El yodo es un elemento químico negro y lustroso que se encuentra en muy bajas concentraciones en la corteza terrestre y el agua de mar. Se obtiene principalmente a partir de yoduros presentes en el agua de mar y algas. El yodo forma parte de compuestos orgánicos e inorgánicos importantes y se usa ampliamente en medicina, fotografía y como desinfectante.
2. Características Principales:
El yodo o iodo es un elemento químico de número atómico 53 situado en el grupo de los
halógenos (grupo 17) de la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es I.
Además el yodo es un sólido negro y lustroso, con ligero brillo metálico, que sublima
en condiciones normales dando un gas de color violeta y olor irritante. Al igual que el
resto de halógenos forma un gran numero de compuestos con otros elementos, pero es el
menos reactivo del grupo y tiene ciertas características metálicas.
Es poco soluble en agua, mientras que se disuelve fácilmente en cloroformo, CHCl3, en
tetracloruro de carbono, CCl4, o en disulfuro de carbono, CS2, dando disoluciones de
color violeta. En disolución, en presencia de almidón da una coloración azul. Su
solubilidad en agua aumenta si se añade yoduro debido a la formación del triyoduro,
I3-.
Al igual que el resto de halógenos forma un gran número de compuestos con otros
elementos, pero es el menos reactivo del grupo y tiene ciertas características metálicas.
Puede presentar variados estados de oxidación: -1, +1, +3, +5, +7.
Abundancia y Obtención:
El yodo es el halógeno menos abundante, presentándose en la corteza terrestre con una
concentración de 0,14 ppm, mientras que en el agua de mar su abundancia es de 0,052
ppm.
El yodo se obtiene a partir de los yoduros, I-, presentes en el agua de mar y en algas, o
en forma de yodatos, IO3- a partir de los nitratos de Chile (separándolos previamente de
éstos).
En el caso de partir de yodatos, una parte de estos se reducen a yoduros, y los yoduros
obtenidos se hacen reaccionar con el resto de yodatos, obteniéndose yodo: IO3- + 5I- +
6H+ → 3I2 + 3H2O
Cuando se parte de yoduros, estos se oxidan con cloro y el yodo obtenido se separa
mediante filtración. Se puede purificar reduciéndolo y haciéndolo oxidarse con cloro.
2I- + Cl2 → I2 + 2Cl-
El yodo se puede preparar de forma ultra pura haciendo reaccionar yoduro de potasio,
KI, con sulfato de cobre, CuSO4.
Compuestos
El yodo diatómico (I2) en una disolución de yoduro (I-) forma poliyoduros como el
triyoduro, I3-, o el pentayoduro, I5-. También forma compuestos con otros haluros, por
ejemplo el IF8-.
3. En disolución acuosa puede presentar diferentes estados de oxidación. Los más
representativos son el -1, con los yoduros, el +5 formando yodatos, y el +7, peryodatos
(oxidante fuerte).
El yoduro de hidrógeno (HI), se puede obtener por síntesis directa con yodo molecular e
hidrógeno molecular, o bien con yodo molecular y un reductor.
Los yodatos (IO3- pueden obtenerse a partir de yodo molecular con un oxidante fuerte).
Algunos yoduros de metales pueden obtenerse por síntesis directa, por ejemplo:
Fe + I2 → FeI2
Y a partir de éste pueden obtenerse otros por sustitución.
Isótopos
Hay 37 isótopos de yodo, pero sólo el I-127 es estable. El radioisótopo artificial I-131
(un emisor beta) con un periodo de semidesintegración de 8 días se ha empleado en el
tratamiento de cáncer y otras patologías de la glándula tiroidea. El yodo-129 (con un
periodo de semidesintegración de unos 16 millones de años) se puede producir a partir
del xenón-129 en la atmósfera terrestre, o también a través del decaimiento del
uranio-238. Como el uranio-238 se produce durante cierto número de actividades
relacionadas con la energía nuclear, su presencia (la relación 129I/I) puede indicar el
tipo de actividad desarrollada en un determinado lugar. Por esta razón, el yodo-129 se
empleó en los estudios de agua de lluvia en el seguimiento del accidente de Chernobil.
