3. en cambio, no hay
nada más difícil
que ser un buen
padre.
Un corazón blando basta
para ser un padre
bueno;...
4. pero la voluntad más
firme
y la cabeza más clara
son todavía poco para
hacer un buen padre.
El padre bueno quiere
sin pensar, el buen
padre piensa para
querer.
5. El buen padre dice
que sí cuando es
sí, y no cuando es
no;
el padre bueno
sólo sabe decir
que sí.
6. El padre bueno
hace del niño un
pequeño dios que
acaba en un
gran problema.
El buen padre no
hace ídolos… vive
la presencia del
único Dios.
7. El buen padre echa a
volar la fantasía de
su hijo dejándole
crear un aeroplano
con dos maderas
viejas.
El padre bueno
encoge la
imaginación del hijo
con juguetes del
bazar.
8. El padre bueno no
ejercita la voluntad
de su hijo
ahorrándole
esfuerzos y
responsabilidades.
El buen padre templa el
carácter del hijo llevándolo
por el camino del deber, el
esfuerzo, la responsabilidad
y del trabajo.
9. Y así, el padre
bueno llega a la
vejez
decepcionado y
tardíamente
arrepentido,...
mientras el buen
padre crece en
años respetado,
querido, y es, a la
larga, comprendido.
10. Pero, sobre todas las cosas, necesitas sentir
que eres importante para tus hijos y que
agradeces a Dios el disfrutar tu amor de padre.