2. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
2
4
3
5
11
17
23
30
36
8
14
20
26
33
42
INTRODUCCIÓN
Menor ritmo de crecimiento y más descontento
Oscar Ugarteche
Tendencias políticas en América Latina y el Caribe
Hugo Cabieses Cubas
La ruta irregular de los gobiernos‘progresistas’
Ramiro Escobar La Cruz
Nuevos esquemas de militarización
en Latinoamérica
Luis Ángel Saavedra
Movimiento colectivo por la soberanía alimentaria
José Elosegui
La reconquista del derecho a la salud:
Lecciones preliminares de un proceso inconcluso
Eduardo Cáceres Valdivia
Entrevista a lideresas indígenas Gladis Vila Pihue,
Perú, y Mónica Chuji Gualinga, Ecuador
Elsa Chanduví Jaña y Luis Ángel Saavedra
Comercio, economía y políticas en la región:
Nos unimos o morimos
Hugo Cabieses Cubas
El extractivismo no es inevitable:
Hay que buscar alternativas
Carlos Monge Salgado
Agendas y culturas políticas en
los movimientos sociales latinoamericanos
Raúl Zibechi
Teologías de la liberación y comunidades
eclesiales de base: Nuevos sujetos,
nuevos contextos y nuevos desafíos
Ana Mercedes Pereira Souza
La lucha de las mujeres por sus cuerpos y territorios
Rocío Alorda Zelada
Ciudadanos con poder: Internet
como fuerza de los movimientos sociales
Esther Vargas
Noticias Aliadas – Informe especial
Agenda política de los movimientos
sociales en América Latina
Producido por COMUNICACIONES
Aliadas, organización no
gubernamental con sede en Lima, Perú,
que desde 1964 produce información
y análisis independiente y confiable.
Nuestro objetivo es aportar a procesos
de incidencia dirigidos a la afirmación de
derechos y la construcción de políticas
públicas.
Dirección y edición general:
Elsa Chanduví Jaña
echanduvi@comunicacionesaliadas.org
Editora: Cecilia Remón Arnaiz
Traducción: Dana Litovsky
Diseño y diagramación:
Enrique Hernández Uribe
Publicación auspiciada por:
American Jewish World Service (AJWS)
Comunicaciones Aliadas
Calle Comandante Gustavo Jiménez 480,
Lima 17, Perú.
Telf.: (511) 4603025 / 4605517
www.comunicacionesaliadas.com
También disponible en pdf en español e inglés:
www.noticiasaliadas.org
www.latinamericapress.org
3. 3
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
Introducción
E
ldescontentosocialfrenteaunmodeloeconómicoque
no solo excluye de sus beneficios a diversos sectores
de la sociedad sino que muchas veces constituye una
amenaza para estos, es el marco dentro del cual se movilizan
en forma cada vez más creciente campesinos que reclaman
acceso a la tierra cultivable y al agua, poblaciones afectadas
por las industrias extractivas que exigen un ambiente sano,
pueblos indígenas que demandan la consulta previa, libre e
informada y su autodeterminación, jóvenes que reclaman
acceso a educación de calidad y derechos laborales,
organizaciones de mujeres que exigen equidad de género
y el derecho a una vida sin violencia, ciudadanos/as que
reivindican el derecho a recibir una comunicación plural e
imparcial y a tener la oportunidad de hacer escuchar su voz,
entre otros.
Podemos decir que estos son algunos de los principales
procesossocialesqueestánmarcandotendenciaenAmérica
Latinayquelasorganizacionesycolectivossocialesinmersos
en estos procesos constituyen las principales fuerzas que
pugnan por un cambio en la región.
La agenda política de los movimientos sociales en la
región prioriza un cambio del modelo económico neoliberal
extractivista quebeneficiaalasgrandescorporacionesacosta
de la destrucción de bosques y contaminación de fuentes
de agua y la invasión de territorios indígenas; un cambio en
el sistema alimentario global basado en el monocultivo de
alimentosyresponsabledecercadelamitaddelosgasescon
efecto invernadero globales que generan el calentamiento
global; un cambio en la producción de energía basada en los
combustibles fósiles; un cambio en el consumismo global
queimpactaseriamenteenlosbienesnaturalesyelequilibrio
ecológico.
Las organizaciones y movimientos sociales defienden
planteamientos que generen alternativas para este cambio
de rumbo como son la necesidad de una diversificación
productiva, el uso sostenible de los bienes naturales y de
fuentesdeenergíalimpiayrenovable,elimpulsodesistemas
agrícolas ecológicamente adecuados y diversos como es la
agroecología que incluye el rescate y cuidado de las semillas
nativas como una estrategia de soberanía y seguridad
alimentaria, la economía solidaria, patrones de consumo
sustentables.
El planteamiento de un cambio en el modelo económico
imperante no sólo se sustenta en los graves daños que
causa a la naturaleza y en el hecho que genera el cambio
climático, sino también en que afecta los derechos humanos
y profundiza las desigualdades sociales y de género. Es
precisamente en demanda del reconocimiento y la vigencia
desusderechosqueseorganizanysemovilizan estudiantes,
jóvenes,mujeres,campesinos,pueblosindígenas, pobladores,
trabajadores,ambientalistas,personasdeladiversidadsexual.
Son todas/os ellas/os actores políticos de su propio cambio y
delaluchaporloscambiosestructuralesqueserequierenpara
alcanzar una vida sostenible.
Precisamenteparareferirsea losprincipalesprocesossociales
que están marcando tendencia en América Latina y cuáles son
las organizaciones sociales inmersas en estos procesos que
constituyen las principales fuerzas que pugnan por un cambio
en la región es que invitamos a especialistas y corresponsales
de Noticias Aliadas, en el marco de sus 50 años de existencia,
a participar con sus aportes, los que hemos publicando entre
noviembre del 2014 y marzo del 2015, y que recopilamos en
este informe especial.
Sus aportes, por los que les estamos muy agradecidos,
ofrecen un panorama global de los temas claves de la agenda
política de los movimientos y organizaciones sociales de
AméricaLatinayelcontextosocioeconómicoypolíticoenelque
se desarrollan. Dejan claro que no basta contar con gobiernos
progresistas en la región si no se construyen alternativas reales
al modelo imperante.
Noticias Aliadas, el servicio de información y análisis de
Comunicaciones Aliadas, inició en julio de1964 su cobertura
semanal de información y análisis independiente y confiable
sobre América Latina y el Caribe con énfasis en los problemas
y situaciones que transgreden los derechos humanos de
las poblaciones en situación de vulnerabilidad y menos
favorecidas,paradifundirlaentrepersonas,gruposeinstancias
que desde su quehacer puedan aportar a la construcción de
sociedades más justas.
A lo largo de estas cinco décadas, en forma ininterrumpida,
las publicaciones informativas periódicas producidas por
NoticiasAliadas—ysuversióneninglésLatinamericaPress,que
se publica desde 1969—han tenido como propósito aportar
a procesos de promoción y defensa de derechos impulsados
pormovimientosyorganizacionessocialesquecreenqueotro
mundo es posible.
Conesteinformeespecial—cuyapublicaciónhasidoposible
gracias al apoyo de American Jewish World Service (AJWS)—
queremoscontribuiralareflexiónsobrelasdemandasdejusticia
de los actores políticos en América Latina, sus nuevas formas
de organización y las propuestas de alternativa al modelo
capitalista neoliberal que construya otro modo de vida, que
promuevaunequilibrioentrelossereshumanosylanaturaleza,
que sustituya el consumo para“vivir mejor”por el“buen vivir o
vivir bonito”planteado por los pueblos indígenas que recoge
la riqueza de nuestra diversidad y que abre el camino para
construir colectivamente ese nuevo mundo que queremos.
Elsa Chanduví Jaña
Directora Ejecutiva
Comunicaciones Aliadas
Lima, abril del 2015
4. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
4
Tendencias políticas en
América Latina y el Caribe
Hugo Cabieses Cubas*
Podemosavizorarcincotendenciasrelevantes
enelcontextopolíticoregional.
U
naprimeratendenciaesqueenAméricaLatinayelCaribe
(ALC) existen actualmente 10 países con gobiernos
progresistas,conpresidentesdemovimientosypartidos
integrantesdelForodeSaoPaulo(FSP)quefueracreadoen19911
.
Estospaísesson:Cuba,ElSalvador,Nicaragua,Venezuela,Brasil,
Ecuador, Bolivia, Chile, Uruguay y Argentina. Hasta el año 1999
sólo estaba Cuba, pero con la insurgencia electoral de Hugo
ChávezenVenezuela,actualmentehay10paísescongobiernos
progresistasy/odeizquierda.Loanteriorsedaenplenodesarrollo
de una resurrección de la crisis económico-financiera, de un
proceso de “Restauración Conservadora” en el continente, de
las agresiones políticas, ideológicas y militar-policiales contra
los gobiernos progresistas y de izquierda, con la concentración
de medios y pretextos como el de la“guerra a las drogas”y las
insurgenciassocio-ambientales.
Como segunda tendencia, en casi todos estos países con
gobiernosprogresistasydeizquierdasehaconstruidoyexisteuna
mayoría electoral, pero sin hegemonía política, ideológica
einstitucional(Cuba,BoliviayparcialmenteNicaraguapodrían
ser la excepción). Fracciones importantes de los movimientos
socialeseindígenassealejandeestosgobiernosy variospartidos
progresistas,socialistasydeizquierdatambién.Elneoliberalismo
extractivista-exportador como propuesta político-ideológica le
ha ganado la partida —o se la está ganando— a la propuesta
progresista y del llamado“socialismo del siglo XXI”. Es más, tal
como sostiene la socióloga argentina Maristella Svampa, en
América Latina y el Caribe estamos transitando del fracaso del
“ConsensodeWashington”asentadoenlavalorizaciónfinanciera,
al“ConsensodelosCommodities”quesebasaenlaexportación
de bienes primarios a gran escala, nuevo consenso del que
difícilmente están escapando los gobiernos progresistas y de
izquierda, presionados por los nuevos movimientos sociales y
1
Ver una historia del FSP con relación a la izquierda latinoamericana escrita por uno de los fundadores, el politólogo y diplomático cubano Roberto Regalado en:
http://www.oceansur.com/media/fb_uploads/pdf/encuentros-desencuentros.pdf
2
Ver una explicación mayor de este debate en el texto“Consenso de los Commodities, Giro Ecoterritorial y Pensamiento crítico en América Latina”en:
http://maristellasvampa.net/archivos/ensayo59.pdf
3
Ver una exposición de varios autores sobre esta apropiación en el libro BifurcacióndelBuenVivir yelSumakKausay, texto acopiado por el ecuatoriano Atawallpa Oviedo Freire, Ediciones
Sumak, Quito, Ecuador enero 2014.
4
En un contexto de extractivismo neoliberal salvaje, informalidad depredadora y delincuencia generalizada y fronterizada, ver mi texto titulado“Economía y cultura canallas en el Perú”,
publicado por la revista Quehacer Nro. 193, en: http://www.desco.org.pe/sites/default/files/quehacer_articulos/files/07%20Cabieses%20193.pdf.
* Economista peruano. Coordinador del Área de Desarrollo Sostenible, Cambio Climático
y Derechos Indígenas del Centro de Investigación Drogas y Derechos Humanos (CIDDH).
Ex Viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del
Ambiente. Actual asesor de la Presidencia del Gobierno Regional de Cajamarca.
políticos“temáticos”2
.
La tercera tendencia es que desde principios del siglo XXI,
existe una insurgencia de movimientos sociales nuevos no
proletarios,des-sindicalizados,tematizados (género, jóvenes,
ambientalistas, pueblos indígenas, diversidad sexual, cultura,
etc.), que son sometidos a criminalización y violación de sus
derechoshumanos,económicos,sociales,culturalesyambientales
(DESCA).Noobstante,laizquierdaprogresistaengeneralsepone
y ha estado de espaldas a los pueblos indígenas —originarios o
no—, a la Amazonía, a la Orinoquia y a los campos tropicales de
Centroamérica.Demasiadasvecesestaszonashansidoutilizadas
por la izquierda como retaguardia para las luchas guerrilleras y/o
campodemaniobraparaluchaspolítico-ideológicas,peronocomo
propuestasparaunnuevomodelopolítico,culturalyeconómico.
