El documento habla sobre Gedeón y su llamado de Dios para salvar a Israel de los madianitas. Resume que Gedeón inicialmente dudaba de su capacidad pero Dios le aseguró que estaría con él. Gedeón obedeció a Dios derribando los altares de Baal e instalando uno para Jehová. A pesar de las objeciones de la gente, Gedeón siguió firme en su obediencia a Dios.
3. Dios quiere hacer de usted un héroe
para su reino, un varón de Dios. Cristo dijo
a los discípulos: “No me elegisteis vosotros
a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os
he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y
vuestro fruto permanezca…” (Juan 15:16)
Tal vez usted no se considera nadie
valioso para Dios. Pero considere, como
ejemplo, lo que Dios hizo con Gedeón.
Éste varón israelita no creyó que era nada
especial.PeroDiosloescogióyleencargóla
gran responsabilidad de libertar su pueblo,
prometiendo estar con él y darle todo lo
necesario para obtener la victoria. Gedeón
aceptó la asignación divina, comenzando
en seguida a ponerla en marcha, logrando
hazañas grandes y atrevidas, y libertó a su
pueblo, dándoles un descanso de 40 años.
Gedeón comenzó por derrumbar los ídolos
en el terreno de su padre, y luego enfrentó
al enemigo de Israel, alcanzando la victoria
con el poder de Dios. Gedeón es el ejemplo
de hombre de fe y de acción, un hombre
reverente a Dios y formidable ante sus
adversarios, un buen líder que tuvo que
superar sus dudas y temores. Creo que todos
los varones quisiéramos ser héroes como
Gedeón. Por lo tanto, nos toca aprender de
su experiencia y atrevernos a hacer cosas
extraordinarias por la fe y obediencia a
Dios. (La historia de Gedeón se encuentra
en Jueces capítulos 6 a 8.)
Los antecedentes de Gedeón
Algunas décadas después de la
conquista de Canaán bajo Josué, el pueblo
de Israel entró en un ciclo repetitivo.
Comenzarían a practicar la idolatría, la
hechicería y las inmoralidades sexuales,
provocandoasílairadeJehová.Por lotanto,
Él los entregaría en manos de las naciones a
su alrededor, quienes los despojarían hasta
el día en que se arrepintieran y clamaran
a Él. Entonces los libertaría de la opresión
mediante líderes llamados jueces, por
misericordia hacia su nación. Pasarían unos
años arrepentidos, siguiendo el camino
de Jehová. Comenzarían a prosperar y
disfrutar de su libertad. Más tarde de nuevo
se olvidarían de Jehová, y volverían a caer
en los pecados de las culturas alrededor.
Así llegarían al punto donde habían estado
al comienzo, creando así un ciclo vicioso.
Ahora veamos lo que aconteció con
Israel en uno de aquellos ciclos. “Los hijos
de Israel hicieron lo malo ante los ojos de
Jehová; y Jehová los entregó en mano de
Madián por siete años. … De este modo
empobrecía Israel en gran manera por causa
de Madián; y los hijos de Israel clamaron a
Jehová.”
El llamado de Gedeón
“Y vino el ángel de Jehová, y se sentó
debajo de la encina que está en Ofra,
la cual era de Joás abiezerita; y su hijo
Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el
lagar, para esconderlo de los madianitas.”
En esta escena, ¡pareciera que Gedeón fue
motivado más por temor que por valentía!
Y el ángel de Jehová le dijo: “Jehová está
contigo, varón esforzado y valiente.”
Gedeón no tenía un buen sentido del
humor al recibir este saludo. Consideró
que todas la maravillas de Jehová eran
cosas del pasado. Dijo: “¿No nos sacó
Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha
desamparado, y nos ha entregado en mano
de los madianitas.”
Y mirándole Jehová, le dijo: “Vé con
esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano
de los madianitas. ¿No te envío yo?”
Gedeón no creyó que su participación
pudiese ser gran cosa, y se dio cuenta de que
sus recursos eran bastante limitados. Pues
dijo: “Ah, Señor mío, ¿con qué salvaré yo
a Israel? He aquí que mi familia es pobre
en Manasés, y yo el menor en la casa de
mi padre.”
Pero entonces Jehová le dijo:
“Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás
a los madianitas como a un
solo hombre.” Gedeón aún
no lo sabía, pero si Jehová
está con uno, no tiene que
cuestionar la provisión de Él,
Atrévase a ser
varón de Dios
Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo:
“Jehová está contigo, varón esforzado y valiente”. (Jueces 6:12)
4. porque ya está proveyendo todo lo necesario para ganar la victoria.
Es más, Él sabe hacer de una batalla imposible una cosa fácil.
Parece que Gedeón tenía ganas de aceptar su asignación y creer
en las promesas de Jehová. Ahora su preocupación era verificar
que todo esto fuera un encuentro real con el Señor y no algún
producto de su imaginación. Gedeón demostró una combinación
de fe y realismo que Dios comprendió muy bien y no lo criticó.
También Gedeón quiso expresar reverencia a Jehová mediante un
sacrificio de carne y pan — comida que ya era muy cara en aquella
época. Después de pasar una o dos horas preparando todo esto, se
lo presentó al ángel de Jehová, quien lo aceptó consumiéndolo con
fuego.
La primera cualidad que Dios busca en su varón es reverencia
a Él. El primer punto de acción para el varón de Dios es prestar
mucha atención al mensaje de Dios para uno. Dentro de este punto
cabe: aceptar nuestra asignación y creer en sus promesas.
Cuando desapareció el ángel, Gedeón sintió el temor de
muerte, porque había visto al ángel de Jehová. Pero Jehová le dijo:
“Paz a ti; no tengas temor, no morirás.” Nosotros también vamos
a sentir temores, preocupaciones y angustias sobre varios tipos de
peligros y riesgos. Pero allí siempre está Dios, diciendo: “Paz a ti;
no tengas temor, no morirás”.
Gedeón tumbó ídolos
Esa misma noche Jehová le mandó a Gedeón que tumbara el
altar de Baal y cortara la imagen deAsera. Luego le mandó edificar
un altar a Jehová su Dios y sacrificar un toro en holocausto. Gedeón
lo hizo inmediatamente, antes del amanecer; temió hacerlo de día
porque su familia y los hombres de la ciudad estarían en contra.
Entendió la importancia de quitar la idolatría como el primer paso,
ya que eso fue lo que provocaba a ira a Jehová.
La segunda cualidad del varón de Dios es obediencia a Él.
Parte de la obediencia es la disciplina, o sea, procurar que nuestros
pasos sean cada vez más constantes en el camino del Señor.
El segundo punto de acción que Dios nos da es derribar los
ídolos y las imágenes, comenzando con los que tenemos en casa.
Como varones de Dios tenemos que purificar nuestra vida propia
y luego nuestro hogar. Pregúntele a Dios cuáles cosas Él quiere
que usted saque de su vida y de su casa. Una de las cosas que
muchos padres han sacado es el televisor. Para muchas personas es
un ídolo, y para casi todos es una fuente inexorable de corrupción.
Otra cosa son las lecturas. ¿Tiene usted alguna revista pornográfica
debajo de su cama? ¿Hay lecturas en su casa que Dios quiere que
saque? Le aseguro que Él le dirá, y le tocará obedecerle en seguida.
Lo decimos por experiencia.
Podemos platicar con los miembros de nuestra familia sobre la
Palabra de Dios, orar por ellos, e instar que purifiquen sus vidas de
la idolatría, la inmoralidad sexual, la hechicería y todo lo que abra
nuestras vidas a la influencia del mundo, la carne y el demonio. Lo
curioso es que la gran mayoría de las familias cuyo papá los aleja
del pecado y los conduce hacia Dios, le siguen de buenas ganas,
y reconocen que esto es una tarea que Dios le ha asignado a todo
hombre.
