1. ALFABETIZACIÓN CIENTÍFICA (AC)
Una de las primeras definiciones de AC la da Shen (1975), diferenciando tres (3)
tipos:
1. Práctica: Posesión de un tipo de conocimiento científico y tecnológico que
puede utilizarse inmediatamente para ayudar a resolver las necesidades básicas de
salud y supervivencia.
2. Cívica: Incrementa la concienciación al relacionarla con los problemas
sociales.
3. Cultural: La ciencia como un producto cultural humano.
Hodson (1988 y 1994), considera tres (3) elementos principales en la AC: (a)
Aprender ciencia, adquiriendo y desarrollando conocimiento teórico y conceptual; (b)
Aprender acerca de la ciencia, desarrollando una comprensión de la naturaleza y
métodos de la ciencia, y una conciencia de las complejas relaciones entre ciencia y
sociedad, y (c) Hacer ciencia, implicándose y desarrollando una experiencia en la
investigación científica y la resolución de problemas.
Por otra parte, Kemp (2003), agrupa en tres (3) dimensiones los elementos que le
dan significado a la AC: (a) conceptual, los rasgos más nombrados son conceptos de
ciencia y relación entre ciencia y sociedad; (b) procedimental, aplicación y uso de la
ciencia en la vida cotidiana, con propósitos sociales y cívicos y (c) afectiva, aprecio e
interés por la ciencia.
Asimismo, el autor antes citado establece tres (3) tipos de AC: (a) personal, pone
de relieve elementos de la dimensión conceptual con menor grado de rasgos de la
dimensión afectiva; (b) práctica, enfatiza en los elementos de la dimensión
procedimental, y (c) formal, contempla elementos de las tres (3) dimensiones arriba
señaladas; por lo tanto, implica muchas acepciones, desde conocer términos
conceptualizados en ciencia, hasta ser capaz de usarla en la vida diaria, actuar
democráticamente en lo civil y participar en la toma de decisiones sobre cuestiones
2. inherentes a la ciencia, a fin de interesarse en ella, estar al día en su avance y
relacionarla con la sociedad.
Entonces se puede decir que la AC consiste en comprender conceptos que
definen a la ciencia y, adquirir un lenguaje científico para ser usado en provecho
propio y del entorno donde se viva. En esta perspectiva, la AC estriba en la vida
diaria, a fin de aprender a convivir en sociedad.
Shamos (2004), plantea una propuesta de Alfabetización Científica enfocada en
tres (3) principios: (a) cultural, toma de conciencia de lo que es la ciencia, para
considerarla como elemento básico de la cultura humana universal; (b) práctica,
enmarcado en los conocimientos útiles para la vida diaria, y (c) social, relacionado
con el uso adecuado y democrático de la ciencia. Es decir, la AC se adquiere durante
toda la vida, con diferentes grados y niveles de acuerdo con la edad de las personas.
Así mismo, Acevedo, Vásquez y Manassero (2005), quienes analizan la
conceptualización del constructo AC desde tres (3) acepciones diferentes según la
utilidad dada bien sea como: (a) lema, palabra clave que resume los propósitos de
reforma de la enseñanza de la ciencia, de un extenso movimiento internacional de
expertos en educación científica; (b) metáfora, sirve para expresar de manera general
las finalidades y objetivos de la educación científica, y (c) mito cultural, se puede
reformular como la utopía que señala el ideal a proseguir. Estos autores expresan que
la AC es compleja, lo que dificulta su definición operacional
Si se interrelacionan la trilogía de acepciones anteriores, es posible concebir una
definición integral de la Alfabetización Científica, como una nueva perspectiva
crítica que enfocada en las finalidades y objetivos de la educación científica, pretende
más que reformar, transformar la enseñanza de la ciencia para ponerla al servicio del
ciudadano, de tal forma que no sólo comprenda y dé explicaciones a los múltiples
fenómenos que se le presentan sino también que suministre los medios necesarios
para evitar al máximo o en el peor caso, resolver los problemas derivados de la
Sociedad de Consumos.
3. En este sentido, en la conceptualización de la Alfabetización Científica subyace
el concepto de democracia cognitiva propuesto por Morín ( 2000) como parte de la
necesidad de transformar el pensamiento del ciudadano del siglo XXI. Se trata de
poner el conocimiento al alcance de todos como una de las principales aristas de la
sociedad actual.
Pero si uno de los patrones de la sociedad actual es el cambio en el
conocimiento, entonces la Alfabetización Científica no puede ser concebida como un
constructo preestablecido por rigurosos programas educativos, cuyos contenidos son
siempre iguales; sino que por el contrario ha de perfilarse como un currículo abierto,
flexible y cambiante como la sociedad misma.
Uno de las más recientes propuestas de la OEI (2008), denominada «Metas
2021: La Educación que Queremos para la Generación de los Bicentenarios»,
contempla entre sus programas, el de establecer la Ciencia, Tecnología, Sociedad e
Innovación para el desarrollo sostenible. Destacan los siguientes objetivos por lograr
entre los países signatarios: (a) promover la alfabetización científica, mostrando la
ciencia como una actividad humana de gran importancia social, que forma parte, en
las sociedades democráticas modernas, de la cultura general y, (b) estimular o
consolidar en los jóvenes la vocación por el estudio de las ciencias y la tecnología, a
la vez que la independencia de juicio y un sentido de la responsabilidad crítica.
