2. TEOCENTRISMO En la edad media la corriente que predomino fue el teocentrismo por que en ese entonces las personas tenían el pensamiento de que todo era gracias a Dios de que de el provenía todo aquello que nos proporcionaba satisfacción. En esta época se coloco a Dios como centro de todo, es por ello que no hubo Florecimiento en el campo científico porque todo aquel pensamiento contrario al ya Establecido era considerado como erróneo y fuera de las normas establecidas. El teocentrismo valoraba al hombre, la sociedad, el mundo como reflejo de lo divino. El arte y la literatura son fruto de la religiosidad
4. SAN AGUSTIN Para San Agustín (354-430) la felicidad auténtica y el objetivo último del comportamiento humano es la sabiduría que se encuentra en las profundidades de uno mismo, que nos muestra a Dios y que se revela a través de la conciencia. San Agustín realiza la búsqueda de Dios desde la racionalidad, después de haber pasado por el maniqueísmo y de haber vivido una vida, esclavo de sus deseos instintivos. Platón fue su inspiración; y su Dios es el que se revela a través del Verbo, porque las palabras de personas célebres fueron las que influyeron en su vida; las palabras de Cicerón lo orientaron hacia la filosofía, las palabras de Fausto, obispo maniqueo, lo liberaron de esa doctrina, San Ambrosio lo acercó al cristianismo y por las palabras de Pablo, se convirtió. Agustín nació al norte de África, en poder de Roma. Su padre era funcionario municipal y era pagano, mientras que su madre era cristiana. Esa diferencia provocaba tensiones en la vida familiar pero ambos progenitores estaban de acuerdo en procurar a Agustín una buena educación. Agustín buscaba la fe a través de la razón y Cristo era el objetivo de su búsqueda. Estaba obsesionado por el origen del mal. Se preguntaba cómo Dios, que era toda bondad, permitía la existencia en el mundo del mal. La explicación dualista que le daba el maniqueísmo sobre la existencia del mal, como una fuerza externa en lucha con Dios en esta vida, de la cual el hombre no tenía responsabilidad, le aligeraba la culpa por su propia conducta moral que lo atormentaba.
5. SANTO TOMAS DE AQUINO Creó uno de los sistemas filosóficos más completos en la historia del pensamiento occidental; al modo de una catedral gótica, con su arquitectura elegante y racional, espigada hacia el cielo, cada concepto está en el lugar que le corresponde, encaja perfectamente con los demás, los soporta, y en su interrelación da lugar a un modelo del mundo pocas veces igualado por otra filosofía. Claro seguidor de Aristóteles, Santo Tomás logra de un modo sorprendente hacerlo compatible con la doctrina cristiana, razón que sin duda explica el éxito que pronto tuvo en toda la cultura cristiana medieval y moderna. No es menor mérito de Santo Tomás el equilibrio que parece lograr entre la razón y su ejercicio y la fe y su práctica; los dos ámbitos le interesaron, aunque, sin duda, el motor de su extraordinario esfuerzo filosófico fue la experiencia religiosa que siempre le acompañó. Por su relevancia e influencias en la historia de la filosofía y, más aún, por mostrarnos una posibilidad del pensamiento (acercarse a lo sagrado y absoluto), Santo Tomás es un filósofo imprescindible para todo aquél que se atreva a pensar con radicalidad la vida humana y el mundo.
6. ANTROPOCENTRISMO Sitúa al ser humano como medida de todas las cosas, y el de la ética defiende que los intereses de los seres humanos es aquello que debe recibir atención moral por encima de cualquier otra cosa. Así la naturaleza humana, su condición y su bienestar -entendidos como distintos y peculiares en relación a otros seres vivos- serían los únicos principios de juicio según los que deben evaluarse los demás seres y en general la organización del mundo en su conjunto. Igualmente, cualquier preocupación moral por cualquier otro ser debe ser Subordinada a la que se debe manifestar por los seres humanos. El término ha sido aplicado en modos distintos. Por una parte, ha sido empleado en la historiografía, en la cual es un lugar común calificar de antropocéntrico a la cultura renacentista y moderna, en contraposición con el pretendido teocentrismo del Medioevo. La transición de la cultura medieval a la moderna se concibe con frecuencia como un tránsito de una perspectiva filosófica y cultural centrada en el Dios judeocristiano a una centrada en el hombre— aunque este modelo ha sido reiteradamente cuestionado por numerosos autores que han intentado mostrar la continuidad entre la perspectiva medieval y la renacentista.
8. RENE DESCARTES Descartes trató de aplicar a la filosofía los procedimientos racionales inductivos de la ciencia, y en concreto de las matemáticas. Antes de configurar su método, la filosofía había estado dominada por el método escolástico, que se basaba por completo en comparar y contrastar las opiniones de autoridades reconocidas. Rechazando este sistema, Descartes estableció: “En nuestra búsqueda del camino directo a la verdad, no deberíamos ocuparnos de objetos de los que no podamos lograr una certidumbre similar a las de las demostraciones de la aritmética y la geometría”. Por esta razón determinó no creer ninguna verdad hasta haber establecido las razones para creerla. El único conocimiento seguro a partir del cual comenzó sus investigaciones lo expresó en la famosa sentencia: Cogito, ergo sum, “Pienso, luego existo”. Partiendo del principio de que la clara consciencia del pensamiento prueba su propia existencia, mantuvo la existencia de Dios. Dios, según la filosofía de Descartes, creó dos clases de sustancias que constituyen el todo de la realidad. Una clase era la sustancia pensante, o inteligencia, y la otra la sustancia extensa, o física.