La gracia de Dios se define como el favor no merecido y gratuito de Dios hacia la humanidad pecadora. Según la Biblia, la gracia de Dios se manifiesta a través de Jesucristo para ofrecer la salvación a todos los que creen. La gracia no puede mezclarse con las obras humanas, ya que la salvación es un regalo de Dios y no puede ganarse a través de acciones propias. El documento explora varios pasajes bíblicos que contrastan la gracia y las obras, y explica que la gracia de Dios
1. TEMA: “LA GRACIA DE DIOS”
Textos Bíblicos Claves:
Tito 2:11 / RV1960
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres”
Tito 2:11 / Dios Habla Hoy
“Pues Dios ha mostrado su bondad, al ofrecer la salvación a toda la humanidad.”
Romanos 11:6 RV1960
“Y si por gracia, luego no por las obras; de otra manera la gracia ya no es gracia.
Y si por las obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra”.
Biblia de Las Américas
“Pero si es por gracia, ya no es a base de obras, de otra manera la gracia ya no es
gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.”
Dios Habla Hoy
“y si es por la bondad de Dios, y a no es por los hechos; porque si así fuera, la
bondad de Dios y a no sería bondad.”
Nueva Traducción Viviente
“Y, como es mediante la bondad de Dios, entonces no es por medio de buenas
acciones. Pues, en ese caso, la gracia de Dios no sería lo que realmente es:
gratuita e inmerecida.”
Palabra de Dios para Todos
“Y si Dios lo hizo como un regalo de su generoso amor, no fue por las buenas
acciones de ellos. Si hubieran sido elegidos por sus buenas acciones, entonces el
regalo del generoso amor de Dios no sería de verdad un regalo.”
INTRODUCCION
La gracia es un tema constante en la Biblia, y culmina en el Nuevo
Testamento con la venida de Jesús (Juan 1:17). La palabra traducida como
"gracia" en el Nuevo Testamento proviene de la palabra griega charis, que
significa "favor, bendición o bondad". Todos podemos extender la gracia a
los demás, pero cuando la palabra gracia se usa en relación con Dios,
adquiere un significado más potente. La gracia es que Dios nos escoge para
bendecirnos en lugar de maldecirnos, a pesar de que nuestro pecado lo
merece. Esta es su bondad a los indignos.
¿Cuál es el favor más grande que el hombre necesita de Dios? El perdón
de pecados. Aprendemos en Génesis 1:26 que el hombre fue creado a la
imagen de Dios ("Hagamos al hombre a nuestra imagen"), pero todos los
hombres han pecado y la consecuencia del pecado es que se ha manchado
2. la imagen de Dios en nosotros. Por su grande amor Dios quiere limpiarnos
del pecado y restaurar esa imagen o semejanza divina. Todo lo que Dios ha
hecho y está haciendo para llevar a cabo ese propósito se llama gracia.
El hombre no puede salvarse por sus propias buenas obras que haya hecho
aparte de Cristo y el evangelio. Muchas personas hacen buenas obras,
ayudando al prójimo, a los pobres, a las viudas y huérfanos y a muchos otros
necesitados, y esto es muy noble. Muchas personas han de ser alabadas por
ser tan serviciales. Sin embargo, todas estas obras de justicia que nosotros
hayamos hecho no nos pueden salvar, porque todos los hombres han pecado
y tienen que obedecer al evangelio de Cristo para obtener el perdón de
pecados.
Por ejemplo, Hechos 10:1, 2, 22, dice que "Había en Cesárea un hombre
llamado Cornelio... piadoso y temeroso de Dioscon toda su casa, y que hacía
muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre... varón justo y temeroso
de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la nación de los judíos". ¿Era
cristiano este hombre? No. ¿Había recibido la salvación? No. Era muy buen
hombre, hacía muchas limosnas y otras buenas obras, pero tuvo que creer
en Cristo y ser bautizado para perdón de pecados (Hechos 10:48; 2:38).
Este buen hombre fue salvo por gracia, y no por sus buenas obras, como
dice Pablo (Efesios 2:8, 9), "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se
gloríe". Ser salvos por gracia por medio de la fe quiere decir ser salvo por
medio del evangelio.
Para entender la gracia de Dios es necesario recordar estas dos palabras:
proveer y aceptar. Dios provee la salvación y el hombre la acepta. El
hombre, siendo pecador, no podía proveer la salvación. No podía salvarse
solo. Necesitaba de un Salvador. Pero Dios ha hecho posible la salvación y
el hombre tiene que poner su parte, aceptando la salvación que Dios le
ofrece. De otro modo, la gracia no le ayuda y al morir, va al castigo eterno,
como si Cristo no hubiera venido al mundo. Por eso hoy veremos como esta
gracia debe ser considerada como un Atributo de nuestro grande y
maravilloso Dios:
1. ¿Qué es La Gracia?