Lacuartatendenciaeseldesarrolloeimpulsodesdeelgobierno
y el poder de lo que algunos analistas y activistas de base han
comenzadoadenominarunneo-extractivismosocial-rentista,
conpopulismocaudillistaparalare-elecciónpermanente.Para
esteesquemadegobiernoypoder,muchasvecesbarnizadopor
laexpropiacióndelconceptoindígenadelBuenVivir3
—recogido
incluso constitucionalmente —, los temas ambientales, cambio
climático,deglaciaciónyelimpactosobrelosciudadanosypueblo
engeneralnoespartedelosdebatesenlaizquierdaprogresistay
tampocoenelsenodelForodeSaoPauloquelosagrupa.
La quinta tendencia es que la izquierda progresista —y por
supuestoladerechaconservadora— engeneralseponedeperfil
oinclusoescómpliceenalgunoslamentablescasosdeunacultura,
sociedad, economía e ideología delincuencial o “canalla”, que
consisteenlaarticulaciónysinergiasdeenormeinformalidad,
ascendente delincuencia organizada y reducida formalidad,
esdecir,unesquemaformal,informalydelincuencial(FID).Desde
la izquierda estamos siendo arrastrados por las propuestas de
encararlaseguridadciudadanaconpolicías,carcelerías,violencia
ymilitarización4
. q
5. 5
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
P
ara su crecimiento, las economías de
América Latina presentan una acentuada
dependencia económica y política, en el
sentidodesubordinación,alosmercados
internacionales de commodities.
La región creció entre el 2003 y el 2012
por encima de 5.5% al año, una tasa media sólo
comparable a la de las décadas de los años 50 y
60delsiglopasado.Enambosperiodoslastasas
de crecimiento estuvieron acompañadas de
auges en los precios de los commodities, por
tanto, se vieron reducidas cuando la demanda
de commodities se vio afectada, en el primer
caso por el estancamiento con inflación de los
años 70 de los países del grupo de los 7 (G-
7) y en el segundo por el estancamiento con
deflación de la segunda década del siglo XXI.
El final del ciclo de los commodities
del 2012 es atribuido por la prensa a la
Oscar
Ugarteche*
Desaceleracióneconómicageneradesempleoeinformalidadlaboral./www.aleteia.org
desaceleración de China, pero como este país
crece a más de 7% mientras Europa, Japón y
Estados Unidos crecen a tasas más cercanas a
cero por ciento, es más creíble que esto último
sea lo determinante y que además podría
contagiar no sólo a América Latina y África, sino
incluso al continente asiático.
Según la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CEPAL), en su
documento informativo “Panorama de la
Inserción Internacional de América Latina y el
Caribe 2014”, se proyecta que “el valor de las
exportaciones regionales crecerá en promedio
solo 0.8% este año (2014) tras aumentar
23.5% en 2011, 1.6% en 2012 y caer 0.2% en
2013, mientras que las importaciones de la
región caerán 0.6% en 2014, después de haber
aumentado 21.7% en 2011 y 3.0% en 2012 y
2013”1
.
Menor ritmo de crecimiento
y más descontento
1
“Exportaciones de Latam estancadas; México crecerá 4.9%: CEPAL”enT21, 16-09-2014 http://t21.com.mx/general/2014/10/09/exportaciones-latam-estancadas-mexico-
crecera-49-cepal
6. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
6
Menordistribucióndelingreso
El auge de las décadas de los años 50 y 60 empeoró la
distribución del ingreso en la región y llevó al auge de los
movimientos políticos radicales de izquierda primero en
Colombia, Guatemala y Cuba en los años 50 y luego en casi
todo el resto de la región en los años 60 (Brasil, Uruguay,
Argentina,Bolivia,PerúyEcuador),quesevieronalimentados
cuando la mala distribución del ingreso se congeló sin
esperanza de mejora. De ese proceso surgió la teoría de la
dependencia y el concepto del desarrollo del subdesarrollo
acuñadoporAndréGunderFrank.
Pasaroncasidosdécadashastaqueenlosaños90,
se aceleró de nuevo el crecimiento como efecto de una
combinación de factores que incluyen las desregulaciones,
las privatizaciones y la apertura de la cuenta de capitales.
De esta forma es que empezó a operar el fenómeno del
triplearbitraje en América Latina. Es decir, una vez que las
economíasnacionalesquedaronaltamenteinterconectadas
en los circuitos financieros internacionales, cualquier
movimiento registrado en las tasas de interés, los tipos de
cambio y los mercados de valores de las economías más
grandes, provoca un efecto simultáneo en las economías
de la periferia. Ya avanzada la primera década del siglo
XXI, la tendencia de incertidumbre financiera en los países
integrantes del grupo de los 7 (G-7) continuó, con lo cual se
observótambiénunaugedepreciosconsiderable.
La consolidación de los mercados de derivados
en marzo del año 2003 es fundamental para entender ese
auge. Lo segundo es el descenso de las tasas de interés en
Estados Unidos a niveles cercanos y mayores que cero en
términos reales (neto de inflación) y lo tercero el impacto de
lademandadeChinaprimero,yasiáticaluego,queentraron
comocompradoreseinversionistasimportantesenAmérica
Latina mediante tratados bilaterales de libre comercio en un
casodondelatortugaleganaalaliebre.
Producto de esto, tras la apertura de la cuenta de
capitales en los años 90, se trasladaron capitales de corto
plazoaaquellospaísesconbolsasdevaloreseinstrumentos
de deuda en moneda nacional con altas tasas de interés. En
segundo lugar, se activó el mercado de activos financieros e
inmobiliarios a partir del 2000 por la falta de incentivos para
invertir en Estados Unidos por las tasas de interés muy bajas
entérminosreales.Entercerlugar,lagranbancadeinversión
(demasiadograndeparaquebrar)comenzóainvertirapartir
del2003enproductosfinancierosderivadosdecommodities
comoactivosfinancieroslíquidos,empujandolospreciosde
loscommoditiesanivelesrécord.
El fruto de todo lo anterior fue que el producto
interno bruto (PIB) per cápita de la región se dividió en
dos velocidades: los países de la Cuenca del Caribe más
relacionados a la demanda de Estados Unidos, crecieron
a una tasa media acumulada de 14.3% entre el 2003 y el
2012. Los de Sudamérica más relacionados con Asia, Europa
y entre sí, crecieron a una tasa media acumulada de 43.5%.
AnteelestancamientodeflacionariodeEuropasindudaesla
relación con Asia e intrarregional lo que permitió el impulso
aestosúltimos.
El estancamiento con deflación en Europa, sumado
al estancamiento de Estados Unidos y de Japón tras la crisis
de los años 2007/2008 y la recuperación de las tasas de
interés con tendencia al alza a partir del 2014 de Estados
Unidos por la tímida recuperación esperada, ha generado
una disminución de los flujos de capitales de corto plazo
Tasa de crecimiento acumulado del PIB
per cápita 2003-2012
Países %
Panamá 80.2
Perú 62.6
Uruguay 62.0
Argentina 55.1
República Dominicana 49.4
Venezuela 48.2
Chile 36.0
Colombia 34.0
Costa Rica 31.8
Bolivia 29.4
Ecuador 29.3
Brasil 28.5
Trinidad y Tobago 27.5
Nicaragua 24.7
Honduras 19.7
Paraguay 18.8
México 12.8
El Salvador 12.3
Guatemala ...9.3
Jamaica 0.0
Haití -2.2
Fuente: CEPAL en www.obela.org
Tasas de crecimiento económico
por periodos en porcentajes
Fuente: CEPAL. Estudio Económico 2014
América Latina 4.6 2.9 2.8
Mercosur
Brasil 4.2 3.3 1.7
Argentina 8.5 6.3 2.4
Paraguay 4.5 4.5 6.2
Uruguay 6.4 5.9 4.2
Venezuela 7.5 -0.2 3.5
Alianza del Pacífico
México 3.0 1.4 2.5
Colombia 5.2 4.1 4.3
Chile 4.7 3.5 4.8
Perú 7.0 5.5 6.0
2003-2008 2009-2011 2012-2013
Tasas de crecimiento económico
por periodos en porcentajes
Fuente: CEPAL. Estudio Económico 2014
América Latina 4.6 2.9 2.8
Mercosur
Brasil 4.2 3.3 1.7
Argentina 8.5 6.3 2.4
Paraguay 4.5 4.5 6.2
Uruguay 6.4 5.9 4.2
Venezuela 7.5 -0.2 3.5
Alianza del Pacífico
México 3.0 1.4 2.5
Colombia 5.2 4.1 4.3
Chile 4.7 3.5 4.8
Perú 7.0 5.5 6.0
2003-2008 2009-2011 2012-2013
7. 7
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
* Economista peruano. Coordinador del Observatorio Económico de América Latina
(OBELA) del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México, www.obela.
org. Miembro del SNI/Conacyt y presidente de ALAI www.alainet.org. Ha contribuido al
texto Ariel Noyola del OBELA.
hacia la región, una baja en los precios de los commodities y
un reajuste de los tipos de cambio, muy apreciados en toda
ladécadafrentealdólar.
El resultado es una desaceleración económica en
ambosgruposdepaíses.
Crecenprotestassociales
En Sudamérica hubo desde inicios del siglo XXI una
búsqueda para resolver las injusticas del modelo neoliberal
y se entró a políticas post neoliberales caracterizadas por
aumentossustantivosdelgastopúblico,aumentossalariales
y la implementación de diversos programas contra la
pobreza endémicadeAméricaLatina.Enestesentido, Brasil,
Argentina, Venezuela, Uruguay, Bolivia y Ecuador forman
parte de este nuevo escenario. En cambio, Chile, Perú,
ColombiayMéxicosequedaronconlaspolíticasneoliberales.
La noción de que el mercado iba a generar alto
crecimientoydistribuirsusgananciasgotaagotaalresto
delaeconomíanofuncionó.Elprocesodeprivatizacióndel
Estadoporsuparte,seprofundizó,quedichoseadepaso,no
eraconducenteconunmayorniveldedesarrollo,entendido
como un aumento sustantivo en la calidad de vida de la
población,loqueimplicamejorasenlaprovisióndeservicios
básicos de salud, educación y vivienda, además de una
mejora en las condiciones ambientales, agua y aire, y en la
calidad educativa para permitirle a las nuevas generaciones
abrirsepasoenmediodeloscambiostecnológicosencurso.
El caso más tozudo es México donde a pesar de no
haber casi crecimiento en los últimos 20 años, se persiste
de manera doctrinal en las políticas y se avanza en la
privatizacióndelaenergíayaparentementedelaeducación
pública superior, como el caso del Instituto Politécnico
Nacional (IPN) de finales de septiembre del año en curso.
Dichoconflicto,logrósumarelapoyodeotrasuniversidades
(UNAM, UAM, entre otras) y la sociedad en general, ante el
intento de las autoridades de mermar la calidad educativa
(tecnificación de los programas de estudio en detrimento
de asignaturas clave para la formación de conciencias) de
una de las principales instituciones de nivel superior. El caso
inversomásrecienteesChile,queprocedeadesprivatizarlas
pensiones,laeducaciónyalimentarelcrecimientodesdelos
salarios aceleradamente y que parece estar entrando en la
fasepostneoliberal.
La mayor incorporación de las mujeres al mercado
de trabajo sumado a la prolongación de la esperanza de
vida de la población de la región a excepción del Perú, en
relaciónalosegundo,hancreadocondicionesdedemandas
sociales antes no pensadas y estas se han unido a las
demandas de los sectores más jóvenes de la sociedad que
tienenrestriccioneseducativas,seaporlaprivatizacióndelas
escuelas y universidades, o por la caída en la calidad de las
mismasengeneralyespecíficamenteenelPerú.
Lasprotestassocialeshanaparecidoenlospaíses
dealtocrecimientoynotantoenlosdebajocrecimiento,
es decir, que es un producto de las tensiones creadas por el
altocrecimientoquenogeneraempleonimejoresingresosa
lossectoresqueestántrabajandoaltiempoqueelEstadono
lograbrindarlosserviciosquelosnuevosactoresdemandan.
