1. COLEGIO DE BACHILLERES
PLANTEL NO. 1
“EL ROSARIO”
TECNOLOGIA DE INFORMACION Y LA COMUNICACIÓN II
“VIOLENCIA EN CONTRA DE LAS MUJERES”
ALUMNA: SanjuanSanjuanEdit
ENERO / 2012
2. Violencia contra las mujeres.
La violencia contra las mujeres es una afrenta a sus derechos humanos y es
perpetrada precisamente por su condición de sexo y género, como una práctica
derivada de las costumbres ancestrales propias de un sistema patriarcal que
define a las mujeres como objeto sexual productivo y reproductivo y no como
titular de derechos.
Representa una degradación a su dignidad humana y una manifestación de las
relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres. Hoy en
día se reconoce, nacional e internacionalmente, que la violencia contra las
mujeres es la forma más grave de discriminación y, por consiguiente, una violación
de sus derechos humanos y un obstáculo para que los disfrute.
La violencia puede ser:
Física: que es la que se comete directamente en el cuerpo de una persona
por lo que es fácil de observar. Es todo acto de agresión intencional que
ocasione daños a la integridad física de la mujer con el fin de someterla.
Este maltrato puede provocar lesiones como traumatismos, hematomas,
cortaduras, quemaduras o fracturas entre otras. Este tipo de violencia es no
solamente ocasiona daños físicos que en ocasiones hasta llegan a
incapacitar a la persona, sino que también dejan huellas emocionales
profundas, por la humillación, vergüenza, rencor y coraje que generan.
Psico-emocional: que es la más frecuente y consiste en actos u omisiones
que se expresan a través de prohibiciones, coacciones, condicionamientos,
intimidaciones, amenazas, actitudes devaluatorias y de abandono, insultos,
burlas, silencio y gestos agresivos. Las agresiones de este tipo tienden a
humillar, ofender, asustar a las mujeres y tienen graves repercusiones en la
autoestima, seguridad y estabilidad emocional. Un solo episodio de
violencia física puede intensificar enormemente el significado y el impacto
del maltrato emocional. Se ha informado que las mujeres opinan que el
3. peor aspecto de los malos tratos no es la violencia misma sino la "tortura
mental" y "vivir con miedo y aterrorizada".
Económica: Toda acción u omisión que afecta la economía de la mujer, a
través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso de sus
percepciones económicas, en la restricción, limitación y/o negación
injustificada para obtener recursos económicos, percepción de un salario
menor por igual trabajo, explotación laboral, exigencia de exámenes de no
gravidez, así como la discriminación para la promoción laboral.
Sexual: Toda acción u omisión que amenaza, pone en riesgo o lesiona la
libertad, seguridad, integridad y desarrollo psicosexual de la mujer, como
miradas o palabras lascivas, hostigamiento, prácticas sexuales no
voluntarias, acoso, violación, explotación sexual comercial, trata de
personas para la explotación sexual o el uso denigrante de la imagen de la
mujer.
Contra los Derechos Reproductivos: Toda acción u omisión que limite o
vulnere el derecho de las mujeres a decidir libre y voluntariamente sobre su
función reproductiva, en relación con el número y espaciamiento de los
hijos, acceso a métodos anticonceptivos de su elección, acceso a una
maternidad elegida y segura, así como el acceso a servicios de aborto
seguro en el marco previsto por la ley para la interrupción legal del
embarazo, a servicios de atención prenatal, así como a servicios obstétricos
de emergencia.
Feminicida: Toda acción u omisión que constituye la forma extrema de
violencia contra las mujeres producto de la violación de sus derechos
humanos y que puede culminar en homicidio u otras formas de muerte
violenta de mujeres.
La Mutilación Genital Femenina (MGF): Es una forma de violencia contra
la niña que afecta su vida como mujer adulta, es una práctica cultural
tradicional. En algunas sociedades donde se practica, se cree que la MGF
es necesaria para garantizar la dignidad de la niña y su familia y aumenta
sus posibilidades de contraer matrimonio. Comprende todos los
4. procedimientos que incluyen la remoción parcial o total de los genitales
femeninos externos u otra lesión a los órganos genitales femeninos ya sea
por motivos culturales u otras razones no terapéuticas.