La Gracia de Dios es:
Un “favor no merecido” de palabra griega “charis” (Karis).
La única fuente de la cual fluye la buena voluntad, el amor y la Salvación de
Dios.
El favor salvador de Dios.
La Justicia de Dios (Romanos 3:21-26)
3. La Ley del Espíritu Santo; La Guíanza del Espíritu Santo (Romanos 8:1-2)
La Ley de Cristo (1 Corintios 9:21; Gálatas 5:14; Mateo 7:12; 22:40;
Santiago 2:8)
Libertad en Cristo (Gálatas 2:4; 5:1, 13)
El pacto de la libertad (Gálatas 4:22-26)
La gracia de Dios es el atributo del carácter divino: “Es el favor eterno y
totalmente gratuito de Dios, manifestado en la concesión de bendiciones
espirituales y eternas a las criaturas culpables e indignas”.
Así es lo que es La Gracia de Dios: “La gracia podemos definirla como el
acto misericordioso de Dios por el cual ofrece salvación y vida eterna a
todos los pecadores que ponen su fe en Cristo para ser salvos. Creo que
donde mejor podemos ver el mensaje de la Gracia es en las palabras de
Jesús cuando dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna.” Juan 3:16.
Cuando leemos este versículo, podemos entender que la Gracia es el
despliegue de Amor, Misericordia y de Perdón de Dios hacia una
humanidad que no se lo merecía. Pues Dios ofreció su perdón aún “cuando
estábamos en muertos en delitos y pecados” (Efesios 2:1).”
2. ¿Cuál es el Mensaje de La Gracia de Dios?
La Gracia es un mensaje claro y nos proporciona 4 argumentos bíblicos:
Dios ama al mundo pecador (Juan 3:16).
Dios da un medio de Salvación (a Jesús) para Todos los hombres (Tito
2:11)
El pecador debe creer (Juan 3:16; Romanos 10:10)
Se recibe Salvación (Vida Eterna) (Juan 3:16).
3. La gracia vs Las Obras
La Gracia de Dios, según el texto base para este Estudio, está en directo
contraste con las obras y los méritos humanos, leamos Romanos 11:6: “Y si
por gracia, luego no por las obras; de otra manera la gracia ya no es gracia.
Y si por las obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra”.
La gracia y las obras no pueden mezclarse, como tampoco pueden la luz
con las tinieblas “Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”
(Efesios 2:8,9). El favor absoluto de Dios no es compatible con el mérito
humano; ello sería tan imposible como mezclar el agua y el aceite:
veamos Romanos 4:4,5. “Al que obra, no se le considera el salario como
4. gracia, sino como obligación. Pero al que no obra, sino que cree en aquel
que justifica al impío, se considera su fe como justicia.”
Esta perfección de Dios está disponible GRATUITAMENTE para TODOS,
así lo dice La Biblia en Romanos 5:15 “Pero no sucede con la dádiva como
con la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los
muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre,
Jesucristo, abundaron para los muchos.”, pero es ejercida ACTIVAMENTE
sólo sobre los hijos de Dios, vale decir, sólo los que CREEN en CRISTO
pueden recibir los beneficios de La Gracia de Dios, lo podemos confirmar
en Romanos 5:17 “Porque si por la transgresión de uno, por éste reinó la
muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que
reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.”, en esto se
distingue de la “misericordia”, porque ésta Sí es “sobre todas sus obras”
(Salmos 145:9).
4. La Gracia y sus características
La Gracia de Dios tiene tres características principales:
a) Es eterna: Fue ideada antes de ser empleada, propuesta antes de ser
impartida: “Que nos salvó y llamó con vocación santa (Llamamiento Santo),
no conforme a nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual
nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos” (2 Timoteo
11:9).
b) Es gratuita: ya que nadie la puede ganar o comprar: “Siendo justificados
gratuitamente por su gracia” (Romanos 3:4).
c) Es Condicional: ya que sólo la reciben los que Creen en el Señor
Jesucristo: Romanos 5:17b “los que reciben la abundancia de la gracia y del
don de la justicia.”
