1. LA INFLUENCIA DE LA TELEVISION EN LA EDUCACIÓN
El periodo tecnológico por el que atraviesa nuestra
sociedad tiene como factor determinante a la televisión, como
medio de comunicación e información para todos los
individuos quienes no conocen la realidad de la televisión.
En la actualidad la televisión se ha convertido en un
elemento importante para la vida cotidiana del hombre. La
televisión es catalogada como un gran medio de comunicación y
enseñanza, a la vez su uso no se limita a la educación e
información sino también es una gran forma de entretenimiento y
una gran fuente de marketing, porque a través de la televisión se
venden muchos productos con el propósito de lucrar.
Educar en la televisión implica aprovechar todas las
oportunidades para introducir conocimientos relativos a la TV, a su
lenguaje, a su mecánica de funcionamiento. Sería interesante que
en cada área de la enseñanza se abordaran aquellos factores de
la televisión que le son más próximas. Sería algo así como una
televisión escolar.
Educar con la televisión supone que se puede aprovechar la
tecnología audiovisual como material didáctico, integrándolo en las
distintas áreas de la enseñanza. Hay cadenas con programas
educativos bastante interesantes, o reportajes en informativos, o
documentales, etc. que pueden ser usados perfectamente en
clase. Sería la televisión educativa.
Otra percepción que podemos hacer de la televisión es su
dimensión como "sustituta" del sistema escolar. Me explico. El
propio sistema escolar hay ocasiones en las que no puede llegar a
la totalidad de los habitantes de un país. Ahí es donde entra en
acción la TV como ampliación del sistema escolar formal.
La televisión produce sus mayores efectos en los niños,
siendo éstos fácilmente manipulables, por lo que únicamente la
educación puede proporcionarles las pautas para lograr la
utilización crítica del medio. Pero hay que seguir algún método,
una formación muy específica: por un lado, ha de ser un método
que aproveche la interacción entre el espectador (el niño/a) y la TV
2. En muchos países el uso de la Tv en el aula es algo sumamente
habitual, pero se hace en función de las normativas estipuladas en
la legislación vigente en cada uno de ellos. En España, a pesar de
la existencia jurídica de un servicio de TV pública, es casi
impensable el uso de la TV directa, sin pasar por el uso de vídeo.
¿Es verdad que la televisión nos educa? El concepto erróneo
de la televisión que la muestra como medio educativo, distorsiona
la realidad de lo que en verdad es la televisión, un medio a través
del cual se transmite una programación parcialmente educadora
pero en la que más resalta el ámbito comercial y el de
entretenimiento. Concluyendo que la televisión no solo tiene una
finalidad educadora sino también comercial y de diversión.
El niño es partícipe de todo este proceso sin hacer nada,
y, por supuesto, la escuela debe ofrecer posturas críticas frente a
la manipulación comunicativa. El impacto publicitario sobre el niño
se produce sobre las mismas estructuras cerebrales y de la misma
manera que en un adulto. La diferencia es de grado y debida al
hecho de que es proceso que se va produciendo en el transcurso
del tiempo en el niño por regla general está menos avanzado que
en el adulto.
La brevedad, dinamismo e intensidad de los anuncios atraen
extraordinariamente a los niños. El niño puede jugar teniendo la TV
de fondo sin prestarle la menor atención hasta que aparece el
bloque de los anuncios. Entonces, el niño queda absolutamente
pendiente de los anuncios y de su “comunicación persuasiva”.
También tenemos que interrogarnos acerca del hecho de la
presentación de la publicidad para niños, siempre ofrece mundos
irreales y maravillosos, llenos de efectos especiales pese a normas
reguladoras para la publicidad de los juegos. En síntesis, los
efectos de la publicidad en el niño son grandes ya que influye en
las primeras edades tanto en la creación de los sistemas de
significados y valores sociales como en la creación de
determinadas pautas comportamiento.
