Recull Biografic I Analisis Poemes De A. Machado M. Montserrat
1. Acontecimientos históricos de la época
Nacimiento de Antonio Machado en Sevilla
1875
Restauración de los Borbones en España: Alfonso XII es proclamado rey
1872-76 Tercera guerra carlista
Se aprueba la Constitución de 1876, estableciendo una monarquía
1876 constitucional que durará hasta 1931
Francisco Giner de los Ríos funda la Institución Libre de Enseñanza
1878 Se establece la Paz de Zanjón entre España y Cuba
1879 Pablo Iglesia funda el PSOE (Partido Socialista Obrero Español)
Muerte de Alfonso XII
1885
Regencia de María Cristina (1885-1902)
1886 Nace Alfonso XIII
Fundación de la UGT (Unión General de los Trabajadores)
1888
Exposición Universal de Barcelona
Restablecimiento del sufragio universal (algo que no se conseguirá en los
1890
Estados Unidos por 30 años)
Empieza la guerra en Cuba
1895
Fundación del PNV (Partido Nacionalista Vasco)
Final de la guerra hispanoamericana: España cede sus últimas colonias
1898
ultramarinas (Puerto Rico, Cuba, las Islas Filipinas) a los Estados Unidos
1900 Creación del Ministerio de Instrucción Pública
Alfonso XIII alcanza la mayoría de edad y sube al trono
1901 Fundación de la Lliga Regionalista en Catalunia (el partido de la burguesía
industrial)
El dramaturgo José Echegaray recibe el primer Premio Nobel de Literatura
1904
otorgado a un escritor hispánico
1906 Santiago Ramón y Cajal gana el Premio Nobel de Medicina
1909 Semana Trágica de Barcelona
1910 Se abre en Madrid la Residencia de Estudiantes
1914-18 La Primera Guerra Mundial; España se mantiene neutral
La Revolución Soviética que resulta en la fundación de la Unión de
1917
Repúblicas Socialistas Soviéticas
1922 El dramaturgo Jacinto Benavente gana el Premio Nobel de Literatura
Alfonso XIII le concede poderes dictatoriales al general Primo de Rivera tras
1923
un golpe militar
1924 André Bretón publica el primer manifiesto surrealista en París
Hundimiento de la Bolsa de Nueva York y comienzo de la gran depresión
1929 económica.
Intentos de derrocar la dictadura de Primo de Rivera
Dimisión de Primo de Rivera, caída de la monarquía e inauguración de la
1931
Segunda República; Alfonso XIII abandona España
Aprobación de Estatuto de Cataluña
1932 Sublevación del general Sanjurjo que puso de manifiesto la oposición a las
reformas del gobierno
1933 Elecciones generales en España; gana la derecha
2. José Antonio Primo de Rivera funda la Falange Española
1933-34 El partido nacional-socialista de Adolf Hitler surge en Alemania
La revolución de los mineros socialistas en Asturias (una provincia al norte
1934
de España) es duramente reprimida
1936-39 Guerra Civil en España
Gana las elecciones generales el Frente Popular (coalición de izquierdas)
en febrero
1936
El 17 de julio un sector del ejército bajo el general Francisco Franco se
subleva contra la República y comienza la guerra civil
Bombardeo de Guernica por la Legión Condor (fuerzas alemanes que
apoyaron la causa nacionalista española); murieron muchos civiles en el
bombardeo)
1937
Pabellón de la República en la Exposición Internacional de París (La famosa
pintura de Pablo Picasso, Guernica, se expone allí)
El gobierno republicano se traslada a Barcelona en octubre
División de la zona republicana en dos, entre Valencia y Barcelona, cuando
1938
las fuerzas nacionalistas llegaron hasta la costa mediterránea
Caída de Cataluña. Las tropas nacionalistas entran en Barcelona el 27 de
enero. Los refugiados parten hacia Francia. La frontera entre Cataluña y
Francia es cerrada por los nacionalistas el 10 de febrero.
1939
Manuel Azaña dimite como presidente de la República y comienza la
dictadura de Francisco Franco que durará hasta 1975.
Muere Antonio Machado en el exilio en Colliure, Francia, el 22 de febrero
Antonio Machado Evolución poética
-Primera etapa: Soledades,1902. Recoge leves detalles de la poesía modernista, en los que
destaca la emoción del momento y el sentido oculto de lo que le rodea. En sus poemas
aparece el tema del agua, con sus fuentes de jardín, los crepúsculos, la tarde, los aromas de
los huertos en flor y la melancolía. Los versos libres, la sobriedad formal y una insistente
añoranza de la niñez son las notas más personales de este momento. Soledades, galerías y
otros poemas,1907. En la que hace una selección de su primera obra, deshaciéndose de los de
carácter señaladamente modernista y añade otros poemas. Su primer contacto con Soria le
hace amar el paisaje castellano. Su poesía se hace cada vez más sobria y sencilla. El poeta
dialoga consigo mismo. Una melancolía dolorida recuerda a Bécquer y Rosalía de Castro.
-Segunda etapa: Campos de Castilla 1912. Con este libro se vincula al ‘98. Es su libro más
conocido, además de ser su obra cumbre, es la obra en la que más depura sus influencias y su
estilo. En ésta obra sale a relucir el Machado enamorado de Castilla, su amor por Soria y los
paseos a orillas del Duero y cerca del Olmo viejo, al que le dedicó un poema entero. El paisaje
cobra humanidad constituyendo un reflejo de las inquietudes, temores y deseos que alteran al
poeta. Los temas son: enfrentamiento entre pasado y presente, la pobreza de la tierra, el
análisis de su propio yo, el enigma del ser humano. El poeta se identifica con la tierra
castellana y su poesía tiende a una mayor objetividad, sin perder el enfoque intimista.
-Tercera etapa: Nuevas canciones. Una poesía profunda donde las ideas sustituyen al
paisaje. Poesía de metro corto, populares o filosóficas, sentenciosas. Se dice que Nuevas
Canciones es su obra más intimista. La obra se completa con los volúmenes en prosa de Juan
de Mairena (1934-1939), y con el Cancionero apócrifo. También escribió teatro en colaboración
con su hermano Manuel. Obras: Soledades, Revista Ibérica, Madrid, 1903 Soledades,
galerías y otros poemas, Pueyo, Madrid, 1907 Campos de Castilla, Renacimiento, Madrid,
1912 Páginas escogidas, Calleja, Madrid, 1917 Poesías completas, Residencia de
Estudiantes, Madrid, 1917 Nuevas canciones, Mundo Latino, Madrid, 1924 Juan de Mairena,
Espasa Calpe, 1936 La guerra, Espasa Calpe, 1937 Obras, Séneca, México, 1940 Abel
Martín, Cancionero de Juan de Mairena, Losada, Buenos Aires, 1943 Canciones, Afrodisio
Aguado, Madrid, 1949 Los complementarios y otras prosas póstumas, Losada, Buenos
Aires, 1957 Prosas y poesías olvidadas. Recogidas por Robert Marrast y Ramón Martínez
López, Centre de recherches de L´Institut d´Études Hispaniques, Paris, 1964
3. Símbolos y temas
La obra de Machado trata sobre todo de la vida humana, vista como una experiencia marcada
por el azar. Los temas principales son la infancia perdida, los sueños, un amor melancólico,
el hastío… Además, Machado utiliza diversos símbolos en sus poemas, basándose en los
simbolistas franceses.
