Este documento discute los daños causados por la mentira y la corrupción a la humanidad y al mundo. Argumenta que la mentira deshumaniza y divide a las personas, destruyendo la confianza y el bien común. También critica a los políticos y líderes religiosos que usan la mentira para mantenerse en el poder en lugar de servir a los pobres con la verdad. El documento concluye que para restaurar la salud de la sociedad, las personas deben vivir de acuerdo con la verdad y no la mentira.