Cultura Mochica
Moche, también llamada cultura mochica, es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se
desarrolló entre el 100 a. C. y el 800 d. C. en el valle Moche teniendo como capital al territorio
que actualmente se denomina Huacas del Sol y de la Luna en la región La Libertad, ésta cultura
se extendió hacia los valles de la costa norte del actual Perú.
Las sociedades moche desarrollaron una compleja tecnología de canales de riego, evidenciando
amplios conocimientos en ingeniería hidráulica y ampliando la frontera agrícola. Además,
hicieron uso intensivo del cobre en la fabricación de armas, herramientas y objetos ornamentales.
Fueron considerados los mejores ceramistas del Perú antiguo gracias al fino y elaborado trabajo
que realizaron en sus cerámicos. En ellos representaron a divinidades, hombres, animales y
escenas significativas referidas a temas ceremoniales y mitos que reflejaban su concepción del
mundo, destacándose la asombrosa expresividad, perfección y realismo con que los dotaban.
Políticamente, las sociedades moche —de fuerte segmentación en clases sociales— se
organizaban en señoríos comandados por autoridades religioso-militares
Ubicación geográfica
[editar] Mochica norte
En el valle de Jequetepeque: San José de Moro, Huaca Dos Cabezas, Complejo Pacatnamú,
Casa de la Luna o Sián, el Hornito, (entre San Pedro y Pacasmayo), Sincapecerce de
Poémape, y la Tumba de la Mina.
En el Valle de Lambayeque: Sipán y Pampa Grande
[editar] Mochica sur
En el valle de Moche: la Huaca del Sol y de la Luna.
En el Valle de Chicama: se destacan varios edificios mochicas que fueron usados en tiempos
de los chimúes, como Sonolipe, Urricape, Mocollope, La Campana, Huaca Cartavio,
Huaca Colorada, Huaca Cao viejo
[editar] Una gran cultura
En general la cultura mochica tuvo un gran desenvolvimiento en la zona de la costa del norte del
Perú, en esta zona se desarrollaron de una manera impresionante, construyendo grandes templos
que dejan gran parte de su legado, fue algo muy avanzado el tener sistema de irrigación y forma
de controlar el río con motivo de regar el casi desierto que era el norte del territorio, al igual
fueron grandes maestros al tratar el metal y el oro
[editar] Grandes Pescadores
Los habitantes de la cultura mochica tuvieron gran experiencia como pescadores y eso lo
demuestra las antiguas embarcaciones que usaban y que hasta ahora se sigen fabricando
denominados Caballitos de Totora. Los moches tenían un gran desenvolvimiento como
pescadores en las costas cercanas al valle moche en el norte de Perú
Religión
Por sus dioses castigadores, la representación de dioses decapitadores era muy común, siendo el
decapitador principal Ai Apaec, quien también era el dios supremo y la principal deidad de los
mochicas.
Estos dioses muestran clara influencia de la cultura chavín, que fueron anteriores a ellos (los
moches). Se puede apreciar el parecido en los colmillos y las formas felínicas en algunos.
Los sacrificios humanos eran practicados por los mochicas con fines religiosos.
[editar] Agricultura
Los mochicas tuvieron una especial preocupación por el desarrollo agrícola. En este sentido
cultivaron maíz, camote, yuca, papa, calabaza, frutas tales como tuna, lúcuma, chirimoya, tumbo
y papaya. Como debieron llevar agua para cultivar tierras secas, construyeron canales
(Wachaques) que se muestran como notables obras de ingeniería hidráulica, como el de Ascope
y el de la Cumbre.
Asimismo construyeron represas como la de San José, cuyas aguas almacenadas servían para
irrigar las tierras en tiempo de sequía y escasez.
Quedó registrada una sequía de varios años, que se cree que está relacionada con una erupción
del volcán Krakatoa, que generó un invierno de dos años en todo el mundo (Véase Cambio
climático en el año 535).