En las economías de bajo crecimiento, hay mucho
desempleoestructuraly nuevodesempleojuvenil,situación
que aunada a la falta de esperanza por la experiencia de la
región centroamericana y México, con los levantamientos
armados de las décadas pasadas, parece canalizar el
descontento hacia la delincuencia organizada (maras,
narcotráfico,feminicidios,sicarios,muertesdebala,etc.).
EnSudaméricatodoindicamásprotestasocialy
mayores demandas al Estado. Los dos centros de protesta
social son Chile y Brasil, en un caso donde los estudiantes
exigen más del Estado y en el otro, donde exigen una
reversión de las políticas. No hay duda de que las elecciones
chilenasdel2013jalaronalnuevogobiernosocialistahaciala
izquierda.
Las protestas sociales en Ecuador, Bolivia y Perú
parecen ser menos orientadas a la reversión de las políticas,
porque sus crecimientos económicos acumulados son muy
altosyestándirigidasmáscontralosaspectosambientalesdel
crecimiento, lo que se conoce como el modelo extractivista
que tiene efectos devastadores para las comunidades
indígenasenespecífico.
Las protestas en Argentina, en cambio, derivan del
efectodelainflación(de10%enpromediodel2010al2013)
sobrelosingresosdelasclasesmedias.Sibienlarecuperación
del PIB per cápita fue la más acelerada de América Latina, el
niveldeprecioshaidoalalza,generandoincomodidadsocial
por la memoria de la inflación en Argentina, que sumado
al estilo autoritario de la presidenta Cristina Fernández ha
polarizado a la sociedad. Hay que agregar que en Argentina
lossectoresfinancierossehanvistoadversamenteafectados,
cosasingularenlaregión.
Eldescensodelcrecimientosumadoconlamala
distribución que estaba siendo acotada en algunos
paísesyanopodráserlo.Estopuedellevaradosresultados:
un acomodamiento de menores ritmos de crecimiento vía
mayor informalidad por falta de demanda laboral o bien a
unaugedelincuencial.Lasreversionesdelaspolíticasnovan
a modificar las condiciones externas que dieron pie al auge
de la década pasada si bien podrían acomodar la demanda
interna y las condiciones de producción nacionales en los
paísesqueestuvieronmásabiertos.
En suma, el panorama de los países de la Cuenca
del Caribe, que incluye México, Centroamérica y el Caribe
parece más delicado que el sudamericano. La falta de
crecimientodelaúltimadécadadeaugeseveráseguidapor
un estancamiento. Mientras tanto, en Sudamérica se verá
menorcrecimientoperoatasasmuchomayoresqueladelos
vecinos del Hemisferio Norte. Esto repercute sobre los flujos
migratoriosqueseestánrevirtiendoenSudaméricapero no
en Centroamérica ni Norteamérica, donde se ven frenados
porlaspolíticasanti-migratoriasdelospaísesdedestinocon
consecuenciasadversassobrelabalanzadepagos.q
8. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
8
L
a Carta de los Movimientos Sociales
de las Américas aprobada en Belem
do Pará en el IX Foro Social Mundial
(enero 2009) dice lo siguiente: “Es
necesario construir colectivamente un proyecto
popular de integración latinoamericana, que
replantee el concepto de ‘desarrollo’, sobre la
base de la defensa de los bienes comunes de
la naturaleza y de la vida, que avance hacia la
creación de un modelo civilizatorio alternativo
al proyecto depredador del capitalismo, que
asegure la soberanía latinoamericana frente
a las políticas de saqueo del imperialismo y de
las trasnacionales, y que asuma el conjunto de
las dimensiones emancipatorias, enfrentando
las múltiples opresiones generadas por la
explotación capitalista, la dominación colonial, y
el patriarcado, que refuerza la opresión sobre las
mujeres”.
Seis años después, vale la pena
Hugo Cabieses
Cubas*
LaComunidaddeEstadosLatinoamericanosyCaribeños(CELAC)esunainstanciaintergubernamentaldediálogoy
concertaciónpolíticaquereúnedeformapermanentea34paísesdeAméricaLatinayelCaribe./BlogdoPlanalto
hacerse algunas preguntas: ¿Qué procesos
integracionistas han surgido o se han
consolidado? ¿Qué otros han surgido en
oposición a estos intentos? ¿Cuál es la agenda
anti y post-neoliberal de las organizaciones,
partidosymovimientosquebuscanunproceso
integracionista progresista?
Procesos integracionistas
En el Siglo XX destacaron los esfuerzos
integradoresdelaAsociaciónLatinoamericana
de Libre Comercio (ALALC), la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI), el
Sistema Económico Latinoamericano y del
Caribe (SELA) y la fundación de organizaciones
intergubernamentales, como la Comunidad
Andina (CAN) y el Mercado Común del Sur
(Mercosur). No obstante, estos esfuerzos se
limitaron a algunos aspectos comerciales
Comercio, economía y
políticas en la región: Nos
unimoso morimos
9. 9
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
y económicos, sin que se pudiera plasmar una real
integraciónlatinoamericanaycaribeña. Desde el poder
y control del gobierno de Estados Unidos se contrapuso
a estos esfuerzos tanto la Organización de Estados
Americanos (OEA), con sus organismos generados,
incluyendo el Tratado Interamericano de Asistencia
Recíproca (TIAR) y la Alianza para el Progreso (APP), como
más recientemente el Área de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), que vio frustrada su creación en la IV
Cumbre de las Américas de Buenos Aires en el 2005.
En el Siglo XXI se creó por iniciativa del Presidente
de Venezuela Hugo Chávez, la Alianza Bolivariana de
los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que fomenta
proyectos de unidad Latinoamericana y Caribeña con
acuerdos energéticos, económicos, políticos, culturales
y sociales. Otros líderes que han destacado en estos
esfuerzosintegracionistassonlosdelosotrosnuevepaíses
con gobiernos de izquierda y progresistas del continente:
Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Argentina, Evo
Morales de Bolivia, Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma
Roussef de Brasil, Michelle Bachelet de Chile, Fidel y Raúl
Castro de Cuba, Daniel Ortega de Nicaragua, Salvador
Sánchez Cerén de El Salvador, Rafael Correa de Ecuador, y
José Mujica y Tabaré Vázquez de Uruguay. Estos esfuerzos
desembocaron en la creación de la Unión de Naciones
Sudamericanas (UNASUR) y en la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Por su lado y buscando contra-restar al ALBA
y UNASUR, el gobierno de Estados Unidos impulsó y
creó en abril del 2011 la Alianza del Pacífico (AP) con la
anuencia de los gobiernos de Chile, Colombia, México
y Perú —todos ellos con tratados de libre comercio
(TLC) firmados con Estados Unidos y otros países— , y
en el 2012 tres de esos cuatro países latinoamericanos
—México, Perú y Chile—se sumaron a Estados Unidos,
Japón,Australia,NuevaZelanda,Malasia,Brunei,Singapur,
Vietnam, Canadá para conformar el Acuerdo Estratégico
Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus
siglas en inglés).
Debates en curso e integración solidaria
El integracionismo de la CAN y del Mercosur tiene
varios países con TLC y en conjunto uno que data del
2004,loqueplanteaunadiscusiónclavesobresielloafecta
la integración de América del Sur. Por su lado, Venezuela
abandonólaCANenel2006,loquellevaapreguntarnossi
máspaísesseguiránestecamino—elPerúhamanifestado
su deseo de hacerlo varias veces— y no se sabe bien aún
que política tiene Mercosur frente a la CAN.
Otra pregunta clave guarda relación con que si
sería indispensable una política macroeconómica común
paralaintegracióndeAméricadelSur,alaqueesindudable
que la AP se opone, dado el rol que el TPP juega para
América del Sur. Cabe preguntarse si, en este contexto, la
priorización de TLC entre países del Asia, Estados Unidos,
Canadá y la Alianza del Pacífico juega contra la integración
sudamericanaotodavíasepuedelograrunaconvergencia
entre los dos bloques, asunto en el que están interesados
varios países, incluyendo algunos “progresistas” cuyas
cancillerías han diseñado estrategias de estar “adentro y
afuera”. Son los casos de Chile, Uruguay e incluso Ecuador.
Los TLC siguen modelos de acuerdos
económicos creados por los gobiernos de Estados
Unidos y las potencias“desarrolladas” para atender los
intereses de las grandes corporaciones transnacionales
que involucran temas como propiedad intelectual,
inversiones, compras gubernamentales y otros, que
limitan la autonomía de la política económica de los
países en desarrollo de nuestro continente y de otros.
Pero más allá de ello, en realidad con la AP y el
TPP se trata de una creación ideológica neoliberal de
Estados Unidos, Europa y Asia para dividir la integración
económica, comercial, política, geopolítica y cultural
delospuebloslatinoamericanosycaribeñosexpresada
en la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP),
UNASUR, CELAC, etc.
En este contexto es vital analizar la alternativa
de integración con lógicas distintas a las planteadas
desde los TLC con Estados Unidos y los acuerdos de
asociación europeos. Este es el caso del ALBA un tratado
conenfoquesolidarioydecomplementariedadquerebasa
los entendimientos comerciales que como pretenden las
potencias capitalistas agregan acuerdos sobre patentes,
protección de inversiones o compras del Estado.
Esta propuesta en curso, apunta a la integración
cultural de servicios fundamentales como educación y
salud, a la integración política, a la forja del Banco del
Sur como banco de desarrollo y a crear mecanismos de
defensa como la conformación de un bloque defensivo
entre las fuerzas armadas de Brasil, Venezuela y Argentina
como punto de partida autónoma alTIAR.
Asimismo,esteesquemaimpulsavíasqueplantean
atender necesidades energéticas y de financiamiento
del desarrollo con nuestros propios recursos, que
desarrollan experiencias de educación superior, medicina
y alfabetización, como son los programas “Yo sí puedo”
y “Operación milagro” en salud, que son novedosos,
concretos y prácticos.
Como señala el economista peruano Óscar
Ugarteche, el proceso integracionista de Nuestra
Américapendulaentreelpanamericanismoimpulsado
desde el norte y el regionalismo propuesto desde el
sur del continente.
“Las versiones más modernas de inicios del siglo
XXI siguen con estas dos matrices: la Alianza del Pacífico es
panamericanista; la Comunidad Andina, el Mercosur y el
ALBA son regionalistas. Lo que define la integración como
panamericanista es la preferencia con Estados Unidos (TLC
en el siglo XXI) y lo que la define como regionalista es la
indiferencia frente a cualquier polo económico en particular
1
Ugarteche, Oscar,“La integración y la arquitectura financiera en el tiempo”en: AméricaLatina:Cuestionesdefondo, ALAI Nro. 500, Quito, Diciembre 2014 en: http://alainet.org/publica/alai500w.pdf
10. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
10
utilizando la agregación de mercados vecinos”, afirma
Ugarteche1
.
“Otro aspecto teórico a tomar en cuenta es si la
integración es liberal o es mercantilista. Las propuestas de
uniónaduanerasonleídascomomercantilistasmientrasque
los tratados de libre comercio como liberales. De este modo
hay:1)panamericanismomercantilista,2)panamericanismo
liberal y 3) regionalismo mercantilista”, continúa Ugarteche,
quien se pregunta finalmente: “¿Cómo es posible que en
América Latina la integración económica durante 180 años
siempreterminetrunca?”
De lo escrito hasta aquí, se deriva que las
izquierdas y las fuerzas progresistas encaren la
integración de manera integral con una perspectiva
comercial, política, social y cultural así como los
temas de defensa, enfatizando cuatro grandes ejes: 1)
el combate a la pobreza y desigualdad, 2) la ampliación
y el fortalecimiento de la propiedad pública y social en
áreas estratégicas, 3) el planeamiento democrático del
desarrolloydelusoymanejodelosrecursosnaturalescon
respetoalmedioambiente,yfinalmente4)laconstrucción
de una efectiva democracia popular y participativa con
control ciudadano y social sobre el Estado y la economía.