Purificar nuestras vidas y luego caer en la inmundicia, no es
seguir el camino de Jehová. La disciplina es cuestión
de cuidar nuestros pasos día tras día, por la gracia
vencedora de Jesucristo. Es un gran desafío, pero
rinde grandes beneficios.
¿Qué tipo de dios fue Baal? ¿Y qué tipo de diosa fue Asera?
Ambos fueron dioses cananitas de la fertilidad. Baal representaba
el sexo masculino, Asera el sexo femenino, con imágenes viles
y pornográficas. Es decir que Baal y Asera fueron ambos dioses
inmundos, símbolos del sexo desenfrenado, que corrompían al
pueblo de Israel.
Quedó firme
Por la mañana, cuando los habitantes de la ciudad se
levantaron, descubrieron los objetos de su idolatría derribados y la
adoración a Jehová restaurada. Entonces se preguntaron: “¿Quién
ha hecho esto?” Y cuando supieron que fue Gedeón hijo de Joás, le
dijeron a Joás: “Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado
el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba junto
a él.” Consideraron que fue una acción incorrecta, destructiva y
trastornadora del status quo. Pero un varón de Dios no se da por
vencido ante tales objeciones absurdas, porque la Ley de Dios está
siempre por encima de las costumbres y el status quo de cualquier
sociedad humana, puesto que Él es soberano.
Joás respondió con firmeza y juicio correcto a todos los que
estaban demandando la muerte de su hijo, y les dijo: “¿Contenderéis
vosotros por Baal? … Si es un dios, contienda por sí mismo con
el que derribó su altar”. Parece que Joás conocía que el incitar a
la idolatría era crimen con pena de muerte en la Ley de Jehová.
(Deuteronomio 13:5, 10) Ese día Joás tomó la posición de un
varón de Dios, y el pueblo aceptó su razonamiento. Muchas veces
cuando un solo hombre toma una posición para Dios y no cede
bajo la presión, muchos de los demás hombres admiran su firmeza,
reconocen que tiene razón, y uno por uno cobran ánimo para
juntarse a él.
La tercera cualidad del varón de Dios es firmeza de convicción
basada en la Palabra del Dios Soberano. El tercer punto de acción
del varón de Dios es tomar una posición para la voluntad de Dios
y mantenerse firme.
5. Preparó a su pueblo
Hemos visto a Gedeón ganar la primera
y más importante batalla, la de purificar a
su pueblo de la idolatría. Ahora Gedeón y
su pueblo estaban listos para enfrentar, con
la ayuda divina, a sus enemigos militares y
luchar por libertarse de ellos. En aquellos
días, todos los madianitas y amalecitas y
los del oriente se juntaron, pasaron ante los
israelitas y acamparon en el valle de Jezreel.
Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre
Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno,
los abiezeritas —los de su pueblo— se
reunieron con él. Ahora Gedeón, el varón
de Dios, tuvo el privilegio de ver a muchos
hombres cobrar ánimo para reunirse con él
y hacer frente a los madianitas.
Pero aún entonces Gedeón quiso
asegurarse nuevamente de que Dios le iba a
dar éxito, y puso el vellón de lana en la era.
Dos veces Jehová le acomodó y le hizo un
pequeño milagro según las especificaciones
de Gedeón para asegurarle de que sí estaba
con él y le iba a dar éxito y libertar a Israel
por su mano.
Entonces Gedeón salió al encuentro
con Madián. Pero Dios hizo algo muy
raro: comenzó a hacer retroceder a la gran
mayoría del pueblo. Dijo a Gedeón: “El
pueblo que está contigo es mucho para
que yo entregue a los madianitas en su
mano, no sea que se alabe Israel contra
mí, diciendo: ‘Mi mano me ha salvado’.”
Entonces despidió a todos los que temían
y se estremecían. Se devolvieron de los del
pueblo 22.000, y quedaron 10.000.
Entonces Jehová dijo a Gedeón: “Aún
es mucho el pueblo…”. Entonces los llevó
a las aguas y Jehová los dividió según el
método de beber que usaron. Ahora Dios
despidió al 97% de los hombres valientes
y se quedó con el 3%, o sea, con 300
hombres, para hacer frente a una multitud
“como langostas”. Claro que Gedeón ya no
podía depender de los recursos y métodos
humanos; ya tenía que depender del poder
de Dios.
La cuarta cualidad del varón de Dios
es dependencia de Él. El cuarto punto de
acción es hacer preparativos para cumplir
la asignación de Dios, pero siempre fiarse
de Dios y no de los recursos y métodos
humanos.
Libró la batalla
Parece que Gedeón siempre sentía
temores dentro de su corazón, y otra vez
Jehová le fortaleció con una señal. Le
mandó a entrar en el campamento de los
madianitas de noche, con su criado Fura.
Allí escucharon un varón contando a su
compañero un sueño, y el compañero se lo
interpretó así: “Esto no es otra cosa sino la
espada de Gedeón hijo de Joás, varón de
Israel. Dios ha entregado en su mano a los
madianitas con todo el campamento.”
Cuando Gedeón oyó el relato del
sueño y su interpretación, adoró; y vuelto
al campamento de Israel, dijo: “Levantaos,
porque Jehová ha entregado el campamento
de Madián en vuestras manos.” En
seguida se proveyeron de trompetas y de
teas ardiendo dentro de cántaros vacíos,
y tomaron posiciones alrededor del
campamento. Cuando Gedeón dio la señal,
todos tocaron las trompetas, quebraron
los cántaros para sacar la luz de las teas,
y gritaron: “¡Por la espada de Jehová y de
Gedeón!” Entonces se mantuvieron firmes
cada uno en su puesto en derredor del
campamento. No tuvieron que combatir,
porque todo el ejército echó a correr dando
gritos y huyendo. Los 300 con Gedeón
tocaban las trompetas, y Jehová puso la
espada de cada uno contra su compañero en
todo el campamento.Así comenzó la batalla
donde Jehová conquistó a los madianitas,
por medio del varón de Dios, Gedeón.
La quinta cualidad del varón de Dios
es valentía por Él. El quinto punto de
acción es poner en marcha la asignación
divina en el momento de destino. Antes de
dar la señal de inicio, Gedeón no estaba en
gran peligro, y nada había cambiado. Pero
una vez que dio la señal para que todos
tocaran las trompetas y sacaran las teas, ya
había puesto en marcha grandes cambios
de los cuales no podía retroceder. Tuvo
que atreverse a exponerse para obtener la
victoria divina.
Su granito de arena: Dios
quiere hacer de usted un héroe
para su reino. No se le olvide
que el varón desconocido por el mundo
pero fiel en servir al Señor es un hombre
valioso en su reino. Dios tiene un papel
para usted en su plan divino para salvar
a su familia y a su nación de la opresión
del pecado y de la idolatría. Esto es su
granito de arena que usted aporta para el
Reino de Dios. ¿Se atreve a aceptar esa
asignación?
En su mensaje a la iglesia en Tiatira,
después de tratar de casos de fornicación
e idolatría, Cristo dijo: “Al que venciere
y guardare mis obras hasta el fin, yo le
daré autoridad sobre las naciones…”
(Apocalipsis 2:26)
Ustedpuedeorarpalabrassemejantes
a éstas: “Sí, Señor, acepto Tu llamado
para mi vida. Estoy dispuesto y listo
para tumbar los ídolos en mi vida, en mi
hogar, y en mi comunidad — todo lo que
nos separa de Dios. Señálame cuáles son
y dónde comenzar, y dame la fortaleza
para vencer. Luego quiero estar a tus
órdenes para ganar las victorias que Tú
quieras conceder a tu pueblo mediante tu
bendición. Quiero perseverar y recibir mi
galardón de Cristo.” —Eduardo Tuggy
Fotografía y gráficas de computadora
por Cheyenne y Evie Wolford. El
modelo para Gedeón es el autor.
