1. A Gastarlo Todo
ViGÉsimo quinto dominGo dEl tiEmpo oRdinaRio
Año C
19 de septiembre de 2010
Amós 8,4-7
1 Timoteo 2,1-8
Lucas 16,1-13
acoGida1
(Sobre una mesa con una vela sin encender, se ubican trozos de papel para
cada integrante de la comunidad. Cada uno de estos papeles tiene escrito el
nombre de alguna organización de caridad o servicio, tales como Hospital
para Veteranos, Servicio para Migrantes y Refugiados, Alcohólicos
Anónimos, etc.
Si hay nuevos miembros integrándose a la comunidad, se puede dedicar
algo de tiempo a presentarse y también a que los nuevos miembros puedan
familiarizarse con la historia de la comunidad. Todos pueden compartir sus
expectativas en lo que respecta a ser miembros de una pequeña comunidad
cristiana.)
Esta semana en que comenzamos a reunirnos está repleta de recuerdos
del verano y de aires de otoño. Nos reunimos para reflexionar en torno a
nuestras experiencias como administradores de los dones de Dios en busca
de su reino en nuestros corazones y en nuestro mundo.
1
nota Especial: quest sugiere que el líder de esta sesión preste especial atención al diseño de la Oración
Final y de Envío, revisando las reflexiones que aparecen en el Prefacio. Una vez que se familiarice con
el diseño y el proceso de la Oración Final y de Envío, puede invitar a la comunidad entera a revisar esos
materiales y tener una conversación en torno al tema.
1
2. oRación inicial
(El líder invita a la comunidad a un tiempo de silencio para reconocer la
presencia de Dios. Después de un tiempo de quietud, la oración continúa
de la siguiente manera.)
Líder: Los pobres de espíritu me llaman.
Todos: Bendito sea su espíritu; que estén repletos de tu luz, Señor.
Líder: Los pobres de corazón me llaman.
Todos: Bendito sea su corazón; que se infundan de tu amor, Señor.
Líder: Los pobres de mente me llaman.
Todos: Bendita sea su mente; que se conforten con tu paz, Señor.
Líder: Los pobres de cuerpo me llaman.
Todos: Bendita sea su salud física; que se encuentren envueltos en
tus brazos, Señor.
(Un miembro de la comunidad enciende la vela y el líder hace oración de
la siguiente manera.)
Líder: Así es, los pobres nos llaman. Benditos seamos nosotros para
así escuchar su llamado y hacernos conscientes de su sufrimiento.
Presentémoslos a Dios y estemos con ellos en mente y corazón.
Todos: Amén
(Puede escucharse una selección instrumental del CD MusicQuest.)
pregunta inicial
¿Qué le hace rico? ¿Qué le hace pobre?
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3. compaRtiR comunitaRio y REflEXión BÍBlica
(Las Escrituras son proclamadas en voz alta haciendo una pausa entre
cada lectura. Después de la pausa que sigue a la lectura del Evangelio, el
facilitador invita a los miembros a mencionar una palabra, frase o una
imagen de una de las lecturas que más le haya impactado. Los participantes,
después, leen el comentario y consideran las preguntas en silencio antes de
comenzar la conversación.)
comentario
A una mujer que se le entrevistaba por su dedicación al cuidad de niños
con VIH/SIDA se le preguntó por sus esperanzas y sueños en la vida.
Simplemente respondió diciendo que al morir querría haber gastado todo
lo había tenido. Al encontrarse con su creador, querría haber usado todos y
cada uno de sus dones con los cuales había sido bendecida por Dios en su
vida. No querría usar esos dones para ella misma, sino para los demás. Su
historia toca el corazón de las Escrituras de esta semana.
En nuestra hambre de posesiones materiales, muchos hemos aumentado
el tamaño de nuestras casas, para así acomodar cada vez más y más cosas.
Y aquello que no entra, ¡lo guardamos en lugares donde hay que pagar! Al
mismo tiempo, mucha gente tiene que dormir en hospederías estos días
debido a que han perdido sus trabajos y a veces sus casas. Esas personas
sufren no solamente una pobreza material, sino también espiritual.