Así mismo también podemos clasificar la violencia de acuerdo a en dónde se vive:
I. Violencia Familiar: Es aquella que puede ocurrir dentro o fuera del
domicilio de la víctima, cometido por parte de la persona agresora con la
que tenga o haya tenido parentesco por consanguinidad o por afinidad,
derivada de concubinato, matrimonio, o sociedad de convivencia;
II. Violencia Laboral: Es aquella que ocurre en cuando se presenta la
negativa a contratar a la víctima o a respetar su permanencia o condiciones
generales de trabajo; la descalificación del trabajo realizado, las amenazas,
la intimidación, las humillaciones, la explotación y todo tipo de
discriminación por condición de género;
III. Violencia Docente: Es aquella que puede ocurrir cuando se daña la
autoestima de las alumnas o maestras con actos de discriminación por su
sexo, edad, condición social, académica, limitaciones y/o características
físicas, que les infringen maestras o maestros;
IV. Violencia en la Comunidad: Es aquella cometida de forma individual o
colectiva, que atenta contra su seguridad e integridad personal y que puede
ocurrir en el barrio, en los espacios públicos o de uso común, de libre
tránsito o en inmuebles públicos propiciando su discriminación, marginación
o exclusión social;
V. Violencia Institucional: Son los actos u omisiones de las personas con
calidad de servidor público que discriminen o tengan como fin dilatar,
obstaculizar o impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las
mujeres así como su acceso al disfrute de políticas públicas destinadas a
prevenir, atender, investigar, sancionar y erradicar los diferentes tipos de
violencia.
5. VI. Violencia Socio-económica: Reflejada en situaciones de pobreza y
marginalidad de grandes grupos de la población, como el desempleo,
subempleo, informalidad; todo esto reflejado en la falta o desigualdad de
oportunidad de acceso a la educación y la salud.
VII. Violencia Cultural: El que exista un México rural y urbano, son distorsiones
de los valores de identidad nacional y facilitan estilos de vida poco
saludables.
VIII. Violencia Patrimonial: Toda acción u omisión que ocasiona daño o
menoscabo en los bienes muebles o inmuebles de la mujer y su patrimonio;
también puede consistir en la sustracción, destrucción, desaparición,
ocultamiento o retención de objetos, documentos personales, bienes o
valores o recursos económicos.
Dado esto, la comunidad internacional se ha dado a la tarea de desarrollar
distintos instrumentos de protección a los derechos humanos de las mujeres, en
los que queden claras las obligaciones del Estado para prevenir, erradicar y
sancionar la violencia contra las mujeres, independientemente del ámbito en que
ésta ocurra, sea lugar público o privado. La Convención de Belém do Pará
establece que se entenderá por violencia contra las mujeres “cualquier acción o
conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico,
sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado”.
El Estado mexicano ha adquirido obligaciones para erradicar la violencia contra las
mujeres a través de la firma y ratificación de la CEDAW y la Convención de Belém
do Pará, al igual que ha adoptado otros instrumentos internacionales que abordan
derechos que se ven violentados frente a la problemática de la violencia contra las
mujeres como el derecho a la vida, a la integridad y seguridad personal, a la
libertad personal, a la igualdad y no discriminación, a no ser sujeto de tortura,
tratos crueles, inhumanos o degradantes, entre otros.
6. De acuerdo a datos de la Encuesta nacional sobre violencia contra las mujeres,
2003 (Envim) indica que 42.2% de las mujeres del Distrito Federal reportó haber
sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja, contra 34.5% que lo reportó
en el ámbito nacional. As mismo, la segunda Encuesta nacional sobre la dinámica
de las relaciones en los hogares (Endireh) realizada por el INEGI en 2006, señala
que el Distrito Federal se encuentra entre las 10 entidades que superan la media
nacional de violencia contra las mujeres; 71.3% de las encuestadas señalaron
haber sido víctimas de algún tipo de violencia emocional, física, sexual o
económica en el seno familiar, laboral, estudiantil o afectivo. De igual manera
señala que en el Distrito Federal hay un total de 3 844 431 mujeres mayores de 12
años, de las cuales alrededor de 19% sufren algún tipo de violencia (505 096
padecen violencia en sus familias, lo cual representa 13% del total), y 0.0027%
fueron asesinadas en 2006.La incidencia de violencia contra las mujeres en el
Distrito Federal afectó a 733,612 mujeres mayores de 12 años, de las cuales
33.7% sufre violencia emocional; 24.3% violencia económica, 10.9% violencia
física y 6.5% violencia sexual.
