El documento alienta a darle vida a los sueños que alimentan el alma y nunca confundirlos con realidades vanas, aunque la mente sienta la necesidad de lograr metas. Recomienda no romper los sueños porque eso mata el alma, y dejar que los sueños vuelen aunque otros llamen locos a quienes los tienen. Aconseja darle vida a los sueños escondidos para descubrir que se pueden vivir momentos con los miedos dormidos y decidir que los sueños solo existen para hacerse realidad.