Según las investigaciones del grupo “Memoria Histórica”, 120 policías fueron asesinados durante el período 1979-2009, y más de 1.500 funcionarios judiciales han sufrido todo tipo de delitos.

1. Gespol: grupo de elite para combatir la impunidad en delitos
contra funcionarios
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contra-funcionarios/
Según las investigaciones del grupo “Memoria Histórica”, 120 policías fueron asesinados
durante el período 1979-2009, y más de 1.500 funcionarios judiciales han sufrido todo
tipo de delitos. En el 90% de estos casos hay impunidad.
Para modificar esta insostenible situación el gobierno ha creado “Gespol”, un grupo elite que
realiza la tarea de investigar los asesinatos de las personas encargadas de proteger a los
ciudadanos e impartir justicia.
El objetivo es que quien cometa delitos contra policías, jueces, fiscales o
investigadores reciban el castigo que les corresponda. El grupo limitará sus funciones
solamente a los delitos cometidos en razón de la función que las víctimas desarrollan.

2. Logros de Gespol
A una semana de su puesta en función, Gespol ya ha obtenido resultados positivos. El
primer caso resuelto es el de José González y Cristian Rincón, patrulleros que fueron heridos
en La Tebaida al intentar evitar un robo. Una señora corría perseguida por un delincuente que
quería apoderarse de sus pertenencias.
Los patrulleros intentaron atraparlos, pero el delincuente les disparó y huyó. Gespol intervino
y en muy poco tiempo se logró el aseguramiento del agresor.
El trabajo de Gespol tiene un doble mensaje. En primer lugar, intenta respaldar a los
funcionarios en sus gestiones a fin de que puedan ejercer sus cargos sin la presión del
miedo que podría condicionar su trabajo.
El Ministro de Justicia, Yesid Reyes, manifestó que
“el Estado va a sancionar rápida y severamente a quien mate o intente matar a un policía,
fiscal o juez”.
En segundo lugar intenta darle seguridad a la población, quien deduce que si no se hace
justicia con los crímenes cometidos contra las personas dedicadas a cuidar a los ciudadanos,
menos justicia puede esperar el ciudadano común.
Un claro ejemplo de la protección del Estado hacia sus oficiales lo da Estados Unidos. En ese
país existe la política en el Ejército de que “ningún hombre se queda atrás”.
Esto significa que sus oficiales nunca serán abandonados por el gobierno, aunque se libre la
lucha más cruenta. No sólo el no abandono, sino que perseguirán a quienes atenten contra
ellos aunque deban trasladarse al último rincón del mundo para castigar a los responsables.
Recordemos el caso de Terry Watson, agente de la DEA asesinado, que ejemplifica lo
arriba enunciado: ningún asesinato de un policía, soldado o agente de la DEA
norteamericano queda en la impunidad.
Nuestro país ha sido víctima de violencia durante muchas décadas. El ciudadano colombiano
no ve a la Justicia como una institución fuerte y poderosa que protege a la sociedad.

3. Hemos visto, por ejemplo, la toma del Palacio de Justicia, los miles de militares asesinados
por el narcotraficante Pablo Escobar, la masacre de los agentes judiciales en La Rochela, y los
numerosos jueces, policías e investigadores que han perdido la vida como consecuencia de su
gestión laboral.