El recuerdo y los sueños son dos símbolos que están relacionados, porque aunque se
parecen a la realidad, son incapaces de transmitir las mismas sensaciones, ya que no son tan
intensas: lo mismo sucede en el momento de creación literaria, se recuerdan las experiencias
vividas, pero las sensaciones son ya distintas a cuando se vivieron dichas experiencias.
Machado utiliza estos símbolos para revivir algunas experiencias del pasado, como la infancia
o el amor, refugiándose de esta manera en unos tiempos mejores. Otro símbolo cercano
mencionado en algunos poemas, es el espejo, que representa el lugar donde se proyectan los
sueños, y se compara con el reflejo del agua.
La muerte: En la obra de Machado podemos distinguir poemas en los cuales se elaboran
mediante contrastes, percibiendo el entorno sombrío y melancólico. En la mayor parte de sus
poemas, aparece la muerte representada de distintas formas: (Poema II de soledades, último
verso, poema XLII: ”Doblar de campanas”) En campos de Castilla (Poema CXV: ”olmo viejo,
hendido por el rayo”, ”Con su hacha de leñador”, ”Hasta que el mar te empuje”, éste último
verso se origina por la influencia de Jorge Manrique). En los primeros poemas de Machado,
introduce la muerte como algo natural y a medida que pasa el tiempo la introduce de un modo
más personal con la muerte de Leonor y con su propia muerte, cercana.
Con ésta presente (la muerte), el segundo tema más importante de su obra es el tiempo, a
menudo expresado a través de los símbolos del agua, el camino, y casi siempre con la
reflexión sobre lo recordado.
Otro símbolo es el agua (río); es uno de los que más utiliza, simboliza la vida, esta sigue su
curso no cambia aunque nos toque morir, la vida sigue. Cuando estás en el mar, miras atrás y
ves la estela “el recuerdo” que vas dejando, los actos que realizas. Para Machado lo propio de
la vida es que vamos a morir, pero mientras vivamos, tendremos que marcar nuestro camino,
buscar nuestro propio rumbo. Por último concluir con que el río es la vida, el mar es la muerte,
por tanto, nuestro último destino.
Las galerías son lugares espaciosos llenos de ventanas o puertas, lo relaciona con la vida, la
cual está llena de puertas, que según cual abras te llevará a un lugar o a otro. Este símbolo es
muy utilizado por Machado (sobre todo en su primera época) y pretende hacernos partícipes de
ese sentimiento angustioso que tenemos al vivir, cuando no se sabe exactamente qué camino
escoger. Borges utilizaría un significado similar con su laberinto.
Adjetivos y su significado simbólico: Blanco (pureza e inocencia), Verde (esperanza), Azul
(poesía), Primavera (Infancia), Verano (juventud), Otoño (Madurez), Invierno(vejez), Lánguido
(débil).
4. HE ANDADO MUCHOS CAMINOS
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.
En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra,
y pedantones al paño
que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.
Mala gente que camina
y va apestando la tierra…
Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.
Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan adónde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja,
y no conocen la prisa
ni aun en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.
Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.
COMENTARIO
IDEA PRINCIPAL
Este poema es un elogio a lo cotidiano, a la gente sencilla, que pasa desapercibida y por
quienes pasa el tiempo rápidamente, sin dejar huella, hasta la muerte. Es algo extraño, ya que
en el modernismo, movimiento al que pertenece Machado, se intentaba hallar la belleza lejos
de la realidad cotidiana. El contraste de gente buena, gente mala, etc. podría ser un anticipo de
la preocupación social de Machado.
IDEAS SECUNDARIAS
Además de elogiar lo cotidiano, Machado hace una dura crítica a todos aquellos que se creen
mejores que la gente sencilla por no hacer lo que ellos consideran vulgar, y que la gente
normal sí hace, como ir a la taberna: “En todas partes he visto caravanas de tristeza, soberbios
y melancólicos borrachos de sombra negra y pedantones al paño que miran, callan, y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas”. A estas personas les llega a insultar fuertemente: “Mala gente que
camina y va apestando la tierra…”
Aparece el tema de la vida como camino: “He andado muchos caminos”, así como el de la
muerte, cosa común casi siempre en los poemas de Machado: “(…) y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra”.
MÉTRICA Y FIGURAS LITERARIAS
La estrofa en la que está escrito el poema es el romance, de un número indeterminado de
versos octosílabos, de los cuales riman en asonante los pares y los impares quedan sueltos. El
esquema es, por tanto, _ a _ a…
No hay demasiados recursos estilísticos en este poema, pues su finalidad es la de describir a
la gente, no la de mostrar cosas a través de profundos simbolismos (aunque siempre debemos
recordar que Machado esconde siempre un significado, como ahora el de la vida y la muerte,
pero que en este caso tiene menos importancia). Sin embargo, se pueden ver algunos, como
este paralelismo: “He andado muchos caminos, he abierto muchas veredas” o esta elipsis:
“Donde hay vino, beben vino; donde no hay vino, agua fresca”.
5. ES UNA TARDE CENICIENTA Y MUSTIA
Es una tarde cenicienta y mustia
Es una tarde cenicienta y mustia,
destartalada, como el alma mía;
y es esta vieja angustia
que habita mi usual hipocondría.
La causa de esta angustia no consigo
ni vagamente comprender siquiera;
pero recuerdo y, recordando, digo:
-Sí, yo era niño, y tú, mi compañera.
*
Y no es verdad, dolor, yo te conozco,
tu eres la nostalgia de la vida buena
y soledad de corazón sombrío,
de barco sin naufragio y sin estrella.
Como perro olvidado que no tiene
huella ni olfato y yerra
por los caminos sin camino, como
el niño que en la noche de una fiesta
se pierde entre el gentío
y el aire polvoriento y las candelas
chispeantes, atónito y asombra
su corazón de música y de pena,
así voy yo, borracho melancólico
guitarrista lunático, poeta,
y pobre hombre en sueños,
siempre buscando a Dios entre la niebla.
Comentario:Este es un poema de Antonio Machado que pertenece al libro “Soledades”, cuyotema
es la angustia y la búsqueda de Dios.El autor nos dice que desde joven sentía una angustia y que
ahora se da cuentade que se debía a la ausencia de un Dios, al que buscaba.Desde el punto de
vista formal vemos que el texto se divide en 2 estrofas, laprimera de 8 versos, y la segunda de 16.
En la primera riman primero con tercero ysegundo con cuarto en consonante. Los versos son
endecasílabos de arte mayor exceptoel tercero, heptasílabo de arte menor. En la segunda estrofa (
del verso 9 a 24) riman lospares en asonante en los fonemas e-a, quedando sueltos los impares.
