1. Hecho por: Yesiluz Zoila Macavilca Vega.
Profesora: Miriam Santisteban.
Grado y sección:6°A-I
2. Cuenta la historia que durante el año de 1655 cuando aquel feroz terremoto azotó el país y todas
las casuchas de la cofradía de estos negros angolas que se centraron en Pachacamilla cayeron,
estos tuvieron que emigrar, dejando aquel muro de adobe con la imagen cristo moreno
abandonado, sin embargo, el muro, pese al abandono permaneció para el año 1670, en el que fue
descubierto por Antonio de León, totalmente intacto.
Antonio de León sería el primero en venerar la imagen y el primero en recibir el beneficio de ella.
Se cuenta que este hombre sufría de dolores muy fuertes de cabeza, producto de un tumor que los
médicos no había logrado tratar y que logró desaparecer tras solicitarle a la imagen del Cristo la
cura de su mal, deseo que además de ser concedido propició una ola de fieles devotos de la
Sagrada Imagen.
A causa del milagro se realizaban celebraciones al muro de adobe que albergara al Cristo
Crucificado, las celebraciones eran tales que las autoridades religiosas mandaron borrar el muro,
sin embargo, en el intento de eliminar la imagen y con ello las celebraciones en torno a ella,
ocurrieron hechos extraños que impidieron que esto se efectuase y que se manifestaban con
malestares físicos sentidos por los pintores que trataban de quitarla de su lugar Santo.
A causa de la protesta de la gente y los malestares de aquellos que trataron de quitar la imagen es
que el Virrey cedió a la solicitud del público y permitió la veneración de la imagen como Santa,
siendo oficiada la primera misa el 14 de setiembre de 1671.
Seis años después otro fenómeno natural azotaría Lima ocasionando que la capilla que fuera
edificada en honor al Cristo fuera derrumbada, aunque la imagen permaneciera en pie.
La posibilidad de perder la imagen ante otro fenómeno natural llevó a que se hiciera una réplica
en óleo, la misma que hoy vemos en procesión durante el mes de octubre.
3. La procesión del Señor de los Milagros, Cristo de Pachacamilla o Cristo Moreno, recorre las calles limeñas todos
los años en el mes de Octubre desde 1687, trayendo consigo bendiciones de unión, esperanza, fervor católico y
tradición. En el mes de Octubre la imagen del Cristo crucificado mueve a millones de fieles en procesión. Los
fervientes devotos vestidos de morado tratando de emular a las hermanas nazarenas, llevando detentes como
símbolo de adhesión y devoción al Señor.
Cuenta la historia que a mediados del siglo XVII un humilde mulato pintó al Cristo crucificado en un paño de
muro, dentro del muladar de Pacha milla, una zona donde los negros angolanos se agruparon viviendo en una
pobreza absoluta.
El 13 de Noviembre de 1655, a las 2:45 de la tarde se produjo un terrible terremoto en Lima y El Callao,
derrumbando Iglesias, sepultando mansiones dejando miles de muertos y damnificados.
Todas las paredes de la cofradía se vinieron abajo, excepto el débil muro de adobe en el cual se encontraba
pintada la imagen de Jesús. La imagen quedó intacta, sin ningún resquebrajamiento.
Un segundo hombre, un soldado de Balcázar, de ánimo más templado, subió pero bajó rápidamente, explicando
luego que cuando estuvo frente a la imagen vio que se ponía más bella y que la corona se tornaba verde; por esa
razón no cumplió la orden dada. Ante la insistencia de las autoridades por desaparecer la imagen, la gente
manifestó su disgusto y comenzó a protestar con airadas voces y actitudes amenazantes que obligaron a
retirarse a la comitiva. La orden fue revocada y se acordó que en ese lugar se rindiera veneración a la poderosa
imagen.
El 20 de Octubre de 1687 un maremoto arrasó con el Callao y parte de Lima y derribó la capilla que se había
levantado en honor a la imagen de Cristo. Quedando solo en pie la pared de adobe con la imagen del Cristo
Crucificado. De esta forma fue admitido por la Iglesia y se consagró su culto.
Una copia al oleo de la imagen fue confeccionada y fue llevada en procesión por las calles de Lima implorando
al Cristo Crucificado para que apaciguara la ira de la naturaleza. Desde aquel entonces se estableció que en los
días 18 y 19 del mes de Octubre tendría lugar la procesión del Señor de los Milagros.