Apreciado lector, en el siguiente artículo se pretende mostrar un fenómeno social que aqueja a nuestra juventud, sus consecuencias, probables causas y posibles soluciones bajo la hipótesis de replantear el papel de la educación de acuerdo con los postulados del filósofo Michel Foucault y el sociólogo Pierre Bourdieu.

1. ¿CÓMO GANARLE PARTIDA TRAS PARTIDA AL MATONEO
ESCOLAR?
Apreciado lector, en el siguiente artículo se pretende mostrar un fenómeno
social que aqueja a nuestra juventud, sus consecuencias, probables causas
y posibles soluciones bajo la hipótesis de replantear el papel de la educación
de acuerdo con los postulados del filósofo Michel Foucault y el sociólogo
Pierre Bourdieu. Los conceptos que se pondrán en consideración serán el
“discurso” visto desde Foucault y el “habitus” desde la concepción de
Bourdieu. Dos conceptos que bien utilizados podrían retomarse y mejorar la
calidad actual de educación y en especial la convivencia.
La trayectoria de éxito que podría tener la juventud actual, sabiendo que un
alto porcentaje de ella tiene acceso a toda la tecnología de punta, se ve
bloqueada por un flagelo muy antiguo y cada vez más reconocido en
nuestros tiempos: “El matoneo”. Hecho que se ha convertido en el pan de
cada día de nuestras instituciones escolares, sitios aledaños a ellas y por
supuesto, de acuerdo con el avance tecnológico ya lo tenemos en las redes
virtuales.
Compañero docente y/o padre de familia, se ha preguntado usted: ¿Por qué
de pronto un cambio repentino o brusco en el trato y comportamiento de ese
adolescente a su cargo?
Este flagelo crece silenciosamente y cada vez más rápido, especializándose
en edades progresivamente más y más tempranas, que lo aprenden de sus
compañeros mayores y se añaden a la cadena que violenta todos los
rincones del desarrollo de cualquier individuo que se ve afectado por el
“matoneo” ya sea en forma activa o pasiva. Perturba todos los ámbitos del
ser, estancando procesos básicos como la comunicación, el trabajo en
equipo, el fomento de principios y valores, entre otros. De tal suerte que
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dicho fenómeno se evidencia en el deterioro del rendimiento académico y
convivencial. Esto para hacer referencia a la parte escolar, pero, sin duda
alguna llega también a violentar la armonía del núcleo familiar.
Los entes gubernamentales buscan afanosamente una solución lanzando
campañas de tolerancia; la SED se apoya en entidades como La Cámara de
Comercio para coordinar proyectos de conciliación y solución de conflictos
como: “Hermes” o “El respeto a la diversidad de Género”. Sin embargo, todo
este aparato de educación olvida analizar y evaluar la realidad circundante
de nuestra célula juvenil, por ejemplo, instrumentos sociales tan impactantes
como los medios de comunicación; en sus noticieros, miniseries (pandillas
juveniles), novelas, etc.; en los cuales nuestros jóvenes reciben
instrucciones bastante detalladas a cerca del “matoneo”. El mismo acoso
escolar, conocido también como “bullying” y que se evidencia en varios tipo
de agresión de forma: física, verbal, relacional (exclusión) o en su defecto en
intimidación por internet.
A continuación se puede ver tal fenómeno en los resultados que arroja un
diagnóstico hecho al Colegio General Gustavo Rojas Pinilla I.E.D. entre el
2005 y 2007 por la Universidad Nacional.
Para la consecución de esta información la Universidad Nacional aplicó una
serie de encuestas en las que los estudiantes hacían la relatoría de
problemas con sus compañeros de curso, con otros grupos y finalmente con
sus maestros y luego para cada caso ellos mismos planteaban
probabilidades de solución. Además también tuvieron la oportunidad de
expresar que les gustaría que se trabajar en su colegio, solicitando en su
sentir que se les enseñara a SER.
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En cada curso se realizó una plenaria donde cada grupo comentaba sus
respuestas y se registraban las respectivas conclusiones. Con las
conclusiones de cada curso se realizó el foro donde participaron
representantes de estudiantes, padres de familia, acciones comunales,
maestros(as), administrativos(as) y directivos(as) docentes. Cada estamento
estuvo socializando las respuestas dadas por cada curso, se sacaron
conclusiones y se socializaron.
