2. Contemplaba Su creación a medida que le iba dando forma, «y vio Dios que era bueno». Dios es el artista más grande de todos los tiempos. Cuando hubo terminado, volvió a contemplar lo creado, y concluyó que «era bueno en gran manera». Evidentemente el Gran Artista quedó muy complacido con aquel mundo colmado de maravillas, formas y movimiento en el que abundaban colores vivos como los del arco iris y la rosa, texturas agradables como la del pelaje del castor y las hojas de la magnolia, aromas intensos como el del membrillo y la madreselva, sonidos espectaculares como el del trueno y el de los riachuelos y sabores exquisitos como el de la sandía y el del chocolate. --Clyde S. Kilby
3. La naturaleza es el arte de Dios, así como el mundo es el arte del hombre. --Roque Barcia
4. George Gallup, el famoso experto en estadísticas, afirmó una vez: "¡Puedo probar estadísticamente la existencia de Dios! Observemos por ejemplo el cuerpo humano. ¡La posibilidad de que todas las funciones del individuo hayan aparecido porque sí, es desde el punto de vista estadístico, una aberración!”
5. Hace muchos siglos, el salmista David exclamó dirigiéndose al Señor: «Te alabo porque soy una creación admirable. Tus obras son maravillas, y esto lo sé muy bien.» (Salmo 139:14, Nueva Versión Internacional.) El cuerpo humano se sostiene mediante una red extraordinaria de músculos flexibles, tendones y cartílagos perfectamente ajustados entre sí y forrados por una enorme envoltura denominada piel, la cual a su vez está formada por miles de millones de células. A cada segundo hay células que envejecen y son eliminadas y reemplazadas. Sin embargo, no apreciamos el cuerpo humano como es debido, a menos que algo ande mal con él.
6. ¿Cuando tenemos que suplicar al pulso: «¡Late, por lo que más quieras!»?, o preguntar al corazón: «¿Estás bombeando? ¿Llevas la cuenta de las pulsaciones que das por minuto? Espero que estés haciendo circular unos cinco litros de sangre por minuto. No lo olvides: setenta y cinco a la hora.» Tampoco tenemos que recordar a cada gota de sangre: «¿Estás haciendo el emocionante recorrido de unos 270 kilómetros por las venas en tres minutos?» O a los párpados: «¿Parpadean? ¿Están eliminando con regularidad las glándulas lacrimales el polvo que entra a los ojos?» Parte de esa maravilla es que tengamos tan poco motivo de preocupación.
7. Lo mejor de todo, es que en vez de hacernos ridículamente altos para que cupieran en el organismo entre 10 y 12 metros de intestinos y túbulos renales, el Creador tuvo la sabiduría de enrollarlos para que solo ocuparan unos 330 cm³. Por tanto, sería conveniente que le dijéramos al cerebro: «¡Maravíllate!» Tu cuerpo es un templo destinado a adorar a Dios y darle gracias. Te atreves a vivir sin preocuparte por estos detalles, y se te olvida que tienes mucho que agradecer en todo momento de tu existencia.
8. Si es posible que un universo se formara por si solo, este contendría en si mismo los poderes de un creador, y deberíamos llegar forzosamente a la conclusión de que dicho universo es un dios.
9. Algún día la posteridad se reirá ante la estupidez de la filosofía materialista actual. --Luis Pasteur Cuanto más estudio la naturaleza, más me maravilla el Creador.
10. Creer que es probable que la vida se haya originado accidentalmente, es semejante a creer que es probable que un diccionario completo pueda formarse como consecuencia de la explosión de un taller de imprenta.
11. Hay mariposas en las selvas tropicales que muy rara vez son observadas por el ojo humano y poseen una belleza impresionante. La delicada transparencia de la medusa y la perfección de las alas del colibrí son inimitables. --LeRoy Koopman La creatividad de Dios no se conformó con cumplir los requisitos mínimos necesarios para desempeñar su función.
12. Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. www.tommyswindow.com Para más presentaciones, visita: (Salmo 19:1) La naturaleza entera incluyendo el hombre, es un prodigioso instrumento de muchas cuerdas afinado con delicada precisión para obrar la voluntad de Dios, y que Él toca con mano maestra. PARA COMPARTIR