La ingestión de alimentos debería ser suficiente para cubrir las necesidades metabólicas del organismo, pero sin llegar a producir obesidad. Además como los diferentes alimentos tienen distinta proporción de proteínas, carbohidratos y grasas, debe existir entre estos tres tipos de sustancias un equilibrio adecuado, para suministrar a cada segmento de la cadena metabólica los materiales que necesita.