De este foro se pudo concluir que hay presencia de acoso escolar por parte
de las y los estudiantes.
Que el 86% de la población escolar (pedazo verde de la torta) manifiesta ser
acosado(a) por sus pares y un 14% (pedazo fucsia de la torta) se siente
bien en su colegio, no manifiestan tener dificultades con ninguno de sus
pares.
Gráfica Nº 1. Acoso escolar por estudiantes
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Este acoso es expresado por la población escolar con el más alto porcentaje
en intimidación por sus pares, otros en una proporción parecida se sienten
hostigados, amenazados (as) en su integridad y manipulados (das)
socialmente. Ahora bien los porcentajes más bajos son de coacción,
aislamiento y exclusión.
Al analizar esta problemática en nuestra institución y hacer el diagnóstico,
surgieron preguntas como las siguientes: ¿tiene alguna relación la forma en
que usan el tiempo libre los estudiantes con las razones por las que vienen
al colegio?; ¿O con el nivel de escolaridad de sus padres?; ¿Tiene sentido
que la escuela se mantenga alejada o con unos referentes vagos e inexactos
de la realidad en que viven sus estudiantes y padres de familia? ; ¿Cuál es
el papel de la escuela para influir y transformar el contexto en que ella
actúa? ; ¿Qué estrategias podrían aplicar los docentes y directivas para
incluir los componentes del contexto y la vida cotidiana de sus estudiantes
en la vida escolar? (Tomado del Diagnóstico elaborado entre el 2005 y el
2007 por la Universidad Nacional en el Colegio General Gustavo Rojas
Pinilla I.E.D.).
Al revisar el análisis que se hizo en cuanto a los accesos tecnológicos a los
que acuden los estudiantes, se encontró que una cuarta parte no tiene
diccionarios de apoyo para la realización de las tareas, otra proporción
parecida no tiene enciclopedias y el 16% carece de otros libros diferentes.
Casi la mitad de los estudiantes tiene computador y el 34% de ellos con
Internet. El resto de la población estudiantil tiene acceso a canales de
televisión por cable tipo Discovery Channel. Se puede evidenciar que hay un
porcentaje significativo en las redes sociales y aún más el porcentaje que
recibe la influencia de la programación televisiva.
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Por otra parte, al mirar la parte familiar se encontró que: La mayoría de los
estudiantes vive con su padre y madre y las tres cuartas partes de ellos
tiene que compartir su vivienda con 2 a 5 personas. Más de la mitad de los
padres y madres tienen edades entre los 30 y 39 años. Prácticamente la
mitad de ellos no nació en Bogotá. Sólo la tercera parte de la población
estudiantil tiene acompañamiento en casa y su nivel educativo está centrado
en el bachillerato, casi una cuarta parte de padres y madres tienen nivel
universitario de estudios y el resto apenas si tiene primaria. Cuando hay
dudas con las tareas, la mitad de ellos prefiere acudir a la mamá antes que a
otra persona y es ella también quien asiste con más frecuencia a la entrega
de boletines; en muy alto porcentaje dicen que la mamá siempre va. Ahora
se puede afirmar según estos resultados que la educación ofrecida a la
mujer, cobra una relevancia evidente pues se constituye en el eje que
reproducirá el “habitus social” del que habla Pierre Bourdieu.1
Al parecer en algún momento, la producción intelectual de saberes se
estancó y sólo se quedó en reproducción sin fundamento porque se fue
alejando de la realidad circundante y así el conocimiento quedó abandonado
y las nuevas mentes comenzaron a crear sin liderazgo persuasivo, sin
orientación contundente más bien se acudió a la represión2 e imposición de
esa reproducción de conocimiento y con esta nace la resistencia de los y las
jóvenes generando desorden social ante la desorientación y así de la libertad
se pasó al libertinaje. En tal medida todo lo que alguna vez sirvió para
1
Pierre Bourdieu: “Concepto de Habitus:”El habitus es un sistema de disposiciones duraderas, que funcionan como
esquemas de clasificación para orientar las valoraciones, percepciones y acciones de los sujetos. Constituye también un
conjunto de estructuras tanto estructuradas como estructurantes: lo primero, porque implica el proceso mediante el cual los
sujetos interiorizan lo social; lo segundo, porque funciona como principio generador y estructurador de prácticas culturales y
representaciones. (Tomado de las herramientas del sociólogo, Pierre Bourdieu.)
