Messaggio della Consigliera per le Missioni_14 marzo 2020 esp
Roma, 14 marzo 2020.
Queridas hermanas,
Las saludo con mucho afecto desde Colombia,
Inspectoría “María Auxiliadora”, augurando a cada una un
sereno y fecundo camino cuaresmal. Cada día nos concede el
Señor la gracia de dar algún paso concreto de conversión. Y no
nos deja nunca solas: Él es nuestro compañero de camino. Que
sea la Cuaresma 2020 un tiempo particular para hacer todo
aquello que Él nos dirá, para crecer en el compromiso de ser
comunidades generativas de vida en el corazón de la
contemporaneidad.
En el mes pasado, dedicamos nuestra atención a la
Carta 17, en la cual Madre Mazzarello – desde Mornese
(diciembre 1878) – escribe a la directora de la casa de
Montevideo – Villa Colón, Sor Angela Vallese.
Entre las 68 cartas de Madre Mazzarello, 5 son dirigidas a algunas novicias: Laura
Rodríguez (Carta 18), Ottavia Bussolino (Carta 45), Rita Barilatti (Carta 60), Mercedes Stabler
(Carta 62) e Lorenzina Natale (Carta 67). Por eso, hoy daremos un salto en el tiempo y en el
espacio! Iremos a Turín, desde donde el 24 enero 1881 Madre Mazzarello escribe a la novicia sor
Lorenzina Natale.
El itinerario que nos proponemos este año es el de retomar y releer algunas cartas de Madre
Mazzarello a las misioneras. Sin embargo, la Carta 67 tiene como destinataria una novicia que
todavía no es misionera. Tal vez podrán preguntarse: ¿cómo así? ¿Y por qué escoger esta carta?
Sor Lorenzina Natale tiene una historia de vida muy interesante. Las invito, en la medida de
lo posible, a conocerla (Facciamo Memoria – Cenni biografici delle FMA defunte nel 1936 – pp
161-167). Cuando fue acogida en el Instituto tenía 23 años. Había entrado en Nizza como
postulante en octubre de 1880 y el 12 de diciembre de ese mismo año empezaba su Noviciado. Ella
fue elegida para formar parte de la tercera Expedición Misionera. El 2 de febrero 1881, en
Génova Sampierdarena, por voluntad de Don Bosco hizo su Primera Profesión, y el día siguiente –
3 febrero 1881 – partió como FMA misionera hacia América del Sur. Tuvo una vida larga y fue
misionera ad gentes por 55 años.
La carta de Madre Mazzarello a esta joven futura FMA ocupa solamente media paginita y
está dividida en 6 puntos. Madre Mazzarello traza un camino formativo para Lorenzina, casi como
las “orientaciones” para continuar su Noviciado en tierras lejanas. De hecho cuentan que sor
Lorenzina mantuvo siempre consigo estas recomendaciones de Madre Mazzarello de manera que se
confrontaba con ellas cada año durante los Ejercicios Espirituales.
A la joven que partía, Madre Mazzarello le recuerda algunos valores fundantes de la vida
consagrada: la humildad, la piedad, la modestia, la obediencia, el sacrificio, la mortificación.
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Recomienda a Lorenzina: “... no te hagas amiga de tu amor propio” y la invita a pensar “con
frecuencia que nuestras santas Reglas son guía segura para conducirnos al Paraíso”.
Queridas hermanas, veo en estos pocos renglones de Madre Mazzarello – que han surcado el
océano no solamente en la carta, sino sobre todo en el corazón de sor Lorenzina Natale – una
especie de Itinerario para el tiempo cuaresmal. Probemos a releerlos con “el corazón de una
novicia”.
De hecho, a sor Vittoria Cantù, misionera de la segunda Expedición, Madre Mazzarello le
escribirá en el 1879: “Eres profesa, pero recuerda que debes ser también novicia, debes unir al
fervor de las novicias la virtud sólida de las profesas” (Carta 22).
A ustedes, queridas novicias, quisiera dirigirles una palabrita en particular: lean con
alegría y reconocimiento estos recuerdos de Madre Mazzarello a sor Lorenzina Natale. Les harán
mucho bien! Además, les dejo un llamado que siento en el corazón: ¿no han pensado nunca en
consagrarle su vida al Señor en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora como misioneras ad
gentes? Si en su corazón se escondiese este deseo, considérenlo como una llamada del Señor…
“coraje, coraje y no tengáis el corazón tan pequeño, sino un corazón generoso, grande y no tantos
temores, ¿habéis entendido?” (Carta 27). Cuando el Señor llama, Él mismo sostiene nuestra
respuesta: “Aquí estoy, mándame a mí”.
En este 14 marzo las tendremos muy presentes en nuestra oración, pidiendo al Señor que las
sostenga y le conceda a cada una aquello que más necesita. Pediremos también a María, mujer del
Fiat, que interceda por su perseverancia y fidelidad.
Las invito, queridas hermanas, a ofrecer su oración por las 306 novicias que en este
momento viven su camino formativo en nuestros Noviciados, en las distintas partes del mundo.
Ellas serán las futuras FMA! Y, confiando en la Divina Providencia, nos auguramos que algunas
sean también las futuras FMA misioneras ad gentes!
En preparación al CG XXIV oremos juntas: María, Madre de la Iglesia y modelo sapiencial
de la Vida consagrada, llena nuestras tinajas con el vino de la humildad y de la obediencia, para
que tengamos la fuerza de vivir la Cuaresma con corazón confiado, en el camino hacia la Pascua
de Jesús.
Con afecto fraterno, ¡un fuerte abrazo!
Consejera para las Misiones
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