El Señor de Sipán
Artículo principal: Señor de Sipán
Sipán es una pequeña localidad que se ubica a 35 kilómetros al sureste de Chiclayo. Allí se
encuentra la denominada Huaca Rajada.
En marzo de 1987 el arqueólogo peruano Walter Alva logró erradicar a los huaqueros (ladrones
de tumbas) y procedió a realizar excavaciones. Fue la única tumba de un gobernador
precolombino hallada intacta en Perú. Actualmente se encuentra en el Museo Tumbas Reales de
Sipán, en Lambayeque. Se lo halló con 8 personas (cuatro mujeres y cuatro hombres).
Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo
Orige
Manco Cápac probablemente nació en Tambutoco,[4] el lugar de uno de los muchos descansos que hicieron los sobrevivientes de
su etnia: Taipicala al escapar de las invasiones Aimaras en el Altiplano andino.[5] Su padre se llamó Apu Tambo,[6] el cual dio
lugar luego a que los jefes locales se llamen así. El éxodo en el cual nació Manco Cápac duró 20 años aproximadamente y
recorrieron sólo 500 kilómetros llevando un estilo de vida seminómade.[7]
Las leyes
Manco Cápac hizo muchas leyes humanas y sabias, condenando con pena capital el homicidio, el adulterio y el hurto; mandó que
cada uno tomase mujer de su propia familia, pero nunca antes de los 20 años de edad; propuso el culto del sol como primera
divinidad, y le labró un templo en el Cusco, e inmediata a él una casa para las vírgenes consagradas a aquella deidad, las cuales
debían ser de la sangre real de los incas.
Fundación del curacazgo inca
Muros exteriores de Colcapata, antiguo palacio de Manco Cápac.
Manco Cápac nació en medio de un lento éxodo, y para cuando murió su padre tuvo que continuar la dirección de su etnia
calculada en una decena de familias (ayllus).[8]
La trayectoria que recorrieron los Taipicala según las versiones oficiales concuerda claramente con la trayectoria descrita en la
leyenda de los hermanos Ayar,[9] mas no en el tiempo que les tomó hacerlo.
Al llegar al valle de Cusco, los incas derrotaron a tres pequeñas etnias (Sahuares, Huallas y Ayar Uchos o Alcahuisas).[10]
El terreno que ocuparon inicialmente los incas en Cusco fueron los alrededores de donde hoy está la Plaza de Armas de Cusco, en
esa época era una zona pantanosa atravesada por dos riachuelos.[11]
En Cusco, Manco Cápac fundó cuatro barrios llamados: Chumbicancha (barrio de tejedores), Quinticancha (barrio del picaflor),
Sairecancha (barrio de tabaco) y Yarambuycancha (¿barrio de alisal?).[12]
Lucha por la prevalescencia
Una vez establecidos en Cusco, Manco Cápac y su etnia ocupaban sólo una pequeña fracción del territorio del valle de Cusco,
otras etnias más poderosas ocupaban el mismo valle e inclusive por el norte amenazaba un estado confederado de Ayamarcas y
Pinaguas. Todas estas etnias veían a los incas como una etnia invasora y ciertamente lo eran. Manco Cápac durante su
permanencia en el gobierno tuvo que luchar y defenderse de los continuos ataques de estas etnias. En algunas ocasiones, su
sucesor Sinchi Roca tuvo que pelear él mismo en la defensa contra estas etnias.[13]
] Muerte
Templo Tiahuanaco aledaño al lago Titicaca donde llegó a parar el cuerpo momificado de Manco Cápac.
Tras una muerte natural, dejando a su hijo, Sinchi Roca, como sucesor, Manco Cápac fue momificado y guardado en el
inticancha hasta el reinado de Pachacútec, quien ordenó su traslado al templo del lago Titicaca. En Cusco sólo quedó una estatua
en su honor. Fue Pachacútec también quien inventó y esparció las leyendas del origen de los incas como un intento de "divinizar"
las hazañas incas y de promover la identidad, y por ende la unificación de su imperio.[14]
Fecha
Los años en que vivió y reinó Manco Cápac están envueltos en una gran duda y debate entre los historiadores y cronistas, casi
tanto como si es un personaje histórico o uno mítico.
