Los griegos inician un tipo de saber único y original. Es un saber teórico-objetivo, desinteresado; es distinto del saber de salvación de los temas religiosos y del saber utilitario destinado a la transformación de la realidad material o a la construcción de grandes monumentos como la tecnología que se vio en Egipto, por ejemplo. Este nuevo saber pregunta fundamentalmente por la verdad como tal y está destinado a desentrañar la realidad toda. Grecia es el pueblo de la razón, como decía Maritain, donde el mito va siendo desplazado paulatinamente por el logos, por el saber científico.
El mito puede ser definido como un conjunto de leyendas imaginativas y fantásticas que narran el origen del universo, la situación del hombre y el final de los tiempos en los que volverá a existir la felicidad perdida al comienzo de éstos; pero del mismo modo, el mito es una actitud intelectual en la que se produce una personificación de las fuerzas de la naturaleza, es decir, se dota de voluntad y personalidad a los elementos naturales. Así por ejemplo, en la mitología griega hay un Dios del mar, otro del Viento, ... Estos dioses actúan según su voluntad y capricho.
Hacia el s. VII a. C. se produce el nacimiento del pensamiento racional. Hay quién lo atribuye a la genialidad griega. Sin embargo, tuvieron lugar una serie de cambios sociales, económicos e ideológicos que motivaron este nacimiento.