La semilla de linaza contiene ácidos grasos esenciales como el ALNA en cantidades mucho mayores que los aceites de pescado, así como lignanos que ayudan a prevenir el cáncer. La fibra soluble e insoluble de la linaza ayuda a reducir el colesterol y mantener la regularidad intestinal. Todos los ácidos grasos esenciales Omega 3 se encuentran en la semilla de linaza, que también contiene propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y reguladoras de la glucosa en la sangre.