6. La cabeza del hogar
…El marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia… (Efesios 5:23)
La Biblia enseña que el hombre es la cabeza del hogar.
Lamentablemente, esta doctrina ha sido tergiversada para
justificar el abuso hacia la mujer, en muchos casos. Pero la
intención de esta enseñanza es todo lo contrario.
Entonces, ¿cuál es el significado de ser la cabeza de la
familia, en el concepto bíblico? ¿Qué modelo de liderazgo
debe el hombre seguir para ejercer bien su papel de líder en su
hogar?
Es delegado bajo Cristo
El hombre no puede ser el rey de su hogar. Es Cristo quien
tiene que ser el rey, y el hombre es el líder delegado bajo Él.
La Biblia lo dice así: “Pero quiero que sepáis que Cristo es la
cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y
Dios la cabeza de Cristo”. (1 Corintios 11:3) Así que, como
delegados bajo el rey, nos toca tratar de agradarle a Él en todo,
incluyendo nuestro papel de cabeza del hogar, ya que tenemos
que rendir cuentas. Afortunadamente, con Cristo como el rey
de nuestro hogar, tendremos la mejor base de un hogar feliz y
de éxito.
Para hacer esto práctico, por ejemplo, debemos ser líderes
con un buen sentir de justicia, templado con misericordia. No
debemos ser parciales hacia uno de los hijos, ni aplicar una
regla algunas veces y olvidarla otras. La falta de justicia es
algo que causa exasperación y desaliento en nuestros hijos. En
este asunto de hacer justicia, no podemos saberlo todo, y como
buenos aprendices, nos toca escuchar mucho y comprender
a nuestros dependientes. Dios nos está observando a ver si
abusamos de nuestra autoridad o si la manejamos de una forma
justa y comprensiva.
Otro error que cometemos es no hacer nada como líderes.
Dejamos un vacío, el cual muchas veces la mujer o uno de los
niños trata de llenar. No hay sustituto para el buen hombre
como cabeza de su hogar.
En la Biblia Jehová dice así: “Y andan errantes por falta
de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han
dispersado. Anduvieron perdidas mis ovejas … He aquí, yo
estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano,
y les haré dejar de apacentar las ovejas; …” (Ezequiel 34:5–6,
10a) Como el dueño de un rebaño demandará sus ovejas de la
mano del pastor, así también Dios requerirá de nuestras manos
un cuido diligente y bueno de nuestra esposa e hijos.
Debe ser buen ejemplo
Debemos ser líderes que puedan decir:
“Síganme” porque estamos en el camino correcto.
Debemos conducir a la familia por nuestro ejemplo
de una vida correcta según la Biblia. No podemos esperar que
nuestra familia llegue a un nivel de obediencia que no hayamos
alcanzado nosotros mismos.
¿Será que usted no se siente digno de ser ejemplo bíblico
para su familia? Yo tampoco. Pero podemos reconocer que
estamos en un proceso de aprendizaje, y con tal actitud, ya
estamos siendo un buen guía en la familia. La humildad y la
veracidad son dos cualidades muy bíblicas. Muchos hombres
creen que no pueden admitir que no saben todo, o que se han
equivocado en algo, o que están luchando con algún pecado.
Creen que perderán respeto como líderes. Pero la verdad es todo
lo contrario. Al humillarse ante su familia, serán enaltecidos
por Dios y respetados por ella más que nunca.
Así como el pastor de ovejas no las puede conducir a donde
él no haya ido primero, tampoco podemos nosotros conducir
a nuestra familia a donde no hayamos alcanzado primero. Y
como el pastor de ovejas no puede paralizarse por indecisión,
sino salir adelante, así también nosotros tenemos que tomar
decisiones a tiempo y salir adelante.
Debe ser servidor
El hombre servidor no es líder para recibir beneficios, sino
para brindarlos a los que están bajo su cuido. Jesucristo lo dijo
así: “Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean
de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad.
Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse
grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser
el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del
Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su
vida en rescate por muchos.” (Mateo 20:25–28) Efesios 5:25 lo
7. dice así: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo
amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, …”.
Probablemente el servicio más obvio que el hombre debe a
su hogar es proveer por sus necesidades materiales por medio
de trabajar en algún empleo. Aún los irreligiosos entienden
este concepto. Así dijo el Apóstol Pablo al Pastor Timoteo: “Si
alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su
casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo.” (1Timoteo
5:8)Así que la cabeza del hogar no ha de ser flojo en su provisión
para su familia.
Ahora bien, la provisión para nuestra familia no debe
ser únicamente para sus necesidades materiales, sino para
sus espirituales también. Pues nuestros dependientes no son
meramente seres físicos; mayormente son seres espirituales,
quienesnecesitanprepararseparapasarlaeternidadconelSeñor.
Por lo tanto, no debemos cometer el error de llenar todo nuestro
tiempo con los trabajos de provisión material para la familia,
o sea, ser trabajo-adictos. Debemos reservar celosamente
el tiempo necesario para desempeñar nuestra carrera más
importante, la de cuidar tiernamente a nuestro rebaño en casa.
El papá trabajo-adicto dice que ama a su familia, pero ellos
siempre tendrán sus dudas. Pero el papá que disfruta de cada
hora que puede dedicar a su familia, comprueba su amor a ellos,
y ellos sabrán por seguro que él los ama de verdad.
El hombre debe ser como el pastor de ovejas, que cuida
sus dependientes. El pastor las conduce a lugares donde puedan
alimentarseyvivirtranquilas.Lasdefiendedefierasyserpientes.
Las aleja de escarpas y otros lugares peligrosos. Tiene que estar
pendiente de ellas y no preocupado por sus propios intereses.
Debemos imitar a Cristo, quien dijo: “Yo soy el buen pastor; el
buen pastor su vida da por las ovejas.” (Juan 10:11)
Debe ser gobernante tranquilo
Como la cabeza del hogar, una de nuestras funciones es
fijar reglas y dar directivas, y saber hacerlo de una manera
efectiva. Uno de los requisitos del anciano en la iglesia es: “…
que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con
toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa,
¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)…” (1 Timoteo 3:4, 5)
Esta función de gobernar es quizás uno de los temas favoritos de
muchas cabezas de hogares, y la creemos sencillo de entender.
Lamentablemente, es aquí donde muchos caemos en errores o
conceptos equivocados.(Véase por favor una discusión sobre
estoserrorescomunesenlapágina9.)Generalmentelospastores
de ovejas ya saben evitar estos errores, y sería muy provechoso
para más hombres modernos si tuviesen que entrenar animales,
porque podrían aprender estos conceptos y transferirlos a sus
familias.
Nuestra meta es ser líderes confiados y tranquilos, y no
mandones. ¿Pero, cómo puede el hombre agitado obtener esa
confianza y tranquilidad? La respuesta es que puede hacer como
David, quien basaba su auto-estima en su conocimiento personal
de Jehová. Cuando el liderazgo de David fue severamente
probado, y sus seguidores hablaban de apedrearlo, debido
a un gran trastorno en su pueblo, la Biblia dice que “David
se fortaleció en Jehová su Dios”. (1 Samuel 30:6) Cuando
sentimos que nuestro liderazgo está siendo cuestionado, debe
ser una oportunidad para buscar más a Dios.
Entonces, ¿qué pasa si un miembro de nuestra familia no
nos obedece? ¿No es esto una afrenta a nuestra autoridad, la
cual tenemos que defender? No. No nos toca hacernos más y
más mandones, ni usar mucha gritería, como si imponer nuestra
autoridad pudiese resolver el problema, el cual es desobediencia
hacia Dios. Ahora bien, si el miembro desobediente es un niño
pequeño, en muchos casos su rebeldía es un conflicto que el
papá o la mamá tiene que ganar tiernamente con disciplina
y corrección, hasta que sea completa la crianza de ese niño.