Perspectivas
Existe,portanto,unanecesidaddevolveraestrategias
más activas del sector productivo. Es cierto que estas
políticas implican riesgos de fracaso y búsqueda de rentas,
pero estos problemas no se limitan a este enfoque. El
desarrollo de estas nuevas actividades es un proceso de
aprendizaje en el que, en cierto sentido los “ganadores”
son“creados”, en lugar de ser elegidos exante.
Las nuevas actividades a promover dependen de
las capacidades domésticas, deben realizarse en estrecha
colaboración con el sector privado y deben tener como
criterio central la modernización tecnológica. Y deben ir
acompañadas de tipos de cambio competitivos. Este es el
componente que ha estado ausente en el único país que
ha vuelto recientemente a estrategias activas del sector
productivo: Brasil.
Nohacefaltadecirquelanecesidaddeunaclara
definición acerca de la modernización tecnológica
es fundamental, dadas las perspectivas de escaso
dinamismo del comercio mundial y la clara evidencia que
América Latina ha dejado de ser una región de abundante
mano de obra poco calificada.
En conclusión, América Latina continúa,
en promedio, tan expuesta al “riesgo de materias
primas” o al “Consenso de los Commodities” como
hace cuatro décadas, lo cual la hace muy vulnerable a
una fuerte caída de los precios de estas. Al mismo tiempo,
la mayor diversificación (dado que las exportaciones
de otros productos han crecido aún más) significa que
posiblemente muchos de estos países tienen mayor
flexibilidad para amortiguar shocks de esta naturaleza.
Sin embargo, como sostiene Jose Antonio
Ocampo de la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (CEPAL), ese no es el caso de los exportadores
netos de energía y metales, que hoy son particularmente
vulnerables a una desaceleración económica mundial, en
vista tanto de su mayor dependencia de materias primas
como de la mayor concentración de sus exportaciones
en tales bienes, sobre todo teniendo en cuenta que
esta mayor concentración está centrada justamente en
aquellos productos cuyos precios son más sensibles al
ciclo económico mundial.
El ingreso de China a la Organización Mundial del
Comercio (OMC) ha sacudido las políticas y las creencias.
Si bien sus bajos costos laborales y alta competitividad
plantean riesgos a las exportaciones regionales de
productosmanufacturados,suapetitopormateriasprimas
y alimentos ha favorecido la dotación de materias primas
de América Latina y el Caribe. El comercio con China, sin
embargo, se ha concentrado en una pequeña cesta de
commodities: cobre, petróleo, hierro, soya y madera. El
nuevo motor de crecimiento puede profundizar nuestra
especializaciónhistóricaenmateriasprimas,caracterizadas
por una fuerte volatilidad de precios.
Debemos hacer un gran esfuerzo para que no
se profundice esta especialización, así como la excesiva
dependencia en un solo motor de crecimiento. Si esto no
se hace, se intensificará la dependencia en unos pocos
productos básicos, los países seguirán sobreexpuestos
a crisis comerciales y no serán domadas las fuerzas
generadorasdedesigualdadprovenientesdelasasimetrías
internacionales. q
* Economista peruano. Coordinador del Área de Desarrollo Sostenible, Cambio Climático
y Derechos Indígenas del Centro de Investigación Drogas y Derechos Humanos (CIDDH).
Ex Viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del
Ambiente. Actual asesor de la Presidencia del Gobierno Regional de Cajamarca.
11. 11
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
H
an pasado ya varios años desde
que, paulatinamente, varios países
latinoamericanos —o especialmente
sudamericanos— alumbraron
presidentes de ‘centro-izquierda’ por la vía
de las urnas. Más de una década después, se
puede ajustar el periscopio y ver si la impronta
de estos gobiernos cambió no sólo las
variables políticas sino, también, la situación
social y le dio más contenido a la democracia.
Al parecer, lo que hubo fue un claroscuro.
Resulta difícil establecer un inicio de
la ‘ola’ de gobiernos de corte progresista en
América Latina. Si bien puede considerarse
que la llegada al poder de Hugo Chávez,
en 1999, marca un hito, ya desde antes
hubo señales de que la‘izquierda’no se había
esfumado totalmente del escenario. El Partido
Socialista de Chile, por ejemplo, fue parte del
gobierno desde 1990. Claro, lo hizo dentro de
Ramiro Escobar
La Cruz*
DefensadelTerritorioIndígenayParqueNacionalIsiboroSecuré(TIPNIS)representóenel2012elmásimportante
desencuentrodegobiernoprogresistadeBoliviaconpueblosindígenas./Servindi.org
laConcertacióndePartidosporlaDemocracia,
un frente de agrupaciones (que incluía a la
Democracia Cristiana y algunos partidos
más) que no propició cambios que hicieran
pestañear demasiado a los politólogos, o a los
financistas.
La urnas zurdas
Pero en la década que va del 2000 al 2010 sí
se produce una suerte de giro inusual en esta
región. Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva y el Partido
de los Trabajadores (PT) llegan al Poder en
Brasil en el 2003; en el 2005, el Frente Amplio
(FA) hace lo mismo con Tabaré Vásquez en
Uruguay; el turno de Evo Morales Ayma y el
Movimiento al Socialismo en Bolivia (MAS)
llega el 2006; al año siguiente, en Ecuador,
Rafael Correa también logra convertirse en
presidente.
La ruta irregularde los
gobiernos ‘progresistas’
12. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
12
Enel2008,elexobispoFernandoLugo,trasvencer
enloscomiciosdeeseañoalfrentedelaCoaliciónPatriótica
para el Cambio, llega a la presidencia del Paraguay. Parece
el momento del clímax para la izquierda del continente.
Tres de ellos —Chávez, Correa y Morales—
apuestan por modificar la Constitución y reelegirse (sin ser
de izquierda, Álvaro Uribe también lo hizo en Colombia),
una apuesta que causó controversia en sus propios países
y en gran parte de América Latina. Chávez, quien fue el
que tomó la ruta más autoritaria, tuvo cuatro períodos
presidenciales (1999-2001, 2001-2007, 2007-2013 y unos
meses del 2013), y hubiera ido a más, si no fuera porque
falleció el 5 de marzo del 2013.
Este año (2014), Morales Ayma ha vencido
cómodamente en los comicios del 12 de octubre, con
el 60% de los votos, y así accede a su tercer período de
gobierno. No logró pasar del 70%, como pretendía, pero
es indudable que no tiene contendor político en Bolivia,
un país al que le ha dado un crecimiento económico
promedio de más del 5%, algo desconocido en su
tormentosa historia.
No tardó en felicitarlo Correa, el locuaz presidente
ecuatoriano, quien el 17 de febrero del año pasado (2013)
tuvo una performance parecida: obtuvo el 57% de los
votos en su tercera elección (como Morales), y sin un rival
de peso al frente que pudiera asustar a la ‘Revolución
Ciudadana’. Pero algo más une a estos dos líderes que
parecen jugar solos en la cancha.
Ninguno de los dos tiene problemas económicos
serios. Morales ha logrado que Bolivia sea, actualmente, el
país que más crece en Sudamérica —por encima de Chile
y Perú, las presuntas estrellas de la región—, y el segundo
en toda América Latina. Parece haber encontrado
la cuadratura del círculo para hacer que un ‘cambio
revolucionario’sea un éxito financiero.
Los giros de la economía
LaprevisióndelaComisiónEconómicaparaAméricaLatina
(CEPAL) es que Ecuador crecerá en el 2014 un 5%. Junto a
Bolivia(5.5%)eselpaísquemáscreceenSudamérica.Algo
que, quizás, no previeron ni ellos mismos ni sus críticos.
Esto sugiere una perspectiva que, con frecuencia,
no es atisbada en el debate público: puede haber
equivalencia entre tener un gobierno ‘de izquierda’ y
lograr estabilidad económica, o incluso alcanzar cierta
‘bonanza’.
BoliviayEcuadorhanhechoquesueconomíagire
en torno al alto precio de los hidrocarburos. El esquema,
como han señalado varios economistas, puede tener
limitaciones, pero ha generado, al menos de momento,
una estabilidad económica que mantiene satisfecha a
buena parte de la población, y que es la que hace ganar a
sus presidentes re-eleccionistas en las urnas.
No ocurre así en Venezuela, que está en una crisis
que incluso algunos chavistas reconocen. Su economía
experimentaría en el 2014 una contracción del 0.5% y el
desabastecimiento asoma a ritmo de joropo, no obstante
susingentesreservasdecrudoyelaltopreciointernacional
de los hidrocarburos. Los impulsos de la autocracia, que
han llegado a propiciar expropiaciones desatadas en
varios rubros (alimentos, por ejemplo), muestran haber
tenido una influencia en este panorama.
Morales no ha ido tan lejos. Ha subido los
impuestos a las petroleras, en algún caso hasta cerca del
80%, pero trabaja con el sector privado o estatal de otros
países (Petrobras, de Brasil, por citar un caso), sobre todo
paraloshidrocarburos.Lainversiónextranjeradirecta(IED)
aumentó 30% en el 2013, lo que hizo que calificadoras de
riesgo, como Standard and Poor’s, le dieran su bendición.
El cuadro no estaría completo sin las cifras de
disminución de la pobreza. Allí las tendencias del ‘arco
progresista’ se acercan. Bolivia, según el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo, tuvo la mejor nota: la
redujo en 32.2% en el período 2000-2010, y de ahí vienen
Venezuela (22.7%), Ecuador (21.9%) y Brasil (18.6%).
En Brasil, la economía ya no baila a los ritmos
de hace unos años, cuando llegó a crecer a más de 7.5%
anual, y hasta bordea la recesión macroeconómica.
Justamente, la reciente elección giró en buena medida a
la posibilidad de relanzar su crecimiento. Dilma Rousseff,
la presidenta reelegida del Partido de los Trabajadores
(PT), lo ha enfatizado, tras vencer al socialdemócrata Aécio
Neves el 26 de octubre, en una elección en la que el deseo
de conservar los programas sociales venció a la apuesta
por abrirse más a los mercados mundiales.
Desencuentros con poblaciones indígenas
Ahora bien, ¿todos estos gobiernos han sido intérpretes
no sólo del sentimiento popular sino de la dinámica de los
movimientossociales?Enpartesí,comolorevelaelcasode
Morales,quehoysiguesiendopresidentedelaFederación
de Campesinos del Trópico de Cochabamba (su última
re-elección fue en julio del 2012), una agrupación que
representa a los cocaleros de la zona.
Pero hay un territorio espinoso para estos
gobiernos de nuevo cuño: el mundo indígena. Casi
ningunodelospresidentes‘progresistas’hadejadodetener
conflictos con los pueblos originarios, sino con todos, con
varios de ellos. Ni siquiera Morales, a quien se tiene como
un gobernante indígena —en rigor, es un sindicalista
cocalero—ha podido evitar dichas turbulencias.
En Argentina, donde la población indígena es
pequeña (entre 1.5 y 2% de la población), no faltaron
los enfrentamientos por tierras, que el 22 mayo del 2013
llegaron a un punto de tensión tras la muerte de un
miembro de la etnia Qom en la Provincia del Chaco. Al
parecer, Cristina Fernández tiene un discurso sobre los
derechos humanos, pero más urbano, poco vinculado a
los indígenas.
Sepercibeenesepaís,comoenChile,unadistancia
entre el imaginario y la práctica de sus mandatarios, o
mandatarias, y lo que ocurre entre los pueblos originarios.
De hecho, uno de los mayores baches que tuvo Michelle
Bachelet en su primer período como presidenta de
13. 13
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
la Concertación en Chile (2006-2010) fue su turbada
relación con el pueblo Mapuche (“gente de la tierra” en
mapudungun, el idioma de esta etnia).
El caso de Matías Catrileo, un dirigente estudiantil
mapuche que murió el 3 de enero del 2008 durante una
escaramuza con los Carabineros, resultó tristemente
emblemático. Ocurrió en el primer período de la actual
mandatariayatizóunconflictoenelque,incluso,elgobierno
chileno apeló a la aplicación de la‘Ley Antiterrorista’, para
contener las protestas de los mapuche en demanda de la
recuperación de sus territorios ancestrales.