También se ha empleado como trazador en el agua superficial y como indicador de la
dispersión de residuos en el medio ambiente. Otras aplicaciones pueden estar impedidas
por la producción de yodo-129 en la litosfera a través de un número de mecanismos de
decaimiento. En muchos aspectos el yodo-129 es similar al cloro-36. Es un halógeno
soluble, relativamente no reactivo, existe principalmente como anión no solvatado, y se
produce por reacciones in situ termonucleares y cosmogénicas. En estudios
hidrológicos, las concentraciones de yodo-129 se dan generalmente como la relación de
yodo-129 frente al yodo total (prácticamente todo yodo-127). Como en el caso de la
relación 36Cl/Cl, las relaciones 129I/I en la naturaleza son bastante pequeñas, 10-14 a
10-10 (el pico termonuclear de 129I/I durante las décadas 1960 y 1970 alcanzó unos
valores de 10-7). El yodo-129 se diferencia del cloro-36 en que su periodo de
semidesintegración es mayor (16 frente a 0,3 millones de años), es altamente biofílico y
se encuentra en múltiples formas iónicas (generalmente I- y yodatos) que tienen distinto
comportamiento químico.
Los geoquímicos han calculado que la proporción de yodo en la corteza terrestre viene a
ser de una o dos cienmilésimas por ciento; no obstante, el yodo existe en todas partes.
Quizás podamos nosotros decir todavía más: no hay nada en el mundo que nos circunda,
donde los métodos analíticos de gran precisión no descubran la presencia de átomos de
yodo.
Todo está impregnado de yodo. La tierra dura, las rocas, incluso los cristales más puros
del transparente cristal de roca o espato de Islandia, contienen bastantes átomos de
yodo. Considerablemente más lo contiene el agua de mar y también, en gran cantidad,
se halla en las aguas corrientes, en el suelo y, sobre todo, en las plantas, los animales y
el hombre. Nosotros aspiramos el yodo del aire que respiramos, pues se halla saturado
de sus vapores; introducimos yodo en nuestro organismo con la comida y con el agua.
Sin yodo no podemos vivir. Los métodos de análisis y observación más precisos no han
podido descubrirnos su enigmático origen, ya que ni en las profundas rocas eruptivas, ni
4. en las masas fundidas de los magmas emergidos, no se conoce ni un solo mineral en
cuya composición intervenga el yodo.
Los geoquímicos explican su historia en la Tierra de la forma siguiente: En tiempo
remoto, antes de la historia geológica de la Tierra, cuando nuestro planeta se cubrió por
vez primera de corteza dura, los vapores volátiles de diversos elementos envolvían con
nubes espesas la tierra aún caliente.
Entonces, el yodo, junto con el cloro, se desprendieron de lo hondo de los magmas
líquidos de nuestro planeta, entonces también, se apoderaron de él las primeras
corrientes de agua depositadas al condensarse los vapores calientes, y los primeros
océanos de los cuales se originaron posteriormente los mares, concentraron en su masa
el yodo de la atmósfera terrestre
El yodo se halla también disuelto en la atmósfera; su distribución en el aire, según los
datos analíticos, obedece a una ley determinada y estricta: su cantidad varía con la
altura. En las alturas del Pamir y Altái, a más de 4.000 metros, hay mucho menos yodo
que al nivel de Moscú o de Kazan.
Pero el yodo existe no sólo en la Tierra, lo hallamos también en los meteoritos que caen
desde los espacios ignorados del universo. En las atmósferas del Sol y las estrellas, los
hombres de ciencia lo buscan hace tiempo con ayuda de métodos nuevos, pero, por
ahora, infructuosamente.
El agua de mar contiene bastante yodo: dos miligramos por litro, y esto es ya una
cantidad apreciable. El agua marina se espesa en las costas, estuarios y lagos de litoral;
allí se acumulan las sales y recubren la orilla con su manto blanco. Estas
concentraciones salinas han sido bien estudiadas en las costas de Crimea, en el mar
Negro, así como en los lagos del Asia Central. Pero en ellas no existe yodo. Se esconde,
por lo visto, en algún otro lugar. Al parecer, cierta cantidad se concentra en el fondo, en
el limo, gran parte se evapora, marchando al aire, y sólo una pequeña parte queda en las
salmueras residuales. Allí donde se acumulan las sales de potasio y bromo, yodo casi no
hay.