El asunto de la crianza será el tema de un número futuro de
Fidelidad en la Familia.
Pero en el caso de los hijos más grandes o de la esposa, ya
es algo tarde para criarlos así. Cuando alguno de los miembros
grandes de la familia no nos hace caso, debemos pedir a Dios
que nos ayude a perdonar a nuestra esposa o hijo, y luego de
perdonarle, en una forma amable, debemos llamarle la atención
a nuestra esposa o hijo que ha faltado o que no nos ha hecho caso.
Debemos orar por ese miembro de nuestra familia y continuar
amándole, ya que esa persona no está desobedeciendo a la
cabeza del hogar principalmente, sino a Cristo. En estos casos
debemos preguntarnos si nosotros mismos estamos haciendo
caso a Dios. Puede sorprendernos el número de veces que la
falla que vemos en nuestra esposa o hijo es una falla que ellos
imitaron de uno mismo.
En todo caso, no nos toca aplicar disciplina a nuestra
esposa, pues la época de su crianza en casa de sus padres
ya se acabó. Hermano, si usted está pegando a su esposa, o
aplicando algún otro tipo de “disciplina”, usted está fuera de
su autoridad como cabeza de ella. (“no pendenciero”; Tito 1:7)
¿Dónde encuentra usted algún pasaje bíblico diciendo que el
hombre ha de disciplinar a su esposa? Le ruego, hermano, que
vaya inmediatamente a pedirle perdón de ella y de Dios por este
abuso hacia su esposa.
A nosotros es permitido hablar con ella y leer la Palabra de
Dios con ella para motivarla a corregirse. Efesios 5:26 lo dice
así: “…para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento
del agua por la palabra, …”. Este versículo presenta un cuadro
de una corrección tan suave como el lavamiento del agua. Otro
pasaje en la Biblia dice así: “Maridos, amad a vuestras mujeres,
y no seáis ásperos con ellas”. (Colosenses 3:19)
Otra vez, el hombre debe ser un líder parecido al pastor de
ovejas, que tiene que conducirlas tierna y tranquilamente. Si el
pastor es mandón o pasa su día recordando a las ovejas quién es
el pastor, las va a alejar, y pronto perderá su rebaño.
Debe señalar el camino correcto
Debemos ser líderes que infunden respeto
a la Palabra de Dios más que nuestra propia. No
debemossercomoeltirano,queimponesuvoluntad
8. a los demás; ni como el investigador que hace encuestas para
obtener un consenso, porque tal persona no pretende saber el
plan bueno, ni mucho menos la voluntad de Dios. Debemos
elevar la Palabra de Dios al sumo lugar, para que se cumpla su
voluntad más que todo, y dejar mucha libertad en cuanto a los
detalles. Debemos ser como el pastor de ovejas, que les permite
mucha libertad dentro de un área limitada.
Si es necesario ordenar que alguien haga esto o aquello, la
cabeza del hogar debe emitir la orden y hacerla cumplir. Por
ejemplo, si un niño comienza a cruzar una calle peligrosa, el
papá (o la mamá) debe ordenarle a regresar en seguida, y si el
niño es lento en cumplir su orden, debe ser disciplinado. Otra
vez, esto es parte del buen cuido de sus dependientes, así como
el pastor de ovejas a veces las tiene que tratar firmemente, para
el bien de ellas. Pero nunca es caso para hacer respetar nuestros
antojos.
Debe ser cumplido
Debemos ser líderes de confianza mutua. Si exigimos que
nuestrafamiliaseadignadenuestraconfianza,debemosnosotros
también ser dignos de su confianza. No debemos mandarlos a
hacer lo que no estamos dispuestos a hacer. Algunos padres
tienen dificultad en enseñar a los niños a ayudar en los trabajos
hogareños. Pues, lo que da resultados es que el mismo papá
meta una mano de ayuda también.
En cuanto a ser digno de confianza, tuve que aprender que
me toca ser tan formal en cumplir mi palabra con mi esposa e
hijos, como lo soy con la gente de afuera. Numerosas veces
había dicho a mi familia que pensaba hacer tal y tal cosa, y
luego no la hice. No me di cuenta que estaba destruyendo la
confianza de las personas más íntimas de mi vida.
Pero cuando decidí cumplir mi palabra con mi familia según
lo que ellos entendieron, casi inmediatamente me adelantaron
la confianza que querían depositar en mí, y el proceso de
reestablecer mi confiabilidad fue acelerado.
El buen líder cultiva una confianza mutua. Usted está bajo
Cristo, y Él requiere que usted cumpla su palabra con su esposa
e hijos, tal como Él cumple su palabra con nosotros.
Las ovejas esperan que el pastor cumpla muchos
compromisos hacia ellas. Entienden por sus acciones que las
va a cuidar todos los días, y confían en él. Si por
alguna razón pierden esa confianza, huirán de él
y se perderán. Así también debemos ser líderes
dignos de confianza en nuestros hogares.
Debe ser alentador
Debemos ser líderes que inspiren y animen a nuestros
seguidores. Muchos hombres encuentran una recepción fría al
llegar a la casa. ¿No sería tal vez porque pasamos tanto tiempo
criticando o regañando a nuestra esposa e hijos? Luego la
crítica hace que todas las tareas sean más difíciles a la familia.
Entonces los criticamos por su lentitud, y hemos creado un
círculo vicioso. Gran parte de la culpa es nuestra en tales casos,
y la echamos a los demás.
Lo que ellos necesitan es que seamos animadores, que
reconozcamos los esfuerzos que hacen y que entendamos que
ellos sufren del mismo cansancio del cual sufrimos nosotros.
Debemos buscar ser más y más pacientes con ellos, y así los
podremos ayudar a hacer las cosas bien.
Cabe mencionar que un sano sentido del humor puede
animar bastante a la familia, pero un hombre demasiado serio,
aunque muy bíblico en su liderazgo, puede deprimir a su familia
y hasta alejarla de las cosas del Señor. Hay que reírse, hay que
ser alegre, hay que disfrutar de las cosas buenas que Dios nos
ha dado.
Conclusión
Comenzamos con la pregunta: ¿Cuál es el significado de
ser la cabeza de la familia, en el concepto bíblico? Hemos
contestado que el hombre—
• Es cabeza delegado bajo Cristo.
• Debe conducir a su familia por su buen ejemplo.
• Debe servir a los que están bajo su cuido.
• Debe ser gobernante tranquilo, y no mandón.
• Debe infundir respeto a la Palabra de Dios más que a
su palabra propia.
• Debe ser líder de confianza mutua.
• Debe inspirar y animar a su familia.
Luego preguntamos: ¿Qué modelo de liderazgo debe el
hombre seguir para ejercer bien su papel de líder en su hogar?
Hemos desarrollado el ejemplo del pastor de ovejas, como
modelo de liderazgo a seguir.
Cuando la cabeza del hogar sigue estas enseñanzas bíblicas,
toda la familia lo encuentra más fácil seguirle.
Su granito de arena: Amable lector, le
recomendamos que usted medite sobre lo que ha
aprendido en este artículo. Hable con el Buen Pastor
para confirmarlo y elija algún cambio que usted proponga
efectuar para comenzar hoy a ser un líder más parecido a
Cristo en su hogar. Si usted ha descubierto que tiene cambios
muy difíciles que hacer, ¿sabe quién le ayudará a hacerlos?
Es el mismo Jesucristo, Príncipe de los Pastores. Eleve sus
oraciones a Él hoy, mañana y todos los días, para que ilumine
su mente, para que sintonice su corazón al de Él, y para que
le dé la fuerza necesaria para hacer los cambios que Él quiera
para su vida. —Eduardo Tuggy
Fotografía por Cheyenne Wolford. Un agradecimiento especial al Sr. Venancio
Samper, pastor vasco residente de Raymond, California.
