2. DIARIO PERSONAL DE JOSÉ LUIS ORMIJANA
Continuamos ofreciéndoos unos extractos del diario personal de José Luis
Ormijana, misionero de Gipuzkoa en Bunkeya muchos años, y que ahora
visita todos los años.
Jueves, 21 de abril 2022. Bunkeya
Hace unas semanas llegó al Hospital una madre con un niño de unos 4/5 años que se
había caído al fuego. Esto aquí es relativamente frecuente. Pensad que no hay cocinas
eléctricas ni de gas ni de nada y que toda la comida se hace a la puerta de la casa en un
pequeño fuego que luego se apaga, a veces mal, y los niños corretean por todas partes.
El cuerpo completamente en carne viva: cara, cuello brazos, cuerpo y piernas hasta las
rodillas.
Un caso grave pero que con tiempo, se podía curar porque las quemaduras eran solo de
la piel sin tocar tejidos internos. El niño, poco a poco iba mejorando. Pero un día llega su
padre, se enfrenta a todo el personal y dice que conoce a un especialista que lo va a curar
en unos días. Como es su hijo, no podemos hacer nada y se lo lleva. A los dos días
vuelve la madre con el niño. No os podéis imaginar cómo está su cuerpo: quemado,
engangrenado, lleno de tierra y de porquería. Tememos por su vida. Lo había llevado al
hechicero. El padre no ha vuelto por aquí. La madre, pobre mujer, sigue cuidando al niño.
Domingo 24 de abril 2022.
Bunkeya
Son las 11,30 de la mañana y vengo de misa.
Estaba previsto que hoy celebraba yo en
Bunkeya, que el párroco iba a Kankofu y el
coadjutor a Ntondo. A las 5 de la mañana
comienza una lluvia torrencial, fuertísima.
Imposible pasar la Kalonga y la ruta de Ntondo
impracticable. A las 7.30 me acerco a la
parroquia. El pequeño puente entre nosotros y
el pueblo, a punto de desbordarse. Nunca
había visto tanta agua en ese puente. Las
casas junto al riachuelo, rodeadas de agua, la
gente sin poder salir.
Llego a la parroquia y le veo al párroco y al coadjutor. Concelebraremos los tres y un
diácono de aquí que será ordenado al final de curso. Pero en la iglesia, la gran sorpresa
de siempre, hay ya unos 20 niños. Todos mojaditos, porque llueve bastante, pero allí
están. Poco a poco, va dejando la lluvia y los cristianos vienen a misa. La iglesia casi
llena. El domingo pasado, Domingo de Pascua hubo 120 Primeras comuniones y Bautizos
de niños/as y jóvenes. Hoy no están todos, se comprende porque algunos viven lejos y
seguro que no han podido pasar, pero hay muchos.
La misa, como siempre llena de cantos y de alegría. Estamos en Pascua. Jesús ha
resucitado, El es nuestra esperanza. ¿Cómo no estar alegres? La misa dura algo menos
de dos horas. Dos horas bien empleadas.
3.
4. AL FIN, MUFUNGA
MIKEL ROBLEDO LÓPEZ
Continúo con mi diario del viaje que realicé hace más de ocho meses a la República
Democrática del Congo. Una experiencia que pude vivir gracias a la Fundación Amigos de
Mufunga y a la generosidad de tantas personas que colaboran con ella. La etapa anterior
había terminado con nuestra llegada a Mufunga. Debido al tiempo tan ajustado del viaje, solo
pasamos dos días (tres noches) para conocer y evaluar todos los proyectos que se apoyan.
Después de un descanso reparador tras el largo viaje, a la mañana siguiente tuvimos un
encuentro con los profesores del Instituto Bukwuashi. Es un instituto de primaria que está
junto al convento en el que dormíamos. Los profesores y el prefecto de estudios expresaron el
agradecimiento por la ayuda económica y material y compartieron inquietudes y las diferentes
necesidades. Por su parte, Timothée, Iñigo y José Ignacio agradecieron la acogida y les
animaron a perpetuar la filosofía de Tata Luis Mari; construir personas (educar a las nuevas
generaciones) para que Mufunga avance. Este tipo de encuentros siempre terminan con un
momento distendido para picar algo y la tradicional foto de familia.
