1. Amar, temer, partir
Amar, temer, partir. Son solo palabras o tal vez no.
Temer es lo que nos condiciona, lo que no nos deja ser lo que queremos ser. El temor me dice que hoy
no podré hacer las cosas que me gustan, me será difícil respirar y no podré cumplir mis objetivos. El
temor es algo que te va quitando las ganas de vivir día tras día.
Partir es lo que hacemos por temor al qué dirán, lo que fue, lo que pudo ser y lo que será. Huir es una
solución fácil y rápida, hasta que nos damos cuenta de que el problema sigue ahí. Huir me da la pauta
de que no hay nada más que hacer, que solo me queda dejarme ir y morir. Silencio eterno y nada más.
Amar es ser libre. Es respirar sin respirar. Es volar con los pies sobre la tierra. Es construir sin levantar
paredes. Es reír sin saber por qué. Es despertar cada mañana sabiendo que hay alguien del otro lado del
mundo que está feliz de verte. El amor es la ausencia de miedo. El amor es la ausencia de dudas.
Amar es un viaje que quiero hacer contigo cada día. Amar es no darme por vencido frente a la
adversidad y conquistar tu corazón. Amar es no temer de lo que pueda pasar si te arriesgas para hacer
feliz a la persona que ilumina tu vida. Amar es un viaje no para partir, sino para quedarse y disfrutar de
los buenos y malos momentos; lágrimas y alegrías.
Amar es lo que debemos hacer sin bacilar.
Despertar, reír, llorar, creer, saber, entender, gustar, saludar, regalar.
Susurrar al oído un te amo.
Mauricio Nicolás Vega