Por su parte, la Red de Unidades de Atención y Prevención de la Violencia
Familiar del Distrito Federal (UAPVIF) reporta que, en 2006, 96% de las víctimas
atendidas fueron mujeres, de las cuales 85% sufrió violencia psicoemocional, 78%
violencia psicosexual y 81% de los casos manifestó haber sido agredida por su
pareja.
Además, con base en notas de prensa que retoman datos oficiales, se ha
observado un aumento de denuncias por violación y acoso en el Distrito Federal:
las de violación pasaron de 56, entre diciembre de 2005 y marzo de 2006, a 136
entre diciembre de 2006 y marzo de 2007, con un índice de 3.6 al día en 2007; y
las de acoso, de 2 a 29 por día en esos mismo periodos.
Respecto de la violencia contra las mujeres durante el noviazgo, en 2004 el
INMUJERES DF realizó una encuesta aplicada a 1 000 mujeres y hombres en el
Distrito Federal, de entre 12 y 29 años de edad, para determinar el grado y los
7. tipos de violencia que se presentan en el noviazgo, y los principales resultados
fueron los siguientes:
El 30% de las mujeres encuestadas mencionó que cuando tienen conflictos con su
pareja “se quedan en silencio” por temor a hacer un comentario o reclamo que
moleste o enoje a su compañero; 16% expresó que cuando hay conflictos en la
relación, se presentan gritos o insultos o golpean algún objeto o a ellas.El 15% de
las mujeres encuestadas expresó que en su relación actual “les han tocado alguna
parte del cuerpo sin su consentimiento”, “las han presionado para tener relaciones
sexuales” o “las besan sin su consentimiento”. La mitad de las entrevistadas/os
(50%) cela a sus parejas y esto provoca discusiones constantes que, en la
mayoría de los casos, terminan en violencia.
De acuerdo con esta información, el noviazgo se muestra como terreno fértil para
la violencia doméstica, debido a que en esta etapa las y los jóvenes inician su
experiencia en las relaciones de pareja aceptadas socialmente, en la cual se
despliegan de manera significativa los papeles y estereotipos de género
aprendidos y apropiados en su proceso de desarrollo y formación, con el propósito
de cumplir con una de las principales expectativas sociales: “el matrimonio”, en el
que la mayoría de las veces prima la subordinación y la violencia hacia las
mujeres
Delegaciones con mayor incidencia
A nivel Distrito Federal el dato que se reporta, se construye a partir del número de
personas (mujeres en su mayoría de todas las edades) que reportan casos de
maltrato o violencia en algunas de las dependencias gubernamentales que
atienden este problema, por ello cada institución del Gobierno del D.F. (que
trabaja con violencia familiar o hacia las mujeres) reporta a las mujeres, niñas o
adultas mayores que han tenido un incidente de violencia psicoemocional, física,
patrimonial, económica, sexual, contra los derechos reproductivos y feminicida. En
8. esta materia el número de mujeres que fueron atendidas o que reportaron casos
de violencia en el distrito federal en el 2005 es de 18,993.
Dado esto la información que sólo se ha podido obtener de cada delegación ha
sido del informe estadístico de violencia familiar de las instituciones del GDF.
Estos datos han sido algo complicados, pues sufren de inconsistencias
cuantitativas y no especifican el tipo de atención o servicios que se ha dado a las
personas que lo han solicitado por delegación, por ejemplo los casos reportados
en Álvaro Obregón 383 en la delegaciónCuauhtémoc 293 y en Gustavo A. Madero
369 en 2005.
Por otro lado, de enero a marzo del presente año, la Red de Unidades de Atención
para Prevenir la Violencia Familiar (UAVIF) brindo ayuda de cinco mil personas en
su mayoría mujeres que acudieron por vez primera a estas instancias del
Gobierno del Distrito Federal, en donde en las 16 delegaciones de la capital, se ha
dado atención médica, psicológica, jurídica y económica a 32 mil 682 personas
que padecen esta problemática sin embargo el 98 por ciento de los casos son
mujeres quienes viven la agresión en su contra.
Así mismo se ha detectado un aumento en la denuncia en contra de los agresores
al interior de las familias, por ejemplo, subrayó, en el estudio de este primer
trimestre se detectó, y fueron atendidos 528 casos de personas de otros estados
que solicitaron el apoyo de las UAVIF.Las delegaciones con más casos reportados
el primer trimestre del año son Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Iztapalapa,
Magdalena Contreras y Xochimilco.
