5. Gálatas 4, 3 ss
3 De igual manera, también nosotros,
cuando éramos menores de edad,
vivíamos como esclavos bajo los
elementos del mundo.
4 Pero, al llegar la plenitud de los
tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de
mujer, nacido bajo la ley,
6. “No te dejes
vencer por el
mal; antes
bien, vence al
mal con el
bien.” (Rom
12, 21)
7. 5 para rescatar a los que se hallaban
bajo la ley, y para que recibiéramos la
filiación adoptiva.
6 La prueba de que sois hijos es que
Dios ha enviado a nuestros corazones el
Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá,
Padre!
7 De modo que ya no eres esclavo, sino
hijo; y si hijo, también heredero por
voluntad de Dios.
8.
9. Y es que “la prueba de que Dios nos
ama, es que Cristo, siendo nosotros
aún pecadores, murió por nosotros.
Con cuánta más razón, pues,
justificados ahora por su sangre,
seremos por él salvos de la cólera;
salvos por su vida.” (Rom 5, 10).
10.
11. San Pablo: “Todo lo puedo
en Aquel que nos conforta”.
Es cuestión de cada día
ponernos en oración con el
Señor, pidiendo mucha
humildad, pues el orgullo es
siempre el causante de que no
seamos capaces de perdonar
al otro.
12.
13. 17 En efecto, si por
el delito de uno solo
reinó la muerte por
un solo hombre
¡con cuánta más
razón los que
reciben en
abundancia la
gracia y el don de
la justicia, reinarán
en la vida por un
solo, por Jesucristo!
(Cf.Rm.5,17ss)
14. “A revestirnos del hombre nuevo creado según
Dios, en la justicia y santidad de la verdad”.(Ef 4,
24)
15. La Espada del Espíritu es La Palabra de Dios
"Y tomad la
espada del
Espíritu, que es
la Palabra de
Dios."
Efesios 6: 17
16. “No te dejes
vencer por el
mal; antes
bien, vence
al mal con el
bien.” (Rom
12, 21)
17.
18.
19. Y somos los cristianos los llamados
a devolverle la santidad al mundo.
Ese fue el mandato del Señor. Así
pues, que el Señor nos ayude a
vencer el mal con el bien. Amén
20.
21.
22. "Serás verdadero
siervo fiel, cuando no
te apropies nunca de
la gloria de tu Señor,
que no nace de ti,
pero pasa por ti“
San Bernardo, C.C 13.3