1. EL PATO - JUL. 183 PESCA VARIADA
Textos:
Sebastián Quittard
Fotos:
Alfredo Martínez Nogueras
Vizcachas
Y BUENOS AMIGOS
TODO A LAS APURADAS
(como siempre), pasé por la
Luego de una ardua semana de trabajo y estudio, casa de Alfredo un viernes
a las 14.00. El estaba listo
mi ansiedad estaba al límite. Mi esposa me echó de la y con el mate preparado me
esperaba para salir. De ahí, a
casa, libremente, aludiendo que yo estaba insoportable la casa de Diego, cargar las
cosas en la camioneta y par-
y necesitaba “ir a cazar”! tir lo más rápido posible. La
salida se hace interminable.
Pero, una vez en la ruta, se
120
2. El campo se ve
“pelado” por la
voracidad de las
vizcachas.
Enseguida aparecieron los
primeros resultados. Diego
acierta su primer tiro de
todos los efectivos de la
noche, directo a la cabeza;
él pregona: “a la cabeza o
nada; si no se va herida”.
Estos roedores tienen una
fortaleza característica y
hemos comprobado que, si
no se les pega en un punto
letal, escapan y se meten
en la cueva donde morirán
más tarde seguramente; por
eso es preferible (a nuestro
entender) errar un tiro a la
cabeza y no permitir que el
animal muera en su mad-
riguera por un proyectil mal
pegado.
Y Alfredo también, certero
con su cámara, comenzó
a sacar las primeras de
las muchas imágenes que
permitirán el recuerdo
permanente de esta aven-
tura. Luego de un par de
horas de caminata, y con
los ojos ya acostumbrados
divisamos la figura de nes y brindarnos toda su a la oscuridad, volvimos
Roberto “de a caballo” por amistad, gente de corazón al campamento con cinco
el camino. Venía de arrear abierto y pura bondad. vizcachones, todos grandes
unas vacas. Contento por y machos. Nos explicaba
nuestra visita nos indicó que A ellas Roberto que posiblemente
fuésemos sin problema para Luego de encender el fuego las hembras estén preñadas
la estancia. “Beto” (el padre para calentar el ambiente y, por eso, no salen de las
de Roberto) se encontraba y, por supuesto, hacer el cuevas. Por lo tanto vimos
Típico paisaje rural. en cama con fiebre. Así que asado de rigor, Roberto se pocos roedores, en com-
Los algarrobos nos dispusimos a armar el ofreció a guiarnos hasta las paración con lo que estamos
son las figuras campamento bajo un her- innumerables vizcacheras. acostumbrados, y machos
moso algarrobo rodeado de Diego, con su Marlin 60 y grandes merodeando fuera
preponderantes, ortigas que, enojadas, nos mira Shilba Master Hunter, de las cuevas.
además de las complicaron la tarea. y yo, con mi Ruger 10/22 La cacería es lo más lindo,
hortigas... Diego, un experimentado con mira Bushnell Scope pero llevarlas a la ranchada
cazador, tiene todos los Chief, utilizamos munición resulta muy incómodo. ¡Son
implementos necesarios y CCI Minimag HP, la más muy pesadas! Pero el sabor
ordenados. Es una tran- precisa a la hora de pegar. de su carne vale el esfuerzo.
quilidad salir con él en estas Con una precisión envidia- Por eso, las despanzamos
pasan todos los males: mate travesías, ya que nunca nos ble de cualquier GPS, y muy en el lugar y Diego nos
de por medio, chamamé, faltará nada. sigiloso, Roberto nos llevó mostró la forma de llevarlas
charlas amenas y alguna Enseguida Roberto se nos por la inmensa oscuridad de cómodamente con un palo
que otra broma, el viaje se acerca al campamento la noche apenas iluminada atravesado por los garrones,
empieza a disfrutar. donde compartimos un por una luna creciente. Así como podrán apreciar en
Arribamos a La Paz (Entre brindis, indispensable para nos alumbraba cada nido las fotos (el sistema está
Ríos), donde cargamos asentar el pulso antes de con su linterna, uno tras patentado).