Por otro lado De acuerdo a la Dirección General de Igualdad y Diversidad Social
del Gobierno del DF, entre enero y octubre de 2007, las mujeres de Azcapotzalco
presentaron la mayor cantidad de denuncias a las Unidades de Atención y
Prevención de Violencia Familiar (UAPVIF), con 953 casos, seguidas de
Iztapalapa, con 942, y Gustavo A. Madero, con 894.
9. Sin embargo, y si se contabiliza la proporción de denuncias de acuerdo al total de
la población femenina, es Cuajimalpa de Morelos la que experimenta la mayor
cantidad de denuncias, con 5.56 por cada mil mujeres, seguida por Tláhuac y
Azcapotzalco.Sin embargo, esto no quiere decir necesariamente que en
Cuajimalpa se produzcan más actos de violencia familiar que en las otras 15
delegaciones. El estar en primer lugar puede deberse también a la mayor
disposición de las víctimas a denunciar a sus agresores, o al buen trabajo de la
UAPVIF en dicha delegación. En este sentido, lo que más llama la atención es lo
bajo del número de denuncias, especialmente teniendo en cuenta los resultados
de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares
(ENDIREH) realizada por INEGI en 2006, que señaló que el 43.2% de las mujeres
de México habían sufrido algún tipo de violencia en su última relación de pareja.
Es claro que el bajísimo número de denuncias se debe a varios factores, como la
desconfianza hacia las instituciones policiales y judiciales, la permanencia de una
cultura machista profundamente arraigada en todos los estratos de la sociedad, o
la ignorancia respecto a los procedimientos para hacer una acusación, pero la
razón principal que explica este fenómeno sigue siendo el miedo, expresado en
todas sus formas: miedo a represalias aún más violentas, miedo a perder el
sustento económico, miedo a aceptar la condición de víctima.
Alternativas de solución
La solución como tal a esta problemática no se ha dado ya que este problema no
se ha erradicado, sin embargo se ha creado instituciones, programas sociales,
leyes, etc., que han servido para luchar en contra de este problema.
Una de las instancias encargadas de brindar atención a las mujeres que viven
violencia es el INMUJERES DF, esta institución ofrece un proceso integral de
atención que incluye:
10. a) atención individual mediante asesorías en materia psicológica, jurídica y laboral.
b) atención grupal, dirigida a personas no organizadas, pero también incluye la
capacitación individual o de grupo específico.
c) prevención, con acciones de sensibilización y capacitación a través de pláticas,
talleres, cursos y formación de grupos de ayuda mutua y de reflexión para el
desarrollo de herramientas y habilidades que permitan detectar y prevenir la
violencia contra las mujeres en todos los ámbitos.
Así mismo, también desarrolla una tarea fundamental mediante la capacitación en
género, gestión y política pública, así como en género y violencia contra las
mujeres, a todas y todos los mandos superiores de las dependencias de gobierno;
la realización de campañas contra la violencia; asimismo, el INMUJERES DF tiene
suscritos convenios de colaboración con organizaciones de la sociedad civil en los
que se trabajan proyectos enfocados a prevenir y atender a las mujeres en torno a
la violencia, a la prevención y atención de mujeres y niñas que viven explotación
sexual, comercial y trata, entre otros.
Por otra parte, el Distrito Federal cuenta con la Subprocuraduría de Atención a
Víctimas dentro de la PGJDF, que tiene una amplia estructura para la atención
integral de la violencia, con atención médica, legal y psicológica.
La Subprocuraduría, a su vez, tiene un Centro de Atención a la Violencia
Intrafamiliar (CAVI), cuyo objetivo es proporcionar atención integral a las víctimas
de violencia familiar (mujeres y niños/as) mediante un equipo interdisciplinario de
profesionales y procurar resguardar la integridad tanto de las mujeres y de sus
hijos/as, por medio de albergues públicos o privados. Asimismo, cuenta con áreas
médica, psicología y jurídica. Otra de las tareas relevantes del CAVI es la
realización de dictámenes psicológicos victímales para la acreditación del cuerpo
del delito de violencia familiar a través de los peritos en psicología adscritos a la
dependencia.
Por otro lado, el Centro de Terapia de Apoyo a Víctimas de Delitos Sexuales, de la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, atiende a víctimas de delitos
11. de violación, abuso sexual, hostigamiento sexual, estupro e incesto; proporciona
terapia psicológica, brinda atención médica, psicológica y jurídica; realiza
dictámenes psicológicos para acreditar daño moral.