5. La Gracia de Dios manifestada en Jesucristo
La gracia de Dios se manifiesta en el Señor Jesucristo, por él y a través de
él. “Porque la ley por Moisés fue dada; más la gracia y la verdad por
Jesucristo fue hecha” (Juan 1:17). Ello no quiere decir que Dios hubiera
actuado sin Gracia para con nadie antes de que su Hijo se
encarnara; Génesis 6:8 muestra claramente lo contrario. Pero la gracia y la
verdad fueron reveladas plena o perfectamente cuando el Redentor vino a
esta tierra, y murió en la cruz.
La gracia de Dios fluye para sus hijos sólo a través de Cristo el
Mediador. “para que, así como el pecado reinó en la muerte, así también la
5. gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, MEDIANTE Jesucristo
nuestro Señor.” (Romanos 5:21).
6. La Gracia de Dios en el Evangelio
La gracia de Dios es proclamada en el Evangelio (Hechos 20:24), por eso se
dice que es “EL EVANGELIO DE LA GRACIA DE DIOS”, el cuál es “piedra
de tropiezo” para el judío que se cree justo, y “locura” para el griego vano y
filósofo. ¿Por qué es piedra de tropiezo? Porque en el Evangelio no hay nada
en absoluto que halague el orgullo del hombre.
Reflexionemos sobre esto: “(La Gracia de Dios) Anuncia que no podemos
ser salvos si no es por gracia. Declara que, fuera de Cristo, don inefable de
la gracia de Dios, la situación de todo hombre es terrible, irremediable y sin
esperanza. El evangelio habla a los hombres como a criminales culpables,
condenados y muertos. Declara que el más honesto de los moralistas está
en la mismaterrible condiciónque el más voluptuoso libertino; que el religioso
más vehemente, con todas sus obras, no está en mejor situación que el infiel
más profano.
La Biblia nos dice que ya hay una sentencia sobre los hombres que
rechazan a Cristo (Juan 3:18).
7. Lo que No es La Gracia de Dios
Hemos visto hasta ahora los que es La Gracia de Dios, pero también sería
bueno revisar Lo que No es La Gracia de Dios.
Entandamos un poco acerca sobre el Pacto de La Ley:
La Ley: Antes que viniera la Gracia existió la Ley. La Ley era un pacto de
obras. La Biblia dice que, bajo el pacto de la Ley, el perdón y la salvación se
obtenían por medio de las obras, aunque esto era imposible y a no ser por la
gracia de Dios aún bajo la ley, nadie hubiera sido salvo. La ley decía, si
obedecías recibías recompensa (bendición), pero si desobedecías recibías
castigo (maldición). Así que como nadie podía guardar la Ley, todos estaban
en maldición. Nadie podía vivir bajo la ley porque nadie podía guardar u
obedecer la ley en su totalidad. Si guardabas toda la Ley, pero fallabas en
una cosa, te hacías culpable de toda la Ley. En contraste la Gracia no es
un pacto de obras sino de fe.
Las limitaciones de la Ley:
No puede justificar (Gálatas 2:16; 3:11)
No puede dar vida (Gálatas 3:21)
No puede dar el Espíritu Santo (Gálatas 3:2, 14)
No puede dar espiritualidad (Gálatas 3:21; 5:5; Romanos 8:3)
6. No puede perfeccionar o permanente lidiar con el pecado
(Hebreos 7:19)
Lo que puede hacer la Ley:
Trae maldición (Gálatas 3:10-12)
Trae muerte, mata (2 Corintios 3:6-7; Romanos 7:9-10)
Trae condenación (2 Corintios 3:9)
Hace que el pecado sea revelado (Romanos 7:7-13)
Declara el hombre culpable (Romanos 3:19)
Mantiene al hombre atado al pecado y la muerte (Gálatas 4:3-5,
9, 24; Romanos 7:10-14; Romanos 3:23.
El Propósito de la Ley:
Provee un patrón de Justicia y rectitud (Deuteronomio 4:8; Salmo
19:7-9)
Revela la santidad y la bondad de Dios (Deuteronomio 4:8; Romanos
7:12-14)
Identifica el pecado y revela al hombre su condición (Romanos 7:7-8;
5:20; Gálatas 3:19)
Nos lleva a Cristo (Gálatas 3:24)
8. La Gracia vs La Ley
Ya hemos visto y aprendido el concepto de La Ley, y a continuación
veremos el contraste entre La Gracia y La Ley.