9. Nosotroslosvaronestenemosunaresponsabilidadmuyseria
como los gobernantes de nuestras familias. Lamentablemente,
cometemos muchos errores en nuestro papel de gobernante, y
a menudo es justamente cuando creemos que tenemos la razón.
Por lo tanto, nos toca pedir la sabiduría divina y meditar mucho
en lo que tenemos que hacer. He aquí siete errores, de los cuales
he tenido que vencer casi todos en mi vida:
Primero, nunca podemos coercer a las personas bajo
nuestra autoridad. Debemos recordar que son seres humanos
con libre albedrío al igual que nosotros, y nos toca respetarlos
como tal. El concepto bíblico para alcanzar el orden social es
la sumisión mutua y nunca la violación del libre albedrío. En
su regaño a los pastores de Israel, Jehová les dijo: “…os habéis
enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.” (Ezequiel
34:4)
Muchos hombres dicen: “¡Yo soy el que manda aquí!”.
Otros dicen: “¡Mira este versículo que dice que tú debes sujetarte
a mí!” Pero al hombre no le toca hacerse respetar por imposición.
A él le toca cumplir el mandamiento que dice: “Maridos, amad
a vuestras mujeres…”. (Efesios 5:25) A la mujer le toca respetar
su marido, según el mandamiento dirigido a ella, que dice: “Las
casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
…”. (Efesios 5:22) Y a los hijos les toca la instrucción que dice:
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto
es justo.” (Efesios 6:1) El hombre puede a veces recordar a su
familia que Dios le ha puesto como cabeza, pero generalmente
su papel como cabeza es auto-evidente.
Segundo, no existe ningún método de gobernar que pueda
garantizar el cumplimiento de nuestras directivas. Nuestro papel
es comunicarlas (a veces insistiendo con paciencia), supervisar
su cumplimiento y a veces usar disciplina con amor. Pero al
fin y al cabo, tenemos que dejarlo a los miembros de nuestra
familia el cumplirlas o no. No obstante, es muy factible ser un
gobernante efectivo y gozar de la cooperación de nuestra familia
en la mayoría de los casos.
No hay trucos ni maniobras que puedan dar mejores
resultados; o sea que no nos toca manipular a nuestra familia. La
mejor ayuda que tenemos es el poder de Dios que nos respalda
y nada más. Esta ayuda es accesible a través de la oración por
nuestra familia.
Tenemos que soportar esta tensión entre la necesidad de
gobernar bien y la incertidumbre de gobernar a seres humanos,
que a veces faltan respeto o tienen otras fallas. Muchas veces
surgen grandes problemas cuando el esposo-papá encuentra
alguna dificultad en gobernar y no entiende este equilibrio.
Algunos pierden su paciencia, se enojan con su familia y les
resulta casi imposible gobernar. Otros se dan por vencidos y
dejan de gobernar a sus familias.
Entonces, ¿qué puede el hombre hacer para gobernar
más efectivamente? En cuanto a los hijos, la respuesta es: “Y
vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino
criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” (Efesios
6:4) El padre tiene que evitar la impaciencia, la aspereza y la
injusticia, que provocan a ira, y tiene que usar una disciplina
amable y la advertencia e instrucción de la Palabra de Dios para
formar el buen carácter de sus hijos, y así puede obtener muy
buenos resultados por lo general.
En cuanto a los hijos grandes y la esposa, lo que el hombre
puede hacer para gobernar efectivamente es, amarlos, tratarlos
con respeto, paciencia y ternura y sujetarse a Cristo, su cabeza.
Es maravilloso como el ejemplo de un varón obediente a Cristo
puede producir obediencia en su familia.
Tercero, no podemos gobernar sin comunicar bien y
entender correctamente. Por ejemplo, a veces esperamos que
otros cumplan directivas que no hemos comunicado con bastante
claridad, como si pudiesen conocer nuestros pensamientos. O a
veces existe algún problema que no hemos tomado en cuenta,
que prohíbe el cumplimiento de nuestras directivas.
Si un niño pide alguna clarificación acerca de lo que
estamos mandando o habíamos mandado anteriormente, no es
justo que lo acusemos de ser respondón. O si un miembro de la
familia trata de explicar algún problema que está encontrando,
esto tampoco es necesariamente caso de ser respondón. Nos toca
expresarnos muy claramente y escuchar a los demás a ver si nos
entienden o si hay algún problema que les podemos ayudar a
superar.
Cuarto, el cumplimiento de nuestras palabras no es lo que
hacevalernuestraautoridad,nitampocopuedeelincumplimiento
de las mismas invalidarla. El hombre que basa su autoridad en
los resultados que obtiene, puede perder su confianza en su
capacidad de gobernar a su familia y caer en un pánico.
Nuestra autoridad es basada en la Palabra de Dios, y nos
toca tomar nuestra confianza de Él. Claro que vamos a tener
dificultades con gobernar, y vamos a vivir angustias, pero
tenemos que encontrar nuestro alivio en Dios y Su Palabra. El
hombre que invierte tiempo en conocer más a Dios es el hombre
que será más tranquilo y más efectivo en gobernar.
No nos toca hacer valer nuestra autoridad con muchas
palabras ni con muchas trabas, tampoco. Hay hombres que no
vienen a la mesa cuando sus esposas los llaman a cenar. Obligan a
la esposa e hijos a esperar hasta el momento que ellos determinan;
entonces demandan que todos vengan inmediatamente a comer
con gusto, no importa que la comida ya se enfriara. Hermanos,
esto es absurdo. “Someteos unos a otros en el temor de Dios”.
(Efesios 5:21)
Quinto, no hay que gobernar en todos los detalles. Es
mucho mejor delegar la supervisión de áreas definidas a otros
miembros de nuestra familia. Por ejemplo, tal vez sea mejor
dejar el cuido de la casa y los niños en manos de nuestra esposa,
y a la misma vez quedar disponible cuando nuestra ayuda sea
necesitada.
Una vez que hemos delegado un área, debemos tener
cuidado de no tratar de recuperarla. En el caso de nuestra esposa,
debemos evitar meternos en los detalles de lavar la ropa, por
ejemplo. Tal vez tenemos una sugerencia, o tal vez nos toca
señalar alguna falla, pero siempre con ternura y ofreciendo más
alabanza que crítica.
Sexto, no hay que gobernar como si fuésemos autónomos.
Además de consultar con Dios en su Palabra y en oración, es
altamente recomendable tomar nuestras decisiones en consulta
con nuestra esposa. Pues, Dios la creó y nos la regaló para
ayudarnos a gobernar mejor. (“No es bueno que el hombre esté
solo; le haré ayuda idónea para él.” Génesis 2:18)
Séptimo, muchas veces no podemos permitirnos
una reacción natural a nuestra frustración en
gobernar. Tenemos que clamar a Dios que nos
libere de la agitación, la ira y la violencia, y nos
proporcione paciencia, tranquilidad y dignidad.
—Eduardo Tuggy
Errores comunes que debe evitar el gobernante
Es maravilloso como el ejemplo de
un varón obediente a Cristo puede
producir obediencia en su familia.
10. ¿Ha experimentado usted el gozo de leer la Biblia en
unión de su familia?Alo mejor usted ha escuchado la lectura
de la Biblia en la iglesia o en otra ocasión pública. Espero que
también usted lea la Biblia a solas, para permitir que Dios le
hable particularmente. Pero la lectura de la Palabra de Dios
en una humilde reunión familiar es una experiencia especial.
De esta manera los padres pueden asegurarse de alimentar
a sus hijos pequeños con “la leche espiritual no adulterada,
para que por ella crezcan para salvación”. (1 Pedro 2:2) Y
pueden asegurarse de alimentar a sus hijos más maduros con
el alimento sólido y capacitarlos en el discernimiento del bien
y del mal. (Hebreos 5:12–14) Es una ocasión que permite los
vínculos de amor crecer y que nos permite instruir a nuestros
amados para que echen las buenas bases de una vida de
acierto. Me he dado cuenta que la lectura bíblica en casa me
ha capacitado para leerla y explicarla en ocasiones públicas.