Las fechas que dan los diversos estudiosos varían incluso por varios siglos de diferencia, como las fechas de Sarmiento (en
1572), el historiador se refiere a que el primer inca nació en el año 521 y que reinó entre 565 y 656, es decir, vivió por 135 años y
reinó por 91. Según Cabello Balboa (en 1586) reinó entre 945 y 1006, es decir, por 61 años.[15] Otras fuentes hablan de 41 años
de reinado, entre 1021 y 1062.[16] Según otros historiadores reinó por 28 años, entre 1150 y 1178.[17] Las cifras más tardías
hablan de 30 años de reinado entre 1226 y 1256.[18]
Obras
Se le atribuye la construcción del Inticancha, actual Coricancha.
Su palacio, llamado Colcampata fue usado después de su muerte como almacén de alimentos, posteriormente fue ahí donde
se hospedó Sayri Túpac Inca.[19]
Leyenda de los Hermanos Ayar
Origen del mito o leyenda de los hermanos ayar: La primera crónica que dio a conocer este mito de origen fue la de
Juan Díez de Betanzos (1551), quien residia en el Cuzco y hablaba el idioma quechua, Ademas tuvo como esposa a
una princesa inca ligada al linaje de pachacutec y Atahuallpa. El historiador Luis E. Valcarcel redacto una version
moderno de este mito en 1984 en su libro ―Historia del Perú antiguo a través de la fuente escrita‖
Leyenda de los hermanos ayar
Sobre la montaña Pacaritambo (doce lugares al Noroeste de Cuzco) aparecieron los hermanos Ayar después del gran
diluvio que había desvastado todo.
De la montaña llamada "Tampu Tocco" partieron cuatro hombres jóvenes y cuatro jóvenes mujeres, hermanas y
esposas de ellos.
Eran Ayar Manco y su mujer Mama Ocllo; Ayar Cachi y Mama Cora; Ayar Uchu y Mama Rahua y finalmente,
Ayar Auca y su esposa Mama Huaco.
Viendo el estado de las tierras y la pobreza de la gente, los cuatro hombres decidieron buscar un lugar más fértil y
próspero para instalarse. Llevaron con ellos los miembros de diez Ayllus (organización inca que agrupaba diez
familias). Se dirigieron hacia el sudeste.
Pero un primer altercado se produjo entre Ayar Cachi, un hombre fuerte y corajudo, y los otros. Sus hermanos lo
celaban y quisieron matarlo. Él les ordenó de volver a las cavernas de Pacarina (se llama así, en quechua, al lugar de
los orígenes) a buscar semillas y agua.
Ayar Cachi penetró en la caverna de Capac Tocco (ventana principal de la montaña "Tampu Tocco") y el doméstico
que lo acompañaba cerró con una gran piedra la puerta de entrada, y él no pudo jamás salir.
Los siete hermanos y hermanas, seguidos de los ayllus, prosiguieron su camino y llegaron al monte Huanacauri
donde descubrieron un ídolo de piedra del mismo nombre. Llenos de respeto y de temor frente a este ídolo, entraron
al lugar donde se lo adoraba.
Ayar Uchu saltó sobre la espalda de la estatua y quedó enseguida petrificado, haciendo parte en delante de la
escultura.
Aconsejó a sus hermanos de seguir el viaje y les pidió que se celebre en su memoria la ceremonia del Huarachico, o
"iniciación de los jóvenes".
En el curso del viaje Ayar Auca fue también cambiado en estatua de piedra en la pampa del Sol. Ayar Manco,
acompañado de sus cuatro hermanas, llegó a Cuzco donde encontró buenas tierras, y se hundió su bastón con
facilidad pero no pudo retirarlo sin esfuerzos. Entusiasmados por el entorno decidieron quedarse. Ayar Manco fundó
una ciudad en nombre del creador Viracocha y en nombre del Sol. Esta ciudad fue el Cuzco (ombligo, en quechua),
la capital del Tahuantinsuyo (imperio de las cuatro provincias).
