El documento argumenta que la educación ya no debe centrarse en el docente como transmisor de conocimiento, sino en el alumno como actor principal del proceso de aprendizaje. También señala que los currículos del siglo XXI deben integrar conceptos teóricos con habilidades prácticas y desarrollar competencias analíticas y sociales. Asimismo, propone que los currículos contemplen las competencias y conocimientos que los profesionales deben cumplir, involucrando a distintos actores en su desarrollo.
1. CURRÍCULO EN EL SIGLO XXI
Por: Wilmer J. Salinas M.
La educación a través de la historia ha centrado tradicionalmente el proceso de enseñanza
en los docentes, concibiendo que son la fuente del conocimiento, y que deben transmitir
el mismo a los alumnos siguiendo una serie de métodos o modelos preconcebidos y
reusados.
Es necesario entender cómo definir el aprendizaje, cómo conceptualizar el mismo en
nuestra realidad, destacando que ya no debemos centrarnos en que el docente es el actor
principal, dejando este rol para el alumno, el cual cada día tiene más responsabilidad en
cuanto al desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje, por lo cual se le debe
involucrar de forma más proactiva y directa en dicho proceso.
En la actualidad el reto de la enseñanza aprendizaje es distinto, pues el mundo cambiante
exige que se diseñen modelos que integren los conceptos teóricos, con las técnicas
prácticas, agregando habilidades analíticas y el buen desempeño social de los
profesionales y ciudadanos. Por lo tanto no podemos desarrollar currículos siguiendo el
modelo tradicional, debemos entonces considerar aspectos de gran importancia como lo
son: los conceptos básicos, las capacidades y habilidades y las destrezas que deben ser
desarrolladas o potenciadas en los alumnos.
El modelo curricular del siglo XXI exige una visión integral, que conjugue, por una parte, el
ámbito en el cual se deberá desenvolver el profesional a formar. Lo que exige la
investigación profunda de las áreas a dominar.
Por otra parte, es necesario conocer cuáles son las exigencias del entorno, del mercado,
de la sociedad, con lo cual tendremos un rumbo o dirección hacia la cual desarrollar
nuestra propuesta curricular.
Todo lo anterior debe ir de la mano del desarrollo o definición de competencias básicas,
para alinear el programa y temas a desarrollar con la necesidad de desarrollo de dichas
competencias.
Es necesario como indica Aguerrondo, entender el aprendizaje y el rol del alumno en este
proceso, definir los conceptos y contenidos que se desean transmitir y definir de forma
clara la metodología, proceso o estrategia de enseñanza a realizar.
Todo lo anterior debe sintetizarse en el desarrollo de un currículo que contemple las
competencias y conocimientos que el profesional en la materia debe cumplir, así como el
proceso que se debe llevar a cabo para lograr dichos objetivos. Para llevar a cabo esto,
debemos entender que es necesario que se involucre a los distintos actores en el
desarrollo del currículo, dirigiéndose de forma adecuada los esfuerzos de los distintos
2. profesionales, para lograr definir un currículo adecuado y que permita desarrollar un
profesional competente y exitoso.
Referencia Bibliográfica
CENTRO INTERUNIVERSITARIO DE DESARROLLO – CINDA. Diseño Curricular Basado
enCompetencias y Aseguramiento de laCalidad en la Educación Superior. Grupo Operativo
de Universidades Chilenas. Fondo de Desarrollo Institucional – MINEDUC – Chile
TOBÓN TOBÓN, SERGIO; PIMIENTA PRIETO, JULIO HERMINIO; GARCÍA FRAILE, JUAN
ANTONIO. Secuencias Didácticas: Aprendizaje y Evaluación de Competencias.
http://www.slideshare.net/SupervisionEscolarEstatal/secuencias-didacticas-tobon
AGUERRONDO, INÉS. UNESCO Oficina Internacional de Educación. Conocimiento Complejo
y Competencias Educativas. Ginebra, Suiza, 2009.