A usted también le recomiendo mucho la lectura bíblica con
su familia, como parte de su culto familiar.
Preguntas comunes
Quizás a usted le hayan ocurrido estas preguntas: ¿Es
difícil leer la Biblia en familia? ¿Cómo hago si algunos de
ellos no quieren asistir? ¿Cómo puedo encontrar una apertura
en los horarios de todos para juntos leer la Biblia? ¿Sería
peor haberlo comenzado y fracasado, o no haberlo intentado
jamás? ¿Dónde enseña la Biblia que hemos de leerla en el
hogar?
La Biblia no enseña expresamente que la hemos de leer
en el hogar, pero sí nos enseña que las palabras de Dios
deben formar parte de nuestra vida cotidiana. Moisés lo dijo
así: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre
tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas
estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte,
y cuando te levantes.” (Deuteronomio 6:6–7) Como se ve, la
Palabra de Dios no es reservada para las casas de adoración,
ni para uso exclusivo de los graduados de los
seminarios. Recomendamos la lectura bíblica en
el hogar como una buena práctica que muchas
personas en muchas épocas han adoptado con
buenos resultados en su vida familiar. La práctica puede
variar mucho dependiendo del estilo de la familia, de las
costumbres de su comunidad y de la edad de los hijos, entre
muchos factores. Pero lo importante es que se lleve a cabo la
lectura bíblica de una manera bien adaptada al hogar donde
es leída.
La paciencia
En este sentido, es mejor intentarlo, y dejar de hacerlo
varias veces, que no intentarlo jamás. Si usted lo encuentra
difícil establecer la costumbre de leer la Biblia, aquí vamos
a dar unas sugerencias que pueden ayudarle a lograrlo y no
fracasar en el intento.
Usted puede pedir la ayuda de Dios para encontrar una
apertura en el horario familiar, puede hacer del culto familiar
una prioridad, y puede mantenerlo en la agenda familiar, con
paciencia. Tal vez algún miembro no querrá acudir. Deje que
Dios obre en su vida poco a poco. Lo importante es que usted
mantenga su paciencia. Si pierde la paciencia con su familia,
va a perder la batalla y fracasará el intento. Pero si mantiene
su paciencia, o, en el caso de haberla perdido, si recapacita
y pide perdón, siempre habrá esperanza de establecer esta
costumbre.
El lector
Si usted sabe leer bien en voz alta, no es difícil leer la
Biblia entre su familia. Lo difícil es resistir a los ataques del
mundo, la carne y el demonio. El diablo sabe muy bien que
va a perder mucho terreno en las vidas de sus familiares, si
usted logra mantener la lectura bíblica en su hogar. Por eso lo
odia de una manera particular, y por lo tanto, a usted le toca
pedir a Dios la fuerza para resistir a las dudas, al desánimo,
a las quejas de los hijos o la esposa, a las de uno mismo, o
quizá la acusación de que sean hipócritas, etc., y continuar.
Ahora si usted, la cabeza del hogar, no sabe leer bien
en voz alta, tal vez haya otro miembro de la familia que lo
sepa hacer. Entonces usted debe delegar la lectura al otro
miembro. Mientras tanto, usted debe practicar y cuando haya
alcanzado mejoras y la familia le encuentre comprensible,
Caja de herramientas,
segunda parte: Cómo leer
la Biblia con su familia
“Ahora pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios,
para oír todo lo que Dios te ha mandado.” (Hechos 10:33b)
10
11. será bueno que usted sea el lector. Otra opción es comprar
grabaciones de la Biblia en su librería cristiana.
El formato
¿Cuántotiempollevaunalecturabíblica?Recomendamos
una lectura corta, de 5 a 15 minutos, pero es variable según
lo que usted y su familia decidan.
¿Dónde debe uno comenzar a leer? Es casi mandatario
empezar con Génesis capítulo 1, ya que el libro de Génesis
es la base de todo el resto de la Biblia. Si usted duda que
los primeros capítulos de Génesis son exactamente ciertos,
y busca su interpretación de acuerdo con los científicos
evolucionistas, quiero rogarle que ore a Dios para una
aclaración sobre este punto. (Véase el artículo titulado
“La Biblia es confiable” en el número 1 de Fidelidad en
la Familia.) Pues si usted pone la palabra de los hombres
por encima de la Palabra de Dios, muy pronto va a dejar
de leer su Palabra. No queremos verlos volver al vacío, a
la confusión, a la desesperación y al pecado en donde está
todo el mundo, debido a su fe en la palabra equivocada y
contradictoria de los hombres.Así ha dicho Jehová: “Maldito
el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo,
y su corazón se aparta de Jehová. … Bendito el varón que
confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.” (Jeremías
17:5, 7) Quiero asegurarle que la Biblia es la Palabra de
Dios, y como tal, es cierto y verdadero, así como Dios es
verdadero y sin error.
¿Qué orden de lecturas debe uno seguir? Es bueno seguir
un orden cronológico, aunque es difícil lograrlo totalmente.
La idea de esto es dar a los niños un bosquejo cronológico
que pueda ayudarles a entender el contexto de cualquier
pasaje bíblico. Para tal efecto, recomendamos que lean de
Génesis a Ester para el Antiguo Testamento, y el Evangelio
de San Lucas y Los Hechos de los Apóstoles para el Nuevo
Testamento. Los libros de Job, Salmos, Proverbios y
Eclesiastéssepuedenleerencasicualquierordenentremetido
con las lecturas históricas, si se quiere. Los libros proféticos
de Isaías a Malaquías tienen su contexto histórico, pero se
pueden leer después, porque serán muy difíciles para los
pequeños.
Las necesidades de las distintas edades
Recuerde que para los chicos hasta la edad de siete
años, más o menos, las historias son la clase de literatura
que pueden entender y retener mejor. Por lo tanto, si usted
puede conseguir libros de historias bíblicas en cuadros, les
será más fácil de seguir.
También recomendamos que abran unos paréntesis, tal
vez después de Josué, para leer del Nuevo Testamento los
libros históricos ya mencionados, y luego continuar con las
lecturas históricas en el Antiguo Testamento. Las epístolas
son muy difíciles porque son abstractas; son adecuadas para
los jóvenes o mayores.
Ya que la Biblia es inspirada por Dios y digna de
toda confianza, ¿se puede leer cualquier capítulo a los
más pequeños? Lamentablemente, no; las historias de los
hombres y las mujeres bíblicos son tan francas que a veces
no conviene leer a los más pequeños algunos pasajes. En
algunos pasajes hay contenido sexual, que no conviene
leerse a los pre-adolescentes. También hay pasajes muy
técnicos o algo aburridos, y por lo tanto, los puede recorrer
y resumir; por ejemplo, las especificaciones de los artefactos
del tabernáculo al final del libro de Éxodo. Recomendamos
que usted eche una mirada al pasaje a leer antes de la reunión,
y que consulte con su esposa si tiene alguna duda.
Evitar posibles problemas
En la tentación de Jesús, el diablo usó las Sagradas
Escrituras. Si el diablo es capaz de usar las Escrituras
para sus fines, debemos protegernos de sus artimañas. Por
lo tanto, recomiendo una oración en voz alta antes de la
lectura bíblica pidiendo la bendición divina sobre la lectura,
11
12. o sea que el Espíritu Santo nos guíe a
entender correctamente la Palabra de
Dios. Otros preferirán orar después de
la lectura.