3. Los niños de los sectores populares no sólo aprenden
contenidos a la vez acceden a información. A partir de un
programa televisivo incorporan también prácticas sociales que
asumen como comportamientos cotidianos en su vida, los niños
que aprenden incluso de emisiones que nunca pensaríamos
educativas.
Finalmente como dijimos la pantalla se convierte en un puente que
los comunica con un mundo al que no pueden acceder. Este hecho
es reconocido con frecuencia por los niños. La televisión
ciertamente enseña a los niños acerca de saberes y prácticas
cotidianas esenciales.
La televisión en este ámbito ha recibido varias críticas sobre
todo desde la perspectiva sociocultural, por sus contenidos
violentos que hacen que los receptores tengan así mismo
conductas y actitudes violentas. Además se han realizado críticas
desde una perspectiva psicológica, entendiendo así la relación
entre el número de horas que el espectador ve la televisión, y nivel
de inteligencia que pueda tener. Además podemos distinguir
críticas educativas, que muestran las relaciones negativas entre el
rendimiento académico debido por ejemplo a la observación de
programas televisivos que no son nada recomendables para un
público menor.
Actualmente existen programas tales como realities shows
que llegan a mostrar conductas inapropiadas. Por todo eso
podemos distinguir en el ámbito educativo tres tipos diferentes de
televisión: cultural, educativa y escolar. En la televisión cultural los
objetivos prioritarios son, la divulgación y el entretenimiento. Este
tipo de programas lo encontramos sobre todo con reportajes y
noticiarios. En la televisión educativa se muestran contenidos con
intereses formativos y educativos. Así se dan series con
continuidad y con teorías del aprendizaje.
Así intentan influir en el conocimiento, las actitudes y los valores
del espectador. En la televisión escolar su objetivo fundamental es
suplantar al sistema escolar no tradicional implantando como
nuevo objetivo programas desde niveles de primaria hasta cursos
de actualización universitaria.
4. En el área donde se muestra mayor diferencia es en el tipo
de programa; los niños que indican como programa favorito alguno
con violencia explícita y no explícita, (como por ejemplo programas
en los que los personajes se pelean y golpean para solucionar
problemas y aquellos en los que no existen las peleas como tal,
sino por medio de violencia verbal) muestran índices más altos en
las cuatro áreas que se exploraron. Estos datos obtenidos son un
indicador sobre las consecuencias que tiene el que los niños estén
expuestos a programas violentos. Asimismo, al analizar los
programas más vistos se encontró que en su mayoría exponen
algún tipo de violencia.
Así, se puede concluir que es el tipo de programa de televisión el
que produce influencia en los niños, sin importar tanto el sexo o la
edad. Si un niño es expuesto a programas con violencia de
cualquier tipo, es más probable que sea agresivo, que se
identifique con los personajes y por lo tanto, que imite las
conductas que ve en éstos, siendo la violencia el ejemplo que
tiene, y reproduciendo estas conductas para resolver sus
problemas. Ya que esta edad es crítica por la dificultad para
diferenciar entre lo real y lo ficticio y es probable que la repetición
de estas conductas, alentadas por los programas de televisión,
provoquen un modelo a seguir en su vida adulta. Por lo anterior es
importante que los padres se encuentren informados sobre los
programas que ven sus hijos de menor edad, para ayudarles a
discriminar entre la realidad y lo ficticio llevándolos a entender que
en la vida real los problemas no se resuelven por medio de la
agresión y la violencia.
BIBLIOGRAFÍAS/ REFERENCIAS.
1.-.Universidad Iberoamericana (2008, febrero 10). Odiseo revista
de pedagogía.
2.-.CHARO, E. Y PASCUAL, M. “¿Puedo ver la tela?”. Cuadernos
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3.-. Izaskun Miren Publicado a14:23
4.-. Medina Camila (2001, agosto 19) APSIQUE.
5.-. Soto Rodríguez Juan (2004, diciembre 06) ASETIL- formación
de educadores.