Tan evidente fue eso que, el 14 de marzo del 2014,
a tres días de acceder por segunda vez al gobierno, la
presidenta pidió perdón a los mapuche“por los despojos
de sus tierras”. Lo hizo ante Francisco Huenchumilla, el
intendente de la región denominada La Araucanía, donde
viven más de 500,000 ciudadanos de esta etnia. También
anunció medidas para beneficiarlos.
Entre ellas, la creación del Ministerio de Asuntos
Indígenas. Con todo, no hay pleno consenso entre la
población indígena chilena sobre este giro político de la
gobernante considerada‘socialista’. Es visible que, tanto el
casoargentinocomoenelchileno,estetemanoconstituyó
parte vital de la agenda de ‘cambio’, más centrada en la
mayoritaria población urbana.
El escaso peso demográfico no ha sido la única
causadeconflictosconlospueblosoriginarios.EnEcuador,
donde el presidente Correa en su primera campaña
(2006) contó con el apoyo de una parte importante de los
indígenas (aunque el movimiento Pachacutik lanzó a la
presidencia a su propio candidato, Luis Macas), no tardó
en surgir un tenso distanciamiento.
Al asumir el gobierno, el mandatario nombró
como secretaria de Comunicación a Mónica Chuji,
una mujer de la etnia Kichwa. Pero a los pocos meses
estallaron problemas en la provincia de Orellana,
donde una movilización de indígenas devino en varios
choques con las fuerzas del orden. En un principio, se
reclamaba el asfaltado de carreteras, una promesa de
las empresas de hidrocarburos que actúan en la zona,
pero luego las protestas se orientaron hacia la presencia
de las transnacionales y contra la política energética del
gobierno.
Correa llegó a acusar a los indígenas de apelar
al sabotaje y el terrorismo, debido a que propiciaron
hechos de violencia. Comenzaron las persecuciones
y se evidenció, como en el caso de otros países, el
abismo entre la administración estatal y los indígenas,
independientemente del signo del gobierno.
El presidente, asimismo, cometió algunos errores
ya de estilo. El 10 de marzo del 2012, durante una de sus
alocuciones radiales, sentenció: “No permitiremos que la
izquierda infantil, con plumas, con ponchos, desestabilice
el proceso de cambio”. Fue su respuesta a una Marcha
en Defensa del Agua, que recorría el país y que ponía en
cuestión la política minera del gobierno.
La movilización, impulsada la Confederación
de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE),
cuestionaba la irrupción de proyectos de minería a gran
escala en la región amazónica. Una prueba de que la
fuerza de las industrias extractivas no aparecía solo en
los ‘gobiernos de derecha’ y que, casi siempre, termina
afectando los territorios indígenas.
También en Bolivia la defensa del territorio puso a
algunospueblosoriginariosenconflictoconelgobiernode
Morales. A pesar de ser un mandatario de raíces indígenas,
y de contar con el apoyo mayoritario de las diversas etnias
y de la población en general —el 12 de octubre, cuando
vuelve a ganar las elecciones presidenciales, lo hace con
ese apoyo masivo—, se abrió un frente muy serio a partir
del 2011, por la vulneración de un área protegida.
Se trataba del Territorio Indígena y Parque
Nacional Isiboro Securé (TIPNIS), de 12,000 km², que sería
dividido en dos por una ruta que iría desde Villa Tunari,
en el departamento de Cochabamba, hasta San Ignacio
de Moxos, en el departamento del Beni. Aún cuando una
parte de la población estaba de acuerdo, las protestas
estallaron.
Hacia mediados del 2012, una serie de
manifestaciones de campesinos e indígenas en defensa
del TIPNIS, marcaron lo que sería el más importante
desencuentro entre Morales y parte de los pueblos
originarios. Fueron de tal intensidad que el proyecto
se paralizó. Y la lección saltó una vez más: no hay una
identificación automática entre un gobierno‘progresista’y
la población indígena.
¿Por qué ocurre este desencuentro? El modelo
extractivista, vigente en la región desde hace años,
no necesariamente ha mutado con la llegada de los
gobiernos de izquierda o centro-izquierda. Como dice
Pablo Canelo, miembro del Instituto de Estudios Alejandro
Lipschutz, “están reproduciendo el modelo de extracción
y de facilitación de los recursos naturales de la región a las
transnacionales”.
Dicho modelo, implantado con las políticas
económicas denominadas ‘neoliberales’ (que hacen un
énfasis en el liberalismo económico aun cuando esto
tenga un costo político y social), requiere de minería a
cielo abierto, de más explotación de hidrocarburos, sin
necesariamente tomar en cuenta los derechos de las
poblaciones locales. No es un esquema democrático.
Para estos nuevos gobiernos el esquema parece
ser el siguiente: se requieren mayores programas sociales,
para hacer redistribución, y la manera de obtenerlos es
extrayendo estos bienes naturales ingentes, ya sea por
parte del propio Estado o de convenios con empresa
nacionales o transnacionales. El problema es que, en
esa ruta, se genera una situación que puede tener serias
consecuencias sociales. q
*Periodista y analista internacional peruano. Colaborador de Noticias Aliadas desde el
2005. Columnista de Internacionales del diario peruano La República y colaborador del
diario El País de España. Profesor de Periodismo en la Pontificia Universidad Católica del
Perú, la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y en la Universidad Antonio Ruiz de
Montoya.
14. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
14
L
a resistencia de las poblaciones a
gobiernos neoliberales, corruptos y
autoritarios ha dado como resultado que
enlamayorpartedelospaísesdeAmérica
Latina gobiernen hoy partidos izquierdistas o
progresistas.
En varias de estas experiencias
de ascenso de nuevas elites políticas
progresistas al poder, el tema de los bienes1
naturales fue central. De hecho, en el centro
de la emergencia del chavismo venezolano
(estatización total de la industria petrolera),
del Movimiento Al Socialismo (MAS) Boliviano
y de la Revolución Ciudadana Ecuatoriana
(nacionalización de la renta y control del uso
final de los recursos) estuvo la defensa de la
Carlos Monge
Salgado*
EntodaAméricaLatina,laspoblacionesprotestancontraproyectosextractivosporlosefectos
sobresusaludyelmedioambiente./www.taringa.net
soberanía nacional sobre los minerales y los
hidrocarburos hasta entonces en manos de
empresas concesionarias que se llevaban la
parte del león, dejando casi nada a los Estados
y las poblaciones dueñas en última instancia de
esos recursos.
Estos gobiernos progresistas, tanto
como los neoliberales de Colombia, Perú y
México, y los moderados como Brasil y Chile,
han apostado centralmente a la extracción y
exportacióndemineralesypetróleocomofuente
de crecimiento económico y renta pública.
La apuesta progresista por la extracción y
exportación de recursos naturales ha sido
bautizada como “nuevo extractivismo” por
Eduardo Gudynas2
. La coincidencia en torno
El extractivismo no es
inevitable: Hay que buscar
alternativas
1
Usamos bienes naturales en lugar de recursos naturales para evitar asignar a priori un contenido mercantil a estos bienes.
2
Gudynas, Eduardo.“Diez tesis urgentes sobre el nuevo extractivismo. Contextos y demandas bajo el progresismo sudamericano actual”,enExtractivismo,políticaysociedad,
varios autores, CAAP (Centro Andino de Acción Popular) y CLAES (Centro Latino Americano de Ecología Social), Quito, Ecuador. Noviembre 2009, pp. 187-225.
15. 15
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
a esta apuesta entre progresistas y conservadores que
trasciende ideologías es lo que Maristella Svampa ha
caracterizadocomoelpasodelconsensodeWashingtonal
“consenso de los commodities”3
.
Una interesante excepción en este consenso
es el del gobierno del Frente Farabundo Martí por la
Liberación Nacional (FMLN) en El Salvador, que ha
decretado una moratoria de las concesiones mineras
e incluso paralizado el inicio de proyectos mineros ya
autorizados, rechazando explícitamente el impulso a
la gran minería como estrategia para el crecimiento y el
desarrollo y enfrentando ya una demanda por parte de
la empresa australiana Ocena Gold ante el ante el Centro
Internacional de Arreglos Relativos a Inversiones (CIADI)4
.
Pues bien, mientras ha durado el “súper ciclo”
de alta demanda y altos precios por nuestros minerales
y nuestros hidrocarburos, tanto gobiernos de derecha
como de izquierda que apostaron a la exportación de
commodities lograron mantener alta tasas de crecimiento
económico e incrementar de manera sustantiva el
gasto social, lográndose como resultado importantes
reducciones en la pobreza y en la desigualdad5
.
Impactos socioambientales
Sin embargo, se acumularon también problemas
económicos, sociales y ambientales de no menor
importancia. La Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) ha llamado la atención sobre
la creciente “reprimarización” de nuestras economías,
la creciente exposición a la volatilidad de la demanda y
los precios, los síntomas de enfermedad holandesa, las
enormes brechas de productividad entre sectores, etc.6
A ello habría que añadir la constante necesidad
de ampliar la frontera minera y energética en la
medida en que los yacimientos antiguos se agotan (no
olvidemos que se trata de recursos no renovables), que
lleva a invadir áreas naturales protegidas, territorios
indígenas o territorios en los que las poblaciones tienen
otras vocaciones productivas y apuestan por otros estilos
de vida.
El resultado de esta ampliación de la frontera
minera e hidro-energética no ha sido solamente el
daño ambiental que se ha causado en esos territorios,
como la deforestación y la destrucción de fuentes y
contaminación de cursos de agua. A este daño ambiental
localhayqueañadirlaparadojadegobiernosprogresistas
que al especializarse en la exportación de petróleo a
los mercados internacionales se han convertido en
aportantes activos de los gases de efecto invernadero
que genera el calentamiento global que tan fuerte
impacto negativo tiene sobre las mayorías, sobre todo los
más pobres.
En el plano social, el resultado ha sido un intenso
ciclo de conflictos sociales que atraviesa todo el
continente, con una secuela de numerosos muertos y
heridos y de una creciente criminalización de la protesta
social por parte de los gobiernos que promueven las
grandes inversiones extractivas7
. De hecho, tanto en
Bolivia como en Ecuador se ha producido ya una ruptura
entre importantes sectores de las organizaciones
indígenas y los respectivos gobiernos por discrepancias
en torno a temas como las carreteras de penetración
y las concesiones de hidrocarburos en el Territorio
Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y la
extracción de hidrocarburos en el Parque NacionalYasuni,
respectivamente.
Finalmente, en el terreno de la política, una
consecuenciadeestaapuestaeslacrecientedependencia
de los regímenes progresistas de su capacidad de
generar y distribuir la renta generada por las actividades
extractivas hacia los sectores más vulnerables de la
población (los Bonos Dignidad, Juancito Pinto y Juana
Azurduy en Bolivia, las Misiones en Venezuela) para su
propia sobrevivencia política.
Urge un cambio de rumbo
Hoy día, en que ha bajado el ritmo de crecimiento de
la China y se han caído la demanda y los precios de
los commodities, el modelo primario exportador
nacionalista redistributivo enfrenta sus límites
estructurales. Venezuela y Ecuador están enormemente
endeudados con China y deben pagar esos préstamos
en petróleo mientras que cada mes reciben menores
ingresos por el petróleo que logran comercializar en otros
mercados.Boliviarecibirámenoresingresosporelgasque
vende a Brasil y Argentina pues su precio está también
atado al del petróleo en los mercados internacionales.
En estas circunstancias, es indispensable plantear
un cambio de rumbo. No se trata ciertamente de regresar
aunesquemaextractivistaneoliberalparabeneficiodelas
grandes corporaciones. No se trata tampoco de desandar
todo lo que se ha logrado en materia de soberanía sobre
los bienes naturales, de renovación de la elite política, de
democratización de la política misma, o de expansión del
ejercicio de derechos.
Se trata más bien de explorar otros caminos, que
apunten a la diversificación productiva usando de
manera sostenible los bienes naturales renovables,
consumiendo menos energías fósiles, protegiendo
el medio ambiente y respetando los derechos
3
Svampa, Maristella.“El‘Consenso de los Commodities’y lenguajes de valoración en América Latina”, en Revista Nueva Sociedad, No. 244, Marzo-Abril, 2013.