Al leer la Biblia, ¿se puede permitir
mucha aclaración? Claro que hay que
haberordenyrespetoantesdecomenzar
la lectura bíblica. Pero también hay que
permitir intervenciones para preguntas,
dudas, comentarios, y la interacción de
los oyentes con el texto bíblico. Esto
puede ser incómodo para el papá, en
mantener el orden, pero es importante
permitir que todos participen y que
no sea una indoctrinación compulsiva
e aburrida. Busque un equilibrio
entre el mantenimiento del orden y
la participación. Mi esposa, que es
maestra, me dice que una participación
vivaz es lo que facilita el aprendizaje.
El papá puede hacer comentarios
o agregarlos al final, para ayudar a la
familia a entender y aplicar la lectura.
Por ejemplo, si la lectura contiene
una palabra difícil como “señoread”
o “astuta”, el lector debe explicarla.
Es bueno tener un diccionario a la
mano. Y si el lector no entiende algo
de la lectura, como “la
abominación desoladora”,
por ejemplo, debe aclarar
que no lo entiende pero
que hará una investigación pronto. Si
no cuenta con el tiempo disponible, lo
puede delegar a algún miembro de la
familia, o preguntar al pastor.
¿Cuál es el propósito de leer la
Biblia en familia? No es para el mero
cumplimiento de un rito meritorio,
aunque uno sí puede sentir el gozo
de la obediencia por haberlo hecho.
Hay que recordar que el propósito
es lograr cambios en nuestras vidas,
reconciliarnos con Dios y unos con
otros, y amar más a Dios y a nuestra
familia. Leemos la Biblia juntos para
poner toda la armadura divina para que
cada miembro pueda resistir mejor a
los ataques del mundo, de la carne y
del demonio, y llevar una vida de éxito,
de sabiduría y de felicidad. Leemos la
Biblia en familia para lograr una familia
cristiana. ¿Sabía usted que puede tener
una familia llena de cristianos y no
tener una familia cristiana? Tal vez
cada quien piensa que puede llevar
una vida cristiana por separado, pero
si falta el amor del uno hacia el otro y
la exaltación colectiva de Cristo en el
hogar, ¿cómo pueden decir que tienen
un hogar cristiano? ¿No será por esta
falta que muchas familias de cristianos
han fracasado como familias?
La lectura bíblica es una educación
bíblica. Es una oportunidad para el
EspírituSantoprepararnosparanuestras
necesidades del día y del futuro, y es
una oportunidad para nosotros hacer
preguntas y aclarar dudas que podamos
tener. No puede ser una imposición o
una indoctrinación. Tiene que haber la
participacióndetodos,yunainstrucción
muy abierta y suave para que cada uno
tenga oportunidad de convencerse a su
paso y no bajo compulsión.
Ventajas para su familia
La lectura bíblica requiere un
mínimo de capacidad académica e
intelectual para comenzar. Pero produce
un gran desarrollo de capacidades
intelectuales, académicas, literarias y
de concentración. Pronto los miembros
de su familia se destacarán por sus
capacidades intelectuales así como su
nobleza de carácter. Simón Bolívar
dijo que “Moral y luces son nuestras
primeras necesidades”. Creemos que
una clave para suplir moral y luces a la
ciudadanía es la lectura bíblica activa
en casa.
12
Su granito de arena:
Apreciado lector, ¿acaso
siente el llamado del Señor a
celebrar la lectura bíblica en su casa?
Entonces, es urgente obedecerle antes
que se olvide. Si en su casa no se ha
establecido la costumbre de leer la
Biblia juntos, le recomiendo al papá,
o en su ausencia, la mamá, comenzar
hoy mismo. Si han dejado de leer
la Biblia juntos por días o semanas,
hágalo una prioridad de volver a
leerla antes de acostarse. Pídale a
Dios que le dé la fortaleza para poner
en práctica lo que usted aprendió
aquí. —Eduardo Tuggy
Fotografía en las páginas 10 y 11 por Evie Wolford.
Un agradecimiento especial a la familia Álvaro
Jiménez de Fresno, California. Fotografía en esta
página por Ademola Akinlabi de Lagos, Nigeria. Un
agradecimiento especial a la familia del Sr. y la Sra.
de Bunmi Ayo Alade de Lagos, Nigeria.
13. Muchas familias, lamentablemente, no cuentan con la
bendición de un esposo y papá consagrado a Dios. Tal vez
usted, apreciado lector o apreciada lectora, es una madre
soltera, o una esposa cuyo esposo no sigue a Cristo, o un
jóven cuyos padres no han creído en Cristo, o una abuela
o tía tratando de criar a niños ajenos. ¿Será que el hogar
sin el liderazgo de un hombre consagrado tiene que titubear,
deseando desesperadamente más rectitud, más gozo y
comportamiento más amable? ¡Claro que no! Dios tiene un
corazón muy tierno para usted y su situación. Acuda a Él y
ore por—
• Gracia para las presentes circunstancias.
• Salvación para los demás miembros de la familia.
• La libertad para vivir según lo que Cristo enseñó.
• Que le mantenga cerca de Él.
• La restricción del comportamiento pecaminoso.
Principios de discipulado
Ser discípulos de Cristo, como individuos o como
familia, consiste en tres puntos sencillos:
• Confiar completamente en Él.
• Disponerse a la corrección y la instrucción.
• Comprometerse a obedecer.
Confiar completamente en Dios
Considere al marido de Fulana: no cuenta con muchas
habilidades que le capacitarían para ser un buen empleado.
Fue despedido de su último empleo por no presentarse dos
días seguidos. No es muy digno de confianza, y ella se siente
muy temerosa y trastornada. A Fulana le toca estudiar las
Escrituras y reconocer que Dios es capaz de transformar
circunstancias espantosas. Luego ella podrá declarar algo
como esto: “O Dios, tú eres todopoderoso. Confío en ti para
cuidarme a mí y a mi familia a pesar de lo que hace o no
hace mi marido.” Ella se sentirá llena de tranquilidad, y el
Espíritu de Dios quedará libre para hacer cosas maravillosas.
¡Esto se puede repetir tantas veces que sea necesario!
Disponerse a la corrección y la instrucción
Sotana no es casada. Tiene tres hijos, cuyos padres ya
no aparecen. Sotana se convirtió a Cristo hace unos años y
ha renunciado a su antigua forma de vida. Pero ella no sabe
por seguro cómo criar a sus hijos en la rectitud. No quiere
que sus hijas lleguen a ser madres solteras, ni tampoco que
sus hijos se aprovechen de las jóvenes, viviendo una vida
de exceso y desenfreno. A Sotana le toca pedir al Espíritu
Santo corregir el pensar y las costumbres del medioambiente
en que se crió y que formó su comportamiento antiguo. A
medida que pide a Dios sabiduría, escucha a su pastor, y
estudia la Biblia, Sotana descubrirá cómo enseñar a su hijo
a aplazar la satisfacción de sus apetitos y a ser un hombre
de honor e integridad. Aprenderá a velar por el pudor de sus
hijas y enseñarles su valor como hijas del Rey de Reyes.
Todos tenemos ideas y comportamientos incorrectos,
pero Dios mismo se asegurará de que sus seguidores sepan lo
verdadero y lo correcto. La Biblia dice en Isaías 48:17 que:
“Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente,
que te encamina por el camino que debes seguir.”
Comprometerse a obedecer
Además de aprender a confiar en Dios en las dificultades
de la vida como Fulana, y disponerse a la corrección y la
instrucción del Espíritu Santo como Sotana, también cada
quien tiene que comprometerse a obedecer la voluntad del
Padre. Consideremos a Perencejo como ejemplo. Tiene
catorce años y vive con su mamá y su padrastro. Al igual
que sus amigos y los jóvenes que ve en la televisión, muchas
veces Perencejo ha ignorado el deseo de sus
padres y ha hecho lo que le dio la gana. Pero
recientemente cuando aceptó la salvación en
Cristo, supo que le toca honrar y obedecer a sus
Cuando no hay un
varón de Dios en casa
Echando toda vuestra ansiedad
sobre él, porque él tiene cuidado
de vosotros. (1 Pedro 5:7) 13
14. padres. (Efesios 6:1) ¡Ahora se preocupa que ya no se va
a divertir más! Pero el amor de Jesucristo ha penetrado el
corazón de Perencejo y él determina obedecer en este asunto.