Desde los tiempos de la iglesia primitiva han existido problemas con el
Evangelio de la Gracia. En aquel tiempo, muchos judaizantes querían seguir
viviendo bajo los preceptos de la ley, pues no habían entendido el verdadero
significado de la Gracia. Lo peor del caso era que también querían hacer que
los gentiles que ponían su fe en Cristo guardaran también la Ley de Moisés
como ellos. A ellos no se les hacía muy difícil entender que eran libres en
Cristo. Estaban tan acostumbrados a tratar de recibir la justificación por
medio de las obras que les parecía imposible que con el simple hecho de
creer en Jesús recibirían completa justificación.
En Hechos 15 se tuvo que llevar a cabo en Jerusalén el primer concilio de la
Iglesia Cristiana para resolver el problema de los judaizantes que querían
seguir imponiendo cargas a los nuevos creyentes en Cristo que eran de
descendencia gentil. El Espíritu Santo guio a los apóstoles a ordenar a los
gentiles que no tenían que guardar la ley.
Hoy en día el concepto de la Gracia es para algunos difícil de entender
porque también piensan que tienen que hacer algo además de creer para
poder salvarse. Cuando no se entiende el verdadero concepto de la Gracia,
7. el hombre en su mente humana siempre tratará de ayudarse en su salvación
por medio de obras. Algunos todavía creen y enseñan que, aunque la Ley
pasó, todavía existen aspectos de la ley que se deben de guardar y hasta
piensan que ofenden a Dios y pierden su salvación si no hacen tal o cual
cosa.
El espíritu legalista sigue vivo en muchos grupos de cristianos en estos
tiempos. La religiosidad les atrae, se piensa que, si no hay rituales y obras,
no es posible que haya salvación o relación con Dios. El apóstol Pablo nos
habla en contra de dejar la Gracia y volvernos a los débiles y pobres
rudimentos que esclavizan, guardando días, meses, tiempos y los años
(Gálatas 4:8-11).
Algunas iglesias han dado categorías especiales a ciertos días de la semana,
idolatrando el sábado o el domingo, otras enseñan que los infantes deben
bautizarse, otras enseñan que los hombres deben confesar sus pecados a
otros hombres y hacer penitencias, otras iglesias imponen el lavamientos de
pies como un ritual, otras ordenan ayunos forzados de hasta 40 días o más,
toman el tiempo a los que oran y de estas maneras piensan que aseguran su
salvación, estos y muchos otros requerimientos y tradiciones no están
escritos en La Biblia ni pueden comprar La Salvación. El Apóstol escribió
acerca de estas prácticas y rudimentos: “tienen a la verdad cierta reputación
de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero
no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne” (Colosenses 2:23).
Cuando no se tiene un conocimiento pleno acerca de lo que La Gracia
representa y lo que en realidad es para el creyente que está en Cristo, se
tratará de añadir otras formas de tradiciones para hacer su religión más
“completa”.
Legalismo vs Libertinaje
A continuación, presento algunos ejemplos de dos de las doctrinas más
peligrosas dentro de la Iglesia Cristiana, el Legalismo y el Libertinaje, ambos
pensamientos extremos no tienen nada que ver con La Gracia de Dios:
Legalismo: Todos los deportes son pecado.
Libertinaje: Todos los deportes son buenos para la salud (¿incluso la
tauromaquia, el todo vale y el boxeo?).
Legalismo: La TV es el cajón del diablo, el cine y todas las películas son
del “mundo”.
Libertinaje: Todos los programas de TV, todas las películas son buenas y
sólo son ficción (¿incluso las con contenido oscuro, esotérico, espiritista,
teleseries y películas con alto contenido sexual e inmoral o violencia
extrema y sádica?).
Legalismo: No se debe comer carne en “semana santa”, no se puede
comer cerdo u otros alimentos.
8. Libertinaje: Todos los alimentos son buenos, podemos comer sin cuidado,
porque de algo hay que hay que morir (¿y no que el cuerpo es el templo del
Espíritu Santo?).
Legalismo: Beber café y beber alcohol es pecado.
Libertinaje: Podemos tomar café en exceso y beber hasta emborracharnos
(hasta Jesús bebió y convirtió el agua en vino).
Legalismo: El que no diezma, ni ofrenda, ni trae las “primicias” al pastor es
ladrón y se irá al infierno, esto es mandamiento y obligación.
Libertinaje: No hay que ofrendar nada a la Iglesia ni al pastor porque todos
son ladrones y Dios no necesita dinero, además estamos en la Gracia (¿y
por qué los primeros cristianos vendían hasta sus propiedades lo daban
todo para la obra?).
Legalismo: El que ora más de una hora, el que ayuna todas las semanas,
y asiste a todas las reuniones es el más espiritual y quién no lo hace es un
carnal.