combustible y seguimos la salida al terreno. Como otro. ¡Claro! Su campo es Ahora sí, festejamos la
unos kilómetros más hasta siempre, la gente de campo como el patio de nuestra primera incursión con un
el campo de “Beto”. Cu- se ofrece amablemente a casa y se lo conoce de asadazo y la muy ponderada
ando estábamos llegando, prestarnos sus instalacio- memoria. bebida color púrpura con
EL PATO - JUN. 182 - 121
3. EL PATO - JUN. 182 PESCA VARIADA
Roberto, hijo de Beto, nuestro guía y
compañero de ranchada, se conoce el
campo como la palma de su mano!
sabores a maderas y frutos
Don Beto, dueño de casa y rojos. Carne asada a las bra-
nuestro anfitrión. Fiel reflejo sas, mucha charla y a dormir
de la amabilidad de la gente de en una noche fría, pero con
campo. la panza llena. Les reco-
miendo que antes de invitar
gente a cazar, pidan el cur-
Diego se prepara a desviserar rículo de ronquidos, porque
a las vizcachas para lograr ni Diego ni quien escribe
pudo pegar un ojo en toda la
menor peso en el traslado. noche, ya que Alfredo nos
122
4. no pudo tirar, ya que no le
dieron un blanco certero.
Volvimos a la ranchada
con la esperanza de que,
con estos nuevos datos y
permisos, en otra opor-
tunidad podamos alcanzar el
Las dificultades del terreno ponen a prueba ansiado trofeo. Lo bueno es
que nos esperaba un guiso
al tirador. Con poca luna se complica ver de lentejas calentito para
la actividad de los roedores... paliar el frío y el hambre de
la caminata.
Esto es lo más lindo de
dio un concierto de tonos. Mauser 7.65 con puntas ningún ciervo, pero Diego la cacería: disfrutar con
En consecuencia, el sábado Hornady RN y partimos. tuvo el placer de observar amigos de un buen fuego,
le armamos otra carpa y se Vimos muchos rastros y dos tropas de más de diez buena comida, anéc-
fue a dormir solito. pasadas, pero ningún ciervo. animales, a los cuales dotas de noches
A la tarde, luego de con-
Ciervos seguir permiso, y con la
Ese día nos levantamos tem- ayuda de dos guías de la
prano y, amargos infaltables zona, entramos en otro
de por medio, fuimos a campo (muy extenso, por
buscar el axis que abunda en cierto) para ver si cambiaba
la zona. Preparamos el fusil nuestra suerte. No pude ver
EL PATO - JUN. 182 - 123
5. EL PATO - JUN. 182 PESCA VARIADA
Vizcacha: Lagostomus maximus
Roedor de hábitos nocturnos, la vizcacha construye sus cuevas en lugares altos de lomas firmes. Verdaderos laberintos (hasta
20 metros de longitud) subterráneos de hasta 15 bocas o entradas que suele compartir con otros animales como lechuzas o
zorros. Pueden pesar 1,5kg, miden de longitud hasta 60cm. Su carne es blanca, comestible y de delicado sabor. Se alimenta
de todo tipo de vegetales, muchas veces ataca a los cultivos. Antes de salir de la cueva sale el vizcachón (que es el macho de
mayor edad) para fijarse si no hay peligro cerca de la cueva, y luego salen los otros miembros que pueden ser 50 o más. Es un
herbívoro muy selectivo, también consume vegetales halófilas que son los que se crían en terrenos con mucha sal. La vizcacha
que habita zonas desérticas no bebe agua, ya que la extrae de los alimentos que come, y las que habitan regiones donde hay
cactus, la sacan de ellos.
En la ranchada, nada debe faltar. Acampar no
es sinónimo de “pasarla mal”. Diego lo
entiende a la perfección, y se ocupó de ello
con detallado cuidado!
estrelladas y aire de lo
más puro. Lo importante
no es cazar, sino “estar
cazando”.
El domingo nos levanta-
mos temprano para ar-
reglar todo y poder llegar
a comer al mediodía
con la familia, y parti-
mos. Beto nos preguntó
cuándo volveríamos, y le
dijimos que pronto, que
no va a faltar oportuni-
dad, ni ganas
124