración ritual de este día de la semana.<br />LA EXISTENCIA DE MEDIADORES ESPECIALIZADOS. <br />Las tres religiones cuentan con personas que actúan como mediadores entre Dios y los hombres.<br />Rabino, en el judaísmo, es el título honorario de los maestros judíos de la Ley o Torá. Ahora, la mayoría de los rabinos son más predicadores y pastores que autoridades civiles. Tradicionalmente, sólo los hombres podían convertirse en rabino, pero en épocas recientes los seminarios reformistas han empezado a ordenar a un gran número de mujeres.<br />Papa, que significa padre, es el título eclesiástico cristiano del obispo de Roma, cabeza de la Iglesia católica. Por debajo de él se encuentran los cardenales, los obispos y los sacerdotes. Hay una compleja organización eclesiástica, cosa que no sucede en las otras dos religiones.<br />Imán, es el título islámico que significa “el que dirige la oración”. Es también uno de los títulos dados al jefe de la comunidad islámica tras la muerte de Mahoma. Es el jefe espiritual y temporal.Preside la Asamblea durante la reunión ritual del viernes.<br />ANGELES Y DEMONIO.<br />En las tres religiones, se cita a los ángeles como mensajeros o <br />intermediarios entre Dios y los hombres. En todas ellas se piensa que los ángeles son enviados como mensajeros divinos a la humanidad para instruirnos, informarnos o dirigirnos. Un ángel puede actuar también como guardián protector, como guerrero celestial e incluso como poder cósmico. Incluso a veces no está clara la línea divisoria entre un ángel bueno y uno malo (o demonio).<br />El demonio, en las creencias hebrea, cristiana islámica, es el espíritu supremo del mal que durante un tiempo inmensurable ha regido el universo de <br />los espíritus del mal y es una oposición constante a Dios.<br />EL AYUNO.<br />El ayuno, entendido como abstinencia en el consumo de alimentos, se ha practicado durante siglos en relación con ceremonias religiosas. Es obligatorio en las religiones judía, cristiana e islámica.<br />Entre los judíos, el ayuno se ha guardado cada Yom Kipur (“día de la expiación”) desde que fue prescrito por Moisés; en este día sagrado no se permite ni comer ni beber. <br />Los musulmanes realizan el ayuno diurno, que acaba tras la puesta del sol, durante el mes del Ramadán, también como forma de expiación.<br />En la Iglesia católica el ayuno puede implicar una abstinencia parcial de comida y bebida (como en el ayuno previo de la comunión) o una abstinencia completa; los días de ayuno que establece en la actualidad son el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.<br />EL PECADO.<br />En el judaísmo, el cristianismo y el islam, el pecado se entiende como una transgresión de una ley o práctica sagrada, que conlleva una sanción de la divinidad. En la mayoría de las religiones existe una determinada idea de lo bueno y lo malo. Pero sólo en las tradiciones judeo-cristiana e islámica se considera la referencia característica del pecado, convirtiéndose el mal comportamiento en un crimen directo contra el Ser Supremo. <br />En ningún otro libro sagrado se encuentra tan desarrollado el sentido del pecado como en la Biblia. En las Escrituras, es el elemento que enemista a los seres humanos con Dios, lo cual exige que haya arrepentimiento para obtener su perdón. En el Nuevo Testamento, el pecado es la condición humana esencial que reclamaba la labor redentora de Dios. San Agustín formuló la doctrina del pecado original, según la cual el pecado de Adán corrompía toda la naturaleza humana; todos los seres humanos han nacido en este pecado y debido al pecado original de Adán, son incapaces de satisfacer a Dios y están por su propia condición dispuestos a seguir en el mal. En esto la Iglesia ortodoxa no está de acuerdo y defiende que la voluntad humana es libre como lo era la de Adán antes de su caída.<br />En el islam, el pecado capital es el orgullo humano, el cual viola la unidad de la creación, ya que presupone autonomía humana, y se rebela contra el orden divino negando el propósito fundamental del hombre: servicio y obediencia a Dios. A pesar de la génesis del islam dentro de la tradición judeo-cristiana, el Corán niega de forma específica la doctrina cristiana del pecado original, y establece que Dios perdonó a Adán su transgresión en el Jardín del Edén. En el islam el pecado es consecuencia de la debilidad humana más que de una condición heredada de corrupción<br />