1. Violencia en los jardines infantiles.
Comunicación oral y escrita II.
Viviana Contreras Pinochet.
Javiera López González.
Alejandra Reyes Salazar.
Carla Soruco Inostroza.
Nancy Delpilar Tapia Navarrete.
12 de Noviembre de 2018.
Índice
3. La educación parvularia es la base que se recibe en el ámbito educativo en chile. Se
denomina párvulo a los niños entre 84 días y hasta los 6 años de edad. Es en este proceso
donde los niños inician su proceso de aprendizaje, potencialidad intelectual, coordinación
corporal, desarrollo psicomotriz y locomotriz, y aprendizaje social. Cabe destacar que esto
a pesar de ser para la seguridad y cuidado del niño o niña, aún así se ve afectado por los
múltiples maltratos que existen por parte de algún individuo de la institución. Se ha
demostrado que el maltrato produce un aumento desproporcionado en su zona cerebral,
afectando principalmente en lo que trata de ansiedad y miedo, haciendo que el niño o niña
ocupe esto como modo de defensa, en lugar de utilizarlo para su propio aprendizaje y
desarrollo, disminuyendo además la capacidad de comunicarse, establecer relaciones sanas
o interactuar con otros de forma natural.
El maltrato dentro de los jardines infantiles es una problemática que cada vez está siendo
más relevante en nuestra sociedad y que va en aumento cada año. Un niño o niña es víctima
de maltrato, cuando sufre ocasional o constantemente de maltrato físico, emocional e
incluso sexual de parte de un individuo, en este caso, dentro de instituciones que
supuestamente les deberían brindar apoyo y contención en su etapa de crecimiento.
La superintendencia de Educación cada año recibe cientos de denuncias por maltrato a
menores de hasta seis años de jardines infantiles a todo lo largo del país, asimismo la causa
del mismo es por el mal cuidado de parte de las funcionarias hacia los menores. Si bien los
jardines infantiles son el lugar perfecto donde dejar al cuidado a los pequeños, no se puede
dejar de lado el abuso de poder que suelen tener ciertos individuos sobre los menores.
Muchas de estas denuncias no son de carácter público lo que se nos hace muy difícil
encontrar información real y concisa de los sucesos, más bien es aquí donde ha jugado un
rol importante la televisión, ya que gracias a pequeños videos hemos logrado dar con
algunos casos impactantes de maltrato infantil y la carencia de importancia o conocimiento
que desde ahí le están dando las madres y padres. Si comenzamos a ver todas las causas que
nos ayude a cooperar con esta problemática respecto al maltrato de las funcionarias hacia
los menores, las principales serían las siguientes:
- Que no le agrade el niño o niña, y la careza de sensibilidad humana hacia un menor.
- Que no tenga paciencia y tolerancia con párvulos.
- El poco interés en el trabajo que realiza.
4. - La falta de regulación en los jardines infantiles.
- La poca preocupación de los directores de lugar al contratar personas no apropiadas para
el trabajo
La constante duda de que es lo que sucede al interior de los jardines infantiles y de si se
está dando el cuidado adecuado a los menores nos hace buscar y cerciorarnos de esto de
alguna u otra manera. Nos hemos dando cuenta con el paso de estos últimos años que el
maltrato en edad párvulo está siendo cada vez más frecuente y es que en muchos casos que
esto ocurre a causa de las mismas asistentes técnico que deberían cuidarlos. Desde darles
un apretón en alguna parte de su cuerpo, hasta empujarlos o gritarles, hace que el niño
pierda cierta capacidad de poder relacionarse con normalidad en cualquiera de sus ámbitos,
siendo ahí cuando los padres recién pueden darse cuenta de lo que está sucediendo, ya que
los niños tienden a cambiar su comportamiento por uno más agresivo o retraído, teniendo
molestias al dormir, tratando de imitar lo que les hacen entre otras cosas. “Debemos
aprender que el maltrato es violencia y que la violencia no nos permite construir, no nos
permite crecer, no nos permite ser el país moderno y justo, que estoy segura es el Chile al
que todos aspiramos”, Michelle Bachelet, Presidenta de la República. Entender el daño que
provoca el maltrato infantil hacia los párvulos, no les permite crecer como personas y los
hace vivir con miedos sin que sean los culpables.
Por otro lado también se ha logrado rescatar algo de información de las noticias, ya que es
uno de los medios que entrega de forma concisa la información y con evidencia que no
puede dejar de lado el tema, ya que nos absorbe más en este para así entender que lo que
está sucediendo en el país es algo muy grave. Pero a pesar de esto, no hay información
suficiente que nos ayude a cerciorarnos de cuál es el factor que provoca este tipo de actos.
A pesar de la implementación de los jardines infantiles y salas cunas están realizando un
mal funcionamiento de sus instalaciones permitiendo que personas sin las capacidades
suficientes para cuidar y brindar ayuda a los menores, estén en su cuidado en lugar de
personas que si están realmente capacitadas y con la disposición necesaria para cuidar de
estos inofensivos niños y niñas que no podrían hacerle ningún daño a nadie.
