El documento describe brevemente graffitis políticos y de denuncia encontrados en varios países de Iberoamérica, incluyendo Ecuador, Colombia, Venezuela, Argentina, Costa Rica y Honduras. Los graffitis rinden homenaje a líderes indígenas y ambientalistas o critican a figuras políticas. El documento también cita una línea de una canción de Joan Manuel Serrat sobre expresar opiniones a través de graffitis.