Los versos tambiénson endecasílabos de arte mayor, excepto tres que son heptasílabos de arte
menor.Según esto, podemos decir que esta estrofa es una silva, combinación de
versosendecasílabos y heptasílabos.Desde el punto de vista temático dividimos el poema en dos
partes:La primera se corresponde con la primera estrofa, donde nos dice el autor quedesde niño ya
sentía esa angustia y no sabe explicar por qué. Encontramos muchasadjetivaciones, propio del
modernismo, ya que este texto se corresponde con la primeraépoca de Machado, como cenicientas,
mustia, destartalada, vieja… En el segundo versoencontramos un símil es una tarde cenicienta …
como el alma mía. La tarde se utilizacomo símbolo de su estado de ánimo. Vemos algunos
hipérbatos, como en los versos 5ºy 6º, cuyo orden lógico sería no consigo comprender la causa de
esta angustia nivagamente siquiera. Esto lo hace para colocar en primer lugar el elemento del
quehabla, la causa de esa angustia, para luego decir que no sabe cuál es. En el último versovemos
una personificación, que dice y tú mi compañera con ese y tú se refiere a laangustia, a la que trata
como ser humano.La segunda parte comprende la segunda estrofa. En ella el autor,
encontraposición con lo que ha dicho en la en la primera parte, nos explica claramente elporqué de
esa angustia que siente. Y dice que se debe a la búsqueda desesperada deDios desde hace tiempo,
y al que aún no ha encontrado.Podemos decir que todo el poema es una gran antítesis, pues
primero dice quedesconoce la causa de su desesperación y luego nos la explica. Esto lo podemos
ver yaen el primer verso de esta parte, que dice yo te conozco. Sigue utilizando lapersonificación,
pues se dirige al dolor como si de un ser humano se tratara.Del verso decimotercero al
decimoséptimo se compara a sí mismo con un perroque ha perdido su olfato, y un niño que está
solo y abandonado entre la multitud de unafiesta. Esto lo hace para expresar cómo se siente,
perdido y desorientado.Se puede apreciar una gradación de tres elementos (barco, perro y niño),
que sonsímbolos de su persona y que los utiliza para expresar sus sentimientos y de esta
manerahacerlos más evidentes al lector. Es una gradación que va de un objeto inanimado comoes
el barco, sin rumbo en el mar, a un animal, el perro sin olfato y por último un serhumano, un niño
indefenso y abandonado.Vemos que en los versos decimoctavo, decimonoveno y vigésimo se
pierde unpoco el ritmo del poema, y eso lo hace precisamente para expresar cómo se sentía elniño
en la fiesta entre tanto jaleo, al igual que él al no encontrar a Dios.En los últimos versos podemos
apreciar la influencia de Bécquer, porqueMachado, como solía hacer Bécquer, explica de qué ha
estado hablando durante todo elpoema para que nos quede claro. Y nos dice ya en el último verso
que le causa de sudesesperación y angustia es esa búsqueda de Dios entre la niebla. Aquí vemos
cómovuelve a utilizar otro de los símbolos que suelen aparecer en “Soledades” para expresarsu
estado de ánimo, la niebla. Después de todo lo dicho podemos concluir diciendo quees un poema
claramente lírico, ya que está presente el yo del poeta, sus sentimientos ysu estado de ánimo.
6. RETRATO
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, 14A
y un huerto claro donde madura el limonero; 14B
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla; 14A
mi historia, algunos casos que recordar no quiero. 14B
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido 14C
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—, 14D
mas recibí la flecha que me asignó Cupido, 14C
y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario. 14D
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, 14E
pero mi verso brota de manantial sereno; 14F
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina, 14E
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno. 14F
Adoro la hermosura, y en la moderna estética (15-1) 14G
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard; (13+1) 14H
mas no amo los afeites de la actual cosmética,(15-1) 14G
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.(13+1) 14H
Desdeño las romanzas de los tenores huecos 14I
y el coro de los grillos que cantan a la luna. 14J A
distinguir me paro las voces de los ecos, 14I
y escucho solamente, entre las voces, una. 14J
¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera 14K
mi verso, como deja el capitán su espada: 14L
famosa por la mano viril que la blandiera, 14K
no por el docto oficio del forjador preciada. 14L
Converso con el hombre que siempre va conmigo 14M
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—; 14N
mi soliloquio es plática con este buen amigo 14M
que me enseñó el secreto de la filantropía. 14N
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. 14Ñ
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago 14O
el traje que me cubre y la mansión que habito, 14Ñ
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago. 14O
Y cuando llegue el día del último viaje, 14P
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, 14Q
me encontraréis a bordo ligero de equipaje, 14P
casi desnudo, como los hijos de la mar. 14Q
COMENTARIO DE TEXTO “Retrato”
El texto que vamos a comentar pertenece al poeta sevillano Antonio Machado, nacido en la capital
andaluza en 1875, estudió en Madrid en la Institución Libre de Enseñanza, donde aprendió el amor
a la naturaleza y las tradiciones. Durante su estancia en París conoció a importantes poetas
simbolistas que influyeron en su estilo. A su vuelta, da clases en un instituto de Soria, donde conoce
a Leonor Izquierdo, de la que se enamora profundamente. A los tres años de casados ella muere y
el poeta, muy afectado, abandona Soria y sus recuerdos y marcha a Baeza (Jaén). Más tarde
marcha a Segovia y alterna esta ciudad con Madrid hasta el estallido de la Guerra Civil. Partidario de
la República, Machado tuvo que abandonar España tras la victoria franquista y murió en un
pueblecito francés (Collioure) tras atravesar la frontera junto con muchos exiliados españoles en
1939. El texto que vamos a comentar es un poema incluido en Campos de Castilla, una de sus
obras más importantes ( o la que más). En esta obra, el paisaje castellano se identifica con la amada
del poeta, Leonor; ella siempre está presente en el paisaje, pero también las gentes de Castilla, el
atraso cultural y el abandono de las tierras le devuelven a la realidad y a la decadencia del país.
Este tema es muy característico de la época a la que pertenece, la de la Generación del 98 y el
Modernismo, un grupo de escritores preocupados por la realidad de España que intentan dar
soluciones a través de sus escritos. Este, en concreto, es un autorretrato literario, es decir: Machado
se describe a sí mismo y a su obra y nos cuenta su vida desde su infancia hasta ese “último viaje”
que será su muerte. Se descubre así a un “hombre bueno” que ha querido dejar tras de sí una obra
importante y quiere partir libre “como los hijos de la mar”. En cuanto a la métrica, se organiza a base
de serventesios alejandrinos: ABAB, CDCD… En cuanto a los recursos estilísticos, podemos
señalar, en primer lugar, la existencia de anáforas (“mi”, vs 1,3 y 4) y paralelismos: “el traje que me
cubre/ el pan que me alimenta” (vs. 3,4). La hermosa metáfora del “último viaje” se refiere a la
muerte y el poema se cierra con una comparación: “como los hijos de la mar”. Podemos concluir,
pues, que el poema analizado es un magnífico ejemplo de la poesía de Machado, uno de los
principales autores del primer tercio del siglo XX, cuya poesía influirá decisivamente en los poetas
posteriores (del 27) y que sigue siendo uno de los más leídos hoy. día .