Aprenderá a disfrutar de diversiones apropiadas y verá que
puede confiar en Dios a tratarle bien.Aveces Perencejo tiene
que obedecer instrucciones de sus padres que le parecen
estúpidas o innecesarias. Pero su disposición a honrar a sus
padres será observada por los a su rededor, y mostrará que
su fe es genuina.
“Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del
pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de
doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado,
vinisteis a ser siervos de la justicia [rectitud]. … Tenéis por
vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.”
(Romanos 6:17–18, 22b)
Cómo llevarse con la oposición
Si alguien en su casa, apreciado lector, se opone a
Jesucristo,probablementeustedtendráqueusardediplomacia
al seguir a Cristo en su vida cotidiana. Por ejemplo, no hay
que insistir en asistir a cada reunión de la iglesia, si eso enoja
a su papá, su mamá o su cónyugue. Rogando a Dios que
le dé favor en su opinión, pídale permiso respetuosamente
para asistir al servicio o al estudio bíblico. La Biblia nos
enseña a obedecer a nuestras autoridades, aún cuando sean
algo irracionales. (1 Pedro 2:18) Confíe en Dios con esto,
y busque cristianos maduros y sabios, del mismo sexo que
usted, para reunirse y compartir con ellos cuando sea posible,
siempre asegurándose de continuar a leer la Biblia y orar a
Dios. Aguarde con paciencia y expectativa que Dios obre en
su situación.
Tal vez usted viva con un miembro de la familia que
insiste en hacer cosas pecaminosas o hasta ilegales. No se
deje arrastrar con halagos ni amenazas para hacer lo indebido.
En Hechos 5:29, Pedro y los demás apóstoles dijeron a las
autoridades que “Es necesario obedecer a Dios antes que a
los hombres”. Al principio de este artículo, sugerimos cinco
cosas que usted puede pedir a Dios. Estas cinco peticiones
deben formar su oración diaria, mientras usted busca maneras
creativas de amar a esa persona sin tener que participar de
sus actividades ofensivas.
Ahora, si usted está siendo abusada, Dios no quiere que
usted lo acepte pasivamente. Así como el jóven pastor David
huyó y se escondió del envidioso Rey Saúl (1 Samuel 23 y
24), así usted también puede llegar al abrigo de su abusador.
No obstante, como David, a usted le tocará evitar el pecado
de odiar o tratar de destruir a esa persona. Dios dice que la
venganza es suya. (Romanos 12:19)
“Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios
mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de
mi salvación, mi alto refugio.” (Salmo 18:2)
Dios ama mucho a usted y a su familia. Mientras usted
camine a su lado, Él derramará sus bendiciones de amor,
gozo y paz sobre usted. (Isaías 26:3)
Esforzaos todos vosotros los que
esperáis en Jehová, Y tome aliento
vuestro corazón. (Salmo 31:24)
He aquí Dios es salvación mía; me
aseguraré, y no temeré; porque mi
fortaleza y mi canción es JAH Jehová,
quien ha sido salvación para mí.
Sacaréis con gozo aguas de las fuentes
de la salvación. (Isaías 12:2–3)
Granitos de arena que usted puede aportar:
Si usted es casada con alguien que no ha confiado
en Cristo, practique declarar su confianza en Dios
para cuidar a usted y a su familia. Ore todos los días
por su esposo, no para criticarle, sino pidiéndole
a Dios bendiciones sobre él, especialmente la
bendición de la salvación.
Si usted es madre soltera, no ponga sus esperanzas
en un nuevo hombre en su vida. Encomiéndese a
sí misma y a sus hijos al cuido de Dios. Ore con
y por sus hijos cada día. Invite a Dios a ser el
líder en su hogar, y sométase a su instrucción y
corrección.
Si usted es un joven cuyos padres no son cristianos,
honre a sus padres y ore diariamente por su
salvación y por las bendiciones divinas sobre
ellos, aún cuando todavía no sean seguidores de Él.
Aprenda las normas de conducta divinas —tales
como “No hurtarás”— y asegúrese de seguirlas
para que su familia se dé cuenta de su integridad.
—Susana de Tuggy
Fotografía por Evie Wolford. Un agradecimiento especial a la familia de Adela
Montero de Fresno, California.
16. Una vez un hombre preguntó a un famoso estrella de cine
qué es lo que hace un buen amante, esperando oír métodos
comprobados para cortejar a una mujer, o cómo un hombre
puede mantener una fila de bellezas siguiéndole de continuo.
La respuesta dejó al hombre atónito:
—El mejor amante —dijo el actor— es el hombre que
pueda aprender a satisfacer a, y ser satisfecho con, una sola
mujer — ¡por toda su vida!
¡Estupendo! ¿Sabía usted que tenía razón?
—Pero, ¿cómo puede ser? —dice usted— pues no
conozco a muchos hombres y mujeres contentos y casados
de por vida. Y los que se quedan casados, probablemente no
están gozando de todo lo que desean.
Por cierto, estoy de acuerdo con usted. Aun las parejas
que están disfrutando ser casadas y se aman con un amor
bueno y fuerte, por alguna razón, a menudo están diciéndose
en lo más íntimo de su corazón, que eso no basta, aunque es
bueno; que ¡necesitan algo más! Ahora, para decir la verdad,
no es otra amante lo que buscan, sino otro amor.
Un hombre que vivió hace miles de años comentó sobre
este dilema precisamente, y compartió la solución que
encontró. Dijo: “¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y
fuera de ti nada deseo en la tierra. … Pero en cuanto a mí,
el acercarme a Dios es el bien; …” (Salmo 73:25, 28) Allí
está; eso es el problema, y esa es la solución. Nada de lo que
se puede comprar con dinero puede llegar a donde pica en el
alma del hombre para rascar allí; y ninguna amante humana
que pudiese encontrar jamás, por más bella y maravillosa
que pudiese ser, puede satisfacer el anhelo que el hombre
siente en lo más íntimo de su alma. Hay muchas cosas en
este mundo que pueden ocupar la atención del hombre, pero
ninguna de ellas puede satisfacer sus deseos más profundos.
Ni siquiera el amor de una mujer buena, el gozo más grande
en el mundo para el hombre, puede satisfacer sus anhelos
más profundos, pues ellos fueron creados para ser satisfechos
por una sola persona —el Creador del cuerpo humano y el
Amante del alma— ¡el mismo Dios! Él creó al hombre con
una tremenda capacidad para el amor, tanto para recibirlo
como para darlo. ¡Y el amor no es ninguna cosa domada! El
amor verdadero es apasionado, empujado por deseo. David
el Salmista, un hombre de pasiones poderosas, compuso
una canción acerca de tal deseo, que dice: “Como el ciervo
brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh
Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
…”. (Salmo 42:1, 2)
Hombres, si tan sólo tomáramos nuestras pasiones por
el dinero, por la comida rica, por la velocidad alta, por los
carros de lujo y aun por las mujeres bellas, y las dirigiéramos
hacia la única cosa que va a satisfacer nuestros deseos más
profundos, ¡entonces descubriríamos el amor más grande
de todos! No es que Dios retendría cruelmente de nosotros
cosas sanas y bellas del mundo, pero su plan funciona
así: “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las
peticiones de tu corazón.” (Salmo 37:4) ¿Quiere usted ser
feliz? Pues aprenda primero a consagrarse a Dios. ¿Está
usted buscando otro amor? ¡El amor más apasionante de
todos es el amor de Dios!
—Pastor Steve Moore, North Fork, California
El amor más apasionante de todos