4
http://business-humanrights.org/es/se-inicia-arbitraje-en-demanda-de-oceanagold-contra-el-salvador-en-tribunal-del-banco-mundial
5
CEPAL, Panorama Social de América Latina, 2013 y Rosales, Osvaldo y Kuwayama, Mikio,“China y América Latina y el Caribe. Hacia una relación económica y comercial estratégica”, 2012.
6
Bárcenas, Alicia.“Gobernanza de Recursos Naturales en América Latina y el Caribe”, CEPAL, 2012.
7
Ver OCMAL, Cuandotiemblanlosderechos.ExtractivismoycriminalizaciónenAméricaLatina, Quito, 2011.
En http://www.conflictosmineros.net/biblioteca/publicaciones/publicaciones-ocmal/cuando-tiemblan-los-derechos-extractivismo-y-criminalizacion-en-america-latina/detail
16. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
16
territoriales y de consulta de los pueblos indígenas.
El debate en América Latina sobre la necesidad
de dar este giro, y pronto, ya está abierto. Para comenzar,
la reciente propuesta de los Pactos para la Igualdad de la
CEPAL se sustenta en una crítica sustantiva del modelo
primario exportador y en un reclamo de diversificar la
economía para crear empleos de calidad generando
valor agregado en todos los sectores8
.
Incluso en un país como el Perú —que ha
apostado de manera radical por el extractivismo
neoliberal— sectores del gobierno se plantean ahora la
necesidad de una apuesta consciente y con impulso
estatal para diversificar la estructura, reconociendo
que el modelo no da más.9
En ambos casos, un componente del debate
sobre cómo diversificar tiene que ver con las maneras de
cómo se puede usar a las propias industrias extractivas
y las rentas que estas generan para estimular dicha
diversificación. Por ejemplo, usar parte de la renta
para invertir en ciencia y tecnología con el objetivo de
atacar cuellos de botella tecnológicos que hoy frenan el
desarrollo de otros sectores productivos. Otro ejemplo
sería sacar parte de esa misma renta de la economía –
colocándola en fondos soberanos— para impedir que
la enfermedad holandesa reste competitividad a otros
sectores productivos. Un último ejemplo, implementar
políticas de contenido local (compras locales de bienes y
servicios) para generar procesos locales de acumulación
que luego sirvan a otros desarrollos.
De la misma manera, desde la sociedad civil en
diversos países se discute como alternativa la necesidad
de una “transición post extractivista”10
, caracterizada
por:
i) Una triple transición de la economía.
a. Del énfasis en la explotación de los bienes naturales
no renovables al énfasis en los bienes naturales
renovables.
b. Del énfasis en las grandes corporaciones al énfasis en
los pequeños y medianos propietarios individuales,
cooperativos o comunitarios.
c. Del énfasis en la exportación hacia una mayor
atención al mercado interno.
ii) Una transición energética, hacia energías renovables
no convencionales, para que el crecimiento económico
no contribuya a empeorar el calentamiento global.
iii) Una reforma institucional, hacia un Estado garante
de los derechos de los pueblos indígenas y del derecho
de las futuras generaciones a heredar bienes naturales
renovables abundantes y de buena calidad.
iv) Un cuestionamiento del consumismo insostenible
prevalente en nuestras sociedades, buscando equilibrar
la satisfacción de las necesidades con las capacidades
de producción y reproducción de los ecosistemas y del
planeta en general.
Los puntos de partida para iniciar estas transiciones
serán diferentes en cada país, pero en todos los casos es
inevitable que se trate de procesos de mediano y largo
plazo que requieran de la aplicación consistente de
políticas públicas sostenidas para lograr este objetivo.
Para ello se requieren liderazgos políticos
claros, que tengan una visión definida de cómo lograr
un bienestar sostenible de las mayorías que no se lleve
de encuentro al medio ambiente y los derechos de
los pueblos indígenas para logros sociales de corto
plazo, contribuyendo de paso a parar el proceso del
calentamiento global. q
8
CEPAL, PactosparalaIgualdad:Haciaunfuturosostenible, Santiago de Chile, 2014
9
Gobierno del Perú, Ministerio de la Producción, Plan Nacional de Diversificación Productiva, Lima, 2014.
10
Red GE, CaminosdeTransición.AlternativasalextractivismoypropuestasparaotrosdesarrollosenelPerú, Lima, 2014, en http://www.redge.org.pe
* Antropólogo e historiador peruano, investigador asociado del Centro de Estudios
y Promoción del Desarrollo (DESCO) y Coordinador Regional para América Latina del
Natural Resource Governance Institute.
17. 17
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
A
mérica Latina, a simple vista, se
ha fraccionado en dos bloques
de países; los unos dicen ser
progresistas y buscan una
autonomía en su desarrollo, priorizan las
alianzas subregionales y denuncian lo que
denominan imperialismo norteamericano;
en tanto que los otros aún estarían apegados
a la política estadounidense, facilitando la
implementación de mecanismos de control
regional, tanto en el plano militar como en el
financiero.
Sinembargo,unanálisismásprofundo
de la geopolítica regional nos muestra el
empeñodetodoslospaísesparamilitarizar
la sociedad y reprimir sus manifestaciones,
poniendo en vigencia códigos penales que
facilitanlaentregadebienesnaturalesalas
grandes transnacionales, cuya nacionalidad
ya no es fácil de identificar pues pueden estar
Luis Ángel
Saavedra*
ActivistasantibasesenlaentradaalaBasedeManta,Ecuador,enseptiembrede2007.Paraevitarestasmanifestacionesfue
necesariodiversificarlasycamuflarlasbajootrosconceptosaparentementenomilitares./LuisAngelSaavedra
formadas por capitales chinos, canadienses,
estadounidenses y europeos, sin que la
ideología de los gobiernos sea un obstáculo
a la hora de someter a las comunidades para
extraer sus recursos y obtener la máxima
rentabilidad posible.
La transformación de la geopolítica
y el desarraigo del capital nos lleva a
preguntarnos si el control militar obedece
aún al interés de seguridad, o de hegemonía
de un país en particular, o si ya es un interés
supranacional, en cuyo caso, las sociedades
estarían sosteniendo con sus impuestos, ya
no la seguridad de sus países, sino un gran
sistema de seguridad empresarial privada.
Bases invisibles y asesores militares
En noviembre del 2009 se cerró la base militar
estadounidense de Manta, en Ecuador. Se
Nuevos esquemas de
militarizaciónen
Latinoamérica
18. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
18
dijo que sus actividades se trasladaban a siete bases
colombianas y también a la región del Pichari, en la
ceja de selva del departamento surandino de Cusco
en el Perú. En este último país existirían nueve bases
militares, según lo asegura Atilio Borón, politólogo
argentino y analista de geopolítica.
Panamá no se queda atrás. Según Julio
Yao, investigador universitario panameño y activista
antibases, en este país existirían 12 bases militares
estadounidenses, pese a que Estados Unidos, antes
del año 2000, entregó oficialmente todas sus bases
al gobierno panameño. Según el Movimiento por la
Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos
(MOPASSOL), con sede en Argentina, existen 47 bases
estadounidenses en América Latina.
¿Dónde están estas bases? ¿Existen fotos de
ellas? ¿Cuáles son las pruebas de su existencia? Los
gobiernos latinoamericanos niegan haber cedido bases
militares nacionales para el control extranjero o haber
dado autorización para que Estados Unidos construya
bases militares en sus territorios. A falta de pruebas, se
podría decir que es una exageración de los activistas
antibases. Pero no lo es.
La Base de Manta, así como las bases deVieques
en Puerto Rico; Soto Cano en Palmerola, Honduras; Hato
Rey en Curazao; Comalapa en El Salvador; y Reina Beatriz
en Aruba, debieron transformarse y multiplicarse
para poder acoplarse a las nuevas exigencias del
control regional y a los nuevos problemas que se han
determinado como riesgosos, no solo para Estados
Unidos, sino para toda la dinámica de reproducción
del capital: resistencias de los pueblos locales, en
especial campesinos e indígenas con alianzas en
sectores urbanos; gobiernos progresistas con discursos
mediáticos y presencia de otras potencias económicas,
China en particular.
Las bases tradicionales demandaban muchos
recursos económicos para su mantenimiento y son muy
visibles ante la población, por lo que se convirtieron
en blancos de las acciones de los activistas antibases,
tal como sucedió en Vieques. Tampoco resultaron
funcionales las primeras transformaciones, dadas
a finales de la década de los 90, con la creación de
los Puestos Operativos de Avanzada (FOL—Forward
Operating Location), pues no alejó la atención de los
activistas, aún cuando si se redujo los presupuestos y se
pudo sostenerlas bajo el disfraz de la lucha antidrogas.
Manta es un ejemplo de ello, pues luego de 10 años de
resistencia social finalmente debió cerrar en el 2009.
Fue necesaria una nueva transformación
para hacer invisible la intervención militar
estadounidense y volverla más práctica. Ahora, bajo
acuerdos de cooperación militar para actividades de
apoyo en desastres, asesoría en seguridad interna, lucha
contra las drogas y combate a la pobreza, asesores
militares estadounidenses ingresan a los países sin
llamar la atención. Los desastres naturales brindan el
mejor pretexto de intervención, como ocurrió en Haití
donde, tras el terremoto ocurrido en el 2010, el ejército
estadounidense asumió el control del país y coordina
las acciones de las demás misiones militares de paz que
intervienen ahí.
Esta estrategia no es nueva, pues constituye el
viejo discurso del programa Alianza para el Progreso con
el que Estados Unidos intervino en Latinoamérica en la
década del 70, ahora remozado con elementos como la
lucha contra la corrupción, la delincuencia, las drogas y,
para vender mejor la idea, manteniendo el eslogan de
lucha contra la pobreza.
La intervención militar no siempre se da
previo acuerdos, pues en Venezuela y Ecuador, que no
aceptan cooperación militar estadounidense, lo hacen
bajo la figura de agregados militares de las embajadas
estadounidenses. En abril de este año (2014), en el
Ecuador se detectó la presencia de unos 50 militares
adscritos a la embajada estadounidense; se decidió
expulsar a 20 de ellos que realizaban asesorías sobre
seguridad. Los funcionarios militares de las embajadas
establecen relaciones directas con mandos medios y
altos de los órganos armados de los países, así se cruza
información sensible y se llegan a realizar actividades sin
el conocimiento de los gobiernos.
En este nuevo escenario ya no se necesitan
grandes estructuras militares, basta con pequeños
puestos operativos bajo administración militar
local, que pueden ser activados en base a los acuerdos
logradosconlosgobiernosyaconvenienciadelapolítica
estadounidense, o que sirven de puestos de vigilancia
para alertar sobre movilizaciones sociales y amedrentar
a las organizaciones.
Militarización de la sociedad
El mismo tipo de política de control social que
implementa Estados Unidos en países bajo su influencia,
se implementa en los países que supuestamente se han
alejado de su dominio: ¿qué es lo que controlan?
Las inversiones no estadounidenses en
América Latina han crecido, en especial la inversión
china; esto hace suponer que la política de control y
amedrentamiento estadounidense no ha funcionado,
a no ser que Estados Unidos ahora esté brindando el
servicio de seguridad a China, dado que este país es el
mayoracreedordebonosestadounidenses.Segúndatos
del Banco Central de China, a finales del 2013 la deuda
estadounidense a China llegaba a US$1.3 billones; en
tanto que la inversión china en Latinoamérica ya suman
US$102 millardos, siendo los principales beneficiarios
Venezuela, Brasil, Argentina y Perú, en ese orden.
La seguridad del capital chino invertido en la
compra de deuda pública estadounidense depende de
la seguridad de las inversiones estadounidenses en otros
países; de igual manera, la seguridad de las inversiones
chinas depende de la seguridad que brinden los países
para extraer los bienes naturales Así, la aplicación de la
política estadounidense de seguridad es clave incluso
19. 19
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
en los países que, supuestamente, no se mantienen bajo
su influencia.
La militarización de las ciudades bajo el pretexto
de controlar la delincuencia y el tráfico de drogas; la
militarización de la policía civil, generando escuadrones
especializados para el control de la protesta social, y
la creación de nuevos cuerpos armados de vigilancia,
como las guardias forestales, constituyen las nuevas
formas de vigilancia de las estructuras sociales.