Libertinaje: No hay que orar tanto, ni asistir a la Iglesia, al final la
Iglesia somos nosotros mismos y no el templo (¿y qué del consejo que dice
orando en todo tiempo y no dejando de congregarse?).
Legalismo: El hombre de Dios no puede ingresar a la iglesia sin vestir traje
y corbata, menos subir al púlpito y ni pensar en predicar o ser usado por
Dios, tampoco puede usar el pelo un poco más largo.
Libertinaje: El hombre de Dios puede vestir como le venga en gana y
seguir todas las modas que quiera, total Dios mira el corazón (¿y donde
queda la sobriedad y la sencillez?).
Legalismo: La mujer no puede subir al púlpito, no puede enseñar ni
predicar la Palabra de Dios, no puede servir en la Iglesia y solo está para
ayudar en la cocina, tampoco puede cortarse el pelo, no puede maquillarse,
no puede usar pantalón ni joyas.
Libertinaje: La mujer puede ser pastora y hasta obispa, puede vestir como
quiera, maquillarse exageradamente, usar ropa lujosa, sexy y provocativa,
inyectarse Botox y hacerse cirugías plásticas, lo importante es cuidar “el
templo del espíritu santo” (¿y dónde queda el recato, el decoro y la
decencia?).
9. Los Beneficios de la Gracia
La gracia trae consigo beneficios, bendiciones y promesas que nunca antes
existieron, veremos a continuación cuáles son:
La Gracia:
Es un mejor Pacto (Hebreos 8:6)
Nos salva (Tito 2:11; 3:4-7)
Nos da Vida Eterna (Juan 3:16)
Nos declara justos (Romanos 5:17)
Nos hace santos (Hebreos 10:14)
Nos perfecciona (Hebreos 10:1, 14)
9. Nos da mejores promesas (Hebreos 8:6)
Nos capacita (Tito 2:11-12): a. Para rechazar la impiedad y los deseos
mundanos
b. Para vivir sobriamente (En cuánto a nosotros)
c. Para vivir justamente (Con nuestros semejantes)
d. Para vivir piadosamente (Para con Dios)
e. Para servir a Dios (1 Corintios 15: 9-10; Efesios 3:8)
Nos da la promesa del Espíritu Santo. (Gálatas 3:2)
Nos da la unción del Espíritu Santo (1 Juan 2:20; 2 Corintios 1:21)
Nos da dones (1 Corintios 12; Romanos 12:3-8)
Nos da la seguridad de la salvación (Efesios 1:3-14)
Recibimos la plenitud de Dios (Juan 1:16-17)
¿Cómo recibimos La Gracia de Dios?
La única manera de llegar a recibir la Gracia de Dios es a través de la Fe en
Jesucristo. (Romanos 4:5, 16; 5:1-2)
Viviendo y creciendo en la Gracia de Dios todos los días que estemos aquí en
la tierra.
¿Cómo valoramos un Gracia tan Grande?:
Permaneciendo Firmes y sin volver al sistema de obras (Gálatas 5:1).
No usando la libertad como libertinaje para pecar (Gálatas 5:13).
Amando a nuestro prójimo (Gálatas 5:14).
Siendo controlados por el Espíritu Santo, no por la carne (Gálatas 5:16).
No dando lugar a la vanagloria (Gálatas 5:26).
Restaurando al caído (Gálatas 6:1).
Sobrellevando las cargas de los otros (Gálatas 6:2, 3).
Sometiéndonos a prueba, examinando nuestro corazón ante Dios y
llevando nuestra propia carga (Gálatas 6:4-5).
Compartiendo con los demás (Gálatas 6:6).
No cansarnos de hacer el bien (Gálatas 6:9-10).
No despreciando a Cristo (Hebreos 10:29).
No dejando de congregarnos (Hebreos 10:25).
No recibiendo la Gracia en vano (2 Corintios 6:1; 12:9).
Confiando en la obra Cristo.
Conclusión
Dios Padre es la fuente de toda Gracia, porque designó el pacto eterno de
Salvación.
Dios Hijo es el único canal de la Gracia.
El Evangelio es el promulgador de la gracia y DiosEspíritu Santo es el dador,
Él es quién convence de pecado al hombre, ¡quién busca conquistar las
10. voluntades rebeldes, ¡quién busca ablandar los corazones duros, gloria a
Dios por su Gracia!
“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y
medianteella sirvamos a Dios agradándolecon temor y reverencia” (Hebreos
12:28).