2. Al finalizar el enfrentamiento entre los bloques capitalista y socialista surgió una nueva
organización política regida por el sistema capitalista, el cual condujo a alianzas entre países
inspiradas por el fortalecimiento de la economía. De tal suerte, Europa occidental se vio en la
necesidad de fortalecer sus mercados mediante uniones aduaneras como la del Carbón y del
Acero. Dichas uniones derivaron en lo que ahora se conoce como Unión Europea, la cual hizo
posible el libre tránsito de bienes, servicios, capitales y personas entre los países miembros, así
como el uso e una moneda única, el euro, en casi todos ellos. Asia no se quedó atrás, pues se
formó la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, impulsada por los llamados “tigres de Asia”;
las economías de países como Tailandia, Malasia, Singapur y Hong Kong despegaron con energía.
En América del Sir, se integró el MERCOSUR. México, Estados Unidos y Canadá firmaron el
tratado de libre comercio de América del Norte.
En esta época se transforman las fronteras de algunos países. El Medio Oriente es el
escenario de numerosas guerras, a raíz de las decisiones tomadas por las distintas potencias
coloniales en el periodo intermedio entre las dos guerras mundiales.
Peligrosa manifestación de las diferencias ideológicas fue el conflicto militar entre Estados
Unidos y Cuba conocido como la crisis de los misiles. El mundo estuvo a punto de sufrir una guerra
nuclear.
Al igual, Europa dejó de ser protagonista debido a que Estados Unidos fue desarrollándose
como potencia.
3. El hiperrealismo surgió en Estados Unidos a finales de los
años sesenta como una derivación del arte pop. Esta corriente
utiliza los géneros tradicionales de la pintura- el paisaje, el retrato,
el desnudo- pero reelaborados según la cotidianeidad de la vida
moderna. Sin embargo, su mirada no es la del artista que compone
los elementos del cuadro a su antojo, que reconstruye un paisaje
ideal, que modela caprichosamente el cuerpo femenino para ocultar
o evidenciar sus formas en función de búsquedas formales o
simbólicas. El hiperrealista quiere crear un registro documental de
la vida moderna, extraer fogonazos de la realidad cotidiana y
sustraerlos a la fugacidad temporal.
La pintura hiperrealista reproduce recortes de lo real
captados a través de la asepsia fotográfica, encarna una mirada
deshumanizada, desapasionada, mecánica, y que, sin embargo, por
eso mismo, encierra la paradoja de su inevitable falta de
objetividad: son más reales que lo real, captan mucho más de lo que
el ojo humano ve, redimensionan lo real otorgándole una nitidez y
una ampliación de detalles que sólo existen en la ficción
cinematográfica y el paisaje urbano poblado de grandes fotografías
publicitarias; también, es verdad, en el imaginario del espectador
contemporáneo habituado a percibir la realidad a partir de ellas.
Pero no son copias de la realidad sino de una forma de Chuck Close
representarla; la fotografía, a la que toman por modelo, se ha
convencido en nuestra sociedad en una ficción naturalizada y ahí,
“Leslie”
precisamente, radica su asombrosa capacidad de engaño.
4. Bajo la neutralidad aparentemente objetiva con la que el hiperrealismo representa la realidad, se cobija una
reformulación subjetiva de ésta a través de una temática que reproduce los clichés de la vida americana,
utilizando las imágenes y los códigos de los media. En suma, son imágenes que se identifican con lo real más
por los hábitos visuales adquiridos mediante el cine, la televisión, la publicidad exhibida en los espacios
públicos, que por identificarse con la experiencia inmediata. Lo que representan es la ilusión de hiperrealidad
que generan los medios mecánicos de captación y reproducción de imágenes, lo que satisfacen es la creencia
de que existe una mirada ingenua con la que captar la realidad aparente y que esa mirada puede ser encarnada
mediante la confluencia del arte y la ciencia.