7. OTRO VIAJE
Otro viaje (Campos de Castilla)
Ya en los campos de Jaén, –el perro a sus pies tendido–.
amanece. Corre el tren Yo contemplo mi equipaje,
por sus brillantes rieles, mi viejo saco de cuero;
devorando matorrales, y recuerdo otro viaje
alcaceles, hacia las tierras del Duero.
terraplenes, pedregales, Otro viaje de ayer
olivares, caseríos, por la tierra castellana
praderas y cardizales, –¡pinos del amanecer
montes y valles sombríos. entre Almazán y Quintana!–
Tras la turbia ventanilla, ¡Y alegría
pasa la devanadera de un viajar en compañía!
del campo de primavera. ¡Y la unión
La luz en el techo brilla que ha roto la muerte un día!
de mi vagón de tercera. ¡Mano fría
Entre nubarrones blancos, que aprietas mi corazón!
oro y grana; Tren, camina, silba, humea,
la niebla de la mañana acarrea
huyendo por los barrancos. tu ejército de vagones,
¡Este insomne sueño mío! ajetrea
¡Este frío maletas y corazones.
de un amanecer en vela!… Soledad,
Resonante,. sequedad.
jadeante, Tan pobre me estoy quedando
marcha el tren. El campo vuela. que ya ni siquiera estoy
Enfrente de mí, un señor conmigo, ni sé si voy
sobre su manta dormido; conmigo a solas viajando.
un fraile y un cazador
COMENTARIO
IDEA PRINCIPAL
Es una reflexión de Machado acerca del paso del tiempo, de la vida, que llega, como siempre,
a la muerte. Esto se ve en que, haciendo un viaje solo, recuerda otro viaje, más feliz, en el que
le acompaña su mujer todavía viva (“y recuerdo otro viaje hacia las tierras del Duero (…). ¡Y
alegría de un viajar en compañía! ¡Y la unión que ha roto la muerte un día!”)
IDEAS SECUNDARIAS
Hay un proceso en la forma de contar las cosas consistente en empezar hablando de lo más
externo a ti, el paisaje, para terminar en lo más íntimo. Tras el paisaje que ve, describe el
vagón del tren, después su equipaje, después se introduce en su mente, en sus sentimientos y
en sus recuerdos, evocando un viaje pasado, y termina saliéndose de sí mismo dudando
incluso si es él quien está viajando en tren (“Ya en los campos de Jaén, amanece. Corre el tren
(…). La luz en el techo brilla de mi vagón de tercera (…). Yo contemplo mi equipaje, mi viejo
saco de cuero y recuerdo otro viaje (…) ya ni siquiera estoy conmigo, ni sé si voy conmigo a
solas viajando”).
Machado vuelve a recordar la muerte de su amada Leonor, al recordar un viaje con ella, y
dándose cuenta de su soledad en el viaje posterior (“¡Y alegría de un viajar en compañía! ¡Y la
unión que ha roto la muerte un día ”).
MÉTRICA Y FIGURAS LITERARIAS
Machado intercala aquí, a su antojo, versos octosílabos y tetrasílabos, así como rimas
consonantes sin un esquema determinado, a lo largo de todo el poema.
El uso del tren simboliza también el paso del tiempo y de la vida.
Hay algunas figuras literarias, como este asíndeton, que da mayor rapidez al lenguaje (“Tren,
camina, silba, humea, acarrea tu ejército de vagones, ajetrea maletas y corazones”).
8. ORILLAS DEL DUERO
Orillas del Duero (Campos de Castilla)
¡Primavera soriana, primavera del sol, y en el asombro del planeta,
humilde, como el sueño de un bendito, como un globo morado aparecía
de un pobre caminante que durmiera la hermosa luna, amada del poeta.
de cansancio en páramo infinito En el cárdeno cielo violeta
¡Campillo amarillento, alguna clara estrella fulguraba.
como tosco sayal de campesina, El aire ensombrecido
pradera de velludo polvoriento oreaba mis sienes, y acercaba
donde pace la escuálida merina! el murmullo del agua hasta mi oído.
¡Aquellos diminutos pegujales Entre cerros de plomo y de ceniza
de tierra dura y fría, manchados de roídos encinares,
donde apuntan centenos y trigales y entre calvas roquedas de caliza,
que el pan, moreno nos darán un día! iba a embestir los ocho tajamares
Y otra vez roca y roca, pedregales del puente el padre río,
desnudos y pelados serrijones, que surca de Castilla el yermo frío.
la tierra de las águilas caudales, ¡Oh Duero, tu agua corre
ma1ezas y jarales, y correrá mientras las nieves blancas
hierbas monteses, zarzas y cambrones. de enero el sol de mayo
¡Oh tierra ingrata y fuerte, tierra mía! haga fluir por hoces y barrancas,
¡Castilla, tus decrépitas ciudades! mientras tengan las sierras su turbante
¡La agria melancolía de nieve y de tormenta,
que puebla tus sombrías soledades! y brille el olifante
¡Castilla varonil, adusta tierra, del sol, tras de la nube cenicienta!…
Castilla del desdén contra la suerte, ¿Y el viejo romancero
Castilla del dolor y de la guerra, fue el sueño de un juglar junto a tu orilla?
tierra inmortal, Castilla de la muerte! ¿Acaso como tú y por siempre, Duero,
Era una tarde, cuando el campo huía irá corriendo hacia la mar Castilla?
COMENTARIO
IDEA PRINCIPAL
En este poema, Machado tiene su típica visión de Castilla y sus campos: tristes, melancólicos,
con muchas rocas, piedras y arbustos, con ciudades pobres, pero con un pasado guerrero.
Machado relaciona los elementos de los campos de Castilla que, según dice él, son pobres,
tristes y melancólicos, con su estado de ánimo (alma), ya que el (“mía”) se refiere tanto a la
tierra como a lo que él siente dentro de su alma (“¡Oh tierra ingrata y fuerte, tierra mía!”).
IDEAS SECUNDARIAS
Podemos entender que Castilla ha sido una tierra que ha menospreciado la suerte, y que esto
le ha conllevado muchas guerras y el dolor que ellas conllevan: (“Castilla del dolor y de la
guerra,
tierra inmortal, Castilla de la muerte”).
La emoción del poeta se percibe en que sólo en la 5ª estrofa hay tres elocuciones exclamativas
(apóstrofes).
El autor expresa un amor agridulce a través del siguiente verso (“¡Oh tierra ingrata y fuerte,
tierra mía!”), en el que los adjetivos como “ingrata” y “fuerte” modifican a la “tierra”, a la cual,
además, añade el posesivo “mía”.
MÉTRICA Y FIGURAS LITERARIAS
Este poema es una silva, ya que se encadenan versos heptasílabos y endecasílabos según
queire el autor. La rima es consonante y no sigue el mismo esquema a lo largo de todo el
poema, ya que combina abab, ababb, -a-abcbc…
La ausencia de verbos y la abundancia de sustantivos y adjetivos hacen que la descripción de
todo esto sea más expresiva.
Encontramos elocuciones exclamativas en los versos en que el poeta se dirige al paisaje; son
apóstrofes.
Hay algunas metáforas como la de la hierba rala, corta: “Velludo polvoriento”
Con la repetición de la palabra “Castilla”(anáfora), Machado nos da distintas visiones de esa
tierra y da mayor enfásis a lo que cuenta.
Puede tomarse el fluir del río como un símbolo del fluir del tiempo, tal como vimos en otros
casos, pero hay que ver que, al final, ya no es el Duero, sino la misma Castilla la que corre
“hacia la mar” (“¿Acaso como tú y por siempre, Duero, irá corriendo hacia la mar Castilla?”).
