1. “Minerva II”

2. “A Ella,
que es imposible
dedico estos versos malditos”
Sebastián Castillo, 2011

3. Sigues siendo el desenfoque
que desemboca al encuentro
de cuatro labios solitarios
en un delirio sin destino
lleno de afectos infinitos
extendidos al universo
enviando una señal
más allá de la estratósfera
amenazando a los radares
activamos las alarmas
pero el silencio nos brinda la calma
y una mirada mutua de afecto
que calmó el ímpetu de la violencia

4. Gélido me encuentro ahora
sobre la estrella perdida
que lleva tu nombre a cuestas
y tu recuerdo congelado en mi memoria
se niega a morir (aunque así lo desee)
ya que me niego a darle su último suspiro
y lo mantengo con soporte vital
a la espera que te asomes de nuevo
por las costas de mi abandonada isla
y puedas volver a mirarme
con esa quietud y benevolencia
que a minutos de la medianoche
calmaron mis más oscuros pensamientos

5. No anhelo perfectas fantasías
ya que es inadmisible soñar
en los tiempos de crisis del corazón
he guardado esas emociones
cuidándolas, temiendo que las pierda
al ver que han muerto y se van
en un invierno como nunca había visto
recrudece el deseo de sentirte conmigo de nuevo
pero no estarás allí para vivirlo
a menos que así lo desees
que sepas de mi que estoy dispuesto a dejarlo todo
pero mientras dure la angustia
humildemente revivo esas emociones
que alguna vez fueron "nuestras"

6. Cortarás las llamadas entrantes
ya que solo sueles callarte
y verme con falsas esperanzas
y yo suelo creerte
y en eso sigo buscando
y aunque desfallezca
caminaré por tus desiertos
buscando el oasis
que alguna vez nos prometimos
o volviendo a las costas consagradas
donde la felicidad se hizo tiempo
y con el tiempo llegó a mis brazos
y con eso no quise más

7. Pero hoy ante los ojos del Creador
me llevaran a las puertas de Infierno
me mirarán fijamente a los ojos
buscando pecado por el cual castigarme
me pedirán que vuelva en otro momento
miraré hacia atrás viendo tus ojos
y les diré que ahora es tiempo
volveré hacia ti sonriente
buscando que me creas
y te diré lo mismo que a ellos
marcharé así a traves de las puertas del cielo
me sentaré junto al trono del Creador
y me perderé en la nada, esperándote eternamente