Después de la comida compartida con las monjas que nos acogían, Iñigo y yo pudimos dar un
paseo para ver el pueblo y conocer algunos proyectos que se han apoyado desde aquí en
diferentes momentos; como el hospital, el canal de agua o la pequeña central hidroeléctrica.
A la tarde, tras la caminata, tuvimos una reunión con el comité local de
Mufunga de la “Association Amis de Mufunga”. La Fundación Amigos
de Mufunga apoya desde Bilbao diferentes proyectos a través de su
contraparte en el país africano. A su vez, la asociación de la R.D. del
Congo está organizada en diferentes comités locales para poder llegar
a más ciudades y poblados. En el encuentro con el comité local, los
miembros hicieron un descargo de las diferentes actuaciones
realizadas durante los últimos meses, así como de las necesidades
más acuciantes. Fue una reunión muy interesante que me sirvió para
conocer mejor la tarea que se realiza allí.
5. A pesar de ser domingo, el segundo día en el territorio de Mufunga (el nombre oficial del
pueblo es Sampwe) fue mucho más intenso. Por la mañana, una de las monjas, que también
es enfermera, nos enseñó todo el hospital. Este conjunto de antiguos edificios, con poco más
de 80 camas, atiende a una población superior a los 230.000 habitantes. Ese día no había
muchos pacientes, pero vimos todo el trabajo que realizan, así como parte del material que se
envía desde aquí.
Después, el prefecto de estudios, Abbé Patrice, que también es sacerdote, ofició una misa en
el convento para nosotros, las monjas y un pequeño grupo de personas. Fue muy bonito e
interesante ver cómo celebran la liturgia en otros lugares. Además, los cantos son muy
alegres y dinámicos.
Por la tarde, tuvimos un encuentro con la asociación de madres “Twende Mbele” que acoge a
niños y niñas sin familias y sin recursos. Aunque su proyecto principal es la escuela maternal
que funciona desde hace casi veinte años, tienen otros pequeños proyectos que sacan
adelante con escasos recursos.
A continuación, nos desplazamos para visitar los proyectos de la asociación de mujeres
“Mamans Catholiques”. Su intervención la desarrollan en un pequeño edificio que acoge una
cocina-despensa y un atelier de costura. Acogen a niños, niñas y madres jóvenes. Les
alimentan, les educan y a las más mayores, les enseñan costura para que puedan labrarse un
futuro. Tienen muy claro que “educar a una mujer es educar a toda una nación”.
Terminamos el día con el recibimiento que nos ofreció el Mulopwe (jefe tribal del poblado) y el
protocolario intercambio de regalos. Juntos cenamos, contemplamos otro espectacular
atardecer y disfrutamos de las danzas locales. Fue un magnífico remate para nuestra estancia
en la misión en la que Luis Mari Gerrikagoitia compartió su vida con los más necesitados.
A la mañana siguiente, después de desayunar, Mufunga nos despidió con un amanecer
dorado al cruzar el puente Bego Mari reconstruido por los misioneros vascos. Abandonamos
Mufunga con la decisión de regresar en un futuro para seguir compartiendo proyectos que
mejoren la vida de aquellas personas.
Como siempre, gracias por la acogida. Eskerrik asko! Twasanta!
6. EXTRACTO DEL DISCURSO DEL PAPA EN LA RDC
(Accede al texto íntegro)
Encuentro con las autoridades, los representantes de la
sociedad civil y el Cuerpo diplomático. Kinsasa, 31 de
enero de 2023.