9. A UN OLMO SECO
con su hacha el leñador, y el carpintero 11
Al olmo viejo, hendido por el rayo 11A H
y en su mitad podrido, 7b te convierta en melena de campaña. 11 I (i)
con las lluvias de abril y el sol de mayo. 11 lanza de carro o yugo de carreta: 11 J
A antes que rojo en el hogar, mañana. 11 I (i)
algunas hojas nuevas le han salido. 11B ardas de alguna mísera caseta, 11J
¡El olmo centenario en la colina 11 C al borde de un camino; 7K
que lame el Duero! Un musgo antes que te descuaje ujn torbellino. 11 K
amarillento11 C y tronche el soplo de las sierras blancas; 11
le mancha la corteza blanquecina 11C L
al tronco carcomido y polvoriento. 11 D antes que el río hasta la mar te empuje 11-
No será, cual los álamos cantores 11 E por valles y barrancas, 7 l (ele)
que guardan el caminojy la ribera. 11F olmo quiero anotar en mi cartera 11F
habitado de pardos ruiseñores. 11E la gracia de tu rama verdecida. 11M
Ejército de hormigas en hilera 11 F Mi corazón espera 7f
va trepando por él, y en sus entrañas 11 G también, hacia la luz y hacia la vida, 11 M
urden sus telas grises las arañas, 11 G otro milagro de la primavera. 11 F
Antes que te derribe, olmo del Duero. 11 H
Antonio Machado Campos de Castilla
Métrica:
Este poema está formado por treinta versos de arte mayor y menor, ya que son de once y siete
sílabas (endecasílabos y heptasílabos) pero sin seguir ninguna regla aparentemente. Sin
embargo, al tratarse de una combinación de versos de 7 y de 11 que riman a gusto del poeta,
estamos ante una silva, modelo estrófico clásico que admite incluso la posibilidad de que algún
verso quede suelto, como ocurre en este poema. La rima es consonante, menos en el verso
vigésimo cuarto, que es un verso suelto, no rima.
Es encadenada menos en los versos 13 y 14, 15 y 16 y 21 y 22, en los que es abrazada. Se
producen encabalgamientos entre los versos 5 y 6, 16 y 17, 24 y 25, 28 y 29.
Al olmo viejo, hendido por el rayo con su hacha el leñador, y el carpintero
y en su mitad podrido, te convierta en melena de campana,
con las lluvias de abril y el sol de mayo, lanza de carro o yugo de carreta;
algunas hojas verdes le han salido. antes que, rojo en el hogar, mañana
¡El olmo centenario en la colina ardas, de alguna mísera caseta
que lame el Duero! Un musgo amarillento al borde de un camino;
le mancha la corteza blanquecina antes que te descuaje un torbellino
al tronco carcomido y polvoriento. y tronche el soplo de las sierras blancas;
No será, cual los álamos cantores antes que el río hacia la mar te empuje,
que guardan el camino y la ribera, por valles y barrancas,
habitado de pardos ruiseñores. olmo, quiero anotar en mi cartera
Ejército de hormigas en hilera la gracia de tu rama verdecida.
va trepando por él, y en sus entrañas Mi corazón espera
hunden sus telas grises las arañas. también hacia la luz y hacia la vida,
Antes que te derribe, olmo del Duero, otro milagro de la primavera.
Figuras retóricas:
Hipérbaton: 3 y 4
Perífrasis: 3
Personificación: 6
Metáfora: 12 y 19
Anáfora: 15, 19, 22 y 24
Metonimia: 19
Simbolismo:
“primavera” = la juventud, fresca y vital
“hacia la luz y hacia la vida” = la superación de la enfermedad de Leonor
10. Fue una clara tarde, triste y soñolienta.
TEMA: Describe una tarde en la que mantiene una última conversación con una fuente, una
tarde clara y triste.
ARGUMENTO: El poema explica cómo transcurre una tarde muy triste (...[la puerta] golpeó el
silencio de la tarde muerta). Empieza contándonos cómo era, de verano, triste... y prosigue
explicándonos la manera como sale de su casa, atraviesa el parque y se encuentra con una
fuente, monótona, y mantiene una conversación con ella, hablando del “sueño”, que viene a
significar la “conciencia”, ya que, según Machado, se puede soñar despierto. Se despide de la
fuente para siempre y regresa a su hogar.
Fue una tarde, triste y soñolienta -No sé qué me dice tu copla riente
tarde de verano. La hiedra asomaba de ensueños lejanos, hermana la fuente.
al muro del parque, negra y polvorienta... Yo sé que tu claro cristal de alegría
La fuente sonaba. ya supo del árbol la fruta bermeja:
Rechinó en la vieja cancela mi llave; yo sé que es lejana la amargura mía
con agrio ruido abrióse la puerta que sueña en la tarde de verano vieja.
de hierro mohoso y, al cerrarse, grave Yo sé que tus bellos espejos cantores
golpeó el silencio de la tarde muerta. copiaron antiguos delirios de amores:
En el solitario parque, la sonora mas cuéntame, fuente de lengua
copla borbollante del agua cantora encantada,
me guió a la fuente. La fuente vertía cuéntame mi alegre leyenda olvidada.
sobre el blanco mármol su monotonía. Yo no sé leyendas de antigua alegría,
La fuente cantaba: ¿Te recuerda, hermano, sino historias viejas de melancolía.
un sueño lejano mi canto presente? Fue una clara tarde del lento verano...
Fue una tarde lenta del lento verano. Tú venias solo con tu pena, hermano;
Respondí a la fuente: tus labios besaron mi linfa serena,
No recuerdo, hermana, y en la clara tarde dijeron tu pena.
más sé que tu copla presente es lejana. Dijeron tu pena tus labios que ardían;
Fue esta misma tarde: mi cristal vertía la sed que ahora tienen, entonces tenían.
como hoy sobre el mármol su monotonía. -Adiós para siempre, la fuente sonora,
¿Recuerdas, hermano?... Los mirtos del parque dormido eterna cantora.
talares, Adiós para siempre; tu monotonía,
que ves, sombreaban los claros cantares fuente, es más amarga que la pena mía.
que escuchas. Del rubio color de la llama, Rechinó en la vieja cancela mi llave;
el fruto maduro pendía en la rama, con agrio ruido abrióse la puerta
lo mismo que ahora. ¿Recuerdas, de hierro mohoso y, al cerrarse, grave
hermano?... sonó en el silencio de la tarde muerta.
Fue en esta misma tarde de verano.
RECURSOS LITERARIOS: En primer lugar encontramos en todo el poema la similicadencia y
la anáfora en 6 estrofas (1,2,8,9,11,14). En la primera, segunda y tercera estrofa encontramos
un hipérbaton; en la primera, la sexta y onceava estrofa una aposiopesis. La personificación se
encuentra en varias estrofas a lo largo de todo el poema, y una anadiplosis entre los versos 11
y 12.
11. EL LIMONERO LÁNGUIDO SUSPENDE
El limonero lánguido suspende que dice al alma luminosa: nunca,
una pálida rama polvorienta y al corazón: espera.
sobre el encanto de la fuente limpia, Ese aroma que evoca los fantasmas
y allá en el fondo sueñan de las fragancias vírgenes y muertas.
Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,
los frutos de oro...
casi de primavera,
Es una tarde clara,
casi de primavera, tarde sin flores, cuando me traías
tibia tarde de marzo el buen perfume de la hierbabuena,
que el hálito de abril cercano lleva; y de la buena albahaca,
y estoy solo, en el patio silencioso, que tenía mi madre en sus macetas.
buscando una ilusión cándida y vieja: Que tú me viste hundir mis manos puras
alguna sombra sobre el blanco muro, en el agua serena,
algún recuerdo, en el pretil de piedra para alcanzar los frutos encantados
de la fuente dormido, o en el aire, que hoy en el fondo de la fuente sueñan...
Sí, te conozco, tarde alegre y clara,
algún vagar de túnica ligera.
casi de primavera.
En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia,
Antonio Machado, Soledades, galerías y otros poemas (1907).
Para entrar en un poema, primero no hay que tener prisa; segundo, hay que leerlo un par de
veces y ver si tenemos una idea general del mismo. Fijemosnos en este espléndido poema de
Antonio Machado (1875-1939) . Lo publicó por primera vez en 1903 con el título quot;El poeta visita
el patio de la casa en que nacióquot;. El poema, pues, está vertebrado por un recuerdo: un patio
sevillano, un limonero de frutos amarillos y una fuente limpia. No necesitamos más. Toda la
niñez del poeta está resumida en esos tres elementos. ¿Qué ve un niño? Los limones -frutos
de oro- se reflejan en el agua de la fuente limpia. ¿Qué hace el niño? Cree que son reales y,
tras un momento de indecisión, mete sus manos en el agua de la fuente para coger los
limones. Pero, pero... no son reales. Miremos ese momento único en que el niño cree que son
reales, que están ahí dentro. ¿No es un símbolo maravilloso de la niñez que cree en tantas
cosas mágicas?
Esta es la esencia del poema: un recuerdo que se va revelando en el decurso del poema. De
hecho lo que arriba he explicado no se sabe hasta los últimos versos. Suele suceder en
Antonio Machado que el estallido de la emoción vaya al final del poema. El poema revela un
sentimiento complejo porque Machado adulto vuelve al patio de su niñez, que está igual que
cuando era niño: la fuente, el limonero, las macetas de hierbabuena... Los limones se siguen
reflejando en el agua. Pero él ahora no cree en la magia, en aquella ilusión de su niñez. Sin
embargo, hay algo en esa tarde repetida que la conecta con la de su niñez. Luchan -al modo
de Unamuno- la razón y la fe. Machado adulto retorna y conecta poéticamente con el tiempo
anterior en que todo era posible.
quot;Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara, /casi de primavera,/tarde sin flores, cuando me traías/ el
buen perfume de la hierbabuena,/y de la buena albahaca,/ que tenía mi madre en sus
macetas./ Que tú me viste hundir mis manos puras/ en el agua serena,/ para alcanzar los frutos
encantados/ que hoy en el fondo de la fuente sueñan... / Sí, te conozco, tarde alegre y
clara,/casi de primavera.
Todo el paisaje (el patio, el limonero, la fuente) está cargado de sentimiento; se va cargando
progresivamente hasta que, luminosamente, se nos revela al final el sentido del poema: el niño
que mete las manos para coger los frutos dorados en el agua de la fuente.
Machado ha convertido este paisaje exterior en un paisaje del alma y para él, como para
nosotros, destila sentimiento. Cuando lo comprendemos, algo luminoso se enciende y se
apodera de nosotros: la misma sensación de maravilla que en Machado niño-adulto. La clave
ha sido írnoslo revelando paso a paso. Ha dejado que la intuición penetrara lentamente en
nosotros hasta que se ha mostrado esa emoción profunda que presenta el poema.
Leed el poema con lo que sabéis ahora.
Yo sentí la misma sensación de adulto una vez en Lanzarote en el interior de la cueva de los
Verdes. Pero no os puedo contar en qué consistió porque os quitaría la magia de la visita al
lugar. Es inolvidable.
El verbo quot;soñarquot; tiene en Machado complejos significados. Aquí quot;sueñanquot; quiere decir que los
limones reposan en el fondo; pero que sigue existiendo una ilusión viva en él. Como en muchos
de nosotros ¿no?
12. Se ha asomado una cigüeña a lo alto del campanario
Se ha asomado una cigüeña a lo alto del y del río. El Duero corre, terso y
campanario. mudo, mansamente.
Girando en torno a la torre y al caserón El campo parece más que joven,
solitario, adolescente.
ya las golondrinas chillan. Pasaron del Entre las hierbas, alguna humilde flor ha
blanco invierno, nacido,
de nevadas y ventiscas los crudos soplos azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas
de infierno. florido,
Es una tibia mañana. y mística primavera!
El sol calienta un poquito la pobre tierra ¡Chopos del camino blanco, álamos de la
soriana. ribera,
Pasados los verdes pinos, espuma de la montaña
casi azules, primavera ante la azul lejanía,
se ve brotar en los finos sol del día,claro día!
chopos de la carretera ¡Hermosa tierra de España!
Antonio Machado: Soledades, galerías y otros poemas
Introducción
El poema pertenece a Antonio Machado, autor sevillano, pero ligado biográfica y afectivamente
a la tierra castellana. Aunque sus comienzos como poeta reflejan la influencia modernista –no
olvidemos la amistad que le unió a Rubén Darío- enseguida se desliga de los aspectos más
llamativos de esta corriente y busca ante todo la autenticidad y la sobriedad expresiva.
Recordemos cómo refleja él mismo su doctrina poética en el retrato con que comienza en 1912
su obra Campos de Castilla:
“Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos
y escucho solamente entre las voces, una”
Su libro Soledades fue publicado en 1903 en su primera edición. Más tarde lo refundiría en una
nueva edición con el título Soledades, galerías y otros poemas. A los sesenta poemas de la
primera edición añade muchos más y además retoca alguno de los primitivos para darles ese
toque personal sobrio e intimista que caracteriza toda su producción.
Comentario
-El poema objeto de nuestro comentario, aunque perteneciente a Soledades, galerías y otros
poemas, anuncia ya el estilo depurado de Campos de Castilla. Refleja su primer contacto con la
tierra soriana, poco antes de trasladarse a esa ciudad como profesor de francés. El texto es la
plasmación lírica de las primeras impresiones que el paisaje castellano produjo en el poeta.
¿Cuáles son esas impresiones? Fundamentalmente la admiración ante la belleza de ese paisaje
reflejada en las exclamaciones que, a partir del verso 15, se repiten hasta el final del poema para
terminar con la que a modo de epifonema lo cierra: ¡Hermosa tierra de España!
El tiempo, como siempre, juega un papel importante en la poesía de Machado. No olvidemos que
para él la poesía es “la palabra esencial en el tiempo”En el texto la cronología está perfectamente
definida: una tibia mañana de primavera. La descripción de esa mañana es dinámica, no una
simple fotografía sino algo vivo, en movimiento. Nos envuelve y nos llega por todos los sentidos, no
solo vemos: “se ha asomado una cigüeña”, “se ve brotar”; también oímos “ya las golondrinas
chillan”y sentimos en nuestra piel el contacto del sol “el sol calienta un poquito”
La primavera, sujeto de toda la composición, aparece personificada (verso 8) al no ir precedida del
artículo o cualquier determinante como exige el lenguaje común. Esa personificación o prosopopeya
la repite Machado en los versos 1, 3, 8, 11 y 12. Es un recurso frecuente en la obra de este autor
que convierte así a la naturaleza en confidente o reflejo de sus estados de ánimo. A través de la
golondrina asomada a lo alto del campanario contemplamos y admiramos con el autor el paisaje que
se extiende ante nuestros ojos. Como a cámara lenta, vamos deteniéndonos en lo que llama la
atención de Machado y comprendemos mejor la exclamación final ante la belleza contemplada.
