Este documento discute cuatro razones por las cuales Dios podría no responder inmediatamente a las oraciones: 1) Cuando se pide algo fuera de la voluntad de Dios; 2) Cuando Satanás se opone; 3) Cuando Dios está probando la fe del creyente; y 4) Cuando Dios se toma su tiempo para responder de acuerdo a su plan perfecto. El documento también anima a los creyentes a mantener su fe en Dios a pesar de los períodos de silencio, ya que Dios siempre tiene el poder y la voluntad de ayudar.
1. 1 Pastor David N. Zamora.Iglesia Misionera de Tampa.Marzo 13 del 2016.
Cuando Dios no responde LM 03/13/16
“Estoy agotado de gritar por ayuda; tengo la garganta reseca. Mis ojos están hinchados de
tanto llorar, a la espera de la ayuda de mi Dios.” (Salmos 69:3 NTV).
Introducción.
Muchos creyentes se anticipan al alba a orar cada día, buscan al Señor temprano en la madrugada,
en la tarde, antes de irse a dormir, hacen vigilias, ayunos y dedican tiempo para orar a Dios.
Anhelamos sentir el calor de la presencia de Dios, escuchar sus palabras, y sólo encontramos un
silencio sepulcral y desconcertante. Es como si Dios no nos escuchara y no tuviera interés en
respondernos ¿Responde o no responde Dios nuestras oraciones?
No es mi interés agotar el tema, ni tampoco decirle que vengo con la última revelación sobre este
asunto. Sólo quiero compartir con ustedes cuatro razones que revela la biblia sobre el tema.
A. CUANDO SE PIDE FUERADE LAVOLUNTAD ABSOLUTADE DIOS.
En la epístola de Santiago encontramos la siguiente observación: “No consiguen lo que quieren
porque no se lo piden a Dios. Y cuando le piden a Dios no reciben nada porque la razón por la
que piden es mala, para poder gastar en sus propios placeres” (Santiago 4:2, 3 PDT). Santiago
menciona los problemas más comunes por lo que no recibimos respuesta de Dios:
1. no pedir. Pedirle a Dios implica darle participación en nuestra vida, familia, finanzas, negocios y
trabajos. Algunos piensan que Dios es para la iglesia. Que el Nombre de Jesús es para terminar una
oración. Que la Biblia es para sacerdotes y pastores. Que la oración es para los ancianos de la
iglesia. NO hay peor error que pensar así. El quiere y una relación personal, donde reine la
confianza de padre a hijo. Jesucristo dijo “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os
abrirá.” (Mateo 7:7). Si no pedimos no recibimos…
2. pedir las cosas erróneas. No se nos ocurriría pedirle un elicóptero a nuestro padre. Jacobo y
Juan pidieron equivocadamente sentarse uno a la derecha y el otro a la izquierda (Marcos 10:35-40).
No debemos buscar que Dios se ajuste a nuestro plan, ni que bendiga lo que ya decidimos hacer sin
antes haber contado con Él primero. No podemos torcerle el brazo a Dios. Si Dios hubiera
respondido todas nuestras peticiones, a ¡dónde estaríamos! ¡Qué hubiera sido de nosotros!
3. pedir por razones equivocadas. Si las cosas que pedimos, son egoístas [pensando únicamente
en nuestra conveniencia y no en la de los demás, ni en glorificar a Dios]; entonces no es esperemos
que Dios las conceda. Dios conoce las motivaciones con las que le pedimos. Él evalúa el corazón. El
objetivo verdadero de la oración debe ser decirle a Dios: «Hágase Tu voluntad». La oración de
Cristo en el Getsemaní debe ser nuestra oración: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero
no se haga mi voluntad, sino la tuya.” (Lucas 22:42). [El leproso dijo: “Señor, si quieres, puedes
limpiarme.” (Mateo 8:2)].
Deberíamos preguntarnos: ¿Por qué pedimos lo que pedimos? ¿Cómo está nuestro corazón?
Recordemos que Dios nunca concederá una petición que esté fuera de Su voluntad ya revelada
(Juan 15:7), y que no provenga de un corazón realmente arrepentido y que ame a Dios cada día
más. “Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su
voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar
seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.” (1 Juan 5:14,15 NVI).
B. CUANDO SATANÁS SE OPONE ALA RESPUESTA.
“Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a
humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo
he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he
aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme,…” (Daniel 10:12, 13).
2. 2 Pastor David N. Zamora.Iglesia Misionera de Tampa.Marzo 13 del 2016.
Daniel llevaba 21 un día de ayuno y oración por su pueblo. El oraba por el cumplimiento de las
profecías del profeta Jeremías sobre su pueblo Israel. Los poderes espirituales trataban de impedir
que Daniel recibiera revelación del futuro de su pueblo y, por tanto, un entendimiento de los
propósitos eternos que Dios tenía para con su pueblo Israel.1
Este es uno de los ejemplos más claros en el AT de que ejércitos de demonios se oponen a los
propósitos de Dios, que las luchas terrenales a veces son el reflejo de las luchas que tienen lugar en
los cielos, y que el ayuno y la oración pueden influir en su resultado.
Esto nos enseña que Satanás emprende guerra espiritual para influenciar a generaciones y
naciones enteras en contra de Dios, de su pueblo Israel y de Su iglesia.2
Pero tenemos la promesa
bíblica de que Él está con nosotros “como un poderoso guerrero” (Jeremías 20:11). Eliseo en Dotán
(2 Reyes 6).
Enfrentamos un ejército poderoso que tiene por meta destruir la Iglesia de Cristo. Satanás lucha
constantemente en contra de todos los que están del lado del Señor. Él se opone a todo lo que viene
de Dios para tu vida, tu familia y la iglesia. A través de sus principados y potestades y agentes
demoníacos se opone a todas las oraciones de los santos.