INTERPRETACIÓN
estos hechos son interpretado como la conquista del valle d el cuzco por tribus quechuas .Los cuatro hermanos , al
decir del mismo Dr. Valcárcel , representan a cuatro tribus los mara ,los tampus, , los mascas y los chilkes , que
procedentes del sur del valle de apurimac, ocuparon lo que mas tarde seria lacapital del imperio ,el cuzco,.De la
lucha entablada entre las cuatro tribu la mas aguerrida , la de los mascas ,capitaneada por ayar manco ,habría
vencido a todas las de mas ,constituyéndose , de esa manera , en fundador de la que después seria la dinastía de los
incas ,el imperio incaico.
EL MITO INCA
Un día muy lejano, el dios sin nombre se hizo la reflexión de que debía crear un mundo. Tenía la tierra, el agua y el
fuego y eso le bastaba para dar forma a cualquier cosa que deseara formar. Así lo hizo, creando tres planos que
componían un único Universo. En el de arriba puso a los dioses, que tenían el aspecto brillante del Sol y de la Luna,
de las estrellas y de los cometas, y de todo cuanto luce allá en lo alto, sobre nuestras cabezas. Un poco más abajo,
pero todavía sobre el segundo mundo, estaban los dioses del rayo, del relámpago y el trueno, del arco iris y de todas
las cosas que no tienen más explicación que la que los dioses quieran dar. Ese tercio superior se llamó Janan Pacha.
En el segundo mundo, en el de aquí, Cay Pacha, puso el dios creador a los humanos, a los animales y a las plantas, a
EL MITO INCA
Un día muy lejano, el dios sin nombre se hizo la reflexión de que debía crear un mundo. Tenía la tierra, el agua y el
fuego y eso le bastaba para dar forma a cualquier cosa que deseara formar. Así lo hizo, creando tres planos que
componían un único Universo. En el de arriba puso a los dioses, que tenían el aspecto brillante del Sol y de la Luna,
de las estrellas y de los cometas, y de todo cuanto luce allá en lo alto, sobre nuestras cabezas. Un poco más abajo,
pero todavía sobre el segundo mundo, estaban los dioses del rayo, del relámpago y el trueno, del arco iris y de todas
las cosas que no tienen más explicación que la que los dioses quieran dar. Ese tercio superior se llamó Janan Pacha.
En el segundo mundo, en el de aquí, Cay Pacha, puso el dios creador a los humanos, a los animales y a las plantas, a
todo lo vivo, incluidos los espíritus. En el mundo del tercer plano, el mundo interior, Ucu Pacha, quedó el espacio
cerrado y reservado para los muertos. Los tres planos estaban intercomunicados, pero eran unas vías muy especiales
las que daban acceso a unos y otros. Al de arriba podía acceder el hijo del Sol, el Inca o príncipe, el Intip churín;
desde el interior se podía acceder al de aquí, a través de todos los conductos naturales que se abren desde el interior
al exterior, conductos por los que brotan las aguas de la tierra, cuevas, grietas y volcanes, pacarinas, que eran las
vías primitivas de acceso por las que llegaron los seres que dieron comienzo a la humanidad; los gérmenes que
hicieron nacer los animales, y las semillas que dieron vida a todas las plantas que crecen sobre el mundo de aquí. El
esquema de este universo inca sería, pues, el siguiente:
JANAN PACHA
Intip churín
CAY PACHA
Pacarina
UCU PACHA
El ciclo se cierra con este flujo hacia arriba, que parte del Ucu Pacha, a través de una Pacarina, para que la penetren
los hombres Ayar y, en el mundo de aquí, den nacimiento al imperio inca, con sus fundadores Manco Capac y
Mama Ocllo a la cabeza de una humanidad que, con ellos en la cumbre, puede dirigirse al mundo superior, para
comunicarse con los dioses de los que ellos, naturalmente, forman parte.
