Debido a las necesidades de la industria química, en la industria de polímeros, así como en la de envase, se están invirtiendo tiempo y recursos para la investigación y el desarrollo de nuevos materiales.
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Bioplásticos: últimas tendencias en el envase alimentario
1. El acento está en el contenido
Bioplásticos:
últimas tendencias
en el envase alimentario
Debido a las necesidades de la industria química, en la indus-
tria de polímeros, así como en la de envase, se están invirtiendo
tiempo y recursos para la investigación y el desarrollo de nue-
vos materiales. u Alejandro Devís y Miriam Gallur (Investiga-
dores de Itene).
La base de la innovación en la industria del envase radica por una parte en el desarrollo de nuevos materiales con propiedades
mejoradas, más sostenibles y económicamente viables, que a su vez sigan cumpliendo con los requerimientos necesarios para
realizar la función básica del envase: contener, proteger y conservar, informar y facilitar su distribución. Sin embargo, la evolu-
ción experimentada en la sociedad junto con la industria en las últimas décadas hace que se le demande al envase, además de
sus funciones básicas, presentar un buen diseño, que sea sostenible, fácil de usar, atractivo para el consumidor, que presente
funcionalidades, etc. Estos requerimientos entre otros aspectos, hacen que las tendencias hayan tomado importancia en esta
área y que estén actuando de fuerzas directrices en el sector de envase y embalaje para alimentación. De entre las tendencias
detectadas dentro del sector del envase y embalaje alimentario, las más importantes podrían resumirse en:
n Costo sostenible: reducción de materiales de envase mediante la disminución en el número de materiales usados y en los
espesores de los mismos, eliminando capas y buscando el empleo de materiales de envase más económicos para lograr un
equilibrio entre coste y propiedades.
n Nuevas funcionalidades: envasado activo e inteligente dando al envase una función dinámica de forma que interaccione con
el producto o con el consumidor, con la finalidad de alargar la vida útil del producto envasado, disminuir el número de conser-
vantes adicionados a los alimentos, o informar sobre las condiciones de los mismos.
2. El acento está en el contenido
n Fuentes alternativas más respetuosas con el medio ambiente: envases biodegradables que cubran las exigencias del
consumidor hacia un consumo más ecológico y medioambientalmente más sostenible, mediante el empleo de materiales pro-
cedentes de fuentes naturales o de residuos de la agricultura.
n Aumento del valor añadido, nuevas aplicaciones: La aplicación de la nanotecnología en los envases, abre una nueva
dimensión de ciertos materiales utilizando la misma con la finalidad de mejorar sus propiedades, sobretodo las propiedades
barrera, o la resistencia térmica.
Biopackaging o ecopackaging: un compromiso sostenible con nuestros materiales de envase
De las tendencias identificadas, el aumento de la conciencia medio ambiental por parte del consumidor, junto con la presión
de las nuevas leyes ambientales, ha llevado a la industria a invertir en materiales alternativos más sostenibles. La aplicación
que más interés ha suscitado y en la que se ha invertido mayor cantidad de recursos científicos, técnicos y económicos, en
los últimos años, ha sido el envase para alimentos. Hoy los envases biodegradables o el denominado ‘biopackaging’ son una
realidad, dichos materiales proceden de fuentes renovables, bien extraídos de la biomasa, como la celulosa o el almidón, o bien
producidos por microrganismos como los polihidroxialcanoatos (PHA). Los que mayor cuota de mercado poseen son aquellos
que proceden de monómeros naturales que se han polimerizado sintéticamente como el poli (ácido láctico) (PLA) o los almido-
nes termoplásticos (TPS).
Con el uso de biopolímeros para el desarrollo de nuevos materiales de envase se consigue una reducción de materiales polimé-
ricos procedentes de fuentes no renovables, como el petróleo. Además, se alcanzarán beneficios medioambientales y económi-
cos tanto en la producción de materias primas, ya que muchos de estos materiales se podrían obtener a partir de subproductos,
y en un futuro, se pretende valorizarlos de nuevo o reducir en el coste de fin de vida de los nuevos materiales.
Los envases tradicionales protegen al producto, son baratos y parecen durar indefinidamente. Sin embargo, su durabilidad es
un problema serio para el medio ambiente, buscando una solución a estos problemas, surge la necesidad de desarrollar plás-
ticos obtenidos a partir de fuentes renovables, que se degraden cuando hayan finalizado su función de envase, sobretodo en
aplicaciones de corta vida, como los productos frescos en alimentación, un ejemplo de estos materiales son los bioplásticos.
Cuando definimos bioplásticos o plásticos biodegradables hay que tener en cuenta los siguientes términos, la biodegra-
dabilidad depende de la estructura química independientemente del origen, pero no todos los polímeros de origen natural
son biodegradables y por otra parte existen polímeros de origen petroquímico que sí que lo son. Los bioplásticos engloban
ambos grupos (1): los polímeros cuyo origen es una fuente renovable, llamados biopolímeros, y los que son biodegradables
y cumplen con la norma de biodegradación y compostaje (UNE EN 13432) independientemente de su procedencia. (Quijada
I., et al, 2007)
Los biopolímeros engloban todos aquellos polímeros que han sido producidos a partir de fuentes renovables, ya sean de origen
vegetal o animal. En este grupo podemos encontrar polímeros obtenidos directamente de la naturaleza, como la celulosa, el
almidón y proteínas como el suero o las gelatinas y también polímeros obtenidos a partir de microorganismos como el polihi-
droxibutirato y sus co-polímeros. Los biodegradables no necesariamente provienen de fuentes renovables, como podría ser la
poli (ε-caprolactona), a pesar de que la gran mayoría que encontramos en el mercado provienen de monómeros naturales que
se han polimerizado sintéticamente como el poli (ácido láctico) (PLA).
A pesar de que el sector de los materiales bioplásticos sigue generando inquietud, es un sector consolidado y dinámico, el
crecimiento de su capacidad de producción, según datos de la Asociación Europea de Bioplásticos, presenta una tendencia
exponencial, con una previsión para el año 2013 de 1,46 toneladas y el precio de estos materiales es cada vez más comparable
con los polímeros convencionales.
3. El acento está en el contenido
Los bioplásticos presentan dos ventajas (2,3), que proceden de fuentes renovables, evitando el uso de fuentes fósiles y propor-
cionando una reducción en las emisiones de CO2, y que son biodegradables o compostables, proporcionando una reducción
de los vertederos, además de poder ser valorizados, como fertilizantes o compost y producir biogás mediante la fermentación.
Según la Asociación European Bioplastics, la capacidad mundial de bioplásticos, basado en los anuncios de las compañías,
incrementará desde 0,18 toneladas en el año 2008 hasta 1,71 en 2015 (4). Como bien indicábamos, uno de los sectores con
mayor potencial como consumidor de estos materiales es el sector del envase y embalaje; así se presenta que de la producción
total de bioplásticos, la previsión destinada al consumo de dicho sector será de un 37%. z
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