Richard Estes
“Nedick’s”
5. Entre los artistas que han cultivado el hiperrealismo destaca Richard Estes que pinta paisajes
urbanos, frecuentemente escaparates y partes acristaladas de edificios que le proporcionan la excusa
para establecer juegos especulares; un recurso mediante el que logra provocar la fascinación de una
imagen eficazmente ilusionista, permitiéndole a la vez reelaborar el juego plástico del cuadro dentro del
cuadro, un artificio de exaltación de la autoconsciencia de carácter ficcional de la pintura. Otra
manifestación de esta toma de conciencia es la reestructuración a la que menudo Estes somete a la
imagen fotográfica para adecuarla al rigor de la geometría compositiva, que es fundamento esencial en
sus cuadros. Este se sirve del realismo fotográfico de forma instrumental, su pintura fotográfica como en
su verosimilitud; aunque con una temática urbana y un lenguaje frío y preciso, sus preocupaciones le
vinculan a la tradición pictórica, que busca sus valores en el equilibrio de masas, colores y líneas, más allá
de lo concretamente representado.
Richard Estes
"Urban Landscapes Suite-Grants“
6. El pintor Malcom Morley extrae sus modelos de la publicidad; el sombroso efecto ilusionista de sus
imágenes es, sin embargo, puesto en entredicho al copiar también los rótulos que normalmente
acompañan a sus modelos, revelando así su verdadera naturaleza como copias de copias de la realidad,
pura ficción. Derivados de ese mismo juego paradójico mediante el cual se crea una representación
hiperrealista a la vez que se inserta en la propia obra los elementos que rompen su hechizo, son los
cuadros de Chuck Close, unos retratos que son primeros planos gigantescos. Éstos están pintados a
partir de pequeñas fotografías ampliadas y divididas en cuadrículas, cada una de ellas copiada
rigurosamente sin tener en cuenta su valor en la totalidad de la imagen. El aumento de tamaño produce
zonas borrosas que Close copia fielmente, además, la fragmentación reticular reduce a la abstracción
cada una de las unidades de la que consta la imagen; en consecuencia, al ser contempladas desde lejos
provocan un efecto de trompeau l’oeil, mientras en las distancias cortas adquieren cualidades muy
cercanas a las de la pintura abstracta. El fenómeno es aún más llamativo en cuadros en los que
descompone el color en los tres básicos utilizados en la impresión mecánica de la imagen. Close, que
rechaza que se le incluya entre los hiperrealistas, pretende así poner en evidencia la artificialidad de toda
pintura, a la vez que testifica que su función mimética está regida inevitablemente por la tensión entre el
concepto de realidad y el de representación, cuestionando, simultáneamente, la fidelidad a lo real de la
fotografía.
Chuck Close “Linda”
7. “Canadian Club” de Richard
Estes.
En este cuadro puede notarse lo
antes dicho de la pintura
hiperrealista. .
Primeramente, se encuentra la
presencia de “marcas” que poco a
poco se hicieron más notorias en la
vida de la sociedad norteamericana.
Estas “marcas” son “Canadian club”,
“Coca Cola”, “Sony” y “Castro”,
entre otras. .
El autor plasma estos elementos en
su obra debido a que su principal
intención es hacer que el escenario
pintado se acerque a uno cotidiano y
real de los Estados Unidos en los
años 70’s. .
Al igual, puede notarse ese sentido
hiperreal del que está cargada esta
obra; logra engañar a la capacidad
del ojo, iguala e incluso supera esa
perfección y nitidez que sólo
alcanza una cámara. .
8. Bibliografía
Ruhrberg Karl, et.al., Arte del siglo XX, Barcelona, Taschen, 2000, 840 p.p.
Latapí, Paulina, Ser en la historia 2, México, Mc Graw Hill, 2008, 432 p.p.
Foster, Hal, et.al., Arte desde 1900, modernidad, antimodernidad,
pospodernidad, Madrid, Akal, 2008, 704 p.p.