Señor Presidente de la República, ilustres Miembros del
Gobierno y del Cuerpo diplomático, distinguidas Autoridades
religiosas y civiles, insignes Representantes de la sociedad civil y
del mundo de la cultura, señoras y señores:
“Hablando del desarrollo paralizado y del regreso al pasado, es trágico que estos
lugares, y más en general el continente africano, sigan sufriendo diversas formas de
explotación. Tras el colonialismo político, se ha desatado un “colonialismo
económico” igualmente esclavizador. Así, este país, abundantemente depredado,
no es capaz de beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos: se ha
llegado a la paradoja de que los frutos de su propia tierra lo conviertan en
“extranjero” para sus habitantes. El veneno de la avaricia ha ensangrentado sus
diamantes. Es un drama ante el cual el mundo económicamente más avanzado
suele cerrar los ojos, los oídos y la boca. Sin embargo, este país y este continente
merecen ser respetados y escuchados, merecen espacio y atención. No toquen la
República Democrática del Congo, no toquen el África. Dejen de asfixiarla, porque
África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear. Que África sea
protagonista de su propio destino. Que el mundo recuerde los desastres cometidos
a lo largo de los siglos en detrimento de las poblaciones locales y no se olvide de
este país y de este continente. Que África, la sonrisa y la esperanza del mundo,
adquiera más importancia; que se hable más de ella, que tenga más peso y
representación entre las naciones”.
“Que se abra paso a una diplomacia del hombre para el hombre, de los pueblos
para los pueblos, que no tenga como centro el control de las zonas y de los
recursos, ni los objetivos de expansión y el aumento de los beneficios, sino las
oportunidades de crecimiento de las personas. Mirando a este pueblo, se tiene la
impresión de que la comunidad internacional casi se haya resignado a la violencia
que lo devora. No podemos acostumbrarnos a la sangre que corre en este país
desde hace décadas, causando millones de muertos sin que muchos lo sepan. Que
se conozca lo que está pasando aquí. Que los procesos de paz que están en
marcha, los cuales aliento con todas mis fuerzas, se apoyen en hechos y que se
mantengan los compromisos. Gracias a Dios no faltan quienes contribuyen al bien
de la población local y a un desarrollo real a través de proyectos eficaces; y no de
intervenciones de mero asistencialismo, sino de planes orientados al crecimiento
integral. Expreso mi gratitud a los países y organizaciones que proporcionan una
ayuda sustancial en este sentido, contribuyendo a combatir la pobreza y las
enfermedades, defendiendo el estado de derecho y promoviendo el respeto de los
derechos humanos. Manifiesto mi esperanza de que sigan desempeñando
plenamente y con valentía este noble papel”.
7. Los altos precios, los conflictos y las crisis climáticas desfondan al Sahel y a la región oriental del continente.
LA MALNUTRICIÓN EN ÁFRICA: “VIVIMOS ALGO NUNCA VISTO”
La pequeña Djawahir Adam, con apenas siete meses, se aferra a la vida a través de un tubo
de oxigeno conectado a su nariz. Desde que ingresó en el hospital con malnutrición aguda
severa, su madre, Goumsou Tidjani, no le quita la vista de encima. Pero no están solas.
Todas las salas de la unidad de nutrición de este hospital de Yamena, la capital de Chad,
están a reventar de madres y bebés, algunos de ellos al borde de la muerte, sin fuerzas
siquiera para llorar. Tan desbordados están que el pasado jueves tuvieron que negar las
primeras admisiones. “Es una decisión durísima para un sanitario”, asegura Ousmane Ahmat,
enfermero jefe de esta unidad financiada por la Unión Europea, “pero vivimos algo nunca
visto”. Con una capacidad para 60 niños, acogen a 106. En lo que va de año han atendido el
doble de casos que en 2021. “La subida escandalosa de los precios de los productos
alimenticios básicos está detrás de este pico”, añade.