2
Para Foucault, en cambio, la noción de “represión” para caracterizar al poder es completamente insuficiente. Pero
no sólo insuficiente, el gran paso que va a dar Foucault, es afirmar que es una idea equivocada. Lo que hace que el
poder se sostenga y sea aceptado por la mayoría de la gente no es sólo porque reprime sino porque produce
discursos. Y producir discursos es formar un saber.
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nuestra antigua “formación”, ahora se llega a mirar como obsoleto y hasta
negativo.
Pero, como en la medicina, estamos acostumbrados al paradigma de buscar
el médico para curar y no para prevenir, de la misma forma a nivel social
esperamos a que aparezca el problema para buscar soluciones en lugar de
ser un poco más visionarios y ver tales problemas antes y prevenirlos a
tiempo. Si en el presente, nos adelantamos al menos una década, cabe la
posibilidad de evitar conflictos mucho mayores, teniendo en cuenta que
estos se reproducen de acuerdo con los avances tecnológicos y la
precocidad cada vez mayor de nuestra juventud.
Es pertinente, entonces evocar algunas de las conclusiones a que llega Raúl
Alberto Galvis Pérez en las memorias del Seminario Internacional “Bourdieu,
educación y pedagogía”. Entre ellas se afirma que no hay un tipo ideal de
estudiante en la sociedad de hoy, ya que son diversos los contextos en los
cuales se desarrollan los procesos educativos. Otra de las conclusiones dice
que la escuela sigue siendo un escenario perfecto para la reproducción de
modelos del sistema social por esa misma razón desde allí se puede
estimular a la acción para transformar la inequidad existente. Y una última a
colación es que los conceptos de Bourdieu en la educación representan un
punto de reflexión en la pedagogización del sistema distrital y nacional de
enseñanza.3
Desde las anteriores conclusiones, se piensa si realmente se reflexiona el
trabajo de la escuela en la evaluación de saberes y en la evidencia práctica
del diario vivir de nuestros y nuestras jóvenes. Será que como docentes,
3
Tomado del Seminario Internacional “Bourdieu, educación y pedagogía”, Colección Investigación e
Innovación IDEP,1ª edición, 2009,p.13.
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¿somos conscientes del tipo de discurso que le está llegando a los
educandos para alcanzar en ellos las metas propuestas en nuestro plan de
estudios? Porque existe la probabilidad que nuestras expectativas con ellos
vayan por un lado, y nuestro discurso por otro.
Es ahora cuando vale la pena recordar la brecha que abre Foucault con sus
conceptos de prácticas y formaciones discursivas hacia un análisis más
flexible que el reproductivismo sociológico de Bourdieu, al considerar como
el discurso estructura efectivamente las áreas de conocimiento por procesos
de inclusión y exclusión de las identidades y relaciones sociales (prácticas
que conforman y legitiman los objetos de los que hablan). Pero este orden
restrictivo y jerarquizador de los discursos puede cambiar, pues las prácticas
discursivas se transforman por prácticas que se generan en el contexto de
las estructuras y las instituciones sociales, en las fallas y quiebras de los
propios discursos o en la emergencia de otras prácticas discursiva; hay que
admitir un juego completo inestable donde el discurso puede a la vez, ser
instrumento y efecto del poder, pero también obstáculo , tope, punto de
resistencia y de partida para unas estrategia opuesta. El discurso transporta
y produce poder; lo refuerza pero también lo mina, lo expone, lo torna frágil y
permite detenerlo. (Foucault, 1978 :123).4 Estos análisis de Foucault
muestran claramente la relevancia del uso del discurso en la educación. Ya
que él puede funcionar a favor o en contra de nuestros propósitos finales. Se
puede decir que es todo un reto hacer conciencia del tipo de discurso que
maneja cada ente de la comunidad educativa y orientarlo hacia la proyección
de alcanzar en cierta medida un perfil determinado de individuo.