EL DIOS DEL SOL
Al igual que los chibchas con Bochica, que los aztecas con Huitzilopchtl, que los quinches con Hun-Apu-Vuch, los
quechuas del imperio inca tenían al dios Sol en el primer peldaño del escalafón celeste, con el nombre sagrado e
impronunciable de Inti, aunque más tarde fue evolucionando hacia una personalidad más compleja y universal, que
terminó por absorber a la divinidad sin nombre de la creación, para dar paso a Ira Cocha, una abreviatura al nombre
completo del dios Apu-Kon-Tiki-Uira-Cocha, que es, por antonomasia, la defunción total de su poder omnímodo,
puesto que este nombre no es sino la enumeración de sus poderes (supremo ser del agua, la tierra y el fuego) sobre
los tres elementos en los que se basó la creación del Universo. Este nuevo y mucho más poderoso dios del Sol no
estaba solo en su reino, le acompañaba su esposa -y hermana, como corresponde a un Inca- la Luna le acompañaba
en igualdad de rango en la corte celestial, bajo el nombre de Quilla. Al Sol se le representaba con la forma de un
elipsoide de oro en el que también podían aparecer los rayos como otro de sus atributos de poder, y la Luna tenía la
forma ritual de un disco de plata. El Sol, como creador, era adorado y reverenciado, pero a él también se acudía en
busca de su favor y de su ayuda, para resolver los problemas y aliviar las necesidades, ya que sólo él podía hacer
nacer las cosechas, curar la enfermedad y dar la seguridad que el ser humano anhela. Naturalmente, a la diosa Quilla
estaba adscrito el fervor religioso de las mujeres, y ellas eran quienes formaban el núcleo de sus fieles seguidoras, ya
que nadie mejor que la diosa Quilla podía comprender sus deseos y temores, y darles el amparo buscado.
Grigori Rasputín
.
Grigori Rasputín
/
Grigori Yefímovich Rasputín (en ruso ) (22 de enero de 1869
– 29 de diciembre de 1916) fue un místico ruso con una gran influencia en los últimos días de la
Dinastía Romanov. Aunque tradicionalmente en español es más conocido como Rasputín, la
pronunciación en ruso, es Raspútin. También fue conocido como «el Monje Loco».
En su lugar de origen pretendía darse una apariencia de Jesucristo y tenía fama de sanador
mediante el rezo, razón por la cual y gracias a una amiga de la zarina llamada Anna Výrubova,
en 1905 fue llamado al palacio de los zares para cortar una hemorragia de su hijo único Alexis
Nikoláyevich, que padecía de hemofilia. El zarevich efectivamente mejoró —algunos
investigadores sostienen que fue mediante hipnosis— y la familia Romanov, especialmente la
zarina Alejandra, cayó bajo la influencia de este controvertido personaje.
Influencia en la monarquía rusa
Rasputín no solo se ganó el favor de la familia real, sino que también buena parte de la
aristocracia se rindió a él. Esto se debió sobre todo a su carisma personal. En la medida en que el
carisma pueda explicarse, el suyo era producto de los siguientes factores. Una mirada muy fija y
penetrante (era de pelo castaño pero de ojos azules muy claros). Un verbo fácil y calculadamente
ambiguo (alguien dijo que sus frases nunca constaban de "sujeto, verbo y predicado", sino que
siempre faltaba algún elemento) que parecía el de un oráculo. Un gran atractivo para con las
mujeres (y algunos hombres) basado, además de en su físico y en su intuición, en su
conocimiento de las Escrituras y en cierta tradición religiosa rusa que sigue prácticas orgiásticas
como camino a Dios. Finalmente, la época de Rasputín era de romanticismo filoeslavo, y él, ruso
de la profunda Siberia, espetaba a los nobles, muy emparentados con la aristocracia europea
(sobre todo con la alemana): "No tenéis una sola gota de sangre rusa".[2]
Sin embargo fue muy atacado por aquellos cortesanos y nobles que se sintieron amenazados en
sus intereses y propagaron rumores que sirvieron de alimento para los revolucionarios enemigos
del régimen zarista. El zar sólo lo toleraba en la medida que la zarina lo aceptara, aunque no
había decisión del zar que no pasara por la supervisión de Rasputín. Durante la Primera Guerra
Mundial fue acusado de ser un espía alemán y de influir políticamente en la zarina, que era de
ascendencia alemana, en sus nombramientos ministeriales cuando el zar estuvo ausente por la
guerra. Este hecho fue desastroso para la permanencia del régimen zarista.