Son estos los grandes problemas que están sufriendo nuestros niños entre los 84 días de
nacidos a los 6 años, por la culpa de la falta de profesionalismo, la falta de vocación o los
altos estándares de estrés que pueden estar sometidas las educadoras de párvulo, en
5. conjunto con nuestro grupo realizamos una estadística basadas en los datos adquiridos de
UNICEF, la cual deja en claro los tipos de violencia presentes en los establecimientos.
UNICEF Chile. Fuente: http://unicef.cl/web/prevencion-de-la-violencia/estadisticas/
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia o Unicef es un programa que provee
ayuda humanitaria y de desarrollo a niños y madres en países en desarrollo. Dicho
programa está en conocimiento de las dificultades que en Chile presentamos ante el
maltrato infantil. En Chile la violencia hacia los niños o niñas es una práctica frecuente, se
normaliza el hecho que la mayorìa de nuestros padres y abuelos fueron criados de esta
forma, con violencia, por lo cual el patrón es repetitivo. Segùn una encuesta realizada por la
Unicef en Chile, el 73,6% de los niños, niñas y adolescentes sufre violencia física o
sicológica de parte de sus padres, familiares, conocidos o alguna instituciòn como los
jardines infantiles, salas cunas, etc. “Las agresiones psicológicas más frecuentes por parte
de los padres son gritar, castigar, insultar o no hablar por largos períodos con sus hijos. Las
manifestaciones más comunes de violencia física leve son las cachetadas, tirones de pelo o
zamarreos. De las conductas catalogadas como violencia física grave, las más habituales
son golpear a los niños con objetos, correas, pies o puños” (Unicef, Estudio Unicef, 2000,
p.4)
6. De una muestra total de 41 personas equivalente al 100% de los encuestado, 35 de ellos
equivalente al 86% respondieron que sí habían escuchado sobre violencia en jardines
infantiles, esto quiere decir que la violencia en jardines infantiles se ha vuelto una realidad
latente en la sociedad chilena. Si bien, es cierto, la Convención sobre los Derechos del
Niño(1990), señala que, para posibilitar que el niño o niña pueda desarrollarse en forma
plena y en un ambiente de armonía, este debe crecer en el seno familiar; sin embargo,
“observamos que quienes deben cuidarlos, darles afecto y asegurar el ejercicio de sus
derechos, son quienes precisamente los violentan y transgreden, dejándolos en una
situacion de vulneracion”. (Valdebenito y Larraín, 2007).
Ciertamente los primeros años de vida del niño y la niña tienen un impacto esencial en el
desarrollo de la inteligencia, de la personalidad y del comportamiento social del ser humano
en sus años posteriores. (High Scope, 1994).
7. De una muestra total de 41 personas equivalente al 100% de los encuestados 26 de ellos
equivalentes al 63% respondieron que no era buena la seguridad en jardines infantiles, esto
quiere decir que la sociedad chilena piensa que sus hijos no se encuentran seguros en un
jardín infantil.
Esto se debe probablemente a que los niños evaluados fueron distribuyéndose en distintas
salas a lo largo del estudio y otros fueron desertando, por lo que la potencia al cruzar los
datos de todos los niños de una sala con sus prácticas pedagógicas se mermó
considerablemente, posiblemente porque no estuvieron expuestos en forma continua a un
ambiente educativo de calidad (Ramey & Ramey, 2006).
Conclusión
8. En base a la investigación entregada en este trabajo podemos concluir que la violencia en
los jardines infantiles es un problema social que afecta a nivel paìs, donde la principal
problemática es la nula fiscalización de parte del gobierno o ejes corporativos en la
contratación de personal no capacitado para el cuidado y bienestar del párvulo.Y para
ello,es necesaria una extrema preocupación de los organismos públicos, las educadoras y
los familiares para detectar estos delitos.
Elba Vicencio hizo un llamado a los padres a preferir las salas cunas y jardines infantiles
empadronados, que dan mayores garantías por sobre los "piratas", que superan el centenar
en la Región.
Asimismo,todas las municipalidades de la región deberán dar un informe sobre las patentes
entregadas para el funcionamiento de establecimientos que cuidan menores. De esta
manera, se podrá invitar a los no empadronados a ingresar a este registro que busca
asegurar la calidad de sus servicios.
Para dar soluciòn a este problema es necesario que los o las agresoras sean castigadas, que
las familias sean informadas sobre los riesgos y derechos que sus hijos tienen dentro de
estos recintos. Tomar en cuenta la fiscalización permanente dentro de los jardines infantiles
y la rigurosidad en el contrato de personal.
La convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por Chile en 1990, en su artículo 19
establece que “ los estados partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas,
sociales y educativas apropiadas para proteger al niño o niña contra toda forma de
perjuicio o abuso físico y/o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotaciòn ,
incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, un
representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”.