Como recursos expresivos que potencian el contenido observamos en los versos 2 y 3 un
hipérbaton que ayuda a dar al texto el dinamismo comentado. La palabra “girando” al iniciar el 2º
verso queda así destacada y además nos lleva a creer que es la cigüeña -y no las golondrinas que
aún no han aparecido- la que está girando sobra el campanario. De nuevo en los versos 3 y 4
emplea un hipérbaton que produce el extrañamiento característico del lenguaje literario.
13. La adjetivación es abundante (21 adjetivos en un poema de 20 versos). La gran mayoría son
epítetos, incluso algunos de los que van pospuestos. Esto ayuda a la contemplación detenida del
brotar de la primavera en todos sus matices. En ocasiones utiliza varios adjetivo para un solo
sustantivo (versos 11 y 12) . Siete de los adjetivos se refieren al color. El cromatismo y la sonoridad
eran técnicas muy empleadas por los modernistas. En este poema podemos apreciar que, sin
excesos, Machado está aún bajo la influencia de esta corriente. El poma matiza su descripción del
paisaje soriano con tres únicos colores: blanco, azul y verde. Los dos primeros se repiten en
desigual alternancia que llega al contraste directo en el verso 14 (“azul o blanca”). La presencia del
tercero suscita la pincelada descriptiva más sutil de la composición (“pasados los verdes pinos casi
azules”). El blanco, sin embargo, a mi modo de ver, es el color que predomina. Casi siempre para
referirse a la nieve que está dejando paso a la primavera y sus humildes flores (algunas también
blancas). Aunque no aparezca el adjetivo blanco directamente, este color nos llega además a través
del léxico empleado: nevadas (verso 4),sol (verso6 y 9 ) claro (verso 19). Lo mismo ocurre con la
metáfora empleada para referirse a la nieve que aún conserva la montaña “espuma de la montaña”
(verso 17). Con relación al resto de los adjetivos conviene destacar dos de ellos muy utilizados por
Machado porque reflejan su modo de ser y de contemplar la realidad: pobre y mística” (versos 6 y 15
respectivamente). Sabemos que en español el adjetivo pobre cambia de significado según vaya
antepuesto o pospuesto ( recordemos la diferencia semántica entre “un pobre hombre” y un “hombre
pobre”). Pues bien, Machado, al anteponer el adjetivo aplicado a la tierra soriana, quiere destacar no
ya su pobreza de medios sino su sencillez con la que el poeta se identifica plenamente. El adjetivo
mística será frecuentemente utilizado por Machado cuando describa en Campos de Castilla la tierra
que tanto iba a significar para él: “mística y guerrera”llama a Soria en uno de sus poemas. Mística en
nuestra lengua designa el proceso de unión del alma con Dios; referido a primavera supone una
personificación. En el texto puede significar que esa belleza de la primavera acerca a Dios, pero
también puede referirse a que está en la tierra que ha dado la vida a grandes místicos.
Si atendemos a la otra característica modernista- la importancia de los valores sensoriales y en
concreto la sonoridad- descubrimos que también ha dejado huella en el poema. Las aliteraciones
son frecuentes. En los primeros cuatro versos la repetición de la r / rr y de la c con valor oclusivo
sordo /k/ nos recuerdan la crudeza del invierno que acaba de concluir. La sonoridad de la r la
seguirá buscando a lo largo de todo el poema. Una nueva aliteración, esta vez de la m nos recuerda
los meandros del río que corre sereno en medio del paisaje. Otro recurso empleado en el nivel
fónico es la paronomasia (versos 3 y 40:invierno-infierno; versos 7 y 9: pinos-finos) y la rima en eco
del verso 19 que semánticamente insiste en la luz que envuelve el paisaje y le lleva a la exclamación
final que cierra el poema.
En la métrica también se descubre la influencia modernista. La renovación formal a que aspiraba
esta corriente tuvo consecuencias espectaculares en lo referente a los aspectos métricos de la
composición poética. La búsqueda de nuevos ritmos dio lugar a experimentos de toda índole y al
uso de metros poco frecuentes en la tradición lírica española, cuando no desusados durante largo
tiempo. Tal es el caso del verso hexadecasílabo dividido en dos hemistiquios, componente tardío de
los cantares de gesta medievales y, aunque origen del romance octosilábico, no vuelto a utilizar en
su forma plena de dieciséis sílabas hasta que, con algún antecedente romántico, cobra cierta
pujanza en el Modernismo.
Nuestro texto está formado por una sucesión de versos de dieciséis y de ocho sílabas en
alternancia. Salvo el 5 y el 15, los octosílabos se agrupan por dos veces en una sucesión inmediata,
comportándose así como hemistiquios de los hexadecasílabos sobre cuya base métrico-rítmica ha
ido desarrollando la composición una serie de pareados estróficos que el poeta interrumpe sólo en
dos ocasiones (versos 7-10 y 17-20). Esta es una característica modernista de influencia francesa.
Al ser versos compuestos, los hexadecasílabos están divididos en dos hemistiquios por una cesura
que impide la sinalefa. Ësta se ha dejado de hacer en los versos 1, 2, 13 y 16. Los versos
compuestos dan solemnidad y lentitud al poema por exigir un tono más bajo. Los octosílabos en
cambio dan sensación de repidez, sobre todo si están encabalgados. Atendiendo a esta peculiaridad
habría que destacar el verso 10 encabalgado en el 11 con encabalgamiento abrupto. Tras la rápida
aparición de la primavera, el autor nos “precipita”bruscamente en el río, que se remansa con nombre
propio en un verso de nuevo hexadecasílabo. Es interesante observar que hay cinco versos en los
que pausa versal y gramatical coinciden plenamente (1, 5, 6, 12 y 20) lo que da una gran armonía .
La rima es consonante.
Conclusión
Podemos concluir diciendo que Machado en este poema nos hace llegar magistralmente la
impresión que produjo en su alma la contemplación del brotar de la primavera a orillas del Duero,
que es el título que da al poema. La influencia modernista es clara, sobre todo en el plano fónico y
cromático tan importantes para los modernistas. Sin embargo, tanto el tema como la emoción que
trasmiten los versos nos hacen reconocer la sencillez, la sobriedad y el espíritu contemplativo de
Machado que alcanzarán su plenitud en la obra en la que él mismo se reconoce más a sí mismo:
Campos de Castilla.
14. Las ascuas de un crepúsculo morado
Las ascuas de un crepúsculo morado
detrás del negro cipresal humean...
En la glorieta en sombra está la fuente
con su alado y desnudo Amor de piedra,
que sueña mudo. En la marmórea taza
reposa el agua muerta.
