14. Nadie fue testigo de la Resurrección de Jesús No fue un levantarse del sepulcro para luego volver a morir.
15. Los apóstoles y otras personas fueron testigos por los efectos realizados en sus vidas.
16. Experimentaron la presencia de Jesús resucitado tan viva como cualquier persona; y Jesús vivo transformó su vida hasta estar dispuestos a entregarla por el Maestro resucitado.
17. La resurrección de Jesús no fue un revivir como fue la resurrección de Lázaro
18. o como fue la resurrección de la hija de Jairo
20. La Resurrección de Cristo es dar un paso adelante hacia una vida superior, una vida para siempre.
21. Hoy se nos pide un acto de fe, que es don de Dios. Creemos que Cristo resucitó y vive entre nosotros.
22. La resurrección del Señor no es un acto que pasó. Sigue resucitando en nosotros. Por eso encendemos el cirio pascual, símbolo de su presencia real.
40. Vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.
41. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó;
42. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor
43. El que más ama CREE La fe verdadera es una mezcla de razones y de amor.
44. Las razones que se nos dan son el testimonio de los apóstoles y otras personas, que sintieron transformada su vida y comenzaron a transformar al mundo.
45. A las razones debemos unir el amor El amor debe llevar a la fe
46. Nuestra vida, como cristianos, debe ser un testimonio de que Cristo vive entre nosotros.
47. Si hemos acompañado a Jesús en el camino de la muerte, acompañémoslo en el camino de la vida, de la gracia, de la paz y de la alegría.
48. Si queremos vivir la vida de Cristo resucita-do, debemos comenzar a vivir una vida nueva, de modo que Cristo siga resucitando en nosotros.
49. San Pablo hoy nos dice en la 2ª lectura que, si hemos resucitado con Cristo, debemos aspirar a los bienes de arriba.
50. También el ángel nos puede decir: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo?” Le buscamos a veces en la comodidad y el dinero, en el aplauso y los honores, en las risas superficiales; pero no está allí. Dios, que es vida, está donde hay ilusión y esperanza, y, sobre todo, AMOR.
51. Hoy nos alegramos especialmente con María. Ella, que fue la que más sufrió con Jesús, fue la que más se alegró en este día. Le pedimos que nos ayude a sentir este misterio de Jesús. Y con Ella cantamos la Pascua de Jesús.