Por lo tanto, el constructo de Alfabetización Científica debe ser abordado y
concebido desde la perspectiva compleja, inter, pluri y transdisciplinaria.
Dimensiones de la Alfabetización Científica
Dimensión Ontológica
Responde al ¿qué realidad aborda la Alfabetización Científica? Si partimos de la
idea del pensamiento complejo, que la realidad no es única sino conformada por
distintos niveles y elementos, podemos clasificar su ontología en dos (2) vertientes:
Niveles de Realidad y Elementos.
4. Niveles de Realidad. Está enfocada en el: ¿qué realidades aborda la
Alfabetización Científica?. Cuatro (4) niveles de realidades
responden
a esta
pregunta: el primero es el cognitivo (saber), el segundo es el práctico (hacer), el
tercero, político (convivir), y el cuarto, socio afectivo (Ser).
Elementos de la Alfabetización Científica. Corresponde al segundo aspecto de
la dimensión ontológica. Los elementos que conforman y permiten generar una
concepción integral del constructo son:
1. Elementos Conceptuales: Referidos a los saberes científicos (¿qué aprender?)
2. Elementos Procedimentales: corresponden al ¿cómo actuar? o saber hacer.
3. Elementos Afectivos: Se enfoca en enseñar el lado amable de la ciencia.
4. Elementos Actitudinales: implica el desarrollo de predisposiciones positivas o
favorables hacia la ciencia.
5. Elementos Históricos: Por una parte, es enseñar a las personas que la ciencia
ha formado parte de la historia general de la sociedad, y por la otra, se trata de que la
ciudadanía valore a la ciencia en su contexto histórico-cultural.
6. Elementos Informativos: Dar a conocer el conocimiento científico.
7. Elementos Culturales: Valorar la ciencia como parte de la cultura de cualquier
sociedad.
8.
Dimensión Epistemológica
Remite al tipo o naturaleza del conocimiento científico que se busca elaborar
mediante la Alfabetización Científica. Se plantea una sinergia entre saber popular y
saber científico; es una forma de sustituir el aprendizaje reduccionista de la ciencia
por una visión integral, de manera que las personas tengan las dos (2) construcciones
de la ciencia: aquélla que está muy cercana a sus vidas y la otra, que es elaborada de
manera rigurosa. y razonado para enfrentar los complejos retos sociales.
Ahora bien, tratándose de un conocimiento integral que reúne dos (2) tipos de
nociones de la ciencia, dos (2) percepciones diferentes y dos (2) tradiciones distintas,
que hasta ahora se abordan como excluyentes y contrarios; implicaría que es
5. necesario concebir que la dimensión epistemológica de la Alfabetización Científica se
sustente en la multidimensionalidad y en la complementariedad que aporta
el
pensamiento complejo, desde el cual se abordan las múltiples realidades sociales, con
el fin de tener una visión sistémica y dialógica de la ciencia.
El conocimiento complejo, opuesto al lineal y reduccionista, se complementa en
la Alfabetización Científica con los abordajes pluri o multidisciplinarios,
interdisciplinarios y transdisciplinarios.
Abordar el conocimiento transdisciplinario desde la Alfabetización Científica
requiere del despliegue de la vinculación ciencia /ciencia cotidiana/ciencia, en
múltiples escenarios y niveles de la realidad social. Se busca extender las fronteras de
la ciencia sistemática y disciplinaria para comprender y explicar situaciones de la
ciencia cotidiana.
Dimensión Teleológica
Referida a la intencionalidad de la Alfabetización Científica, responde al ¿para
qué? , y en ese sentido, se revelan dos (2) tipos de fines según los grupos sociales a
los cuales está dirigida: fines de formación docente y fines cívicos. El primero encaja
en la educación formal y los segundos en educación no formal.
Dimensión Metodológica
Corresponde a la puesta en práctica de la Alfabetización Científica, a cómo
desplegarla en el aula de clase. ¿Qué métodos, técnicas, estrategias, facilitaría su
enseñanza y su aprendizaje?. La repuesta debe estar enmarcada en el constructivismo
y el socio constructivismo, la inter, pluri y transdisciplinariedad y en el pensamiento
complejo.
La naturaleza multidimensional de la Alfabetización Científica demanda que los
mediadores asuman nuevas metodologías para lograr que los estudiantes aprehendan
los conocimientos básicos de la ciencia y su aplicación a la vida cotidiana.
6. Dimensión Axiológica
En esta dimensión, subyacen los valores inmersos en la Alfabetización Científica
de la ciudadanía, puesto que se considera que más allá de la elaboración y
reelaboración del conocimiento y procedimientos propios de la ciencia, está la
construcción y reconstrucción de valores culturales, científicos, humanísticos, éticos
y morales, entre ellos: el respeto y corresponsabilidad social y con el entorno, la
participación ciudadana y democrática en las decisiones de su comunidad, el
pensamiento crítico y autónomo, la toma de conciencia y sensibilización del papel de
la ciencia en el desarrollo humano y en la solución de los problemas socioambientales.