Poema que pertenece a la colección “Del camino” incluido más tarde en
Soledades, ya con el título Soledades, Galerías y otros poemas. Estos poemas
fueron publicados por primera vez en agosto de 1902 en las revistas literarias
Electra y Revista Ibérica. Antonio Machado remodeló el poemario de 1903 en
1907. Los poemas se agruparon en torno a cinco apartados: “Soledades”, “Del
camino”, “canciones y coplas”, “Humorismos, Fantasías, Apuntes”, “Galerías” y
“Varias”. En total, aun habiendo suprimido 13 poemas de la primera edición, el
libro contó definitivamente con 96 poemas.
El poema trata de la descripción de una fuente cercana a un cementerio.
Presenta, pues, un dominio claro del tema de la muerte, muy vinculado a la
angustia existencialista del ser humano. Por la brevedad compositiva del
poema, podemos asegurar que la única estrofa conforma una sola unidad
temática y de contenido.
En este caso se trata de una composición de 6 versos, los cinco primeros
endecasílabos (el v. 5 contiene una dialefa) y heptasílabo el último, de rima
asonante en los pares (-e-a), quedando libres los impares. Una vez más,
Machado usa la silva asonantada aunque en este caso lo hace en un poema
breve, casi sentencioso.
Vuelve a predominar el estilo nominal, muy marcado por los neologismos
(ascuas, crepúsculo, marmórea), con amplio despliegue del adjetivo. Hace un
uso muy particular del adjetivo, muy cercano al Modernismo literario en el verso
quinto.
Los recursos literarios presentan abundantes metáforas, hipérbaton y
epítetos. El encabalgamiento hace su presencia en los dos últimos versos.
El simbolismo aparece en este poema a través de los siguientes elementos
que apuntan al tema de la muerte:
Detrás del negro cipresal: cementerio = muerte.
Ascuas de un crepúsculo morado: atardecer = paso del tiempo = muerte
Agua muerta reposada = muerte
La escenografía escogida es decadentista por los elementos que la
componen, dando al poema un tono mortuorio claro.
En definitiva, se trata de un poema interiorista que se acerca al estado de
ánimo del poeta y que se expresa a través de una naturaleza estática y
mortuoria. Expresa un claro influjo del Romanticismo literario, en especial de un
autor muy leído por Machado, Gustavo Adolfo Bécquer.
También nos hallamos ante un cuadrito pesimista de tono muy rubeniano
(Rubén Darío). Hay que apreciar los contrastes de color en los primeros versos
(negro y morado) y el simbolismo conferido a una estatua rodeada de un “agua
muerta” que tiene poco que ver con el agua que fluye de otros poemas
presentes en su obra de Soledades.
15. Era una mañana y abril sonreía.
Era una mañana y abril sonreía. perfume de rosas, doblar de campanas...
Frente al horizonte dorado moría Doblar de campanas, lejanas, llorosas,
la luna, muy blanca y opaca; tras ella, suave de rosas aromado aliento...
cual tenue ligera quimera, corría ... ¿Dónde están los huertos floridos de
la nube que apenas enturbia una estrella. rosas?
.................................................................... ¿Qué dicen las dulces campanas al viento?
Como sonreía la rosa mañana .....................................................................
al sol del oriente abrí mi ventana; ...
y en mi triste alcoba penetró el oriente Pregunté a la tarde de abril que moría:
en canto de alondras, en risa de fuente ¿Al fin la alegría se acerca a mi casa?
y en suave perfume de flora temprana. La tarde de abril sonrió: La alegría
Fue una clara tarde de melancolía. pasó por tu puerta –y luego, sombría:
Abril sonreía. Yo abrí las ventanas Pasó por tu puerta. Dos veces no pasa.
de mi casa al viento... El viento traía
La primera estrofa del poema nos enfrenta ante la sospecha de una pasión amorosa que se
desprende de la actitud del hablante lírico. El verso Era una mañana y abril sonreía nos servirá
de punto de partida para la exégesis de la afirmación. Si hablamos de quot;sospecha amorosaquot;,
significa que en algún momento dejará de serlo para convertirse en la concreción del quot;hecho
amorosoquot;. Estamos, pues, ante un conocimiento: el conocimiento de una situación amorosa.
De lo anterior, deducimos que el poema se nos irá presentando, gradualmente, en cuanto a la
proyección amoroso-cognoscitiva del hablante se refiere. En este sentido, de lo conocido, la
sospecha, derivamos a lo ignorado, la efectividad del quot;hecho amorosoquot;. O, como dice Novalis,
refiriéndose al modo de ser que tiene la poesía: quot;Su operación lo mismo que la del analista en
el campo de la matemática, consiste en deducir de lo conocido lo desconocidoquot; (3).
El estímulo que recibe este hablante lírico proviene de un peculiar estado de su propia alma.
quot;Para el lírico no hay una sustancia, sino accidentes; nada permanente, sino pasajero. Una
mujer no tiene para él un cuerpo, nada resistente, ningún contorno. Tiene tal vez un fuego en
los ojos o unos senos que le trastornan, pero no unos pechos en el sentido de una forma
plástica ni una fisonomía sólidamente acuñadaquot; (4). A este estímulo, que surge repentinamente
desde la interioridad del hablante, y que condiciona su decir poético, lo llamaremos el súbito
incremento de la energía vital. Es él, el quot;súbito incrementoquot;, el que nos abre las puertas a la
magicidad del poema: quot;Era una mañana y abril sonreíaquot;. Las oposiciones y los símbolos que
estructuran esta estrofa, serán de extraordinaria utilidad para resolver los problemas
planteados hasta ahora: quot;sospecha amorosaquot; y quot;súbito incremento de la energía vitalquot;. De
suerte que, la connotatividad de la palabra poética se elevará en toda su superior realización
expresiva, porque quot;la palabra es un ser viviente, mucho más poderoso que aquél que la usa;
nacida de la oscuridad, crea el sentido que quiere; la palabra es mucho más todavía de lo que
el pensamiento, la vista y el tacto externos pueden dar: es color, noche, alegría, sueño,
amargura, océano infinito; es el logos de Diosquot; (5).
Observemos, entonces, que no se trata de una mañana cualquiera. Es de abril, es decir, de la
primavera. Por lo tanto, del amor. Pero, además, abril se nos presenta con una cualidad:
sonreía. El imperfectivo quot;sonreíaquot; adquiere su máxima expresión representativa o de acción
quot;haciéndosequot;, si lo oponemos con el sonrió de la última estrofa. Problema de oposición mayor
que resolveremos más adelante. El verso primero no sólo nos descubre el despertar del amor,
por decirlo de alguna manera.
También establece una definitiva oposición a los otros versos que conforman la estrofa. En
efecto, estos versos nos hablan de un día que está muriéndose, pero que irremediablemente
morirá para así cumplir con el ciclo natural. La noche, parte del día, se muere junto con la luna
quot;frente al horizonte doradoquot;, donde abril está sonriendo: es el amanecer. Se postula, por lo
tanto, con meridiana claridad, la dialéctica tiempo-existencia: el día que está muriendo – el día
que está naciendo. O, el día que quot;sonreíaquot; – el día que quot;moríaquot;. Pero este universo de ideas
antagónicas, como dijimos en la introducción, se encuentra bajo el manto de un lenguaje
eminentemente simbólico.