El documento ofrece consejos y reflexiones espirituales para inspirar la vida de las personas. Afirma que Dios siempre está dispuesto a ayudar y sacar adelante a las personas en tiempos difíciles, que no hay problema eterno y que dar servicio a los demás será recompensado. Recomienda encomendar cada día al Señor para recibir fuerzas y enfrentar los desafíos con calma y esperanza.
2. Paso a paso... ...oración tras oración, una alabanza tras otra, y todo encajará en su sitio ante tus ojos. Cuando te agotes y sientas que no puedes seguir adelante, que no puedes dar un paso más, Dios te alzará y te sacará adelante, sea cual sea la dificultad que encares.
3. No hay problema que sea eterno. Todo es pasajero. Dios nunca está demasiado ocupado para ti. De hecho, siempre está esperando para ayudarte, para que le pidas lo que quieras, y se complace en responder tus oraciones. Aunque la vida está llena de altibajos‚ Dios es constante. Siempre podrás contar con Su amor y Él te sacará adelante en todo desafío.
4. No te canses de hacer el bien... Tomarse tiempo para ayudar a los demás es una de las cosas más importantes que puedes hacer en la vida. Y al hacerlo, motivas al Señor a ayudarte más a ti. ...porque si sigues adelante a pesar de las circunstancias, segarás las recompensas y te alegrarás de no haber desistido (Gálatas 6:9).
5. La mirada del Señor nunca pasa por alto nada de lo que damos en servicio a los demás, sea grande o pequeño. No hay nada que escape a su mirada. Un día te recompensará cabalmente por cuanto diste.
6. Así no veas ningún resultado ni fruto tangible de tus labores y tu desinterés aquí en la Tierra, los recibirás en su totalidad en el Cielo. Dando nunca se pierde, aunque a veces parezca que sí. Eso lo tienes garantizado.
7. Somos seres espirituales. No somos solo de carne y hueso. Eso significa que nuestro espíritu necesita alimento todos los días, lo mismo que el cuerpo. No cabe duda que es cierto el proverbio que dice: «El ánimo del hombre lo sostiene» (Proverbios 18:1 Nuestro espíritu es lo que mantiene en funcionamiento todo nuestro ser; nos da incentivo para poner el cuerpo en movimiento. En vista de ello, se puede afirmar que el alimento que le damos cada día afecta también nuestro cuerpo físico. Cuanto más alimento espiritual ingerimos, más energías tiene nuestro cuerpo.
8. ¿Te has agotado? El Señor lo sabe y lo entiende. ¿Sientes que no puedes dar un paso más o atender una exigencia más? Se le probó en todo igual que a nosotros, experimentó nuestras limitaciones humanas (Hebreos 4:15). Por tanto, siempre está más que dispuesto a extender la mano con compasión y darte las fuerzas que necesites para seguir adelante.
9. Ve con calma, tómate tu tiempo hoy. Disfruta de este mundo y de quienes te rodean, y te sentirás más inspirado para enfrentar la jornada y más satisfecho al final de ella. Al acostarte a dormir al final del día, fija tus pensamientos en el Señor y Él se encargará de todo lo que se te ocurra. Hará tu sueño plácido y reparador.
10. Si te acuerdas de encomendar la jornada al Señor, siempre tendrás las fuerzas que necesites cada día. Él prometió: «Como tus días serán tus fuerzas» (Deuteronomio 33:25). El secreto está en ese sencillo acto de dependencia: encomendarle la jornada. Justo cuando se te acaban tus propias fuerzas entran en acción las del Señor. Él se deleita en manifestar Su fuerza superior y sobrenatural. ¿Y de qué manera se hace más patente? Manifestada por medio de tu frágil vasija de barro para que Él sea glorificado.
11. Si miras a tu alrededor, puede que las perspectivas no siempre sean muy alentadoras. En cambio, si miras hacia arriba, la vista es espléndida. Fija la mirada en Jesús y Él hará que todo vaya sin sobresaltos y con eficiencia. Para más presentaciones, visita: www.tommyswindow.com PARA COMPARTIR