Las primeras máquinas de calcular como la de Pascal y Leibnitz permitían realizar operaciones aritméticas básicas. La máquina analítica de Babbage fue más avanzada al poder realizar cualquier operación aritmética enlazada. Posteriormente se desarrollaron las primeras computadoras digitales como el MARK I, ENIAC, EDVAC y UNIVAC, mejorando su capacidad de procesamiento y memoria. La llegada del microprocesador y los discos duros dio paso a la cuarta generación con ordenadores personales más asequibles