Una mujer de 56 años acudió a la consulta por molestias faríngeas, odinofagia y dolor en la parte frontal del cuello sin fiebre. La exploración física mostró una tiroides de tamaño normal y dolorosa. Tres días después presentó síntomas de hipertiroidismo. Las pruebas mostraron tiroiditis subaguda que se curó espontáneamente en 6 meses sin tratamiento específico.