Considerado amigo íntimo del zarevich Alexei Nicolaevich y su «médico» personal, ya que éste
le proporcionaba una especie de «hipnosis curativa» y le ofrecía la seguridad que su
sobreprotectora madre no podía ofrecerle, el futuro de la dinastía Románov estaba en sus manos.
Si él no salvaba de la muerte al hemofílico zarévich la especulación sobre el heredero al trono
quedaba abierta. Gracias a esas aparentemente milagrosas curaciones la zarina Alexandra confió
ciegamente en el curandero, ya que las pruebas de sanación que le producía a su hijo eran
inexplicables. Confió también en los vaticinios del monje sobre los destinos de la santa Rusia, a
la cual veía Rasputín en sus visiones «envuelta en una nube negra e inmersa en un profundo y
doloroso mar de lágrimas».
[editar] Asesinato de Rasputín
Artículo principal: Muerte de Rasputín
El príncipe Félix Yusupov (que según se dice era un homosexual atraído por Rasputín) y el
primo del zar, el gran duque Demetrio Románov decidieron finalmente asesinarlo en Petrogrado
la noche del 29 al 30 de diciembre de 1916 para acabar con su influencia sobre la zarina de
origen alemán.[3]
Finalmente, tras varios intentos previos de acabar con él, Rasputín murió 24 días antes de haber
cumplido los 48 años de edad. El príncipe Yusúpov escribió posteriormente un relato en donde
contaba punto por punto los sucesos ocurridos en la última noche de Rasputín. Pues, al parecer el
monje ruso primero fue envenenado y más tarde tiroteado, y cuando lo creían muerto,
envolvieron su «cadáver» en una alfombra y lo tiraron al río Neva. Pero luego, en la autopsia, se
descubrió que murió ahogado.
Investigaciones recientes ofrecen la versión de que para el asesinato de Rasputín, se contó con la
participación de los servicios secretos británicos, en donde un agente que residía por entonces en
Petrogrado, llamado Oswald Rayner, bajo el mandato de otro agente, llamado John Scale,
participó directamente en el asesinato de este personaje.[4] [5]
[editar] Personalidad
Rasputín llevaba en su juventud la vida típica de un campesino siberiano, hasta que sufrió su
«conversión». Era un hombre muy alto, de hábil y elocuente poder oratorio, personalidad
abrumadora, de aspecto un tanto tosco, grosero a veces, violento, tenía una mirada muy
penetrante y era poseedor de un carisma profundo. Amaba y odiaba efusivamente. Era un actor
soberbio y convincente, se sabía poseedor de estas habilidades y las usó inteligentemente en su
provecho.
En su época había rumores de que era una persona licenciosa y de que se lo había visto
numerosas veces borracho y en compañía de prostitutas. Sus relaciones con sus discípulos, sus
visitas de alcoba, en su mayoría mujeres de la alta sociedad rusa, también eran polémicas. Una
de sus máximas era: «Se deben cometer los pecados más atroces, porque Dios sentirá un mayor
agrado al perdonar a los grandes pecadores». Sin embargo los historiadores no han encontrado
pruebas concluyentes que afirmen esta vida licenciosa. Independientemente de su veracidad, esta
reputación ha sido trasladada a varias biografías, películas e incluso canciones.