La mejor forma de enfrentar esta guerra espiritual es siguiendo el consejo del apostol Pablo que le
dice a los efesios “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra
las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:11, 12). “porque las armas
de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,” (2
Corintios 10:4).
C. CUANDO ESTAMOS SIENDO PROBADOS POR DIOS.
Cuando Dios está probando nuestra fe, en medio de esas pruebas, parece como que Dios no nos
escucha. Que se va del escenario. Y creemos que no podremos resistir.
Dios no nos prueba porque quiera saber cuanto podemos resistir ni porque quiera comprobar
nuestro potencial. “Todo lo sabes de mi, cuando miras el corazón, todo lo puedes ver muy dentro de
mi”, -dice Marcos Witt en una de sus canciones.
Cuando Dios prueba nuestra fe es para beneficio nuestro, para que aprendamos a depender de Él
en todo. Para que maduremos en nuestro carácter. Para que Cristo sea formado en nuestras vidas.
Para que nos convenzamos de que con Él, todo es posible. Dios desea equiparnos para nuevos
proyectos divinos y por lo tanto nos lleva por diferentes etapas de la vida. Cristo estableció un
principio en su reino: "Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré." (Mateo 25:23).
También cuando somos tentados por el diablo, el mundo y nuestra carne, le pedimos ayuda al
Señor, y pareciera que estamos a expensas de nuestras debilidades y de los planes de satanás.
Pero debemos recordar que “Dios es fiel y no va a dejar que sean tentados más allá de lo que
puedan soportar. Así que sepan que cuando sean tentados, van a poder soportar, porque
Dios les dará una salida.” (1 Corintios 10:13 PDT). El consejo de Santiago es “Someteos, pues, a
Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.” (Santiago 4:7).
A pesar de todas las revelaciones que el apóstol Pablo había recibido de parte de Dios, él reconoce
un aguijón (espina) que se ha convertido en una prueba de su caráccter y personalidad y del
ministerio. Ha orado para que el Señor la quite, y la respuesta divina fue: “Bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” (2 Corintios 12:9).
1
Carson, D., France, R., Moty er, J., & Wenham, G. (2000). Nuevo comentario Bı́blico: Siglo veintiuno (electronic ed.) (Dn 10.10–11.1). Miami: Sociedades
Bı́blicas Unidas.
2
MacArthur, J. (1997). Biblia de Estudio MacArthur (Dn 10.13). Nashv ille, TN: Thomas Nelson.
3. 3 Pastor David N. Zamora.Iglesia Misionera de Tampa.Marzo 13 del 2016.
D. CUANDO DIOS SE TOMASU TIEMPO.
“Pero, cuando llegó el día señalado por Dios, él envió a su Hijo” (Gálatas 4:4 TLA). El tiempo
de Dios es perfecto. No fue ni antes ni después el momento cuando Dios envió a su Hijo al mundo,
sino en el momento señalado por Dios para la venida de Cristo. Fue justo el tiempo cuando estaba
previsto en el plan eterno. Así también será su segunda venida (Mateo 25:13).
Jesús comienza su oración sacerdotal de Juan 17 diciendo: “Padre, la hora ha llegado, glorifica a
tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;” (Juan 17:1). Después de tres años y medio
de enseñar, sanar y soportar los abusos de los líderes, había llegado la hora para la cual Cristo
había venido al mundo.3
Cuando nos preguntamos si Dios responderá o no muestras oraciones, nunca debemos dejar de
confiar en El o desesperarnos, porque Él se toma su tiempo. Nunca está apurado. Para “el Señor un
día es como mil años, y mil años como un día.” (2 Pedro 3:8).
Ejemplos bíblicos de personas que esperaron el tiempo de Dios:
Abraham esperó 25 años para que Dios cumpliera la promesa de Isaac (Génesis 15-17).
José esperó más de 10 años desde que fue vendido como esclavo hasta que ocupó el cargo de
primer ministro del imperio egipcio (Génesis 37:2; 41:46).
Jesús esperó cuatro días para ir a Betania a resucitar a su amigo Lázaro. “Oyéndolo Jesús,
dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de
Dios sea glorificado por ella.” (Juan 11:4). La creencia judía era que a la muerte el espíritu
rondaba el cuerpo por tres días. Durante ese período alguien podía revivir porque el espíritu
podía ver su cuerpo y retornar hacia él. Pasado tres días el espíritu se iba, por lo que no existía
la posibilidad de que el cuerpo volviera a la vida, estaba completamente muerto. Jesús llegó al
cuarto día, de haber muerto Lázaro, para que al resucitarlo nadie cuestionara el milagro.4
“Dijo
Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya,
porque es de cuatro días.” (Juan 11:39).
CONCLUSIONES
Uno de los propósitos de satanás es que el creyente dude de Dios, de su Palabra, de su poder y de
su bondad infinita. El silencio de Dios no implica impotencia, ni indiferencia, ni apatía. No significa
que a Dios no le importe lo que está suediendo a nuestro alrededor.
Cuando parezca que Dios no responde, y estés a punto de renunciar porque te abandonan las
fuerzas, te animo a que afirmes tu fe en estas promesas de Dios:
“Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú;
Dios mío, no te tardes.” (Salmos 40:17).
“Dios tiene poder para hacer mucho más de lo que le pedimos. ¡Ni siquiera podemos
imaginar lo que Dios puede hacer para ayudarnos con su poder!” (Efesios 3:20 TLA).
LLAMADO A SALVACIÓN…
ORACIÓN POR LAIGLESIA Y VISITAS PRESENTES…
3
Platt, A. T. (1995). Estudios Bı́blicos ELA: Para que creáis (Juan) (124). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.
4
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