1. Michael E. Gerber
Michael E. Gerber es gurú en el
mundo del emprendimiento
Para Michael Gerber, el gurú de las Pymes, el país necesita una
revolución económica. Y son los emprendedores los que podrán
hacerla.
2. No hay razón para la pobreza
Cuando inició su empresa de consultoría en Santa Rosa,
California, en 1977, Michael Gerber tenía una misión:
ayudar a los emprendedores de todo el mundo a escapar
del fracaso, un destino al que, todavía hoy, la mayoría
parece estar condenado. Después de 35 años, el llamado
“gurú de los pequeños negocios” ha asesorado a más de
50,000 empresas en más de 145 países y su libro, The E-
Myth, vendió más de un millón de copias en todo el
mundo. “Ahora quiero abrir escuelas de emprendedores
en la calle, en cada esquina, donde vive la gente real”,
anuncia. “Allí están las personas que no tienen ni idea de
cómo emprender y ahí está la oportunidad de hacer la
revolución económica que México necesita”.
3. Con su consultora, que ya tiene sede en México,
el experto quiere romper lo que denominó el
“círculo de la indiferencia”. “Tan sólo en el
Distrito Federal hay 18 millones de personas
luchando por salir adelante, esta ciudad es un
mundo… Tenemos que escucharlos, hablarles y
decirles que ellos también tienen una
oportunidad de cambiar su vida”, explica Gerber,
durante una entrevista con Entrepreneur.
4. Y hay que hacerlo de una persona a la vez, asegura el
experto. “No se hace una revolución con muchedumbres,
sino con cada uno que diga ‘yo estoy escuchando, yo
quiero aprender, yo quiero hacerlo’. Es de uno en uno”,
agrega. “Algo tiene que suceder para que se rompa este
ciclo de indiferencia y de miedo. Como lo hizo
Muhammad Yunus con las mujeres pobres de
Bangladesh, que logró lo que parecía imposible a través
de los microcréditos. No hay ninguna razón para el
fracaso ni para la pobreza”.
5. La duda que siempre surge es si cualquiera
puede ser emprendedor…
Yo no sabía nada de negocios cuando empecé
con esto, fue un accidente. Y hoy me llaman el
gurú número uno de los pequeños negocios. Si
pude hacerlo fue por mi pasión, mi interés, mi
persistencia y mi voluntad de actuar frente a lo
que me rodeaba. Si yo pude hacerlo, cualquiera
puede hacerlo.
6. Todos somos emprendedores, hay uno en cada uno
de nosotros. Fuimos creados a imagen de Dios para
crear, ése es el regalo que nos hizo. Por eso
cualquier ser humano puede aprender cómo
mejorar su habilidad de crear, eso lo sé muy bien. Y
lo sé porque lo he estado enseñando por años a
miles de personas enredadas en el desastre de su
negocio y que con un poco de ayuda pudieron
transformar la manera en la que estaban pensando,
romper las barreras de sus actitudes y creencias, y
despertar ese verdadero espíritu emprendedor en
ellos mismos.
7. ¿Por qué nos olvidamos de eso?
Por todas las cosas que nos dicen nuestros padres,
nuestros amigos, nuestra pareja, nuestros jefes, nuestros
colegas. “No te arriesgues, no te arriesgues”, es el
mensaje. “Si lo haces y además tienes éxito no vas a ser
más bienvenido entre nosotros”, nos dicen todo el
tiempo. Así que nos encojemos para encajar en las
expectativas, las normas sociales, la cultura en la que
vivimos y la clase a la que pertenecemos. Los
emprendedores que admiramos, como Steve Jobs,
luchan contra eso.
8. No siguen el status quo, lo desafían. Y
sí, también fracasan, fracasan y
fracasan. Pero cuando te rodea tanta
resistencia y tan pocos recursos
disponibles, emprender se convierte
en una forma de vida.
9. ¿Y cómo es el emprendedor mexicano?
Como pensé que sería: igual a un emprendedor
australiano, alemán o chino. Una de las
lecciones más importantes que aprendí, luego
de visitar tantos países en el mundo, es que
todos los emprendedores son iguales. Es un
fenómeno universal.