En el Ecuador, por ejemplo, la modernización de
las Fuerzas Armadas implicará también la distribución
de sus miembros en nuevas áreas de vigilancia, como la
guardia forestal, que tendrá funciones de control de las
actividades rurales, tanto de las actividades productivas,
como de las organizacionales, bajo el pretexto de
proteger los bosques nativos.
De igual manera se han creado cuerpos de
cibervigilancia para, bajo el pretexto de perseguir la
pornografía infantil, el tráfico de capitales y la trata de
personas, se dediquen a controlar las redes sociales en
las que interactúan las organizaciones. Ecuador, con el
eufemismodeciberdefensa,hapropuestolacreación
de un cuerpo de cibervigilancia bajo la estructura de
la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR).
La creación de nuevos cuerpos de policía
antimotines y su preparación para sofocar posibles
conflictos urbanos, responde además a la permanente
migración del campo a la ciudad, que genera nuevos
cinturones de miseria, muy proclives a responder a
llamados a la insurrección para defender sus derechos,
como lo ocurrido en Brasil en días previos a la realización
del último mundial de fútbol. Se han creado diversos
centros de entrenamiento policial antimotines, como
en Chile y Colombia, donde se capacita a la policía de
varios países latinoamericanos. Estos entrenamientos
son perfeccionados con agentes franceses y españoles.
Laespecializacióndelapolicíaylosmilitarespara
controlar las nuevas amenazas internas ha provocado
que sus responsabilidades clásicas sean delegadas a
los municipios, bajo la figura de descentralización y
autonomía. Ahora son los municipios los que asumen
el control del tránsito, la seguridad comunitaria y
barrial e incluso la vigilancia institucional, apoyados por
empresas de seguridad privada.
Leyes antiterroristas y códigos penales represivos
En todos los países latinoamericanos, las protestas
callejeras dejaron de ser contravenciones y se
transformaron en delitos contra la propiedad o los
servicios básicos. Los levantamientos de la población
ahorasondelitosdesabotajeoterrorismo;sehanpuesto
en vigencia leyes antiterroristas similares, como en
Chile, Perú y Colombia. Se han endurecido los códigos
penales para acallar las manifestaciones sociales, como
en Ecuador y Venezuela.
Los países progresistas y los países
neoliberales coinciden en las estrategias de
seguridad interna, asumen la política de seguridad
estadounidense y definen como nuevos enemigos
internos a los movimientos sociales existentes y
previenen como nuevas amenazas a las fuerzas sociales
que emergerán conforme se urbanice la sociedad y
aumente la pobreza.
Al no existir diferencia ideológica cuando se
somete a las comunidades para extraer los bienes
naturales, manteniendo la misma matriz de producción
primaria que ha caracterizado a Latinoamérica desde
sus albores republicanos, es difícil mirar la militarización
como producto de la política de un solo país, pues es
necesario mirar la dinámica del capital para saber a qué
intereses obedecen los nuevos esquemas de seguridad.
q
*Comunicador social ecuatoriano, director de la Fundación Regional de Asesoría en
Derechos Humanos (INREDH), corresponsal de Noticias Aliadas desde 1996, autor de
investigaciones de geopolítica regional como El refugio en el Ecuador, Quito, 2005 y
¿Operacionesdeavanzadaobasemilitaroperativa?, Quito, 2007, entre otras.
20. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
20
U
na somera radiografía de las
movilizaciones más importantes de
los últimos años, como las masivas
manifestaciones de millones de
brasileños en 353 ciudades en junio del 2013,
puede contribuir a visibilizar a los nuevos
actoresqueprotagonizanelactivismosocialen
América Latina. El 84% de los manifestantes
no tenían preferencias partidarias, el 71%
participaba por primera vez en protestas y
el 53% tenía menos de 25 años1
.
Las movilizaciones brasileñas se
focalizaron en el rechazo al aumento del
precio del transporte urbano, como parte
de una lucha más amplia por el acceso a
la ciudad y contra la represión policial. La
Raúl Zibechi*
Milesdepersonassehanmovilizadoparaprotegerlaslagunasqueseríandestruidaspor
proyectoauríferoCongaenCajamarca,Perú./Servindi.org
organización convocante, el Movimiento Passe
Livre (MPL), es una pequeña red asentada en
decenas de ciudades e integrada por jóvenes
de los sectores medios que estudian en la
universidad, que se movilizan cada vez que
aumenta el transporte (uno de los más caros
del mundo). Con los años, el movimiento ha
ido evolucionando hacia la demanda por el
derechoalaciudad,quesientenlimitadaporel
costo del transporte y la especulación urbana2
.
Las protestas en Brasil tienen cierta
similitud con el movimiento Yo soy 132
lanzado por los estudiantes universitarios
mexicanos, exigiendo la democratización
de los medios de comunicación durante las
elecciones presidenciales del 20123
. Aunque
Agendas y culturas políticas
en los movimientos sociales
latinoamericanos
1
Secco, Lincoln.“As jornadas de junho”, en Cidadesrebeldes, Boitempo, Sao Paulo, 2013.
2
Legume, Lucas yToledo, Mariana.“O Movimento Passe Livre São Paulo e aTarifa Zero”, 2011, en http://passapalavra.info/2011/08/44857, acceso 2 de agosto de 2013.
3
Muñoz Ramírez, Gloria. Yosoy132, Ediciones Bola de Cristal, México, 2011.
21. 21
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
ambos se dispersaron en poco tiempo, los grupos que
estuvieron en la base de las movilizaciones brasileñas
estaban organizados desde mucho tiempo antes y siguen
adelante luego del momento álgido de las acciones de
calle.
En los últimos 10 años han surgido tantos
movimientos que resulta difícil hacer un listado que
los incluya a todos. Entre los más conocidos, figura
el movimiento estudiantil de Chile, agrupado en la
Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios
(ADES);lasdecenasdeasambleaslocalescontralaminería
y el modelo extractivo en Argentina, coordinadas en la
Unión de Asambleas Ciudadanas; la potente resistencia
a la minería en el departamento de Cajamarca, en el
norte del Perú, en particular contra el proyecto Conga,
en la que destacan las comunidades indígenas andinas,
por mencionar apenas tres casos distintos. A ellos, habría
que sumar infinidad de movimientos locales, como la
Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, que consiguió
frenar la instalación de Monsanto en una pequeña
localidad cercana a la ciudad de Córdoba (Argentina)4
. O
la importante resistencia a la especulación inmobiliaria en
Rio de Janeiro, con motivo del reciente Mundial de Fútbol
y los Juegos Olímpicos del 20165
.
Bloques sociales y temáticos
En el continente podemos identificar, por su
pertenencia social, tres grandes bloques de
movimientos: los indígenas, los campesinos y los
de sectores populares urbanos. Cada uno de ellos
se asienta en espacios diferentes y enarbolan, en
principio, demandas distintas. Los primeros, anclados
en sus territorios ancestrales, reivindican la defensa y
reconocimiento de esos territorios frente a la expansión
del extractivismo minero y agroexportador, pero también
exigen autogobierno en base a sus usos y costumbres,
así como poder decidir aspectos centrales de las políticas
educativas y de salud que afectan a los pueblos.
La actividad de los movimientos campesinos
gira en torno a la tierra. Como los indígenas, enfrentan
también al agronegocio, en particular la expansión de los
cultivos de soja que provocan migraciones y contaminan
aguas y poblaciones. Su lista de demandas incluye desde
la reforma agraria (caso del Movimiento Sin Tierra de
Brasil) hasta la exigencia de créditos para la producción
y precios para sus productos. En los últimos años algunos
de ellos han incrementado sus movilizaciones contra los
efectos de tratados de libre comercio con Estados Unidos,
y llegan a exigir su derogación, como la Mesa Nacional de
Unidad Agraria y decenas de organizaciones campesinas
en Colombia6
.
El tercer bloque está conformado por los sectores
populares que viven en las periferias de las grandes
ciudades.Enestosespacios,queenocasionesdenominan
también como territorios, se aglomeran familias que
fueron expulsadas por el agronegocio, las guerras y
violencias de paramilitares, narcotraficantes, militares
y guerrillas, pero también trabajadores formales cuyas
empresas quebraron en la última crisis y migrantes de
países de la región. Han levantado sus viviendas en base
al trabajo familiar, espacios y equipamientos colectivos
(en ocasiones escuelas y clínicas de salud) gracias a la
cooperación y la reciprocidad (minga). En general, son
familias que sobreviven en el empleo “informal”, pero
tambiénencontramostrabajadoresmalremuneradosque
se desempeñan en la construcción, el trabajo doméstico y
la venta ambulante.
Las demandas han sufrido algunos cambios a
lo largo de los años. Si hubiera que encontrar alguna
característica común, es el rechazo a la desigualdad
y la lucha por cambios de carácter estructural. Sin
embargo, muchos de estos movimientos comienzan
reclamando algo tan simple como poder vivir. Algo así
reclaman Máxima Acuña Atalaya, su familia y sus vecinos:
que les permitan quedarse en las tierras que compraron
hace 20 años, que ahora reclama una multinacional de la
minería en la laguna Azul, en las alturas de Cajamarca7
.
El derecho a la vida es también el reclamo que mujeres
y personas de la diversidad sexual han instalado en la
agenda pública de muchos de los países de la región para
acabarconlaimpunidaddelaquegozanlosresponsables
de feminicidios y crímenes de odio.
En efecto, las luchas por el agua, la tierra y el
derecho a la vivienda, aún para quienes viven en favelas
y asentamientos precarios, atraviesa a campesinos,
indígenas y sectores populares urbanos. Pero a medida
que esas demandas se convierten en movilizaciones,
desde lo local hasta lo nacional, chocan con las
diversas facetas de la desigualdad (desde el acceso a
los medios de comunicación hasta la representación
en el sistema político). En este punto enfrentan lo que
el sociólogo peruano Aníbal Quijano ha denominado
“colonialidad del poder”: un patrón de relaciones
asimétricas, de raza, género y generación, que siempre
perjudica a los indios, negros y mestizos, y de modo
particular a las mujeres y los jóvenes de esos sectores.
El nacimiento de feminismos comunitarios,
populares, indígenas y afrodescendientes, forma parte
de este proceso de enraizamiento de los movimientos
entre los grupos subalternos, marcando claras diferencias
con la primera generación de feministas formadas en las
academias y los partidos políticos, y volcadas hacia las
ONGs y las instituciones8
. Una característica de esta nueva
4
Miembros jóvenes de la asamblea crearon su web: http://ecoscordoba.com.ar/
5
Zibechi, Raúl.“Debajo y detrás de las grandes movilizaciones”, Osal N° 34, Clacso, Buenos Aires, noviembre 2013, pp. 15-36.
6
“Declaración de las organizaciones campesinas de Colombia”, 24 de octubre del 2011, en http://prensarural.org/spip/spip.php?article6659
7
Ver http://servindi.org/actualidad/90450
8
Puede consultarse, entre otros, Gargallo, Francesca. FeminismosdesdeAbyaYala, Desdeabajo, Bogotá, 2012; Bidaseca, Karina yVázquez,Vanesa. Feminismoyposcolonialidad, Godot, Buenos Aires, 2011; Rivera
Cusicanqui, Silvia. Bircholas, Mama Huaco, La Paz, 2002.
22. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
22
9
Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú.
10
De Oliveira, Denilson.“Territorialidades no mundo globalizado: outras leituras da cidade a partir da cultura hip-hop na metrópole carioca”, Universidade Federal Fluminense, Niteroi, 2006.
11
LaGargantaPoderosa, revista mensual de la cooperativa La Poderosa, tiene una tirada de entre 12 y 40 mil ejemplares. En http://lapoderosa.org.ar/
realidad, es la aparición de grupos de mujeres (como
FEMUCARINAP9
), que no se identifican como feministas,
pero que luchan por la emancipación de las mujeres.
Enelmundojuvenilsepuedenobservarprocesos
similares. A través de expresiones como el hip hop, los
jóvenes negros de ciudades como Rio de Janeiro buscan
unlugarenunasociedadquelosexcluye10
.Losmediosde
comunicaciónnacidosenlasvillasdeBuenosAires,donde
grupos juveniles expresan sus diferencias culturales,
enseñan la politización no domesticada de los jóvenes
pobres en las grandes ciudades latinoamericanas11
.
