El documento expresa el dolor del autor por la muerte de su querido hermano y pide a Dios que le dé gloria eterna. El autor no desea el trono por sí mismo, pero siente la obligación religiosa y legal de defender los derechos de la corona española y de sus hijos, que han sido violentamente despojados de manera ilegal. El autor cree que desde la muerte de su hermano deberían haberse tomado medidas para reconocer sus derechos como legítimo heredero. Pide unión, paz y caridad entre los cató