1. NOTICIA: CIENCIA/ Comportamiento animal
Fecha de publicación: 15/10/ 2013
Lo pueden encontrar en la siguiente pagina: http://www.abc.es/ciencia/20131015/abcimonos-jovenes-gestionan-emociones-201310141500.html
LAS CRIAS DE BONOBO SE EMOCIONAN COMO LOS
NIÑOS HUMANOS
Los simios huérfanos pasan más tiempo angustiados tras un episodio
desagradable, mientras que los que han sido criados por sus madres son más
estables y empáticos
AR CH IV O
Dos jóvenes bonobos juegan juntos en el santuario cerca
de Kinshasa
Investigadores estadounidenses que estudian los bonobos (Pan paniscus), los
parientes vivos más cercanos al ser humano junto a los chimpancés, han
descubierto sorprendentes similitudes entre el desarrollo emocional de los
ejemplares jóvenes de esa especie y nuestros niños. En concreto, los científicos
sugieren que estos grandes simios regulan sus emociones de una manera muy
parecida al la humana.
Primatólogos del Centro de Investigación Nacional de Primates Yerkes de la
Universidad Emory, entre los que se encuentra el famoso Frans de Waal, llevaron a
cabo su estudio en un santuario de bonobos cerca de Kinshasa, la capital de la
2. República Democrática del Congo. Los resultados se publican en el último número
de la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) de EE.UU.
Los científicos grabaron en vídeo la vida social cotidiana en el santuario para
conocer cómo los bonobos manejan sus propias emociones y la forma en que
reaccionan ante las emociones de los demás. Descubrieron que los dos factores
estaban relacionados, ya que los bonobos que se recuperaron rápida y fácilmente
de sus propios trastornos emocionales, como por ejemplo después de perder una
pelea, mostraron una mayor empatía hacia sus compañeros. Esos ejemplares
ofrecían confort corporal (besos, abrazos y caricias) a los otros simios
desamparados o angustiados.
El bonobo es genéticamente similar a los seres humanos, como también lo es el
chimpancé. Se le considera el gran simio más empático. «Esto convierte a la
especie en un candidato ideal para las comparaciones psicológicas», dice De Waal.
«Cualquier similitud fundamental entre los humanos y los bonobos probablemente
se remonta a su último ancestro común, que vivió hace unos seis millones de
años», continúa.
Los investigadores creen que si la forma en la que los bonobos manejan sus
propias emociones predice cómo reaccionan ante las de los demás, esto demuestra
cierta regulación emocional, como la capacidad de moderar las emociones fuertes y
evitar excitarse demasiado. En los niños, la regulación emocional es crucial para el
desarrollo social sano. Los niños socialmente competentes mantienen los bajones y
alzas de sus emociones dentro de los límites. «Un vínculo estable entre padres e
hijos es esencial para esto, por lo que los huérfanos humanos suelen tener
problemas para manejar sus emociones», dicen los autores del estudio.
En el santuario de bonobos que aparece en el estudio muchos ejemplares son
víctimas de la caza. Cuando una cría se queda sin su madre, madres sustitutas
humanas se ocupan de cuidarlos, una atención que se prolonga durante años hasta
que los bonobos son transferidos a un recinto boscoso con individuos de todas las
edades. «En comparación con sus pares criados por sus madres, los huérfanos
tienen dificultades para manejar la excitación emocional», dice Zanna Clay,
coautora del estudio. Ella observó que a los huérfanos les cuesta mucho más
tiempo recuperarse de un disgusto o de un episodio desagradable. «Siguen muy
molestos, gritando durante minutos después de una pelea en comparación con los
pequeños criados por su madre, que lo superan en cuestión de segundos».
Un tema tabú
«Las emociones en animales han sido científicamente tabú», dice De Waal, pero
cree que estos estudios que se centran en las emociones pueden proporcionar
3. información valiosa sobre los seres humanos y de nuestra sociedad. «Al medir la
expresión de angustia y excitación de los grandes simios, y cómo las hacen frente,
hemos sido capaces de confirmar que la regulación emocional eficiente es una
parte esencial de la empatía. La empatía permite a los grandes simios y a los
seres humanos absorber el sufrimiento de los demás sin estar demasiado
angustiados ellos mismos», continúa De Waal. Esto también explica por qué los
bonobos huérfanos, que han experimentado un trauma que afecta el desarrollo
emocional, son menos competentes socialmente que sus iguales criados por sus
madres.
Los investigadores creen que estas similitudes entre simios y hombres son
importantes para la historia evolutiva humana, ya que muestran que el marco
socioemocional general aplicado a los niños funciona igual de bien para los monos.
Utilizando este marco, los investigadores pueden probar las predicciones de
comportamiento de los grandes simios y, como en el caso de este estudio,
confirmar que seres humanos y simios comparten muchos aspectos del
funcionamiento emocional.