1. Las ideas del marxismo empezaron a llevarse a cabo en la Unión Soviética durante el siglo XX,
desde la Revolución Bolchevique (1917) hasta el derrumbe del Sistema Soviético (finales de siglo).
Periodo que estuvo caracterizado por ser un Estado comunista. Influyeron las condiciones
económicas, sociales y culturales; las interpretaciones específicas de sus sucesivos dirigentes y los
diversos acontecimientos históricos que se dieron en ese momento.
En cuanto al contexto político, la pedagogía de Makarenko estuvo marcada por dos
acontecimientos reveladores dentro del Nuevo Estado. En primer lugar, durante el tiempo que
estuvo Lenin, líder revolucionario a la cabeza, comienza a realizar sus experiencias más
significativas. En segundo lugar, durante el periodo estalinista, comienza su andadura en el ámbito
educativo, para posteriormente dedicar sus últimos años de vida a la reflexión y extensión de su
pedagogía.[1]
Respecto al contexto socio-económico, la Unión Soviética durante estos años se define como un
país agrario, devastado económica y socialmente a causa de la dominación zarista y de los duros
años de la Revolución.
Entre la población existe un alto porcentaje de analfabetismo, además de un gran número de niños
y jóvenes sin hogar, inmersos en la marginación y en la delincuencia (campo de trabajo de
Makarenko).
Estas circunstancias provocaron la restauración de la sociedad comunista con el fin de planificar e
instaurar un sistema educativo que permita el desarrollo del individuo como un nuevo hombre
comunista. (Trilla, 2009, p. 130).