10. Claro, México tiene una cultura diferente y así
también lo son sus condiciones y circunstancias. Es
lo mismo que sucede entre las personas. Pero lo
que es universalmente cierto es que como seres
humanos todos tenemos dentro unos creadores.
México no es un país de emprendedores, es un país
de seres humanos que en su mayoría no son felices,
que se encuentran en una situación económica
difícil e incluso viven en condiciones desesperadas y
que no tienen idea de cómo salir de ellas. Y que
necesitan ayuda.
11. Hablemos del mito del emprendedor y de las empresas
que fracasan…
Todo inicia con el “ataque” de emprendedurismo que le
da a una persona que decide dejar su trabajo para crear
un negocio propio. Porque en medio del entusiasmo por
independizarse y sacarse de encima al jefe, esa persona
en realidad no entiende lo que emprender realmente
significa. Y asume que porque sabe elaborar un producto
o dar un servicio puede hacerlo con su propia empresa.
Entonces el diseñador abre un estudio de diseño. El chef
pone un restaurante. O el mecánico un taller. Y al final
terminan trabajando para sí mismos, mucho más que
antes y totalmente desorientados.
12. Los verdaderos emprendedores pasan de
trabajar para alguien más a trabajar por sí
mismos de una manera muy distinta. Los
emprendedores crean negocios que trabajan de
manera independiente, aunque ellos no estén. Y
los técnicos crean empresas que trabajan
porque ellos están ahí las 24 horas del día. Por
eso la mayoría de los emprendimientos
fracasan.
13. ¿Y dónde está la solución?
En crear un sistema para que la empresa trabaje
por sí misma. En hacer que otros hagan lo que uno
imagina y quiere lograr. Como lo hizo Ray Kroc con
McDonald’s, o como lo hicieron en Starbucks o Dell.
Siempre hay una forma mejor de hacer lo que
estamos haciendo. Todo empieza con el sueño, la
misión y la visión del emprendedor, lo que se
traduce en su modelo de negocio.
14. Luego hay que trabajar en la organización, en crear
los sistemas que en el día a día permitan lograr la
satisfacción del cliente. Y luego hay que enfocarse
en el crecimiento. Soy un optimista, pero también
un pragmático, porque cada negocio exitoso fue
concebido, construido y perfeccionado de la misma
manera, usando el mismo proceso. Y soy un
optimista porque creo que podemos crear grandes
cosas, porque vi nacer en un garaje a Apple, una de
las compañías más valiosas del mundo.
15. Un emprendedor es, al final, un contador de historias, un
gran soñador. Sin un sueño nada sucede. Pero también es
un pensador, con una visión de cómo ese gran resultado
que va a lograr va a ser utilizado en el mundo. Además los
emprendedores de hoy ya no están enfocados en el
dinero, sino en el sentido de las cosas. Para ellos ya no es
suficiente crear empresas que generen riqueza, sino que
le den un significado a su vida, con creatividad, con
imaginación. Los grandes emprendedores son poetas,
creadores. Y sobre todo actúan, no se quedan esperando
a que las cosas sucedan.
16. A los 76 años, ¿qué lo inspira cada día para seguir
recorriendo el mundo?
Estoy seguro que no son los negocios, sino mi
imaginación. La oportunidad de contar nuevas historias,
de experimentar la energía de la gente, de ver qué sucede
cuando alguien los escucha y les muestra una nueva
manera de pensar y hacer las cosas. Hay que ver el rostro
de las personas cuando descubren cómo pueden salir de
la prisión en la que se ha convertido su negocio y sacarlo
adelante. Hay una verdad fundamental para cualquier
persona de la calle: “tú puedes trascender tu negocio y
transformarlo. Tú puedes trascender tu vida y
transformarla”.
17. Eso es lo que realmente le enseño a hacer
a la gente. Gracias a Dios no estamos
creando un nuevo movimiento social ni
político, es una revolución individual en la
que tenemos que empezar por nosotros
mismos.
http://www.soyentrepreneur.com/no-hay-razon-para-la-
pobreza-m.-gerber.html
18. Enlaces relacionados:
• ■El poder de la intuición
http://www.soyentrepreneur.com/21649-el-poder-de-la-intuicion.html
• ■Inspírate a ti mismo
http://www.soyentrepreneur.com/inspirate-a-ti-mismo.html
• ■Lo extraordinario en lo ordinario
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