Basta acercarse al bullicioso mercado de Yamena para ver la diferencia. A principios de
este año, un litro y medio de aceite costaba 1.000 francos CFA (unos 1,5 euros), pero hoy
está a 2.200 francos (unos 3,3 euros); u saco de arroz de 100 kilos valía 60 euros y en la
actualidad cuesta más de 80; un pan tenía el precio de 15 céntimos de euro y ahora está a
22. Para uno de los países más pobres del mundo, donde una tercera parte de sus 17
millones de habitantes sufre inseguridad alimentaria, estas diferencias son enormes. “Este es
el peor año que recuerdo. Si ya estamos al 180% de nuestra capacidad, cuando el verdadero
pico estacional comience en junio no sé qué vamos a hacer”, añade Ahmat, de la ONG Alima.
Los otros cuatro servicios de atención a la malnutrición de Yamena padecen el mismo
problema.
La escalada de precios que sufre Chad y se extiende por toda África es anterior a la
guerra de Ucrania y comenzó a dejarse sentir como un efecto de las perturbaciones
comerciales ligadas a la pandemia de la covid-19, pero el conflicto en Europa la ha
incrementado aún más. “Ya teníamos unos precios récord de los alimentos básicos en
febrero, un nivel que no habíamos visto desde 1990 que lo estamos evaluando”, asegura
Mario Zappacosta, responsable del sistema global de información y alerta temprana de la
Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), “pero en apenas dos
meses de guerra en Ucrania, los precios han subido un 20% más sobre ese nivel récord. Y
quienes más lo empiezan a sufrir son los países más vulnerables como Yemen, Afganistán y
una veintena de países africanos, que sufren conflictos o shocks climáticos, como sequías e
inundaciones”, explica.
En esa lista entra el castigado Sahel (Mali, Niger, Burkina Faso, Nigeria, Chad, Sudán y
Sudán del Sur), pero también Madagascar y su crisis climática, la República Democrática del
Congo y el Cuerno de África, con Somalia, Kenia y Etiopía como países más sensibles debido
a una sequía que dura ya tres años.
“Nos preocupa que el impacto será mucho más notable a finales de 2022 debido a
las bajas producciones agrícolas. Rusia es el principal exportador mundial de fertilizantes y la
alteración en su suministro puede provocar una reducción de la superficie cultivada o una
caída de los rendimientos. Todo ello incidirá aún más en la subida de precios”, añade
Zappacosta. “Si la guerra continúa y se prolonga esta situación, va a golpear a todos los
productos y en todos los países”.
El País. José Naranjo.
8. GOIAN BEGO, ROSI!
Rosi, como le conocían los muchos amigos que tenía, tuvo mucha y buena
relación Luis Mari, Alfonso, Pruden y Gerardo, los cuatro ya fallecidos, con
quienes ahora se habrá encontrado en la casa del Padre.
Hacia el 85 hizo un viaje al, entonces, ZAIRE, donde tuve la suerte de
conocerla en MUFUNGA. Ese viaje le hizo quedarse enamorada de
Katanga, y en especial de Mufunga y su gente.
Profesora de francés en la Escuela de Idiomas de Bilbao, pudo mantener una comunicación
directa y fluida con muchas de las personas que había conocido en su viaje. Su casa siempre
estuvo abierta para alojar a quién viniera de visita con noticias “frescas” de su amado Congo.
Fue una mujer entregada a ayudar a nuestros pueblos de Mufunga a través de los mercadillos
misioneros, donde ha estado comprometida de una manera fiel y comprometida mientras tuvo
fuerzas para colaborar. Fue la creadora y alma de los famosos Grupos de venta de Artesanía
que recorrían anualmente numerosas parroquias de Bizkaia. Cuantos recuerdos, cuantas
anécdotas, y cuanto trabajo tras esta artesanía que dejaba un dinero a los “artistas” locales, y
volvía aumentado a los proyectos que allí mantenían los sacerdotes vascos.
Y así hasta el final, dejándonos unos recuerdos maravillosos de tosa su dedicación a la Misión
de Mufunga Sampwe. ¡Gracias Rosi por tu cariño demostrado hacia los misioneros y la
gente de Mufunga! TRINO.