Una nueva cultura política
Tan importante como las demandas, son las culturas
políticas que expresan los movimientos. Se trata de
abordar lo que no dicen los programas políticos, ni las
listasdereivindicaciones,nilasconsignasqueagitanenlas
calles. Sabemos que hoy los movimientos luchan contra
los extractivismos minero, agropecuario y urbano, por
más libertades y derechos. Pero también importa cómo
lo hacen, de qué manera trabajan, cómo están dispuestas
sus fuerzas en el interior de los colectivos y grupos.
Los nuevos movimientos muestran otros
modosdeorganizarse,unaculturapolíticaqueelMPL
sintetiza en cinco rasgos: autonomía, horizontalidad,
federalismo, consenso para tomar decisiones y
apartidismo (que diferencian del anti-partidismo). En
paralelo,suelenposicionarsecontraunamplioabanicode
opresiones: de clase, de género, de raza y generacionales,
además de la defensa de la naturaleza. Casi todos los
movimientos asumen varias identidades, no limitándose
a una sola, lo que constituye una característica de los
movimientos integrados por jóvenes.
Lamásrecientecamadademovimientosnacióen
un período caracterizado por la crisis del viejo patriarcado
y la deslegitimación de las instituciones basadas en
la representación, como los partidos, los sindicatos y
los parlamentos. En ambos casos, los nuevos sujetos
(en particular mujeres y jóvenes) tienden a construir
organizaciones que rehúyen las jerarquías, el tipo de
estructuras gobernadas por varones, donde las bases
estánsujetasalasdireccionesytienenpocasposibilidades
de hacer que sus opiniones sean tenidas en cuenta.
Quisiera destacar cinco aspectos que considero
atraviesan a la mayor parte de los movimientos más
dinámicos y creativos y que conforman el núcleo de la
cultura política emergente en el actual activismo social y
político.
- Crean organizaciones pequeñas y medianas,
donde los vínculos cara a cara sustituyen la figura de
la representación en las grandes organizaciones de
“masas”. La preferencia por grupos de tamaño reducido
no ha impedido la eficacia de la movilización. En esos
grupos se crean fuertes lazos de camaradería y confianza,
similares a los vínculos de carácter comunitario. Son esos
vínculos los que potencian la acción colectiva, sostenida
en el tiempo, y no los aparatos burocráticos de carácter
masivo.EstofacilitasuautonomíadelEstadoylospartidos.
- Para la coordinación de acciones entre gran
cantidad de grupos, establecen coordinaciones
puntuales, “livianas”, capaces de articularse en poco
tiempo, que tienden a desarmarse cuando ya no son
necesarias. Esta peculiaridad de los colectivos de jóvenes
y mujeres suele desconcertar a los varones anclados en la
“vieja” cultura política, ya que hay un evidente desfasaje
entre la capacidad de movilización y la estabilidad y
visibilidad de los núcleos organizados.
- La horizontalidad, entendida como la
inexistencia de jerarquías permanentes y fijas, es una
delasprincipalescaracterísticasdelosmodosdehacer
de los movimientos actuales. En vez de representantes,
eligen voceros; en vez de dirigentes, nombran personas
para coordinar cada reunión, asamblea o actividad, que
no suelen ser las mismas que ya realizaron esa tarea en
momentosanteriores.Ennopocoscasos,aparecelafigura
de la rotación o turno, propia de las culturas indígenas,
aunque la mayor parte de las veces no las nombran de
ese modo.
- Se percibe un evidente rechazo a un tipo de
crecimiento destructivo de la naturaleza y también
de la sociabilidad entre las personas. Rechazan la
contaminación y el crecimiento económico que no
aporta calidad de vida a las comunidades. En algunos
casos adoptan la consigna de “Buen Vivir” para designar
el tipo de sociedad a la que aspiran, aunque otros
movimientosprefierenhablarde“socialismo”.Notodoslos
movimientos rechazan el desarrollismo, aunque hay una
tendencia creciente a la crítica al modelo de crecimiento
perpetuo.
- Por último, una de las características más
novedosas de los movimientos es que no sólo demandan
a los Estados y gobiernos, sino que crean espacios
propios donde empiezan a construir relaciones
sociales diferentes a las hegemónicas. Inspirados en
las comunidades indígenas y en las culturas juveniles, se
empeñan en construir ahora el mundo de sus sueños. q
*Periodista, analista internacional y escritor uruguayo, acompaña procesos de
movimientos sociales en América Latina y es autor de numerosas publicaciones sobre
los mismos.
23. 23
AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
M
ás de 500 representantes de
organizaciones campesinas, de
agricultores familiares, pescadores
tradicionales, pueblos indígenas,
movimientos sin tierra, trabajadores rurales,
migrantes, mujeres, jóvenes, consumidores y
ecologistas, se reunieron en el 2007 en el Foro
Internacional para la Soberanía Alimentaria,
en la aldea de Nyeleni, Sélingué, Malí.
Provenientes de más de 80 países,
los participantes del Foro organizado por
La Vía Campesina expresaron, según reza la
Declaración de Nyeleni, que luchan por un
mundo en el que “existaunaverdaderareforma
agraria integral que garantice a los campesinos
plenos derechos sobre la tierra, defienda y
recupere los territorios de los pueblos indígenas,
garanticealascomunidadespesqueraselacceso
José Elosegui*
AgriculturafamiliarenSalto,departamentoalnortedeUruguay,incluyeutilizacióndesemillasnativas./LucíaSurroca
y el control de las zonas de pesca y ecosistemas”.
“La mayoría de nosotras y nosotros
somos productores y productoras de alimentos
y estamos dispuestos, somos capaces y tenemos
la voluntad de alimentar a todos los pueblos del
mundo. Nuestra herencia como productores de
alimentos es fundamental para el futuro de la
humanidad”, señalaron1
.
La soberanía alimentaria es entendida
por La Vía Campesina como el derecho de
los pueblos a elegir sus propios modelos de
producción, comercialización y distribución
de alimentos, de forma ambientalmente
sustentable y culturalmente adecuada. El
movimiento lanzó el concepto en 1996, en
alternativa a la idea de“seguridad alimentaria”.
El15deoctubredel2014ladelegación
de La Vía Campesina reunida en Roma, capital
Movimiento colectivo por la
soberanía alimentaria
1
http://nyeleni.org/DOWNLOADS/Nyelni_SP.pdf
24. AGENDA POLÍTICA DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN AMÉRICA LATINA - ABRIL 2015
24
italiana, para el 41º período de sesiones del Comité de
Seguridad Alimentaria Mundial (CSA) de la Organización
deNacionesUnidas(ONU),denuncióque“lamayoríade
los gobiernos permanecen ciegos ante los desafíos
de seguridad alimentaria en el mundo”.
A través de un comunicado de prensa2
, los
campesinos exhortaron a los gobiernos a tomar medidas
urgentes a favor de la agricultura campesina e indígena,
único modelo capaz de alimentar al mundo. Al día
siguiente se celebraba el Día Mundial de la Alimentación,
queloscampesinosprefierendenominar“DíaMundialde
la Soberanía Alimentaria”, y La Vía Campesina reivindicó
una vez más su compromiso de lucha para alcanzarla.
Importancia y desafíos de la lucha
En un mundo donde las corporaciones transnacionales
y gobiernos avanzan sobre las tierras y se adueñan de
los sistemas alimentarios y de distribución de alimentos,
son igualmente los campesinos quienes alimentan a la
mayoría de la población. Y las mujeres juegan un rol
central:ellasconstituyenlamayoríadelcampesinado
indígena y no indígena, pero su contribución a la
alimentación mundial es ignorada y marginada.
Según un estudio de la organización Grain,
la agricultura campesina produce hasta el 80% del
alimento en los países no industrializados, aunque las
fincas pequeñas suman, en total, menos del 25% de la
tierra agrícola a nivel mundial.3
En América Latina el 60% de la agricultura
proviene de predios dedicados a la producción
familiar, señala el ecologista Martín Drago, co-
coordinador del Programa de Soberanía Alimentaria de
lafederaciónecologistaAmigosdelaTierraInternacional.
En América Central, con 17% de la tierra agrícola,
los pequeños agricultores aportan el 50% de toda la
producción agrícola. En El Salvador, con sólo 29% de la
tierra, los pequeños agricultores producen: 90% de los
frijoles, 84% del maíz y 63% del arroz, los tres alimentos
básicos.4
Más del 90% de todas las fincas del mundo son
“pequeñas”, y tienen en promedio 2.2 hectáreas. Y la
tendencia se agrava: se están perdiendo rápidamente
fincas de agricultores familiares en todos los continentes,
mientras que las grandes fincas han ido acumulando más
tierras durante la última década.
Argentina perdió más de un tercio de sus fincas
en las dos décadas comprendidas entre 1988 y 2008; sólo
entre los años 2002 y 2008 la disminución fue de un 18%.
En la década comprendida entre 1997 y 2007,
Chile perdió el 15% de todas sus fincas. Las fincas de
mayor tamaño, con propiedades de más de 2,000
hectáreas, se incrementaron 30% en número pero,
duplicaron su tamaño promedio desde 7,000 a 14,000
hectáreas por finca.5
Entre las presiones sobre la tierra que quitan
predios a la agricultura campesina y amenazan la
soberanía alimentaria, hay que subrayar la tremenda
expansión de las fincas dedicadas a los monocultivos
industriales (como soja, palma aceitera, colza y caña de
azúcar),elacaparamientodetierrasporpartedeempresas
y gobiernos, la expansión de la industria extractiva
(minería, petróleo, gas y, últimamente fracking), entre
otras causas.
Varios países latinoamericanos dedican buena
parte de sus tierras a los monocultivos industriales. El
caso de la soja en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay
es un buen ejemplo, con una fuerte presencia de
variedades transgénicas de la empresa estadounidense
Monsanto. Los megaproyectos mineros e hidroeléctricos
por ejemplo en Colombia, México y América Central
también generan graves impactos socioambientales a
las poblaciones en sus territorios. Muchas veces estos
proyectos, como las plantaciones de granos para la
elaboración de agrocombustibles y las represas, son
presentados como soluciones al cambio climático.
“Dentrodelapropuestadesoberaníaalimentaria
nosotros destacamos la necesidad de reconstruir el
derecho de los pueblos y naciones a definir sus sistemas
alimentarios, producir y consumir alimentos en función
desusnecesidadesyculturas.Estoimplicalanecesidadde
fortalecer la agricultura campesina indígena, reconstruir
los mercados locales y populares, realizar reformas
agrarias e implementar políticas públicas que garanticen
la permanencia de las familias en el campo y la vuelta
desdelasciudadesdelosmillonesdedesplazados”,afirma
el dirigente campesino argentino, Diego Montón, de la
SecretaríaOperativadelaCoordinadoraLatinoamericana
de Organizaciones del Campo (CLOC-Vía Campesina),
Soberanía alimentaria en marcha
América Latina tiene ejemplos exitosos en la concreción
de la soberanía alimentaria. El Movimiento de
Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil (MST) a través
de sus campamentos y asentamientos ha logrado
autosustentarse y producir alimentos para la población
en general.
Los sin tierra tienen organizadas más de
100 cooperativas de producción de alimentos en
sus asentamientos. Han contribuido también con la
construcciónde96agroindustrias,paraofreceralimentos
sanos y de calidad, al tiempo que mejoran sus ingresos
económicos y condiciones de trabajo.6
Porejemplo,laregiónnortedelestadodeEspírito
2
http://viacampesina.org/es/index.php/temas-principales-mainmenu-27/soberanalimentary-comercio-mainmenu-38/2270-csa-en-roma-la-mayoria-de-los-gobiernos-permanecen-ciegos-ante-los-desafios-
de-seguridad-alimentaria-en-el-mundo1
3
http://www.grain.org/es/article/entries/4956-hambrientos-de-tierra-los-pueblos-indigenas-y-campesinos-alimentan-al-mundo-con-menos-de-un-cuarto-de-la-tierra-agricola-mundial
4
Idem, Cuadro 5
5
Idem, Cuadro 3
6
http://mst.org.br/taxonomy/term/325