Aplicaciones:
El 50% de la producción del I2 se emplea para formar compuestos orgánicos yodados.
Cerca de un 15% se usa como I2 y otro 15% en la producción de KI. El resto se utiliza
para obtener otros compuestos inorgánicos.
En sitios en donde hay poco aporte de yodo a través de la dieta (normalmente en zonas
del interior, en donde no se consumen alimentos marinos) el déficit en yodo puede
causar bocio, por tanto llamado bocio endémico. En muchos de estos sitios esto se
previene mediante la adición de yoduro de potasio, KI, a la sal común, NaCl, lo que se
denomina sal yodada.
La tintura de yodo es una disolución de yodo y KI en alcohol, en agua o en una mezcla
de ambos (por ejemplo, 2 gramos de yodo y 2,4 gramos de KI en 100 ml de etanol) que
tiene propiedades como antiséptico. Se emplea como desinfectante de la piel o para
limpiar heridas. También se puede emplear para desinfectar el agua.
5. Los compuestos de yodo son importantes en el campo de la química orgánica y son muy
útiles en medicina; yoduros, así como la tiroxina, que contiene yodo, se emplean en
medicina interna.
El yoduro de potasio, KI, se emplea en fotografía.
Se emplea yodo en las lámparas de filamento de wolframio para alargar su vida útil.
El triyoduro de nitrógeno, NI3, es un explosivo de impacto, demasiado inestable para
comercializarlo, pero que se puede preparar fácilmente de forma casera.
Deficiencias y exceso del yodo:
En áreas donde hay poco yodo en la dieta (alejados del mar) la deficiencia de yodo
puede causar hipotiroidismo, cuyos síntomas incluyen fatiga extrema, bocio, retardo
mental, depresión, ganancia de peso, disminución del metabolismo basal y disminución
de la temperatura basal (hipotermia). En mujeres embarazadas puede producir abortos y
deformidades fetales, así como retardo mental posterior en los niños. (4) Existen dos
enfermedades causadas por la deficiencia de yodo severa, estas son el cretinismo y el
bocio.
Cretinismo: condición asociada a la deficiencia de yodo.
Existen dos tipos de cretinismo: Cretinismo neurológico, en el que se observa retardo
mental, retardo del crecimiento corporal, rigidez muscular, convulsiones y sordomudez.
Cretinismo Mixedematoso: (puede observarse en zonas africanas), se caracteriza por
enanismo, poco desarrollo mental, mixedema y estrabismo.
Bocio: La ausencia o disminución de hormonas tiroideas en la sangre, conduce a una
elevación en los niveles de TSH, la cual estimula anormalmente a la tiroides, causando
aumento en la proliferación celular y vascularización lo que resulta en agrandamiento de
la glándula o hipertrofia llamada Bocio.
Puede deberse a una alteración inmunológica que conduce a una producción excesiva de
hormonas tiroideas, las cuales no permiten el funcionamiento fisiológico de la glándula
tiroides, o también por un consumo excesivo de yodo a través de alimentos ricos en
yodo como las algas o suplementos dietéticos utilizados para promover la pérdida de
peso que son altos en yodo. Los síntomas incluyen: aumento de la tasa metabólica basal,
apetito voraz, sed, pérdida de peso, debilidad general, intolerancia al calor, nerviosismo,
problemas cardiacos entre otros.
Precauciones:
El yodo es corrosivo, es necesario tener cuidado cuando se maneja yodo pues el
contacto directo con la piel puede causar lesiones. El vapor de yodo es muy irritante
para los ojos. Al mínimo contacto dar unas dosis de colirio al ojo/s. También es
peligroso para las membranas mucosas. La concentración de yodo en el aire no debe
exceder 1 mg/m3. Cuando es mezclado con amoniaco, puede formar triyodo de
nitrógeno el cual es extremadamente sensible y capaz de explotar inesperadamente.