2. Sinopsis de la administración Hernandez Martinez.
Maximiliano Hernández Martínez fue un militar, dictador y
Presidente de El Salvador (1931-1944), cargo al que
accedió tras un golpe de Estado. Su mandato fue conocido
coloquialmente como martinato.
4. En este periodo de gobierno el general adoptó medidas positivas, como
cuando advirtió que los bancos y prestamistas iban a quedarse con muchas
propiedades debido a la situación económica, ya que habían comprometido
sus fincas, casas y empresas y como no podían pagar los préstamos, iban a
ser embargados. Se decretó legislativamente la ley moratoria, ley de
emergencia, la que posiblemente fue la más humana decretada durante su
larga administración, ya que los propietarios pudieron trabajar tranquilos, sin
miedo a ser despojados de sus bienes.
5. Durante su mandato obtuvo aciertos tales como la organización de la banca,
mediante la creación del Banco Central de Reserva y el Banco Hipotecario
entre 1934 y 1939, la eliminación momentánea de la deuda externa, la
creación de instituciones de crédito para el campesinado (Federación de Cajas
de Crédito Rural), la ejecución de proyectos de construcción de vivienda
asequible para obreros, el saneamiento de la tesorería nacional, el respaldo a
los productores de café, de azúcar y de algodón mediante medidas
económicas favorables para dichos rubros; la construcción de 300 kilómetros
de la Carretera Panamericana y la reducción de las deudas de pequeños y
medianos propietarios de tierras que estaban en proceso de embargo.
Además, su logro más recordado fue la reducción significativa de la
delincuencia, mediante el cumplimiento implacable de la ley.
Principales logros de su mandato.
6. Levantamiento campesino de 1932.
El levantamiento campesino de 1932 en El Salvador fue una mezcla entre
protesta e insurrección que acabó en etnocidio. Tras la llegada de los
españoles a territorio salvadoreño, la situación económica y social de los
nativos se caracterizó por la constante decadencia de las condiciones de vida,
la cual se incrementó en los años próximos a la independencia. En las últimas
horas del 22 de enero de 1932, miles de campesinos en la zona occidental del
país se alzaron en rebelión contra el régimen. Armados principalmente de
machetes, atacaron las haciendas de los grandes terratenientes y varios
cuarteles, obteniendo el control de algunas poblaciones como Juayúa,
Nahuizalco, Izalco y Tacuba.
7.
8. El resultado fue una respuesta militar del gobierno de Maximiliano Hernández
Martínez, quien ordenó la ejecución de todo aquel que se alzase contra el
régimen. Algunos autores estiman una cifra cercana a los 25.000 fallecidos.
Hasta la fecha, se sigue conmemorando los hechos como uno de los episodios
más emblemáticos y determinantes en la historia de El Salvador, por sus
secuelas políticas, económicas y ante todo, culturales.
9. Tras la matanza, Hernández Martínez se ocupó de llevar a todo el país
diversas obras teatrales, tales como Pero también los indios tienen corazón y
Pájaros sin nido, cuyo contenido pretendía matizar los hechos para aplacar los
rumores y los reclamos de algunos sectores. . Mandó destruir todos los
periódicos, artículos o panfletos que le fueran contrarios con respecto al tema;
el objetivo fundamental fue el de convencer a la opinión pública de que los
indígenas fueron confundidos por los comunistas y de que la insurrección
había sido financiada por la Unión Soviética, lo cual obligó a la matanza.
10. Dado que Hernández Martínez tenía pretensiones de extender su mandato
más allá de 1944, los militares, inconformes por los fusilamientos de oficiales
opositores, se alzaron contra el gobernante, y lo obligaron a capitular en tres
días. Fue entonces cuando la sociedad civil, manifestándose en contra de los
fusilamientos masivos de oficiales alzados, se rebeló mediante una huelga de
brazos caídos que desembocó en la renuncia del dictador.