Vale la pena sugerir que para tal caso quienes lideramos este proceso, los
docentes, tendríamos que comprometernos aún más con la causa y
profundizar en ciertos aspectos de la sociología, quizá acudir a herramientas
4
Tomado de Las herramientas del sociólogo, pag. 246, Enrique Martín Criado y José Luis Moreno
Pestaña, ed. Fundamentos, Caracas, 2004.
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que están insertas en ella, como se puede percibir en las siguientes
afirmaciones de Bourdieu: “…El postulado sociológico de la inteligibilidad de lo
real llama a elucidar el modo, la objetivación debe contar con el hecho de que el
agente identificable según rasgos socialmente pertinentes que permiten
comprender y explicar lo que le hace actuar, es también, al mismo tiempo, aquel al
que se le atribuyen creencias y normas. Su acción puede considerarse como una
estrategia que pretende, de manera no necesariamente explícita, “fines” inscritos en
la relación entre recursos detentados5 y oportunidades. No aplica reglas, ya sea al
modo de un código jurídico o al modo de un automatismo: se decide a hacer o no
hacer según los medios de que dispone, con sus gustos y sus capacidades, con su
habitus que le permite orientarse en el mundo social, pero nunca de manera
omnisciente e infalible.
Este mundo no viene dado como un espectáculo distante, ofrecido al cálculo o a la
meditación, sino como el horizonte de posibles concretos y eficientes, de estas
cosas a hacer, planteadas a la vez como convenientes y deseables por y para un
agente portador de pulsiones sociales o socialmente condicionadas que más que
portarlas, le habitan y le dan tanto las razones como el gusto por hacer lo que hace,
por vivir como vive. Porque el juego en el que está inmerso tiene un carácter
abierto, nunca irreversible del todo, nunca totalmente previsible, la temporalidad
constituye una estructura infranqueable de la experiencia…ciertamente jugamos
según nuestras bazas6: el “capital” (económico, cultural, social…)… “El habitus” es
esta presencia del pasado en el presente que hace posible la presencia del
presente en lo que vendrá”7.
Al profundizar en el concepto del “habitus” de Bourdieu, seguramente se
puede entender la importancia de enseñar con el ejemplo, quizá mejor que
con las palabras.
5
El verbo detentar significa ‘retener y ejercer ilegítimamente algún poder o cargo público’
6
Juego de las Bazas: Se juega con la baraja francesa de 52 cartas (los comodines no se utilizan).
El número de jugadores es de 3 a 7. Es un juego de mediana complejidad y duración generalmente
larga. El azar influye medianamente en la opción de vencer.
7
Tomado de Las herramientas del sociólogo, págs. 387 y 388, Enrique Martín Criado y José Luis
Moreno Pestaña, ed. Fundamentos, Caracas, 2004.
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Quien quiera perseguir con pasión el cambio social y mejorar día a día la
convivencia escolar de nuestras instituciones, podría acudir a dos de las
ciencias que mejor se acerca a la comprensión y análisis de una sociedad: la
filosofía y la sociología. Sólo que para el caso del “matoneo” conviene mirar
los planteamientos de Foucault con el papel del discurso en la educación,
comenzando por el uso que le damos conscientemente, desde quienes
lideramos ese proceso de educación hasta quienes apenas comienzan tal
proceso. Y, unido a ese discurso como concebimos las estructuras de
comportamiento; cuando las evidenciamos, lo hacemos por inercia o
teniendo en cuenta el plan que nos hemos propuesto para nuestros
estudiantes, por convencimiento propio.
En el momento en que se comprenda la educación como un todo
conformado por el engranaje de total de sus componentes y se haga
consciencia que el movimiento en falso de cualquiera de ellos alterará el
proceso trazado, en ese momento, fenómenos sociales como el “matoneo” y
todas aquellas anomalías que pretendan alterar el orden social y
particularmente la convivencia, no serán enemigos difíciles de combatir.
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