Por su parte, la STYFE, a través de su Programa Sectorial Laboral Por una Nueva
Política Laboral Democrática en la Ciudad, plantea entre sus objetivos la atención
especializada y oportuna a las necesidades, problemas y derechos de equidad y
género de las mujeres, mediante programas que contribuyan, entre otras cosas, a
brindar atención integral a las trabajadoras en casos de discriminaciónlaboral,
hostigamiento sexual, violación y actos de violencia en el ámbito laboral por su
condición de mujeres.
Asimismo, en su Programa Especial de Atención a Mujeres Trabajadoras, plantea
el respetoa la integridad física, psíquica y moral; la igualdad de protección ante la
ley; el derecho a una vida libre de violencia y discriminación y la importancia de
gozar de un ambiente de trabajo sano y libre de riesgos, entre otros.
La Subprocuraduría de Atención a Víctimas brinda apoyo jurídico, pero es
insuficiente, por lo que se requiere fortalecer el apoyo jurídico en los tribunales a
fin de que, a través de sus acciones, las mujeres y niñas víctimas de violencia
tengan un verdadero acceso a la justicia y les sea reparado el daño.
Como se aprecia, hoy en día algunas instituciones ofrecen servicios de orientación
a las mujeres, pero muy pocas proporcionan el de representación legal. Otras,
como la Subprocuraduría, brindan apoyo en contención del estrés postraumático
de manera emergente, sin embargo, sólo algunas tienen posibilidad de ofrecer un
tratamiento completo hasta su total recuperación. Hay albergues que dan apoyo a
las mujeres que requieren un espacio de seguridad y tranquilidad para salir de la
Por otro lado, en el ámbito legal la adopción de medidas enfocadas a prevenir,
atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres no se ha dado con la
velocidad que requiere la atención institucional a este problema. Tuvo que pasar
más de una década para verlas concretadas en la Ley General de Acceso de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia, y la correspondiente ley local en la materia.
12. Lo que cabe destacar de esta Ley, como se ha dicho, es que conlleva la
subsecuente armonización legislativa que permite aplicar sus lineamientos en los
códigos locales. La adopción de estas leyes es un paso importante en términos de
la armonización necesaria para dar cumplimiento a las obligaciones establecidas
en la Convención de Belém do Pará.
La Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del Distrito Federal
Dentro de los aspectos relevantes de esta ley, destacan la previsión e inserción de
los principios rectores en los programas y acciones del Gobierno del Distrito
Federal dirigidos a atender las causas y efectos de la violencia contra las mujeres,
poniendo especial énfasis en las medidas que deben tomar las diferentes
dependencias de gobierno en materia de prevención, atención y acceso a la
justicia. También concibe la investigación, reparación del daño y acceso a la
justicia como elementos indispensables para inhibir y evitar la comisión de
conductas violentas contra las mujeres, así como para garantizar vías
administrativas y judiciales adicionales a las existentes, especializadas en atender
y enfrentar esta grave problemática. De igual forma prevé el establecimiento de
casas de emergencia y refugio para aquellas mujeres víctimas de violencia;
considera también la operación de un Modelo Único de Atención que garantice el
seguimiento del caso hasta su solución, el cual tendrá que ser implementado por
las dependencias de gobierno encargadas de prevenir, atender y procurar justicia
a las mujeres víctimas de violencia.
Por otro lado esta ley crea las figuras de las abogadas victímales y de las
abogadas defensoras de los derechos de las mujeres, a través de las cuales se
les proporcionará representación legal gratuita.
Otra cuestión notable es que esta Ley incluye la figura de “órdenes de protección y
de urgente aplicación en función del interés superior de la víctima”, las cuales son
precautorias y cautelares, y deberán otorgarlas los jueces de lo penal, civil y
familiar, según corresponda, inmediatamente después de conocer los hechos
probablemente constitutivos de infracciones o delitos que impliquen violencia
contra la víctima o víctimas, directas o indirectas.
