Antes de la construcción de la Catedral de San Basilio en Moscú en 1552, no se sabe con certeza qué edificios se encontraban en ese lugar. Iván el Terrible ordenó construir la catedral para conmemorar su conquista de Kazán y subrayar el papel de Moscú en la defensa de la fe cristiana. La catedral tomó seis años en construirse y presenta una organización simétrica planificada desde el inicio para incluir ocho altares laterales alrededor de la iglesia central.