La falta de bienes materiales es solamente un ejemplo de pobreza. La
pobreza espiritual del espíritu puede expresarse en soledad y depresión en
el alma. Pobreza de relaciones generalmente es expresada en la ruptura de
la vida de familia. Pobreza emocional es experimentada en la dificultad de
hacernos entender o cuando escuchamos situaciones de abuso.
En vez de enfocarnos en el administrador, quien “pertenece a este mundo”,
es quizás mejor centrarnos en el llamado a “los que pertenecen a la luz”
para ser así buenos administradores. Si pertenecemos a la luz, ¿cuánto más
fructíferos seremos al ser llamados a usar nuestros dones no solamente para
nosotros mismos sino para el bien de los demás?
Como administradores prudentes de la luz de Cristo, somos llamados
a servir a todos los pobres de Dios, incluyendo a los física, espiritual y
3
4. emocionalmente pobres, para así ofrecerlos en oración a aquel que “alza
al pobre del polvo para sentarlo con príncipes” (Salmo 11). Ofrecernos
totalmente al servicio de los demás es la manera en que nos convertimos en
buenos administradores de la casa de Dios.
compaRtiR En la fE E intEGRación En la Vida diaRia1
¿De qué manera la palabra, frase o imagen que más le ha tocado de estas
lecturas le habla a su vida o a la vida de su comunidad, a su familia o a
su mundo?
¿Qué tipos de pobreza ha experimentado en su vida?
¿Es usted un administrador prudente de los dones y recursos que se les ha
confiado?
¿Hasta qué punto usted se siente atraído o más bien esquiva a los pobres
y débiles?
¿Cómo los pobres impactan su vida?
¿Quién ha sido un buen administrador en su vida? ¿Qué ha hecho por
usted?
REspuEsta En acción2
Promueva una venta de cosas usadas en su parroquia, donde las ganancias
se pongan a disposición de personas en la comunidad o parroquia que han
perdido sus trabajos o casas como resultado de esta crisis económica.
Sea un mejor administrador de la creación esta semana reduciendo su
consumo de agua y electricidad.
Viva una vida más consciente durante esta semana. Coma menos, camine
más, hable menos, escuche más.
Dedique veinte minutos algún día para la reflexión y la oración. Póngase
en contacto con los lugares en su vida donde experimenta pobreza o algún
vacío. Rece al Espíritu para que llene su corazón.
1
Los participantes deben sentirse libres para responder a cualquier pregunta. No es necesario seguir el orden
de las preguntas ni responder a todas. Hay que recordar que hay otras dos preguntas que son más universales
y pueden ayudar: ¿De qué modo la Escritura le anima? ¿Cómo estas Escrituras le desafían más en su vida?
2
Un número importante de sugerencias de esta sección están basadas en la experiencia de participantes en
la Arquidiócesis de Hartford. Hemos hecho un esfuerzo para incluir números 800, direcciones y sitios de
Internet que puedan ser de utilidad a personas a lo largo del país. Animamos a otras personas de otros
lugares a usar su imaginación y encontrar acciones comparables a las mencionadas en el texto.
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5. oRación final y dE EnVÍo
(El líder invita a la comunidad a un tiempo de quietud. Después de un
minuto de silencio, un miembro de la comunidad lee nuevamente el
Evangelio del domingo. Después de la lectura, el líder hace la pregunta
a toda la comunidad? “¿Qué me dice o nos dice Cristo al escuchar este
Evangelio hoy?” La comunidad se mantiene en silencio por unos cinco o
siete minutos haciendo oración y escuchando lo que Cristo les dice por
medio de su Evangelio. Después de esto, el líder invita a los miembros de
la comunidad a simplemente mencionar una o dos palabras o un breve
pensamiento que capture lo que Jesús les estaba diciendo.
Luego de este compartir, puede escucharse una selección instrumental
del CD MusicQuest. A continuación, el líder invita a hacer oraciones de
petición o acción de gracias. A cada una de ellas, la comunidad responde
diciendo, “Haznos fieles administradores, Señor.” Cuando las oraciones
se completan, cada miembro de la comunidad es invitado a tomar uno de los
papeles que están ubicados en la mesa para así rezar por esa organización
durante la semana y por aquellos que se benefician de esas instituciones.
La sesión concluye con la oración del Padre Nuestro y el intercambio de un
signo de paz.)
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