13. Aunado a esta Ley, el Distrito Federal cuenta con una Ley de Asistencia y
Prevención de la Violencia Familiar del Distrito Federal que constituye un
antecedente fundamental en cuanto a la legislación sobre violencia, ya que influyó
en la determinación de las leyes contra la violencia en todo
Por otra parte, en los casos donde se requiere una reparación del daño por la
violación al derecho a una vida libre de violencia, la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal cuenta con un Fondo para la Atención y Apoyo a las
Víctimas del Delito, que tiene como objetivo garantizar a la víctima u ofendido del
delito el goce y ejercicio de los derechos y las medidas de atención y apoyo que
les confiere la Ley. Las víctimas de delitos pueden solicitar el apoyo económico
que requieran, a través del Consejo de Atención y Apoyo a las Víctimas del Delito,
para disminuir parcialmente el impacto ocasionado por el mismo, y se les dará una
atención integral con base en el tipo de victimización que sufra y el impacto del
delito, que tendrá como prioridad disminuir los efectos de éste, evitando la sobre
victimización institucional.
Por último, entre otros programas para revertir la violencia contra las mujeres en la
ciudad, se diseñó y puso en marcha el Programa Viajemos Seguras en el
Transporte Público de la Ciudad, que tiene por objeto impulsar acciones
interinstitucionales para prevenir y atender la violencia sexual contra. En dicho
programa intervienen la PGJDF, la Secretaría de Seguridad Pública, STC Metro,
RTP, Locatel, STE, Injuve, Consejería Jurídica y el INMUJERES DF.
Conclusiones
En particular, es importante que las políticas públicas no se reduzcan a
atender la violencia familiar, sino que se consideran todas las formas de
violencia contra las mujeres, y que se definan correctamente en los códigos
penales. Hasta ahora los avances legislativos y normativos en el Distrito
Federal no son suficientes. Tanto en los ámbitos de procuración como de
administración de justicia hacen falta herramientas legales para eficientar y
14. proporcionar de manera efectiva e inmediata las medidas cautelares que
requieren las mujeres que enfrentan una situación de violencia.
Asimismo, es preciso insistir en la importancia de mejorar los sistemas de
apoyo y justicia que se ocupan de manera específica o más directa de la
atención a mujeres, no sólo para facilitar la denuncia de acoso laboral,
hombres. A este tipo de campañasy medidas debe aunarse una mejoría
sustancial del sistema de impartición de justicia, de modo que se reduzcan
tanto la impunidad como los abusos cometidos por la autoridad.
Hay un problema de definición de términos: debería distinguirse entre
asesinatos de mujeres como manifestación de violencia intrafamiliar,
asesinatos por desconocidos, y asesinatos dolosos con secuestro, tortura,
victimización posterior, que ya se han dado en el Distrito Federal
(encobijadas, embolsadas, etc.). Del tipo de asesinato pueden derivarse
causas distintas de la violencia contra las mujeres y buscarse medios más
precisos para prevenirla.
Por otro lado es importante generar cifras específicas de la problemática ya
que no se tiene un dato certero de la incidencia de casos de denuncias,
etc., que genere una estadística como tal de la situación actual.
Casi todas las instituciones reportan el número de mujeres que han sido
atendidas en cierto periodo, pero pocas dicen si su atención implicó un
cambio benéfico en sus vidas, si hubo una disminución o cese de la
violencia que vivían. Hay que reconocer que las instituciones no cuentan
con instrumentos claros de medición para dar seguimiento a un caso una
vez que se concluye la atención correspondiente; tampoco se cuenta en el
Distrito Federal con los mecanismos que permitan dar seguimiento al
camino institucional que recorre una mujer desde el primer contacto en
busca de orientación hasta que recibe la atención médica, legal, psicológica
o, en algunos casos, económica que requiere.
Es importante tomar en cuenta también de la existencia –o ausencia– de
políticas y programas que ofrezcan a las mujeres alternativas o la
posibilidad de obtener los recursos necesarios para salir de la violencia, ya
15. que no es suficiente con la recuperación emocional o la conciencia de los
derechos, si no se tienen recursos que favorezcan la autonomía
(materiales, trabajo, instituciones de apoyo) y eviten la dependencia de las
mujeres de sus parejas violentas.
BIBLIOGRAFIA
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http://www.ciudadcapital.com.mx/2010/11/25/iztapalapa-con-el-mas-alto-
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http://www.observatorio.lalesque.com/index.php?sec=mapa_sintesis
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http://www.tlalpan.uvmnet.edu/oiid/download/Violencia%20g%C3%A9nero_
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www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/.../mujer9.doc
http://ciudadanosenred.com.mx/node/15865
http://www.conavim.gob.mx/work/models/CONAVIM/archivos/pdf/00A-
Informe-Conavim.pdf
http://www.inmujer.df.gob.mx/wb/inmujeres/
http://www.noticiasdetuciudad.df.gob.mx/?p=1006
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